Antes que nada quisiera decir esta historia no me pertenece, no la escribi yo, es de una amiga que conoci en un foro ella es de mexico. si ves esto escribeme :).

espero que le guste esta historia, es muy conmovedora y la mejor que e leido. es verdad fue escrita por una gran escritora y merece que sea la proxima pelicula del rey leon.

Todo el credito de la historia es de ella. yo solo quiero compartir con esta comunidad su fanfiction.

Un nuevo comienzo.

El sol se había alzado nuevamente sobre las tierras del reino, haciendo que aquella densa bruma que la había cubierto durante el reinado de Scar, se desvaneciera por completo. La suave brisa había traído grandes nubes cargadas de aquél fresco y vital líquido para todos. La lluvia había caído de forma interminable durante el día y la noche, regresándole la vida a la tierra, hasta que cada pequeña planta que se había perdido había brotado de nuevo, los ríos corrían caudalosos y en torno al manantial se volvían a reunir las manadas de diversos animales.

Así era como la naturaleza celebraba la llegada de su legítimo Rey, y el fin de la era oscura bajo las garras de las hienas, así era como le daba la bienvenida al hijo del gran Mufasa, Simba.

El sol brillaba intensamente esa mañana, orgulloso, en lo más alto del cielo. Los animales del reino caminaban todos en una misma dirección, con un mismo objetivo. Aquélla mañana, no importaba quién le ganaba a quién en la cadena alimenticia, al final, todos era parte del ciclo de la vida.

Cientos de aves de todos tamaños coloreaban el cielo, y bajo ellas, por los extensos pastizales, corrían manadas de gacelas, antílopes y cebras. Las altas jirafas disfrutaban de una mejor vista allí en lo alto, y los enormes elefantes se abrían paso fácilmente entre todo el alboroto. Todos se reunían en torno a la Roca del Rey, con la mirada fija y llenos de expectación hacia las alturas, esperando que el gran momento, llegara finalmente.

Y de pronto, ahí estaba Simba, caminando con paso lento, el pecho en alto y la cabeza erguida, sobre la imponente roca. Se sentía orgulloso y lleno de dicha. Sintió como una suave brisa giró en torno a él, y sonrió. El espíritu de su padre, Mufasa, no podía faltar en aquél día tan especial.

Volvió la mirada hacia atrás, y por la entrada de la cueva en la cual había nacido, aparecía una joven leona a la cual conocía bastante bien. Le parecía que tan sólo un día atrás habían sido aquél par de cachorros que solían jugar en las praderas, dos cachorros que habían tomado a Zazu, el consejero real, por loco cuando les había dicho que ellos se casarían algún día. Ahora, se alegraba enormemente, de que aquél aburrido pajarraco hubiera tenido razón.

Nala se detuvo junto a él y le besó la mejilla con profundo amor. Aquellos hermosos ojos que ella tenía estaban más radiantes que de costumbre. Simba devolvió el beso. Ambos compartían en ese momento la alegría de haber sido padres por primera vez. Le abrieron camino a Rafiki, quien se acercaba a ellos con el pequeño cachorro en brazos, se detuvo justo en el filo de la roca y lo alzó hacia el cielo.

De nuevo aquella suave brisa recorrió a la familia real, Mufasa, saludó a su pequeño nieto. Los animales abajo también saludaron al cachorro real y le dedicaron, como era tradición, una profunda reverencia. El primogénito de Simba, el nuevo futuro Rey, había llegado finalmente al mundo.

Kopa, había nacido.