Mamá

Allí estaba yo, sentado en el jardín de la gran mansión que mi familia poseía en China, era evidente la grandeza de la familia Tao y por eso me sentía tan orgulloso por pertenecer a ella, desde que nací tuve una vida bastante sencilla y sin sobresaltos, era un niño más que iba al colegio y aunque me costaba mucho relacionarme tenía unos cuantos amigos en ese colegio, todos lo días entrenaba junto a mi padre y aunque al principio no sabía muy bien porque debía hacerlo lo comprendí cuando me habló sobre la Flor de Maíz y el equipo Hao.

La relación de mi familia era extraña, muy extraña, si que eramos una familia pero casi no lo demostrábamos, ni mi padre ni yo eramos muy de sentimentalismos y pocas veces teníamos conversaciones de padre a hijo se que cuando yo era más pequeño el me cuidaba y se preocupaba mucho más pero cuanto más crecía más se alejaba de mi y nunca comprendí porque, aunque en el fondo sabía que me quería más que a nada en su vida o eso era lo que me decía mi madre.

La relación con mi madre era totalmente opuesta a la de mi padre siempre se preocupaba por mi cuando entrenaba demasiado, todos los días me abrazaba y me daba besos y me decía que yo era lo más importante en su vida...pero todo eso cambió hace unos meses...desde el día que mi madre murió...o mejor dicho cuando la asesinaron...todo en mi cambio y también noté un cambio en mi padre.

Entrenaba hasta desfallecer de agotamiento, pues según lo que me habló mi padre, cada miembro del equipo que ganará el F.O.M obtendría el milagro que quisiese y esa oportunidad no pensaba desaprovecharla...quería ganar, no, necesitaba ganar para salvar a mi mamá debía hacerlo.

Recordando todo eso noté una presencia a mis espaldas -¿Que ocurre papá? -pregunté, sabía que era el como para no reconocer su poder.

-Quería saber si ya lo tenías todo preparado para tu viaje a Japón mañana.

-Si ya lo tengo todo -respondí sin voltear a verlo y noté que ya iba a marcharse.

-Papá -lo llamé- ¿Echas de menos a mamá? -le pregunté sin rodeos, no habíamos hablado de ese tema desde que ella murió, parecía un tema prohibido pues cada vez que yo intentaba hablar de eso con el cambiaba de tema o simplemente se iba del lugar.

-Creo que es hora de que te vayas a dormir, el vuelo a Japón será largo -fue su contestación a mi pregunta, así que suspiré y lo obedecí pero antes de subir las escaleras que daban camino a mi cuarto lo que escuché hablar una última vez. -Claro extraño a tu madre.-dijo, yo me quedé paralizado por un momento, al fin y al cabo si eramos una familia...sonreí y subí las escaleras pensando en los miembros de mi equipo: Yohane Asakura, Gakko Ibuki y el líder Hana Asakura...ellos también deberían ser fuertes no solo yo...quizás les haga una visita sorpresa para comprobar sus poderes, sobre todo los de ese idiota de nuestro líder ¿Porque Hao lo eligió a el y no a mi?.

Me acosté en mi cama pensando en el equipo tan estúpido que me había tocado, solo conocía a Hana de hace 6 años y mi memoria por aquel entonces no era de lo mejor pues solo tenía un año, de seguro eramos el peor pero a la vez el mejor equipo de la flor de maíz.

Volví a pensar en ella...mi madre...-Te prometo que volverás a estar a mi lado mamá -dije antes de quedarme profundamente dormido, mañana sería un día de muchas emociones.

-FIN-


Bueno aquí termina este corto fic, no se porque pero me vino la idea a la cabeza y me dieron ganas de escribir esto, no suelo escribir este estilo de historias pero me ha gustado como me ha quedado espero que a vosotros también, gracias por leer y ADIOS!