¡Hola!
Bueno, soy nueva en esto del mundo de las hadas así que trataré de hacer mis textos acorde al carácter de cada personaje... así que es un aviso de posible Ooc x'), como dije no conozco muy bien cómo reaccionaría cada personaje pero ¡amo sus parejas!, jaja. Soy nueva pero no me puedo contener a escribirles historias al Gruvia o Nalu ni al Gale :$... lo siento.
¡La misión especial!
El sol iluminaba las calles de Magnolia. Lucy iba hacia el gremio junto a Nikora mientras jugaba en la orilla del puente.
—¡Lucy, eso es peligroso!— Escuchó a lo lejos.
—¡No hay cuidado!— Dijo tambaleándose en la orilla de pavimento donde apenas cabía uno de sus pies.
La rubia iba distraída sobre cómo ganar dinero para el pago de la renta de ese mes. Con la (apenas lograda) paz en el mundo de las hadas las misiones cada vez eran menos, ¿¡de dónde rayos iba a sacar dinero!?, ¿cómo iba a pagar la renta?, ¿cómo se mantendría el gremio?
Llegó cabizbaja al enorme edificio que en su mente, ya estaba siendo demolido para poder vender el terreno y sacar un poco de dinero para unas migajas de pan... seguro el tercer maestro estuviese llorando en las faldas de Mirajane, Kana estuviese lamentándose de no tener más sake, ni cerveza, ni un poco de alcohol etílico al alcance...
—¡Lucy!— Una ruidosa voz la sacó de sus tristes pensamientos al entrar al gremio. ¡Todo mundo se movía!, Kana, en vez de estar lamentándose, estaba arreglando unas sillas con manteles y listones mientras le daba tragos a su tarro de cerveza; Mirajane la ayudaba arreglando una clase de letrero que decía ''Concurso de alcohólicos'' en letras grandes y llamativas; Natsu, que le había gritado en la cara en cuanto entró, llevaba un poco de fierro viejos que se había encontrado.— ¿Qué haces ahí de holgazana?
—¿¡Q-Qué es esto!?
—Lucy-san— La saludó Juvia que ya en ese entonces no la consideraba 'un rival del amor'— el tercer maestro le encomendó a Juvia y los demás una misión especial— Sonrió al pronunciar la última palabra. Y cómo no, pues ahora ella hacía misiones 'ESPECIALES' con sus amigos y seres queridos.
—No te ilusiones— Dijo Gray que iba detrás de ella con una cara de fastidio— el viejo sólo nos está utilizando.
—¿Utilizando?— Repitió Lucy— ¿Para qué?
—¡La pregunta ofende, Lucy!— Levy entró por la puerta detrás de la rubia— Sabemos que últimamente no hay misiones y te preocupas por eso, ¡a nosotros también nos afecta!, así que el tercero nos preparó una misión especial para todos...
—¡Recolectar dinero!— Interrumpió Natsu aventando todos los fierros hacia arriba haciendo que cayeran en la cabeza de Gajeel, a quien se los iba a dar.
—¡Serás hijo de...— Y así empezó una de las tantas peleas del día en el gremio.
Lucy veía con atención a todos. Natsu había hecho equipo con Gajeel y Gray para hacer lindos broches de fierro fundido y decoraciones de cristal, pero ahora estaban golpeándose mutuamente con el fierro... típico; Mirajane y Kana habían decidido hacer un concurso sobre quién bebía más, ¿eso era trampa?, era obvio que Kana ganaría; Juvia había decidido hacer pastelillos para venderlos, era buena idea, le salían muy buenos. Por otra parte, Erza había obligado a Levy, Lissana y Wendy a ayudarla con carteles y un puesto de besos... sí, las cuatro chicas iban a vender besos.
—¡Lucy!, ¿qué haces parada?— Gritó Erza con mucha emoción— ¡Los besos no se dan solos!
—¿-Q-Qué?— Tartamudeó sorprendida— ¡Yo no pienso vender besos!
—¡No seas tonta!— Erza le dio una amistosa (y fuerte) palmada en la espalda para que avanzara— Es la mejor manera.
Se acercó con las tres chicas. Wendy estaba sonrojada; ¡Era una niña!, ni siquiera había besado y ahora iba a vender su primer beso. Lisanna arreglaba sonriente un cartel lleno de corazones y brillo. Levy renegaba que no era necesario vender besos, después de todo habían miles de maneras más de ganar dinero.
—Wendy— Se acercó a la más pequeña que trataba de mover una pesada mesa hacia afuera del gremio— Yo te ayudo.
—Gracias— Le dio una dulce sonrisa.
Lucy y las demás sacaron su puesto de besos a las afueras; Gray, Natsu y Gajeel también se habían instalado, tenían unos listos en una mesa y otros que estaban haciendo; Juvia aún estaba en la cocina del gremio decorando muchos mini cupcakes con los rostros de todos los del gremio; Kana y Mirajane acomodaban las mesas y sillas mientras que Romeo y la guardia de Laxus se encargaban de repartir volantes alrededor de Magnolia... Ese iba a ser un día muy largo.
