Salvo las notas de autor todo lo demás está editado.
Los personajes le pertenecen a CLAMP, la historia sí es mía.
Bajo el muérdago
(Sakura)
La navidad es mi época favorita del año. En estas fechas la gente está alegre, las calles están decoradas con muchas luces de colores y lo que es mas: ¡chocolate! Es mi postre favorito, con solo pensarlo se me hace la boca agua.
—Sakura, ¿ya estás otra vez con el chocolate? —me descubrió Tomoyo. Me conocía demasiado bien.
—Es que no puedo evitarlo, es tan…
—Dulce, empalagoso, y muchas otras cosas más —imitó mis momentos de delirio, ¿de verdad sólo pensaba en eso?—. Por cierto Sakurita, ¿ya tienes todos los regalos?
—Si, no, bueno, casi todos… excepto uno… —inmediatamente mis mejillas se calentaron.
—Déjame adivinar… ¿Te falta el de Li? —como siempre adivinó, yo solo me limité a asentir con la cabeza—. ¿Aún no sabes lo que le vas a dar?
—No se… llevo días buscando su regalo pero no doy con el adecuado.
—¿Acaso es tan difícil darle un regalo a un chico? Te digo que todo lo que venga de ti le encantará.
—¿Qué quieres decir?
—Nada, yo solo decía…
Shaoran y yo nos conocemos desde hace cinco años. Nos presentó Eriol en una discoteca, en ese momento conectamos muy bien y nos hicimos buenos amigos, eso hasta ahora, porque no tenia muy claros mis sentimientos.
Cuando lo veía sentía mariposas en el estomago y con el simple hecho de mirarme sentía mi rostro rojo hasta las orejas. Resumiendo, no sabia si estaba enamorada de él o no.
—¿Aún no tienes claros tus sentimientos? ¿verdad? —me preguntó Tomoyo.
—No, pero… —no pude terminar la frase ya que llegaron Eriol y Shaoran.
Conozco muy bien a Shaoran y sé que le pasaba algo. Llevaba una cara de pocos amigos que no podía con ella.
—Hola chicas, ¿qué tal están? —preguntó Eriol con una gran sonrisa, supuse que se estaba burlando de Shaoran.
—Nosotras bien, ¿le ocurre algo a Li? —contestó Tomoyo mirando a Eriol.
—Es verdad Shaoran, no te ves bien —me acerqué a él preocupada.
—Al parecer se ha enterado de una noticia no muy agradable, ¿por qué no les cuentas Shaoran? —informó Eriol mientras le daba pequeños golpecitos con el codo en las costillas.
—Estáis… invitados… a la fiesta que organiza… —¿por qué hablaba tan despacio?
—A ver Shaoran, repítelo pero esta vez procura que sea seguido —regañó Tomoyo.
—Todos estáis invitados a la fiesta de navidad del veinticuatro de Diciembre que organiza Ieran Li a las nueve de la noche —lo soltó de una, como si lo hubiera estado repitiendo todos los días.
Imaginé que por ser el director de su empresa era el encargado de invitar personalmente a la "élite".
—¿No te estarás esforzando demasiado? —le pregunté preocupada, era típico de él colapsar por esforzarse demasiado.
—No te preocupes Sakura —me dio una gran sonrisa indicando que todo estaba bien.
Me quedé un rato embobada por esa sonrisa. Me di una bofetada mentalmente e intenté decir otra cosa.
—¿P-por qué te ha costado decirnos lo de la fiesta? —salvada por mi mente privilegiada.
—Hace dos años que no ve a su familia, por eso está tan nervioso —como siempre explicó Eriol.
¡¿Dos años?! Eso es demasiado tiempo, si yo no llegase a aparecer por casa en todo ese tiempo mi hermano me mataría.
—¡Qué bien! —chilló Tomoyo con estrellitas en los ojos. Me empezó a dar miedo porque ya sabía lo que vendría.
—No me digas que tengo que…
—Sí Sakurita ¡esta es una gran oportunidad para probarte uno de mis nuevos modelos que he confeccionado especialmente para ti! —paró un tiempo para tomar aire y seguidamente se dirigió a Shaoran y Eriol—. Hasta… un momento… ¡hoy es veinticuatro! ¡y son las doce!
—Tienes razón Tomoyo, ¿Shaoran cómo se te ocurre avisar tan tarde? —le preguntó Eriol a Shaoran con esa sonrisa que le caracterizaba.
—A mi no me preguntes, mi madre organizó todo ayer —respondió Shaoran un poco irritado.
Entre murmullos de Tomoyo y risas de Shaoran y Eriol fui arrastrada en contra de mi voluntad a probarme una gran cantidad de vestidos.
oOoOoOo
(Shaoran)
Odio a mi madre, odio a las cotillas de mis hermanas y sobretodo odio a mi prima Meiling. ¿Acaso no tenían vida propia? Todo este lío de la fiesta se había montado porque "un pequeño pajarillo" le había dicho a mis hermanas que ya había encontrado el amor.
Mis hermanas —que son cuatro locas chifladas— habían ido corriendo a contárselo a mi madre y ella queriendo conocer a la afortunada había organizado la dichosa fiesta.
Tomoyo se había llevado a Sakura a rastras, admito que la situación me divirtió pero también me frustré porque había perdido mi oportunidad para confesarme.
—Shaoran, ¿te acuerdas que no hemos quedado con las chicas solo para decirles sobre la fiesta? —tenía razón, pero la situación estaba fuera de mi alcance.
—Si, perdí la oportunidad, ya será el año que viene —intenté escabullirme del asunto.
—El perjudicado vas a ser tú no yo. Ya lo tienes casi hecho, ahora no te puedes echar para atrás. Tampoco es algo del otro mundo.
—Claro que no —contesté sarcásticamente—. Decirle que la quiero y que es mi primer amor porque a los putos veinticinco años no he tenido ni una relación seria no es algo del otro mundo.
—¡Ya sé! Invítala como tu pareja a la fiesta, eso por lo menos lo puedes hacer.
—Eso sí puedo, ahora la llamo por teléfono —a esta idea sí estaba decidido.
(Sakura)
Llegamos a casa de Tomoyo como a la una de la tarde, después de eso me estuve probando vestidos como hasta las cinco ,incluso ahora estoy intentando entrar en el vestido más raro que he visto en mi vida.
Era un modelo bastante extravagante —y tanto— el vestido era largo hasta la rodilla relleno de plumas. ¿Para qué diseñaría algo así? ¿tan intenso era su espíritu navideño?
—¡Sakurita! ¡¿ya te lo has puesto?! —preguntó entre gritos desde el salón.
—¡Sí, enseguida salgo!
Salí despacio y como me lo esperaba Tomoyo estaba con una cámara en la mano y antes de que me diera tiempo de taparme ella ya había utilizado el flash.
—¡Lo conseguí! Ya verás como le encantará —chilló entre pequeños saltitos.
Yo solo me dediqué a observarla. Sabia que mi prima estaba loca pero esto era más de lo que esperaba.
—Tierra llamando a Sakura, te llaman por el móvil —canturreó.
—¡Ah! ¡sí ,voy! —respondí a modo soldado agarrando el móvil—. ¿Diga?
—Hola Sakura —¡es Shaoran! Y parecía algo nervioso.
—¿Estás bien Shaoran? No te ha pasado nada malo ¿verdad? Si quieres ahora mismo voy para allá y t-
—Estoy bien Sakura, sólo quería preguntarte algo —me interrumpió.
—Sí dime Shaoran, pídeme lo que quieras —Tomoyo escuchaba la conversación con una gran sonrisa en sus labios.
—Sakura… —al otro lado de la línea se oyó como si suspirara—. ¿Te gustaría venir conmigo a la fiesta de esta noche?
—¡Claro que sí! ¡me encantaría! —ahora sí que me sentía la mujer mas dichosa del mundo.
—Te recojo a las ocho en casa de Daidouji ¿te parece bien?
—De acuerdo, te estaré esperando, nos vemos luego —colgué el móvil con mi ya habitual sonrisa de boba.
Con esto mis sospechas se confirmaron: estoy enamorada de Shaoran. ¿Cuándo sucedió? Él siempre había sido amable conmigo pero eso no significa que me vaya a enamorar de todos los que se porten bien conmigo.
—Tomoyo —me giré hacia ella con voz decidida—. Tienes que arreglarme para las ocho, ponme uno de los mejores vestidos que tengas.
—No sabes que feliz me haces Sakurita —mostró sus típicas estrellitas en los ojos—. Ahora podré grabarte con uno de mis maravillosos modelos.
—Lo único que te pido es que no me pongas nada indecente.
oOoOoOo
Antes de las ocho ya estaba lista, Tomoyo había elegido un vestido de palabra de honor color rojo con unos zapatos negros y un bolso y abrigo del mismo color.
—¡Sakura, te ves maravillosa! —me elogió Tomoyo emocionada—. Ven, mírate al espejo.
No podía creer lo que reflejaba el espejo ¿de verdad esa era yo? Me imaginaba algo bonito pero esto superaba mis expectativas. El vestido era simple pero se pegaba muy bien a mi cuerpo, el maquillaje era suave, tal y como me gusta.
Sonó el timbre y mis nervios no hicieron más que aumentar. Las piernas empezaron a temblarme como gelatina.
—Vamos Sakura, ve a recibir a tu príncipe —me alentó Tomoyo con su voz risueña.
—¡Tomoyo! —la regañé avergonzada—. Bueno pero te das prisa, te espero en la fiesta.
—Sí, no te preocupes, ahí estaré. Recuerda que todo estará bien.
Salí de casa de Tomoyo y me dirigí hacia Shaoran. Lo vi fuera de su coche, me sorprendí mucho porque estaba guapísimo. Iba vestido de etiqueta color negro, con la típica camisa blanca por dentro.
Él giró su cabeza para mirarme y nuestros ojos se encontraron.
(Shaoran)
Tal como habíamos quedado llegué a casa de Daidouji un poco antes de las ocho, toqué el timbre y esperé un rato. Escuché la puerta abrirse pero no presté atención porque sabía que las mujeres tardaban en despedirse. Cuando creí que habían terminado me volteé a recibir a Sakura y lo que vi me dejó anonadado. Iba bellísima con ese vestido rojo, le hacia favorecer su grandioso cuerpo, de repente la idea de que salga así no me agradó para nada.
—Estás preciosa Sakura —y es verdad, mi lindo cerezo se sonrojó.
—Tu tampoco estas nada mal —me dijo con una hermosa sonrisa. Esta vez el que se sonrojó fui yo.
.
—Esto… —no sabía qué decir—. ¿Nos vamos ya?
Ella asintió y yo como un buen caballero que era le tendí mi mano y acto seguido le abrí la puerta del coche. Una vez que ella estuvo dentro me di la vuelta para subir a mi lado del coche.
Destino: mansión Li.
oOoOoOo
Al llegar la mansión ya estaba decorada, incluso más que cuando me fui. Al bajar del coche una ola de gente pasó al lado de nosotros, al parecer habíamos llegado a tiempo.
—¡Wow! Se ve que se han esforzado en decorarla —se impresionó la castaña observando la gran mansión.
—Sí —miré hacia todos los lados—. Tengo un mal presentimiento… —lo último lo dije para mí mismo pero al parecer ella lo escuchó.
—¿Cómo dices? —me preguntó Sakura.
—Nada, nada —negué rápidamente.
Entrábamos a la mansión cuando de repente sentí unos brazos alrededor de mi cuello casi asfixiándome.
—¡Xiaolang! —menuda sorpresa; era Meiling.
—Meiling bájate, me estás asfixiando —le ordené un poco enfadado. Me preocupó lo que podría pensar Sakura pero ella solo observaba la situación callada.
—¡Xiaolang eres malo conmigo! —fingía que lloraba pero no se le daba muy bien—. ¿Acaso no quieres a tu primita favorita? Además, tienes que venir conmigo porque hay alguien que quiere verte.
—Shaoran si quieres ve, yo te espero aquí —habló Sakura.
—No, yo te invité para que vinieras conmigo, así que ven —la agarré de la mano arrastrándola por el salón.
Nos encontrábamos agarrados de la mano siguiendo a Meiling, su tacto se sentía muy agradable. La pelinegra nos condujo por la gran multitud de gente hasta llegar a la mesa de las bebidas, ahí al lado del ponche estaba una chica que yo conocía muy bien.
—¿Yu-yukino? —no puede ser. ¿Qué hacía ella aquí? La ultima vez que la vi no acabamos en buenas condiciones.
—Hola Shaoran, cuánto tiempo sin vernos —saludó cordialmente Yukino.
—¿Tú qué haces aquí? ¿no deberías estar en España? —todo rastro de educación por mi parte se fue por el garete.
(Sakura)
La tal Yukino era una mujer muy guapa, pelinegra, se ve que de origen chino con unos grandes ojos color cielo. Su cuerpo era envidiable, me sentía pequeña a su lado.
Shaoran parecía enfadado, que yo recuerde nunca le había visto así. ¿Y porqué tiene tanto interés de que se vaya?
—Meiling, gracias por traerlo —le agradeció la tipa esa a la pelinegra.
—No fue nada. Sakura, ¿por qué no nos vamos y les dejamos solos? —me preguntó Meiling.
Yo asentí no muy convencida, tenía mis dudas de retirarme. Shaoran quiso que lo acompañe y tal vez ahora se iba a ir con la primera que se cruzó.
—¿Y tú qué miras niña? ¿por qué no te vas ya? —ni intentó ocultar la voz de desagrado total.
¿Acaso esta mujer es tonta o qué? ¿Y Shaoran porqué no hace nada? ¿No que me había invitado a mí? Lo único que pude hacer es salir corriendo hacia el jardín empapada en lágrimas.
Shaoran eres un tonto, un idiota, un estúpido, te dedico todos los insultos del mundo. Ya veo lo que te importo.
(Shaoran)
—¡Pero qué le has dicho! —ahora sí que estaba enfadado.
—Solo le he dicho lo que se merecía, una niñata como esa no te merece.
—¿Acaso tú sí me mereces? Déjame que te deje una cosa clara —estaba contando mentalmente hasta diez para no explotar en ira—. Tú y yo hemos terminado hace mucho tiempo, te recuerdo que tú me engañaste y el que te dejé fui yo —tomé aire para seguir—. Así que déjame en paz porque yo ya no te amo, nunca te amé, ahora yo amo a Sakura —no me gustaba tener que confesarle a ella mis sentimientos por Sakura.
Salí corriendo perdiéndome entre la gente. Si no me equivocaba Sakura había corrido por aquí.
Recorrí todo el salón, le pregunté a gente que la conocía pero ninguno la había visto. Cuando ya me iba a dar por vencido salí al jardín y ahí la ví, estaba sentada en una roca bajo unas plantas.
—Sakura, por favor escúchame… —supliqué. Ella se giró y lo que ví me rompió el corazón, había estado llorando—. Yo no quería dejarte sola porque yo… yo te am-
—Shaoran —me llamó Sakura interrumpiéndome—. No te estoy pidiendo explicaciones, tu eres libre de estar con quien quieras, tú solo me invitaste a esta fiesta porque somos amigos y nada más —la palabra "amigos" me dolió en el alma.
—No. Tú y yo no podemos ser amigos —vi como se sorprendió—. Porque yo… yo… —tenia que decirlo, no me iría sin decirle lo que siento—. Sakura, yo te amo.
Estaba esperando la reacción de ella. Al no decir nada me lo había confirmado: ella no sentía nada por mi. Me giré para irme hasta que sentí su mano en mi hombro.
—Shaoran, ¿sabes cuál es la planta que esta sobre nosotros? —¿y ahora a qué venia eso de la planta? ¿quizás era para cambiar de tema?
—No —le contesté porque no lo sabía, ella sonrió.
—Esta planta se llama muérdago y dicen que si le das un beso a la persona amada bajo esta planta su amor se volverá eterno, la suerte también incluye —¿de verdad? entonces ella…—. ¿Sabes una cosa Shaoran? Yo no quiero que te vayas porque… yo también te amo.
Y lo que hizo me desconcertó aún mas, me puso las manos en el cuello y me besó, lo único que hice fue colocar mis manos en su cintura y corresponderle al beso.
oOoOoOo
(Yukino)
—Hola Yukino, ¿me hiciste el favor que te pedí? —me preguntó Tomoyo.
—Pues claro amiga, no te fallé —le contesté—. Tenias razón, necesitaban un empujoncito esos dos.
—Sí, es que los dos son tan tímidos, si no hubiera sido por los celos quizás no se hubieran unido nunca.
Tomoyo me había llamado esta tarde, de casualidad hace una semana que me había marchado de España y estaba aquí, en Japón. Me explicó que tenia un plan para unir a mi ex novio con una tal Sakura, y conociendo a Tomoyo el plan tendría que dar sus frutos.
—Sabes una cosa, me alegra mucho que Shaoran haya encontrado a una buena compañera, según lo que ví me parece una gran persona —levanté la vista para mirar la decoración del salón—. Espero que ella le haga feliz.
—Eres una gran persona Yukino, seguro que tú también encontrarás a la persona indicada —me dijo Tomoyo para animarme. Ella conocía muchos secretos míos, yo también conocía los suyos. Es una gran amiga.
oOoOoOo
(Shaoran)
Habían pasado cinco días desde la fiesta de navidad, desde ese entonces Sakura y yo éramos novios. Mi vida no podía ser más maravillosa.
Salí fuera a mirar el correo —que estaba repleto— la mayoría eran eventos, felicitaciones de navidad de hace siete días y… una carta de Tomoyo. Me extrañó que no era para mi cerezo si no para mí. La abrí y su contenido me dejó sorprendido.
Hola Li, te preguntarás porqué te escribo, en realidad no es para decirte nada importante sino para darte un regalo, seguro que te encantará. Dale saludos de mi parte a Sakurita y trátala bien, cuídate.
Tomoyo Daidouji.
Miré el interior del sobre y había una fotografía —muy graciosa por cierto— en la foto estaba Sakura con un vestido totalmente hecho de plumas, la verdad es que se veía adorable.
Notas de la autora: Lo termine recién hoy así que no perdonen si hay alguna falta de ortografía aunque lo revise.
Y bueno ¿les gusto? Recién estoy empezando en esto así que por favor criticas contructivas, preguntas y demás dejadme un review, que lo contesto en mi profile.
Bueno seguro que no nos leeremos de aquí en mucho tiempo así que feliz navidad a todos! Y ya de paso feliz año nuevo! Portaros bien para que no les traigan carbón =D
Un saludo.
Editado el 1 de Septiembre del 2013.
