-Buenos días. Prestad atención.- Dijo el capitán David.

Todos los agentes que se encontraban en la comisaría se giraron para mirar al hombre que se encontraba en la puerta de su despacho.

-Como todo sabéis después del último operativo en el que salí herido, la comisaría me propuso retirarme y poder conseguir así la jubilación anticipada.- Explicaba el hombre.

-¿Papa?- Preguntó Emma que no sabía de qué estaba hablando su padre.

-Emma, déjame terminar.- Pidió él mientras todos los demás los miraban.- He decidido aceptar la oferta, creó que es el momento de jubilarme y conseguir así un poco de paz y tranquilidad. Como también sabéis mi puesto debe de ser adjudicado a otro agente y como nadie en la comisaría tiene el rango suficiente mandaran a alguien de otra comisaria.- Explicó el hombre.

Todos los allí presentes se quedaron totalmente alucinados por las palabras de su superior. El capitán Swan había sido como un padre para la mayoría de los que allí había. Nadie podía creerse que el hombre se pudiese jubilar, sobre todo porque no era demasiado mayor y estaba en una gran forma física.

-Capitán, ¿Podemos hablar?- Preguntó Emma volviendo a llamar al hombre como era habitual.

-¿Qué pasa Emma?- Preguntó entonces él abrió su despacho para que pudiese entrar.

-¿Por qué no me has dicho nada?- Preguntó la mujer algo enfadada.

-Lo hablé con tu madre y creó que es lo mejor para todos. Ella sufrió mucho cuando me dispararon y no quiero que eso vuelva a pasar, me dejaran la paga de jubilación completa.- Aseguró entonces ella.

-Esa no es la pregunta… ¿Por qué no me has dicho nada?- Casi gritó la rubia.

-Cálmate, cariño. No te he dicho nada porque sabía que te negarías a aceptarlo.- Aseguró entonces él.- Emma, necesito que me apoyes. Sabes que esa decisión es la más difícil que voy a tomar en mi vida y necesito que tú me ayudes. Sabía que si tú me pedias que me quedase lo haría sin dudarlo y eso no solucionaría nada- Dijo él cogiendo sus manos con cariño.

-Siento haberme puesto así.- Dijo entonces la rubia abrazando a su padre.- Me sentiré muy sola sin ti en esta comisaria.- Aseguró apretando el abrazo.

-Mama ya tiene bastante sufrimiento con uno en la comisaría, creó que con dos no aguantaría.- Espetó entonces David provocando una carcajada en la rubia.- Creo que con un policía en la familia hay suficiente.- Acabó bromeando él.

-Estoy de acuerdo.- Aseguró ella.

-Emma, sabes que eres una gran investigadora y sé que en poco tiempo podrás dirigir tu propio equipo. Puedes hacerlo, mi amor. Claro que puedes hacerlo, sabes que el apellido Swan significa mucho aquí y sé que tú lo llevaras muy arriba.- David le dejo un beso en su mejilla.

-¿Cuándo te vas?- Preguntó Emma.

-A final de mes, tengo dos semanas para enseñar a mi sustituto.- Contestó él.

-Vale, papa.- Aseguró la rubia.- Me tengo que ir.- Dijo al notar como su móvil vibraba en su bolsillo.

-No te preocupes, márchate.- Espetó entonces ella.- Hablaremos más durante la cena.

Emma se despidió de él y se alejó dirigiéndose hacia sus compañeros que estaban listos para salir a ver el caso.

Los cuatro miembros del equipo salieron juntos de la comisaría. Graham y Emma subieron a un coche mientras que Killian y Cassidy subieron al otro. La rubia tenía una gran relación con todos los que de su equipo, ya que a pesar de ser la más joven de todos se había ganado el respeto de todos los compañeros a base de trabajo y esfuerzo.

Una vez que llegaron a la casa de donde habían recibido el aviso todos bajaron del coche para ver que se encontraría en el interior. La casa estaba precintada y los agentes enseñando su placa entraron a la misma. Emma acompañada de Cassidy. Mientras que Graham se quedaba atrás esperando al forense.

-Swan, tú te encargaras de entrevistar a los vecinos junto a Graham.- Dijo Killian mirando a la rubia.- Toma esta foto, quiero saber todo de ese hombre.- Soltó él.

-Claro, jefe.- Contestó ella y salió de la casa rápidamente. – Graham, acompáñame.- Pidió la rubia.

-¿Dónde vamos?- Preguntó él siguiéndola.

-Vamos a interrogar a los vecinos.- Contestó Emma sacando su blog de notas.

-Siempre haciendo el trabajo sucio.- Se quejó él.

-Es lo que tiene ser los novatos.- Bromeó Swan a la que tampoco le gustaba demasiado hacer ese trabajo.

Emma y Graham fueron entrevistando uno a uno a todos los vecinos que allí había. Tomaron toda la información necesaria y cuando volvían a la casa donde había ocurrido todo vieron como un coche aparcaba en una de las casas que parecían vacías cuando estuvieron allí.

-Vamos a ver.- Comentó Graham, sabía que Killian se molestaría si no hablasen con ellos.

-Claro.- Contestó Emma que ya estaba un poco cansada de todo eso.

Emma se acercó y sacó su placa para poder identificarse. Del coche salieron tres mujeres, una más mayor que cargaba a un pequeño niño muy despierto en sus brazos.

-Buenos días, somos lo agentes Swan y Graham.- Se identificó Emma enseñando la placa.

-¿Qué desean?- Preguntó una mujer rubia que parecía bastante nerviosa.

-Nos gustaría que nos dijesen si han visto algo sospechoso por la zona.- Contestó Graham.

-Acabamos de mudarnos, así que no conocemos la zona, ni siquiera a los vecinos.- Contestó la otra mujer que había pedido a la mayor que éntrese en casa con el pequeño.- Cariño, ve dentro. Yo hablo con los señores.- Le dijo a la mujer rubia que allí había.

-¿Ya no puedo ni hablar? ¡Vete a la mierda!- Gritó la mujer que se marchó cojeando ligeramente.

-Perdonad, mi mujer no se encuentra muy bien.- Contestó la morena.- Soy Regina Mills, y como ya le he dicho acabamos de mudarnos.

-En ese caso perdone la molestia.- Dijo Graham ya que Emma parecía hipnotizada por los ojos oscuros de esa mujer que tenía delante de ella. – De todas maneras si ve algo sospechoso puede llamarnos.- El hombre le dio su tarjeta.

-¿Qué ha sucedido?- Preguntó ella con curiosidad.

-Es un caso abierto y no podemos hablar de ello, simplemente le pudo decir que han encontrado muerto a su vecino.- Dijo él.

-Espero que pongan vigilancia por la zona.- Espetó Regina más calmada de lo que pensaba.

-Por supuesto.- Dijo entonces Graham.

Regina se giró y se marchó mientras que Emma y Graham se dirigían de nuevo a la casa donde se encontraban todos los agentes. Emma escuchó todas las indicaciones que su jefe les estaba dando pero antes de salir de allí la mujer del fallecido apareció histérica y acusó a un compañero de trabajo.

-Cassidy, Swan, Graham.- Dijo el hombre.- Yo me voy con el forense vosotros tres id a buscar a ese hombre y llevadlo a la comisaria, quiero hablar con él.

-Claro.- Contestó Cassidy subiendo ya al coche.

-Odio cuando Killian se pone en plan "yo mando"- Espetó Graham haciendo las comillas en el aire.

-¿Te gusta más cuando te coquetea y esta borracho?- Le bromeó Emma.

-Calla, Swan. He visto como desnudabas a la morena con la mirada.- Le soltó Graham para picarla.

-Me he perdido.- Soltó Cassidy que no sabía de qué hablaban los dos.

-Digamos que a Swan le ha gustado una mujer a la que hemos interrogado.- Dijo entonces Graham.

-Claro que no.- Gritó ella para defenderse.- Además estábamos hablando de Killian.

-Yo también odio cuando se pone en plan jefe estricto pero no sabía que te coqueteaba.- Soltó el hombre que estaba alucinado.

-Neal, no te enteras de nada.- Espetó Emma riendo sonoramente.

-Supongo que no me fijo lo suficiente.- Reconoció él.

-¿Te das cuenta ahora? –Soltó Graham en tono de broma.

-¡Chicos!- Espetó Emma que estaba sentada en la parte de atrás.- ¡Para!- Gritó la rubia y Cassidy frenó bruscamente.

La rubia salió de coche rápidamente y salió corriendo seguida por Graham que fue el que reacciono más rápido de los dos. Emma comenzó a perseguir a un hombre que al verlos llegar echo a correr.

-Rodéalo.- Gritó Emma entrando por un callejón mientras que Graham tomaba la calle anexa.- Deténgase.- Gritaba la rubia aunque el hombre no pensaba colaborar.

Emma en un impulso causado por la adrenalina del momento se lanzó contra él cayendo al suelo, aunque la caída fue frenada por el hombre que amortiguó el golpe.

-Queda detenido.- Espetó la rubia con la voz entrecortada.

-Yo me encargo.- Dijo Graham para darle unos segundos a su compañera para recuperarse.

La rubia notó un fuerte dolor en la cabeza y al tocarse se dio cuenta de que tenía un pequeño corte que sangraba.

Antes de darse cuenta se encontraba en una ambulancia donde un médico la revisaba. Todos estaban preocupados pensando que podía pasarle algo a pesar de que ella se negaba a ser atendida como era más que habitual en ella.

-Cariño, ¿Estas bien?- Preguntó su padre que apareció en ese momento en el lugar.

-Claro que sí, son unos exagerados.- Contestó dándole un manotazo al médico para que la dejase tranquila.

David se disculpó con la mirada del hombre que no lo tomó a mal. Emma se dirigía ya hacía el coche para volver a la comisaria a interrogar a su sospechoso junto con Killian que había ido también a ver como se encontraba.

-Tomate el resto del día, Swan.- Espetó Killian al llegar a su altura.

-De eso nada, estoy bien.- Aseguró la detective.

-Sé que estas bien, quién me preocupa es ese hombre. No saldrá bien parado si te ha hecho enfadar.- Le bromeó Killian que aunque en el trabajo tomaba un papel de jefe serio en realidad era un graciosillo.

-Está bien, pero infórmame con lo que sea.- Contestó Emma que dejo que su padre la llevase a su apartamento para cambiarse de ropa e ir a ver a su madre que le echaría una buena bronca por ser tan temeraria.

Nueva historia, diría que me han durado poco las vacaciones. Bueno… espero que os guste, desde ya digo que no sé con qué frecuencia podré actualizar. Como ya sabéis estudio y trabajo, ahora además se suman otros proyectos que tengo, aun así prometo por lo menos una actualización a la semana, aunque pueden ser más.

Espero que esta historia me genere tan buenas sensaciones como la anterior, quizás eso ha hecho que mis "vacaciones" fuesen tan cortas.

Espero vuestros comentarios y sensaciones sobre la misma.