Disclaimer: Los personajes no me pertenecen. Solo una poca parte los acontecimientos ocurridos en este mundo maravilloso.

Summary: uno, dos, tres, cuatro años ¿a quien le importa un numero? ¡Alice a vuelto! eso es lo único que importa, a cumplido su promesa. ¿no?


Alice de Nuevo

Prefacio


Alice corría en medio el bosque, buscando el agujero del conejo, sin encontrar nada, sin ver ese árbol que gravo en su mente antes de irse a no casarse con Hamish. Antes de volver a su aburrida, cotidiana y monótona vida como Alice, una mujer que no se quiso casar.

En cambio, en el otro mundo en Wonderland, ella era un héroe, el caballero de la Reina Blanca y amiga del Sombrerero Loco.

Siguió buscando entra árbol y árbol, rodeándolos, buscando entre sus raíces, mirando entre la maleza cerca de ellos. Nada. No encontraba la agujero profundo por donde había caído sin fin la última vez que visito Wonderland.

No entendía como es que se fue. Ya había pasado cinco años desde que se había ido, desde que había matado al Jabberwocky con la espada Vórpica, desde que había dejado al Sombrerero con la vana esperanza de que ella volvería. Porque, había que admitirlo, ella sabía que el Sombrerero no le creyó cuando le dijo que no lo olvidaría.

Ahora quería volver, estaba buscando ese agujero, pero ¿por qué no aparecía? Ella se había aprendido como llegar a ese lugar mientras caminaba de vuelta la segunda vez que se fue. Pero ahora estaba en ese mismo lugar, exactamente a unos metros de la casa y no encontraba lo que buscaba. Por ningún lado. Ella no estaba perdida, simplemente el árbol había desaparecido. No estaba y ella no encontraba otra forma de volver.

—No, no, no, no —ella decía mientras se arrodillada frente a otro árbol y comenzaba a arrancarle las malezas a su alrededor.

El día en ese lugar era un poco nublado, los rayos blancos y hermosos del sol apenas tocaban la superficie húmeda y llena de vida, de la tierra. Había rocío en los campos y en la maleza. Las manos de Alice se mojaban por la humedad. Ella estaba bastante mojada, pero no le importaba, solo encontrar el agujero del conejo.

Sus cabellos sueltos le molestaban en su cara. El vestido blanco estaba manchado con tierra y pasto. Ella se movía el cabello detrás de la oreja, pero después de unos momentos nuevamente le estaba cubriendo al vista. Pero nada de eso importaba.

Había pasado por lo menos una hora buscándola. Y seguiría si era necesario. Si no la encontraba no tendría como cumplir su promesa al Sombrerero. Ademas, a él no era el único que extrañaba, también a la Reina Blanca, la loca Liebre de Marzo y el gato Cheshire.

Pero, era imposible, no encontraría el agujero.

¿O si?


Simplemente se me ocurrió hacer de esta pareja. Si bien se que la mayoría de los que leerán esto no dejaran review y no tengo esperanza de que los dejes, yo solo les digo que sean piadosos. Aunque se que de todas formas, aunque lean esto, no dejaran review.