CAPÍTULO 1: FINALES REESCRITOS.

((Nota de Lily: Digamos que no me gustaba mucho el final que tenía el libro de Harry Potter y las reliquias de la Muerte. No me malinterpretéis, no está mal salvo por Ginny. Perdón por los fans de Harry X Ginny pero… ¡¡ODIO A ESA NIÑA!! No es nada personal, pero la verdad es que la pareja que hacen ella y Harry apesta, está cien veces mejor con Cho Chang o incluso con Luna, pero Ginny…

Así que puestos a cambiar un poquito la versión oficial de J.K. Rowling, diré que en vez de palmarla Fred que la palme ella que no me cae bien, así que… bueno se crea un pequeño fallo al final del último capítulo, y desde luego el 19 años después está reventado por completo. Aquí pongo reescrito el último capítulo y al CAPÍTULO 2, ya pongo lo nuevo.

Espero que os guste;

Lily Boom))

Voldemort estaba en el centro de la batalla, atacando todo lo que tuviera a su paso. Harry no podía tener un tiro limpio, así que fue abriéndose paso hasta estar cerca de el, aun invisible. Mientras el Gran Salón se iba llenando con más y más gente,Harry vio como George y Lee Jordan tiraban a Yaxley al piso, Dolohov cayó con un grito bajo las manos de Flitwick, vio a Walden Macnair siendo aventado de un extremo al otro del cuarto por Hagrid, pegando en la pared y deslizándose inconciente al suelo. Vio a Ron y Neville acabar con Fenrir Greyback. Aberfoth deteniendo a Rookwood, Arthur y Percy derribando a Thicknesse, Lucius y Narcisa Malfoy corriendo a través de la multitud, sin pelear, gritando y buscando a su ahora luchaba con McGonagall, Slughorn, y Kingsley todos a la vez, había un odio en su cara, mientras los demás se movían alrededor de el, incapaces de también seguía peleando, unos metros mas lejos de Voldemort, y tal como su maestro luchaba con tres a la vez: Hermione, Ginny y Luna, todas combatiendo lo mejor que podían, pero Bellatrix las igualaba a las tres. La atención de Harry fue atraída por una maldición asesina que paso muy cerca de Ginny, esquivando la muerte por muy cambió el rumbo, dirigiéndose hacia Bellatrix en lugar de hacia Voldemort, pero antes de que hubiera avanzado más, fue empujado hacia un lado.

"¡NO MI HIJA!. ¡MALDITA!" La señora Weasley se quito la capa, mientras corría, liberando sus brazos. Bellatrix se rió viendo el nuevo reto que venía.

"¡FUERA DE MI CAMINO!" Gritó la señora Weasley a las tres chicas,Y con un simple movimiento de su varita comenzó la lucha, Harry vio con terror como la varita de Molly Weasley se doblaba, mientras Bellatrix Lestrange sonreía. Haces de luz volaron de ambas varitas, el piso alrededor de ellas se quebró, ambas mujeres peleaban a morir.

"¡No señora Weasley!" Gritaron varios estudiantes, mientras corrían en su ayuda.

"¡Atrás, atrás, ella es MIA!" Miles de personas se pegaron contra las paredes viendo las dos peleas, Voldemort y sus tres oponentes, Bellatrix y Molly, y Harry parado invisible, entre los dos, queriendo atacar y a la vez proteger, pero con el temor de poder pegarle a un inocente.

"¿Qué pasará con tus hijos cuando te mate?" Insinuó Bellatrix, tan enojada como su maestro, mientras la maldición de Molly danzaba a su alrededor. "¿Cuando mami se muera de la misma forma que Freddy?"

"¡Jamás- tocaras- a – ninguno- de – mis – hijos – de - nuevo!" Gritó la señora Weasley. Bellatrix se rió con la misma risa de hilaridad que su primo Sirius había emitido cuando callo detrás del velo, y de pronto Harry supo lo que iba a pasar antes de que sucediera. La maldición de Molly, paso por encima del brazo de Bellatrix y dio exacto en el pecho, justo sobre su corazón. La sonrisa malévola de Bellatrix se congeló en su cara, sus ojos parecían salirse: en una fracción de segundos se dio cuenta de lo que había pasado y cayó, la multitud rugió y Voldemort gritó. Harry sintió que el mundo se movia en cámara lenta, vio a McGonagall, Kingsley y Slughorn ser arrojados hacia atrás, cayendo en el aire, mientras la furia de Voldemort explotaba con la fuerza de una bomba, Voldemort levantó su varita y la apunto directamente hacia Molly Weasley.

"¡Protego!" Rugió Harry, el hechizo de escudo se expandió en medio del Salón, mientras Voldemort miraba a su alrededor buscando la fuente del hechizo, al mismo tiempo que Harry se quitaba la capa invisible. El grito, las ovaciones salieron de todas partes: ¡Harry! ¡Esta vivo!, y fueron coreadas al unísono. La multitud tenía miedo y un silencio cayó abruptamente mientras Harry y Voldemort se miraban, y comenzaron al mismo tiempo a caminar en círculos alrededor del otro.

"No quiero que nadie mas ayude." Dijo Harry en voz alta, y en el silencio reinante su voz fue como la del llamado de una trompeta.

"Así debe ser, debo ser yo." Voldemort siseo. "Potter no quiere decir eso" Dijo, con sus ojos rojos a medio abrir, "Esta no es la forma en la que trabajas, ¿verdad?, ¿A quien vas a usar de escudo hoy Potter?"

"A nadie." Dijo Harry simplemente. "No hay mas Horcruxes; somos solo tu y yo, uno no puede sobrevivir mientras el otro este, uno de nosotros esta a punto de marcharse para siempre."

"¿Uno de nosotros?" Dijo Voldemort, todo su cuerpo se puso tenso y sus ojos rojos fijos, como una serpiente a punto de atacar. "Piensas que serás tu, ¿no es así? El niño que sobrevivió por accidente, y porque Dumbledor estuvo manejando los hilos."

"¿Accidente, dices?. ¿Cuándo mi madre murió salvándome?" Pregunto Harry mientras seguían moviéndose en círculos, los dos, en un perfecto círculo, manteniendo siempre la misma distancia, y para Harry no existía ninguna otra cara que la de Voldemort. "¿Accidente cuando decidí pelear en el cementerio?. ¿Accidente, que no me haya defendido esta noche y aun así haya sobrevivido y este de regreso para pelear?" "¡Accidentes!" - gritó Voldemort, pero aun no ataco, y la multitud estaba congelada, como si estuvieran petrificados, de miles en el salón, solo ellos dos respiraban. "Accidente , suerte y el hecho de que te hayas escondido detrás de grandes hombres y mujeres, permitiéndome matarlos antes que a ti."

"No mataras a nadie mas esta noche." Dijo Harry mientras caminaban, mirándose directamente a los ojos, el verde en el rojo. "No podrás ser capaz de matar a nadie mas, ¿No lo comprendes? Yo estaba dispuesto a morir para evitar que los lastimaras."

"¡Pero no moriste!"

"Pero esa era mi intención, fue lo que hice, lo mismo que mi madre hizo, están protegido de ti, ¿no te has dado cuenta que ninguno de tus hechizos ha funcionado? No los puedes torturar, no los puedes tocar, No aprendes de tus errores ¿Verdad Riddle?"

"No te atrevas…"

"Si me atrevo." Dijo Harry. "Se cosas que tú no sabes Tom Riddle. Se muchísimas cosas importantes que tu no. ¿Quieres oír algunas de ellas antes de que cometas otro error?"

Voldemort no hablo, pero siguió caminando en círculos, Harry supo que lo tenía por un momento a raya, detenido por la remota posibilidad de que Harry pudiera saber un secreto.

"¿Es el amor de nuevo?" Dijo Voldemort, contrayendo su cara de serpiente. "La solución favorita de Dumbledore, el amor, la que el dice conquistó a la muerte, sin embargo el amor no impidió que cayera de la torre rompiéndose como si fuera de cera. El amor que no impidió aplastar a tu madre sangre-sucia como una cucaracha, Potter - y nadie parece amarte lo suficiente para correr en tu ayuda esta vez y protegerte de mi maldición. Entonces ¿que será lo que te proteja esta vez cuando te ataque?"

"Solo una cosa." Dijo Harry, mientras seguían caminado en círculos, detenidos solo por un último secreto.

"Si no es el amor." Dijo Voldemort. "Entonces debes de tener una magia que yo no poseo, o quizá un arma mas poderosa que la mía."

"Creo que tengo ambas." Dijo Harry, y vio muecas de terror atravesar la cara de serpiente, mismas que desaparecieron inmediatamente.

Voldemort empezó a reírse, y el sonido era más atemorizante que sus gritos, una risa loca, que hizo eco en todo el salón.

"¿Crees que sabes mas magia que yo?" Dijo. "¡Que yo! Lord Voldemort, que ha realizado magia que ni el mismo Dumbledore llegó a soñar."

"Oh el soñó con ella." Dijo Harry. "Pero sabía mucho mas que tu, como para no cometer los errores que tu has cometido."

"Quieres decir que era débil." Grito Voldemort. "Demasiado débil como para atreverse a tomar lo que ahora es mio."

"No, era más inteligente que tu." –Dijo Harry. "Un mejor mago y hombre."

"¡Yo ocasioné la muerte de Albus Dumbledore!"

"Piensas que así fue." Dijo Harry. "Pero estas equivocado."

Y por primera vez, la multitud reunida dejo escapar un sonido, al tiempo que miles de personas respiraban como si fueran uno solo.

"¡Dumbledore está muerto!" Dijo Voldemort a Harry. "Yo lo he visto Potter, y no regresará."

"Si, Dumbledore esta muerto." Dijo Harry con calma. "Pero tu no lo mataste, el eligió su propia manera de morir, la eligió meses antes de que muriera, y arreglo todo con el hombre que tu creías era tu servidor."

"¿Qué tonto sueño es este?" Dijo Voldemort, pero aun no atacó y sus ojos rojos seguían clavados en Harry.

"Severus Snape no era tuyo." Dijo Harry "Snape era fiel a Dumbledore, fiel a el desde el momento que empezaste a lastimar a mi madre y jamás lo notaste, porque es algo que no puedes entender, ¿jamás viste a Snape conjurar un Patronus, verdad Riddle?" Voldemort no contesto, continuaron circulándose mutuamente, como lobos a punto de destrozar al otro. "El Patronus de Snape era un gamo." Dijo Harry. "El mismo que el de mi madre, porque el la amaba de toda la vida, desde el momento que eran niños, debiste haberte dado cuenta." Dijo Harry mientras el rostro de Voldemort se contraía. "El te pidió que le perdonaras la vida ¿no es cierto?"

"El la deseaba, eso era todo." Dijo Voldemort. "Pero cuando ella se había ido el acepto que había otras mujeres, y sangre-limpias mejores para el."

"Claro que te dijo eso." Dijo Harry. "Pero fue espía de Dumbledore desde el momento que la amenazaste, y ha estado trabajando en contra tuya desde aquel entonces. Dumbledore estaba muriendo cuando Snape acabo con el."

"¡No importa!" Grito Voldemort quien había esta escuchando cada palabra atentamente, pero ahora dejo escapar una loca risa. "Que importa si Snape era mio o de Dumbledore, o que obstáculos pusieron en mi camino, los aplaste igual que a tu madre, el gran amor de Snape. Ohh pero todo tiene sentido Potter, en una forma que tu no entiendes. Dumbledore estaba tratando de mantener la varita mas antigua lejos de mi, quería que Snape fuera el amo de la varita, pero me adelante niño, yo llegue primero, antes de que tu pudieras poner tus manos sobre ella, entendí la verdad antes que tu, mate a Severus Snape hace tres horas, la varita mas antigua, la varita de la muerte, la varita del destino es ¡mía! El último plan de Dumbledore falló Harry Potter."

"Claro que fue así." Dijo Harry. "Estas en lo correcto, pero antes de que trates de matarme, te advierto que pienses en lo que has hecho… Piensa Riddle y arrepiéntete."

¿Qué es esto ?De todas las cosas que Harry le había dicho, fuera de cualquier revelación, nada había sacudido a Voldemort como esto. Harry vio las pupilas contraídas en pequeñas rayas, vio la piel alrededor de los ojos blanca.

"Es tu última oportunidad." Dijo Harry. "Es todo lo que te queda, he visto lo que serás si cambias…. Serás un hombre, trata, trata de arrepentirte."

"Te atreves…" Volvió a decir Voldemort.

"Si me atrevo." Dijo Harry. "Porque el ultimo plan de Dumbledore no se ha vuelto contra mi, si no contra ti Riddle."

La mano de Voldemort que sostenía la varita mas antigua comenzó a temblar, y Harry sostuvo la varita de Draco muy fuerte, el momento que el sabía estaba muy cercano.

"La varita sigue sin funcionar bien contigo, porque mataste a la persona equivocada, Severus Snape jamás fue el verdadero dueño de la varita, el jamás derrotó a Dumbledore."

"El lo mato…"

"¿No estas escuchando? Snape jamás venció a Dumbledore, la muerte de Dumbledore fue planeada entre ellos, Dumbledor pretendió morir, indefenso, ¡el ultimo dueño de la varita! Si todo hubiera salido de acuerdo al plan, el poder de la varita habría muerto con el ¡porque jamás habría sido ganado por alguien mas!"

"Pero entonces Potter, Es como si Dumbledore me hubiera entregado la varita." Dijo la voz de Voldemort con un placer malicioso. "Yo robe la varita de su tumba, de la tumba de su último maestro, la robe contra los deseos de su último dueño, ¡Su poder es mió!" "Aun no lo captas Riddle. Poseer la varita no es suficiente, tenerla, usarla, no la hace verdaderamente tuya, No oíste lo que dijo Ollivander, 'La varita elige al mago'… La varita mas antigua reconoció un nuevo dueño antes de que Dumbledore muriera, alguien que ni siquiera había tocado a la varita, El nuevo dueño le quito la varia a Dumbledore contra su voluntad, sin saber jamás lo que había hecho, o que la varia mas poderosa del mundo lo había elegido a el. El verdadero dueño de la varita es DRACO MALFOY."

Un pánico se apodero de la cara de Voldemort por un momento, pero así como apareció se fue.

"¿Y que importa Potter?" Dijo suavemente. "Incluso si estas en lo correcto Potter, no hace ninguna diferencia entre tu y yo, tu no tienes la varita con la cola del fénix, combatiremos con nuestra habilidades solamente…. Y cuando te haya matado, iré por Draco Malfoy."

"Pero es muy tarde." Dijo Harry. "Perdiste tu oportunidad, y yo la tomé, yo domine a Draco hace semanas, y tome su varita…" Harry saco la varita de espino y sintió la mirada de todos sobre ella. "Así que todo se resume a esto." Murmuro Harry. "¿Acaso la varita que tienes en tu mano sabe que su antiguo dueño fue desarmado?, porque si es así…. yo soy el verdadero dueño de la varita mas antigua."

Un destello rojo, brillo de repente a través del cielo encantado del gran comedor, como un raya de sol brillante, que aparecía sobre la barda de la ventana. La luz pegó directamente en los rostros de Harry y Voldemort al mismo tiempo, de manera que Voldemort fue envuelto de repente por una neblina. Harry oyó la voz de Voldemort al mismo tiempo que el gritaba su máxima esperanza a los cielos, señalando con la varita de Draco:

"¡Avada Kadavra!"

"¡Expelliarmus!"

La explosión fue como un cañonazo, las flamas doradas que emanaron entre ellos, marcaron el punto donde los hechizos colapsaron. Harry vio el hechizo verde de Voldemort chocar contra su propio hechizo, vio la varita más antigua salir volando, contrastando el color negro con los colores del amanecer, girando sobre el cielo encantado como la cabeza de Nagini, girando en el aire hacia su dueño al que no pudo matar, quien el fin tomaba posesión de ella. Harry con la habilidad del buscador, cacho la varita en su mano libre, mientras Voldemort caía de espaldas, con los brazos extendidos, las pupilas de los ojos rojos volteando hacia arriba. Tom Riddle pego en el suelo, su cuerpo débil y encogido, las manos blancas y vacías, la cara de serpiente vaga e irreconocible. Voldemort estaba muerto, asesinado por su propia maldición, Harry parado, sosteniendo dos varitas en sus manos viendo a su enemigo. Un segundo de silencio, la conmoción del momento en suspenso, y de pronto un tumulto que se abalanzó sobre Harry mientras que las porras, vivas y victorias se alzaban en el aire. El amanecer se coló por las ventanas a medida que avanzaban hacia Harry, los primero en alcanzarlo fueron Ron y Hermione, fueron sus brazos los que lo rodearon y sus gritos que lo dejaron sordo.

Entonces llegaron Neville y Luna, todos los Weasley y Hagrid, Kingsley y McGonagall, Flitwick y Sprout, Harry no podía oír ni una sola palabra de lo que la gente decía, no podía decir las manos de quien lo oprimían, lo jalaban, tratando de abrazar alguna parte de el, cientos de ellas oprimiéndolo todas determinadas a tocar al niño que sobrevivió, la razón por la cual todo había terminado ya. El sol se fue cerniendo sobre Hogwarts, y el gran salón estalló con vida y luz. Harry fue una parte indispensable de las celebraciones y de los llantos. Querían que estuviera con ellos, su líder su símbolo, el salvador y el guía, y Harry no había dormido, que hubiera preferido la compañía de solo alguno de ellos, parecía no ocurrírsele a nadie. Tenia que hablar con todos, dar las manos, ver sus lágrimas, recibir las gracias, escuchar las noticias de todo el mundo mientras la mañana seguía su curso, mientras que las victimas de la maldición Imperius volvían a la realidad, y los mortífagos huían o eran capturados y los inocentes encerrados en Azkaban eran liberados, mientras que Kingsley Shacklebolt era nombrado ministro de magia temporalmente. Removieron el cuerpo de Voldemort y lo colocaron en una cámara fuera del salón, lejos de los cuerpos de Fred, Ginny, Tonks, Lupin, Colin Creevey, y cincuenta mas que habían muerto peleando contra el. McGonagall reemplazo las mesas de las casas, nadie se sentaba de acuerdo a la casa a la que pertenecía, todos estaban juntos, maestros y alumnos, padres y fantasmas, centauros y elfos domésticos, Firenze recostado en un rincón recobrándose, Grawp asomado por una ventana rota, la gente le lanzaba comida a la boca mientras sonreía, después de un rato Harry se sintió exhausto y se encontró sentado en una banca junto a Luna.

"Yo necesitaría algo de paz y tranquilidad si fuera tu." Dijo ella.

"Si me encantaría." Dijo Harry.

"Yo los distraeré." Dijo Luna. "Tu usa tu capa."

Y antes de que pudiera decir cualquier cosa, Luna gritó: "Ohhh miren, un BLIBBERING HUMDINGER" – y señaló fuera de la ventana. Todo mundo que escucho volteo buscando, Harry aprovecho para colocarse la capa. Ahora podía moverse por todo el salón sin que nadie lo molestara, vio a Ginny tumbada a dos mesas de distancia, estaba con la cabeza intacta mientras su madre lloraba su muerte. Deseaba haber hablado antes con ella, ahora ya no tenía tiempo para hablar,

Vio a Neville, la espada de Gryffindor yacía a un lado de su plato mientras comía, rodeado de una multitud de admiradores. Harry caminó entre las mesas, vio a los tres Malfoys, agrupados juntos inseguros de si debían o no estar ahí, pero nadie les prestaba atención. A todos lados donde volteaba veía familias reunidas, y finalmente vio a los dos cuya compañía necesitaba mas.

"Soy yo." Murmuró, nclinándose entre ellos. "¿Vendrían conmigo?"

Se pararon enseguida y juntos, el, Ron y Hermione dejaron el gran salón.

Grandes trozos faltaban de las escaleras de mármol, parte de la balaustrada había desaparecido, y manchas de sangre aparecían a cada pocos pasos a medida que subí algún lugar en la lejanía pudieron oír a Peeves, zumbando a través de los pasillos, cantando victorioso una canción de su propia composición: "Lo hicimos, vencimos con Potter el primeroVoldy se fue a morir, ¡nos iremos a divertir!"

"Realmente le da cierto sentimiento a la tragedia ¿o no?" Dijo Ron empujando una puerta abierta para que Harry y Hermione pasaran.

La felicidad llegaría, pensó Harry, pero por el momento estaba cansado y exhausto, y el dolor de perder a Ginny, Fred, Lupin y Tonks lo golpeo tal como si fuera una herida física en cada paso. Pero sobre todo sentía un gran alivio y ganas de una larga siesta. Pero antes les debía una explicación a Ron y Hermione, que habían estado con el por tanto tiempo y quienes merecían la verdad. Poco a poco fue relatando lo que vio en el Pensadero, lo que había pasado en el bosque, y aun no habían acabado de expresar toda su sorpresa y emoción, cuando llegaron al lugar al cual habían estado caminando, aunque ninguno mencionara su destino. Desde la ultima vez que la vieron, la gárgola que guardaba la entrada a la oficina del director había sido tirada a un lado, yacía de lado, como si estuviera borracha, y Harry se preguntó si sería capaz de reconocer las contraseñas.

"¿Podemos pasar?" Pregunto a la gárgola.

"Siéntanse libres." Respondió.

Subieron sobre ella y hacia la escalera en espiral que se fue moviendo lentamente hacia arriba. Harry empujo la puerta abierta que tenia enfrente. Tubo una breve visión del Pensadero sobre el escritorio justo donde lo había dejado, y un ruido ensordecedor lo hizo gritar, pensando que las maldiciones y mortífagos regresando para ver el resurgimiento de Voldemort. Pero eran aplausos, en todas las paredes a su alrededor, los directores y directoras de Hogwarts le daban una ovación de pie, todos agitando sus varitas sobre sus sombreros y en algunos casos sus pelucas. Se asomaban por los marcos para estrecharse la manos, bailaban de arriba abajo sobre las sillas donde habían sido pintados, Dilys Derwent dio un sorbetón sin pena; Dexter Fortescue agitaba su audífono para oír, y Phineas Niggelus dijo con su rara y fuerte voz: "Y que sea notado que la casa Slytherin jugo su buena parte. ¡Que nuestra contribución no sea olvidada!"

Pero Harry solo tenía ojos solamente par el hombre que parado de pie en el cuadro mas grande colocado detrás de la silla del director. Las lágrimas se deslizaban detrás de las gafas de media luna, cayendo por la larga barba plateada, y el orgullo y gratitud que emanaban de el llenaron a Harry con el mismo sentimiento que la canción del Fénix. Al fin, Harry levantó sus manos, y los retratos guardaron silencio, sollozando y limpiándose sus ojos, esperando que hablara. Harry dirigió sus palabras a Dumbledore, sin embargo las eligió cuidadosamente. Exhausto y cansado como estaba, debía aguantar un último esfuerzo.

"El objeto que estaba escondido en la Snitch." Empezó a decir. "Lo tiré en alguna parte del bosque, no se exactamente donde, pero no voy a ir a buscarlo de nuevo ¿Están de acuerdo?"

"Mi querido niño, lo estoy." Dijo Dumbledore, mientras que los retratos de sus compañeros se mostraban sorprendidos y curiosos.

"Una decisión valiente, pero no menos de lo que habrías esperado de ti, ¿Alguien mas sabe donde cayó?"

"Nadie." Respondió Harry y Dumbledore asintió con satisfacción. "Voy a conservar el regalo de Ignotus." Dijo Harry a lo que Dumbledore exclamó. "¡Por su puesto Harry! Es tuyo para siempre hasta que lo pases.

"¿Y donde esta?" Harry sostuvo en alto la varita mas antigua, Ron y Hermione la miraron con reverencia, incluso en su estado semi-inconciente, Harry no quiso verla.

"No la quiero." Dijo Harry.

"¡Que!" Dijo Ron. "¿¡Estas loco!?"

"Se que es poderosa." Dijo Harry. "Pero yo estaba tan contento con la mía así que…"

Revolvió en la bolsa que tenía colgada en el cuello, sacando las dos mitades de su varita de acebo, sostenidas tan solo por un pedazo de la pluma del Fénix.

Hermione había dicho que no podía ser reparada, que el daño era muy severo, solo sabía que si esto no funcionaba, nada lo haría. Coloco la varita rota sobre el escritorio del director, y la toco muy poco con la punta de la varita más antigua, y dijo: "Reparo."

Y su varita de arreglo, chispas rojas salieron de la punta. Harry sabía que había tenido éxito. Tomó la varita de acebo y pluma de fénix sintiendo un calor en sus dedos, como si la varita y su mano se regocijaran con el reencuentro.

"Voy a poner la varita mas antigua." Le dijo a Dumbledore, quien miraba con gran afecto y admiración. "De regreso de donde vino, puede quedarse ahí, si muero de muerte natural como Ignotus, su poder se perderá ¿cierto?; el antiguo dueño jamás habría sido vencido y sería el fin de ella."

Dumbledore asintió sonriendo a Harry.

"¿Estas seguro?" Dijo Ron, en cuya voz había un dejo de anhelo mientras veía a la varita mas antigua.

"Creo que Harry tiene razón." Dijo Hermione lentamente.

"La varita da mas problemas de lo que en realidad vale." Dijo Harry. "Y a decir verdad…" Dijo mientras daba la espalda a los retratos, pensando solamente en su cama que le esperaba en la torre de Gryfindor y preguntándose si Kreacher le llevaría un sándwich ahí. "He tenido demasiados problemas para toda la vida."

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((Supongo que os habréis dado cuenta que los cambios en la historia son muy pocos, lo único que hago es que Ginny también ha muerto y Fred sigue vivo aún, tal y como he dicho al principio que haría. De este modo, el capítulo posterior que es el de '19 años después' queda anulado y se rescribirá solo. Ahora disfrutar de los posteriores capítulos y dejarme muchos reviews, que me impulsan a continuar y me dan ideas para hacerlo, además de que me ayudan a mejorar lo que escribo con las criticas amables que me dejan a veces.))