Aunque no me lo hayas pedido
I-Prologo-
En una bonita mansión de Londres un joven moreno se encontraba hablando con su primo. Ese joven moreno se llamaba Harry Potter. Harry tenía 25 años y físicamente era atractivo. Su pelo desordenado, sus hermosos ojos esmeraldas y una cicatriz en forma de rayo que tenía en la frente eran sus rasgos más atrayentes. Junto a él se encontraba Draco Malfoy su primo y también uno de sus mejores amigos. Ambos hombres eran abogados criminales (también están los civiles) y estaban entre los mejores de su profesión.
Harry recuerda que tienes que verificar esos informes del caso-le dijo Draco al moreno el cual se encontraba mirando al cielo en esos momentos.
Si, lo hare- le respondió a su vez Harry pero sin quitar su vista del cielo.
Bueno, te voy dejando solo porque tengo que ver a Gin-murmuro Draco.
Entonces cuando su primo salió del balcón Harry le prestó atención. Draco era rubio y de ojos grises y mientras lo veía irse Harry casi sentía que los grises ojos de su primo no le habían quitado los ojos de enciman aun de espaldas. El moreno suspiro y decidió que era hora de comprar algo de comer debido a que su mayordomo Dobby se encontraba indispuesto esa noche.
Fue a su habitación y se cambio de ropa y cogiendo las llave de su camioneta salió hacia la noche estrellada que surgía poco a poco. Montándose en su camioneta último modelo Harry saco de su bolsillo su teléfono celular y llamo al restaurante de comida china más cercano. Fue un viaje de apenas quince minutos el llegar al restaurante.
Cuando salió por la puerta principal de China Garden se dio cuenta de que había comenzado a llover así que prácticamente tuvo que correr hasta su camioneta. Llevaba unos 10 minutos en la carretera principal cuando vio el desvió que utilizaba para llegar a su casa. De pronto un rayo alumbro el piso dejando ver que había algo en el suelo. Harry detuvo su camioneta y bajo de la misma. Poco a poco se fue acercando a lo que él creía que debía ser una manta asi que se dispuso a regresar a la camioneta cuando escucho un ruido y se volteo de nuevo para ver que lo había hecho y entonces vio lo que en realidad era la manta… era una mujer.