UNA DECISIÓN CORRECTA
o.k. nuevamente les envió saludos a todos y todas, ahora con la novedad y moda de equidad de género que esta tanto en boga, pues no hay que pasarlo desapercibido (ajá).
Bueno pues comenzamos este capitulo es de mi primer fic largo, espero no aburrirles, al menos no quiero más de 20 capitulos, sería horrible, si yo desespero, con muchos cuando sucede, pero a veces se sale de las manos, pero creo en mí y me tendré en la linea.
Lo de siempre los personajes son de Rowling, yo no saco ningún provecho de esto ni utilidad monetaria solo divertirme un rato… y sacar cualquier sentimiento en todo caso.
Sino les gusta el slash ya saben sobre advertencia no hay engaño y quien avisa no es traidor.
Este fic es un Severus x Lucius; Severus x Draco; Severus x Sirius (mi complejo).
Capitulo 1.- Introducción
Corporación Malfoy's, 6 de Enero de 2004
Dentro de uno de los rascacielos más imponentes de Nueva York, se llevaba a cabo una de las reuniones más importantes de ese año para la corporación Malfoy; en esta se firmaba el acuerdo para fusionarse con la más grande compañía italiana de comunicaciones, compañía que acaparaba el mercado Europeo.
La corporación Malfoy tenía a su cargo la construcción de varios satélites y torres de transmisión en América del Norte e Inglaterra, y por ello, con este trato llegaba prácticamente a tener el mayor monopolio a nivel mundial.
Los presidentes y dueños de ambas empresas se encontraban en esos momentos discutiendo los últimos puntos.
-Bueno supongo que con todos estos acuerdos y cláusulas estipuladas estamos pactando beneficios equitativos para ambas empresas -. Expresó un hombre de cabello rubio platinado, piel pálida y ojos azul grisáceos: Lucius Malfoy. A su lado se encontraba otro hombre idéntico a él sólo que de menor edad, Draco L. Malfoy, el orgullo del mayor y su único heredero, al que llevaba entrenando desde los 15 años para ocupar su lugar cuando se retirara.
-En efecto me parece que es justo el reparto equitativo de ganancias tanto en el presente como en el futuro -. Dijo una voz sedosa perteneciente a una persona madura y segura como un buen caballero de mundo, el cual tenía el cabello negro azulado peinado hacia atrás y unos profundos ojos azul intenso. Luciendo un traje oscuro que contrastaba perfectamente con su piel blanca: Sirius Black.
Terminaron de firmar junto con los respectivos testigos y abogados de ambas empresas, para un momento después estrechar sus manos y finalizar la reunión.
-Remus, por favor, lleva el maletín con los papeles al hotel, y ponlos en la caja de seguridad- ordenó Sirius a su abogado, un caballero de igual edad, de cabellos castaño claro y ojos dorados.
-De acuerdo Sirius, ¿alguna otra cosa?- preguntó el aludido.
-Si por favor, llama a casa y pregunta como están Videl y Yago, espero no hayan mandado al manicomio a la nueva nana- sonrió al recordar a ese par de mellizos de 5 años que eran el centro de su universo.
-Está bien, nos veremos mañana. Pero antes una pregunta, Sirius: ¿a qué hora saldremos? Es para informar al piloto.
-Yo te aviso temprano Remus, por ahora tengo que platicar con Malfoy sobre otros asuntos.
-Buenas noches señores Malfoy, Sirius, damas y caballeros, con su permiso- Adujo Remus saliendo deprisa y siendo escoltado inmediatamente por dos guardaespaldas.
-¿Siempre fue así de formal tu abogado, Black? - inquirió Lucius. A su vez Sirius miró fijamente a este para indicarle con la mirada prevacia. Respondiendo a esto, llamó la atención de los demás presentes y ordenó
-Está bien damas y caballeros, les agradezco su presencia en esta nueva etapa de la corporación Malfoy-Black- En ese momento los demás accionistas se pusieron de pie abandonando la sala, sólo quedando Draco.
-Tu también hijo, ve con nuestro abogado para que te ponga al tanto del papeleo y trámites que se harán y recuérdale la próxima visita a Italia a las empresas Black- Draco frunció el entrecejo pero no dijo nada, sabía que su padre deseaba estar a solas con el Sr. Black y no lo entendía, aún así salió, diciendo un apenas audible Buenas noches.
-¿En que estábamos Black?- Inquirió Lucius sentándose en la silla contigua a Sirius.
-Sí, siempre ha sido igual de formal mi abogado Remus… pero sólo en presencia de extraños - contestó.
-A parte de atractivo- soltó Lucius inocentemente.
-No te le acerques Malfoy- amenazó Sirius.
-¿Que acaso es tu amante?
-No, pero si la persona de mayor confianza en mi vida, mi amigo y está por demás decir que lo tengo en alta estima, además de que está comprometido con Nymphadora Tonks, una pariente lejana mía, algo excéntrica, pero muy, de la cual está muy enamorado.
-Qué lastima…- suspiró Lucius
-Si es una lastima…- suspiró también Sirius; ambos se miraron y comenzaron a reír sonoramente.
-Me alegra volver a verte Black.
- Lo mismo digo, Malfoy, hace cuánto tiempo teníamos planeado esto, pero por fin lo hicimos.
- Cierto, nuestro sueño, desde que estábamos en Hogwarts... éramos unos adolescentes en ese entonces. De verdad, ¿cuántos años tiene Draco? Creo que me he perdido gran parte de su vida, pero te trajiste a Narcisa y a él cuando estaba recién nacido- inquirió Sirius.
-
Sílo traje a Estados Unidos muy pequeño,
ahora ya tiene 20 años, pero ha salido muy inteligente para
los negocios – resopló con orgullo Lucius.
- Me alegro,
yo espero que alguno de los míos siga mis pasos, para mantener
este emporio, pero aún están muy pequeños.
-
5 años, pero al menos disfrutaste tu soltería hasta los
30 años.
- Por supuesto yo siempre me cuidé,
cosa que tú no hiciste, por eso mi prima te atrapófácilmente. Ja, ja, ja, ja.
- No fue nada
gracioso, Black. Cierto que me atrapó en una borrachera, fui
un tonto, pero no me quejo. Al menos me liberé de ella después
de 10 años, tras descubrirla", con su amante en mi
cama.
-
Malfoy estás hablando de mi prima-. Contestó de manera
un poco incómoda Sirius. -Además tú no eres una
blanca palomita.
- Sí, pero eso no le quita nada. En fin,
no vamos a discutir por esto, ¿cierto? ¿A dónde
quieres ir esta noche Black?.
- No lo sé, tú
recomienda. Tú conoces este país, no yo.
- Bueno,
¿algo cultural, o desenfrenado?
- Cultural, me estoy
retirando del mundo del libertinaje.
- ¡Qué
aburrido!- exclamó Lucius.
-
Lo siento, es que ya soy padre de familia y debo poner el ejemplo.
-
Entonces vamos a escuchar a la Orquesta Sinfónica de
Inglaterra, viene con una nueva cantante que está teniendo
éxito. De ahí vamos a tomar una copa y seguir
charlando, ¿te parece?
- Humm…- asintió encogiendo
los hombros-. ¿Pero tienes boletos para entrar?
-
Tengo un palco personal para cuando yo quiera ir, por eso cooperé
generosamente para la construcción de esa sala.
- Vaya, me
sorprendes. Pero yo no me quedo atrás, porque en Italia tengo
preferencia para todo este tipo de actividades en todas las salas.
-
¡¡Qué snob!!
- Mira quién habla.
Nuevamente
ambos rieron de buena gana. Levantándose para disponerse a
salir del edificio, Lucius dio un par de órdenes a una de sus
asistentes. Cuando salieron del edificio abordaron la limusina de la
empresa para dirigirse al evento.
En el trayecto continuaron
hablando de trivialidades, hasta que Lucius preguntó.
-
Hay una cosa que me intriga Black, ¿cómo es posible que
no te hayan atrapado nuevamente después de la muerte de tu
esposa?
Sirius reflejó incomodad ante esta pregunta, pero
aun así respondió de mala gana.
- Tú sabes
perfectamente que amé a Ashanti como a ninguna persona, además
no deseo imponerles una presencia extraña a mis hijos.
-
¿Pero no te sientes a veces solo?
- No te lo niego pero
para eso están los amigos y amigas cariñosas, que están
más que dispuestos a quitarme ese sentimiento de vez en
cuando.
- Ja, ja, ja- rió Lucius- no cambias desde que
eras un adolescente.
- Cierto, tú sabes "genio y figura
hasta la sepultura", igual que tú. Y parece que Draco sigue
tus pasos.
- Bueno, hijo de tigre, pinto tiene que ser, ¿o
no? Nunca entendí que te atrajo de tu esposa al grado de
desafiar a tus padres. Mira que la aristocrática familia Black
aceptara a una chica árabe, sí que fue
histórico.
- No te burles Lucius... Pero sí,
Ashanti me conquistó con su dulzura, y sus hermosos ojos, -
lanzando un suspiro - nunca he vuelto a encontrar unos iguales.
Lucius rodó sus ojos, ¿por qué tuvo que
preguntar? Cambió de plática inmediatamente.
- En
serio, ¿quieres ir a ese concierto?
- Sí, así
es, necesito relajarme un poco... El día ha sido muy pesado.
- Bueno, pero sigo pensando que sería mejor algo
desenfrenado: saca más rápido la tensión.
-
No me tientes Satanás… vade retro- dijo Sirius alzando las
manos y haciendo el símbolo de una cruz con ambas manos.
-
¡¡Que ridículo!!…
- Parece que ya llegamos…
- Sí, así es, espero te agrade… Ven, entremos.
Ambos salieron de la limusina, para subir las escaleras de mármol
rosa de la sala de conciertos imponente de Nueva York, pasando ambos
por las puertas de cristal esmerilado rodeados por sus
guardaespaldas.
- Buenas noches señor Malfoy, no
esperábamos que asistiera-. Dijo un hombre de ojos castaños
y cabello negro, haciendo una profunda reverencia.
- Cierto no
pensaba venir Dimitri, pero aquí mi socio y amigo Sirius Black
ha venido de Italia y quiso una distracción. Vi en el programa
mensual que me envían que estaría la Orquesta de
Inglaterra con una nueva cantante de ópera, muy buena pero no
recuerdo su nombre, ¿cómo se llama?
- Su nombre es
Sarel, originaria también de Inglaterra. Tiene una estupenda
voz, le aseguro que lo disfrutará.
- Eso espero Dimitri.
- Además está un nuevo violinista que acompañará a la cantante y que también es excelente – contestó Dimitri.
-
Ahhh, vaya- expresó sin mucho entusiasmo Lucius.
Dimitri
se giró y se inclinó saludando a Sirius.
- Es un
placer conocerlo, señor Black.
- Gracias, lo mismo digo,
Dimitri.
- Los acompañaré al palco.
- Vamos.
Continuaron ascendiendo escaleras hasta el tercer piso, donde una puerta de madera blanca tallada con varios motivos barrocos, esta embellecíael sitio, al traspasar la entrada se encontraba un palco central con 5 butacas al parecer muy cómodas y cortinas rojas de terciopelo, al lado de cada butaca se encontraban unas pequeñas pantallas de televisión.
Vaya por fin colocaste los visores- adujo Lucius dirigiéndose a Dimitri.
Así es, Sr. Malfoy, tal y como usted lo ordenó. Así podrá tener una mejor vista del escenario sin necesidad de usar ya los binoculares.
Por supuesto, claro que a veces es mejor disfrutarlo con tus propios ojos.
¿Por las bellezas… del escenario?- preguntó Sirius.
Claro, las escenografías suelen ser muy hermosas, por lo menos fíjate en esta…
Lucius señala al escenario, indicando a la vez con un ademán para sentarse, ante ellos estaba una de las más hermosas salas de conciertos del país, con sus acabados griegos a la orilla, y con gigantescas cortinas rojas de terciopelo que daban esa sensación de transportarse hacia épocas antiguas.
De pronto Sirius comienza a recordar su vida en Italia, junto a su esposa muerta, lanzando un profundo suspiro que no pasa inadvertido por su acompañante, el cual no hizo ningún comentario.
Por su parte Lucius comprendió perfectamente lo que le ocurría a su amigo, no por nada habían pasado tantos años juntos en Hogwarts y a pesar de pertenecer a casas distintas, no fue un obstáculo para convertirse en amigos; aunque no soportaba a sus demás compañeros, pero a pesar de eso su amistad no se vió impedida, la cual ha durado hasta esta época. A veces lo envidiaba en secreto por poder ser siempre ese romántico empedernido que se entregaba totalmente a lo que creía, algo que él no había podido hacer en toda su existencia. Pero los polos opuestos siempre se atraen y eso pasó, sus caracteres se complementaban incluso al momento de hacer de las suyas en la universidad de Oxford, compartiendo la misma profesión, clases, complicidad, travesuras, secretos, parrandas, amoríos clandestinos y un largo etc.
¿Llegaría algún día el fin de esta amistad? No, ni por un amante había sucedido.
Las luces comenzaron a parpadear, indicando que era tiempo de iniciar el concierto.
Bueno Lucius disfrutemos de este momento de paz y tranquilidad, entre nosotros- Sirius lo miró sonriente– atenderemos la recomendación de tu "experto".
Tan observador como siempre.
Si, nunca perderé ese don.
Yo diría maldición.
No tanto.
Ante ellos se apagaron las luces del escenario para, al momento, abrir el telón. Sirius a primera vista queda impresionado; el escenario tiene un mural esplendido simulando el mar, las nubes de un atardecer con una nitidez increíble. Podría jurar que en ese momento veía una fotografía, pero se dio cuenta tras sus visores de que no es así, por lo cual toma sus gemelos para disfrutarlo mejor, con todos sus detalles.
Los músicos empezaron a afinar momentáneamente, para después de un minuto comenzar a interpretar una melodía suave, rítmica, nítida como corresponde a una de las orquestas más afamadas del mundo
Tras 10 minutos, una mujer apareció en escena para comenzar a interpretar a su manera "Carmen", una de las piezas principales de una de las operas más famosas. Por las expresiones de Lucius y Sirius de verdad estaban disfrutando.
Tras terminar esta melodía el público ovacionó de manera entusiasta al igual que ellos. Enfocando más los gemelos ambos pudieron constatar que aquella mujer poseía una belleza increíble, de pelo oscuro, largo lacio, formado una red con sus propios cabellos cayéndole en la espalda de manera grácil. Su figura era envidiable.
Y continuaron así durante varias melodías hasta que llegó una en especial que a Sirius dejó prácticamente sin aliento…
"Norma" no sólo era la cantante, que ponía en cada nota emoción, sino que también había algo detrás de ésta, como si ella sólo hiciera eco, y así erael sonido de un violín estaba en lo bajo para poder seguirse mutuamente, como si tuvieran una plática. Un hombre estaba ya junto a ella, tocando esas melodías.
Sirius no podía distinguirlo bien, la luz estaba iluminando únicamente a la mujer. Como si hubieran leído su pensamiento, uno de los tramoyistas enfocó a éste al final. Cuando terminó la interpretación toda la gente aplaudió de pie a ambos
El violinista intentó huir pero no lo logró ya que la mujer lo retuvo de la mano, para hacerlo inclinarse ante la gente; de manera renuente
Sirius no se había percatado muy bien de él, tras observarlo mejor, se dio cuenta de que era un hombre al parecer de su edad quizás mayor, quizás menor; que llevaba el cabello negro lacio atado con un lazo en una coleta, y el inconfundible esmoquin negro con corbata de moño, impecable. Dando una última reverencia, el violinista salió apresurado, sin dar oportunidad a retenerle nuevamente.
- Sirius ¿Qué te pasa? – habló Lucius.
…
¡Sirius!
¿Eh? Disculpa Lucius.
¿Notaste Sirius?, fue... perfecto.
Sí lo note, pero no logré distinguir qué hizo tan especial a esa melodía...
Eso me asombra querido amigo, tú tan aficionado.
¿A qué te refieres, Lucius?
Al hecho de que, si esa canción en particular fue tan especial, la razón fue el violinista acompañante.
¿En serio?- preguntó incrédulo Sirius.
Sí. ¿Acaso no escuchaste perfectamente, como acompañaba a la chica, como si fuera una segunda voz, haciendo eco, y en otras ocasiones fue la principal?
Sirius, avergonzado por ésto, bajó el rostro y no puedo evitar un ligero soplido, molesto por ser tan poco perceptivo. No le agradaba que Lucius hubiera captado todo y él no, la eterna competencia entre ambos desde la escuela haciendo presencia una vez más. Reponiéndose se atrevió a preguntar:
¿Lograste ver el rostro del violinista?
Con un movimiento de negación, respondió Lucius.
No amigo mío, no lo logré ver, y apenas terminó la canción se retiró casi inmediatamente.
Eso es una falta de respeto para el público- exclamó Sirius.
Si, así es,pero al parecer es una persona a la que nadie puede detener.
Seguramente es uno de esos violinistas temperamentales.
No lo sé, pero ya terminó y tenemos que irnos.
¿Cuándo volverá a tener otro concierto?
Déjame preguntarle a Dimitri, el seguramente lo sabrá.
Bueno entonces búscalo, ¿¡qué esperas!?
¿Sirius, por qué tan repentino interés? Además tú te vas mañana.
Eso está por verse – murmuró Sirius, pero Lucius alcanzó a escucharlo.
Lucius giró la cabeza sorprendido por tal respuesta, ¿acaso su amigo sería capaz de suspender su viaje para acercarse a la cantante?
Salieron del palco, dirigiéndose a uno de los camaristas para preguntar por Dimitri, éste les respondió que lo llamaría enseguida por radio. Minutos después la gente comenzaba a salir cuando una pareja ya mayor vestida elegantemente se acercó a Lucius que al verlos soltó un suspiro, casi inadvertido, de fastidio.
Sr. Malfoy, no sabía que venía a este concierto.
Lucius hizo una reverencia antes de responder.
Sr. Helsing es un placer verlo nuevamente. Volviéndose hacia la dama se inclinó y besó su mano, saludando – Sra. Helsing, tan bella como siempre- a lo cual la mujer solo asintió y dio un ligera sonrisa.
El placer es nuestro. ¿Cómo ha estado usted? ¿Y su hijo?
Bien ambos, déjeme presentarle a mi primo político y amigo, el Sr. Sirius Black, empresario italiano, y actualmente mi socio; Sirius, éste es el señor Jonathan Helsing y su esposa la señora Bibian Helsing.
Oh, vaya Sr. Black, es un placer conocerlo. Supongo que ahora como socio del Sr. Malfoy lo tendremos más seguido aquí en Estados Unidos.
Así es, Sr. Helsing- Lucius divisó al encargado venir, y disculpándose un momento se dirigió a Sirius.
Mira Black, ahí viene Dimitri.
El aludido, se acercó al grupo, y dando las buenas noches a todos.
¿Me mandó a llamar, Sr. Malfoy?
Sí, así es. Quería preguntarte si van a tener otro concierto esta cantante y la orquesta.
No, señor. Fue única presentación, de aquí irá a Dallas, y regresará a Inglaterra.
Oh, es una lástima- y volviéndose a Sirius, le dijo-. Lo lamento querido amigo, no volverás a oírlos.
Sí, es de lamentarse – dando un suspiro que pasó desapercibido por quienes le rodeaban.
El Sr. Helsing intervino.
Sr. Black, ¿quería volver a oír a Sarel?
Humm bueno, sí. Tanto a la cantante como al violinista que la acompaño, hacen un dúo magnífico – respondió Sirius.
Oh, sí que es verdad. Pero no creo que tenga que esperar tanto, Sr. Black; habrá una pequeña recepción en mi casa, si ustedes gustan venir sería un honor para nosotros, de esta manera podrán conocer a la cantante y a los integrantes de la orquesta.
Sirius y Lucius se miraron, ambos entendiéndose con la mirada.
Estaremos encantados, Sr. Herlsing. ¿A que hora comenzará la recepción?, preguntó Lucius
Será dentro de una hora.
Bueno, entonces encantados estaremos ahí.
Los esperaremos.
Hasta pronto.
Continuará
Bueno este es la primera entrega la cual esta dedicada a mi queridisima Beta… Meiko, quien hace traducible todas las incoherencias que escribo. Aráshi Cristal también una gran amiga, como lo es Haschariel (la cual escribirá una escena NC-17 por mi si es que la pongo, por supuesto que no aparecerá en fanfiction porque sino me echarán de ahí).
Reviews por favor…
