Claim: Keith Goodman/Ivan Karelin.
Notas: Post-series.
Rating: T.
Género: Romance.
Tabla de retos: Drabblethon.
Tema: Vista panorámica.


Tiembla y siente el corazón acelerado, latiendo imperiosamente contra su piel, parece que el mundo se derrumba a su alrededor, llevándoselo consigo en un torrente de caos, todo su cuerpo se estremece y en su interior, sacudido por miedos internos, se ha formado un agujero. Pero está bien, trata de convencerse e incluso sonríe en la oscuridad, protectora y envolvente. Está perfectamente bien.

Keith le roba un beso y sonríe, de esa manera en que sólo él sabe hacerlo, entre infantil y divertido, con una mezcla de cariño en sus ojos azules, ahora oscuros, como si hubiesen absorbido la noche. Ivan le corresponde, pero el escalofrío que lo recorre, la sensación de querer huir, no se desvanece con tan inocente contacto, incluso llega a aumentar el pavor en su interior, las ganas de salir corriendo.

Pero, ¿cómo salir corriendo? Las cosas se suceden con tanta calma, tanta ternura, que huir, piensa Ivan, sería una tontería. Tiene que aguantar, se dice, tiene que aguantar ese martilleo incesante del miedo en cada parte de su cuerpo, en cada poro de su piel, que parece haberse sensibilizado hasta niveles alarmantes, volviendo cada roce de las manos de Keith al quitarle las prendas que lo protegen, una caricia que lo hace estremecerse.

Keith no tiene mala intención, eso lo sabe porque aquello que están haciendo (a Ivan le tiemblan las piernas al pensar que se llama sexo) lo han acordado ambos, tras varios meses de sólo cogerse de la mano y llenar sus tardes de besos. Ivan es valiente, ha cambiado mucho desde sus primeras épocas como héroe, pero aún así tiene derecho a estar aterrorizado. No está listo y lo sabe.

Sin embargo, esa idea llega demasiado tarde, cuando se encuentra a sí mismo desnudo a la pálida luz de la luna en cuarto menguante, lejana como un ojo somnoliento que lo observara, una vista panorámica de su vergüenza. Keith también lo observa y no le pasa desapercibido el temblor que recorre al otro héroe, como una hoja mecida en el viento.

—¿Quieres que lo dejemos para otro día? —lo envuelve con la manta que cubre su cama, llena del olor característico del Rey de los Héroes y algunos cuantos pelos de John, sigue sonriendo, esa es una de las cosas que más le gustan a Ivan de él, su capacidad de sonreír incluso en situaciones extrañas, embarazosas o amenazantes. Un pequeño rayo de esperanza en la oscuridad, un pequeño haz de luz.

Asiente al ver que Keith no está enojado y que en realidad, no le molesta en absoluto sólo recostarse a su lado y abrazarlo. Hoy no. Piensa Ivan mientras escucha cómo la respiración de Keith se va haciendo más lenta y pausada, mientras escucha cómo se sumerge en el mundo de los sueños. Hoy no, pero pronto, tal vez. Como le dijo que Keith con una mirada, sólo cuando esté listo. Y sabe que no tardará mucho en estarlo cuando su cuerpo vuelve a estremecerse, por enésima vez, al contacto con su piel.