Capítulo I: El Anuncio del Guerrero Oscuro

Un joven encapuchado camina por el bosque de noche, los monstruos no lo atacan, solo lo observan con una mezcla de miedo y odio, le gruñen furiosos sin hacer nada.

— Tengo que darme prisa — Dijo el chico — Pronto amanecerá y no he llegado al castillo de Hyrule —

El joven salió del bosque, sacó una flauta de su cinturón y tocó una melodía, poco después se acercó galopando a una velocidad sorprendente lo que parecía un caballo, pero tenía escamas, garras en vez de pezuñas, cola y cabeza de dragón, el joven se montó al lomo del dragón y comenzó a cabalgar hacia el castillo. A la mitad del camino comenzó a asomarse el Sol.

— ¡Maldita sea! El Sol… — El joven tomó de nuevo su flauta y tocó otra melodía, la cual hizo que el Sol se escondiera y se mantuviera así — Mucho mejor —

Mientras tanto otro joven de nombre Link se extrañaba por lo que acaba de ocurrir "¿Qué está sucediendo?" Pensaba "¿Por qué se escondió el Sol?" Pero no solo él no entendía la situación, tampoco los habitantes de la ciudad lo entendían, incluso la Princesa Zelda esta confundida.

Link se dirigió al castillo, pero cuando estaba al frente de este llegó el joven que venía montado en el dragón.

— ¿Quién eres? — Preguntó Link.

— Vengo a ver a la Princesa Zelda — Respondió el joven bajando del dragón, luego de bajar la bestia se marchó a algún lugar.

— Te pregunté que quién eres —

— Y yo te dije que vengo a ver a la Princesa Zelda —

— ¡Da la cara al menos! —

— Tú no quieres que me quite la capucha, Link —

— ¿Cómo sabes mi nombre? —

— Eso no te interesa —

— ¡Claro que me interesa! Además ¿Por qué dices que no quiero que te quites la capucha? ¡No eres nadie para decirme lo quiero o lo que no quiero! —

— Está bien, si tú lo quieres… — El joven se quitó la capucha, tenía un rostro bien parecido, cabello no muy corto, desordenado y de un negro extremadamente oscuro al igual que sus ojos, no tenía nada extraño, excepto eso último, sus ojos, más negros que la misma oscuridad y más fríos que los mismos glaciares; Link no pudo evitar estremecerse frente a esa mirada, por un momento se quedó paralizado de miedo, lo cual aprovechó para colocarse la capucha de nuevo y entrar al castillo, Link quiso detenerlo, pero pensó que era mejor no hacerlo y dejarlo en paz, al menos por ahora…

Mientras tanto el otro joven avanzaba por el castillo como si hubiera vivido toda su vida ahí, los guardias querían detenerlo, pero ya fuera por miedo, respeto o por que pensaban que era de confianza lo dejaban continuar. El joven finalmente llegó donde estaba la Princesa.

— Buenas noches, Princesa Zelda — Dijo poniendo una rodilla en el suelo.

— Buenas noches, joven, aunque debería ser de día ¿No cree? — Respondió la Princesa.

— Tiene usted toda la razón Princesa, pero me molesta la luz solar —

— Entiendo, usted viene de Shadow Abyss ¿No? —

— Así es, Princesa —

— Pero pensaba que vendría acompañado —

— Mi compañera ha tenido unos pequeños inconvenientes por los cuales ha tenido que quedarse en la ciudad —

— Entiendo, joven… ¿Cómo dijo que se llamaba? —

— Disculpe mi descortesía al no presentarme, mi nombre es Fenrir —

— Bien joven Fenrir, explíqueme la información con calma —

— Sí, Princesa, con su permiso — Dijo al ponerse de pie — Bien, como usted sabe se han sentido energías extrañas por todo el planeta, y la mayoría de las ciudades están preocupadas por esto, nuestra ciudad no es la excepción y ha decido entregarle a usted y a Hyrule toda la ayuda posible —

— En mi nombre y el de Hyrule se los agradezco —

— No es nada, por otra parte, mi compañera y yo estaremos a su completa disposición, nos podrá llamar cuando desee, pero antes debe saber que los habitantes de Shadow Abyss, los darkirians, somos débiles a la luz en general, con excepción de la luz de Luna, pero somos extremadamente débiles a la luz solar, incluso podemos llegar a morir si estamos expuestos durante un tiempo prolongado al Sol —

— Ya lo sabía —

— Lo suponía, ahora, necesito que usted me pueda entregar una de sus pertenencias para poder cargarla con mi poder y así usted podrá llamar a mi compañera o a mí cuando usted desee —

— Entiendo ¿Pero que tipo de pertenencia necesitaría? —

— Preferentemente un collar o un anillo, algo que usted pueda usar a diario —

La Princesa se alejo un momento y buscó en un joyero, hasta que sacó un anillo con una gema verde, se lo entregó a Fenrir.

— ¿Qué le parece este anillo? —

— Es perfecto — Dijo Fenrir tomando el anillo entre sus manos, el joven comenzó a impregnarle su energía, el anillo empezó a flotar, Fenrir siguió entregándole energía al anillo hasta que la gema de este se tornó de color negro.

— Está terminado, Princesa, le rogaría que lo usara siempre, así, si se encuentra en peligro nos podrá llamar aquí inmediatamente —

— Está bien — Dijo Zelda — Muchas gracias —

— No es nada, Princesa, ahora con su permiso me retiraré, volveré junto a mi compañera dentro de algunos días —

— Por supuesto, puede retirase, pero le ruego que deje salir el Sol —

— Claro, lo dejaré salir en cuanto me haya retirado, con su permiso — Dijo Fenrir y se retiró.

"Ese chico parecía una buena persona, aunque nunca se quitó la capucha"

— Princesa ¿Está pensando en ese chico darkirian? — Preguntó Impa — Creo que se llamaba Fenrir ¿No? —

— Así es, Impa —

— Era un maleducado, nunca se quitó la capucha —

— Debe haber tenido sus razones, Impa —

— Aun así… —

— Ya dije que debe haber tenido sus razones, Impa, y ya fue suficiente con el tema —

— Está bien, Princesa —

"Fenrir, un darkirian venido de Shadow Abyss, espero que no nos cause problemas" Pensó Impa.

"Me pregunto que le sucedió a Ío" Pensaba Fenrir mientras se dirigía hacia la entrada del castillo. Cuando Fenrir salió del castillo Link todavía estaba ahí.

— Veo que aun te encuentras aquí, Link —

— Claro, yo también tengo que hablar con la Princesa —

— Está bien, puedes ir a hablar con ella, yo ya hice lo que tenía que hacer —

— Aun no, tengo que hacerte algunas preguntas —

— Lo siento, no tengo tiempo — Respondió Fenrir, luego sacó su flauta y tocó una melodía, después de un rato se comenzó a escuchar el sonido del batir de unas alas gigantescas, ambos chicos miraron hacia cielo, al lugar de donde provenía el sonido, Link se sorprendió al ver que lo hacia ese sonido era un dragón negro que se dirigía hacia ellos, el dragón aterrizó enfrente de ellos provocando enormes corrientes de aire; Fenrir se montó en el dragón y comenzó a elevarse.

— ¡Espera! — Gritó Link — ¡Al menos dime como te llamas! —

— Mi nombre es Fenrir — Después de decir eso se marchó sobre su dragón.

— Que chico más extraño — Se dijo Link y luego entró al castillo.

Mientras tanto en lugar situado en otra dimensión…

— Aun no tengo todo mi poder, pero ya falta menos, y cuando llegue el momento lograré lo que el impaciente de Ganonndorf y el infantil de Majora no pudieron lograr — Lo que siguió a estas palabras fue una estridente carcajada que resonó en todo el lugar — Sí, Ganonndorf no se tomó su tiempo y Majora no sabía como aprovechar sus poderes, pero yo soy distinto, yo he estado esperando hacer mi jugada durante cientos de años y he aprendido a utilizar mis poderes al máximo, tan solo un poco más y seré invencible, tan solo un poco más y conquistaré este mundo, tan solo un poco más, sí, un poco más… —

El viento soplaba en su rostro, escuchaba el fuerte batir de las alas de la bestia en la que iba montado, se dirigía a su ciudad, a aquella ciudad llena de oscuridad, pero donde vivía cómodamente, donde todos lo esperaban para saber el cómo le había ido, qué había sucedido. Aterrizó y se bajó de su dragón, este se fue volando, mientras el chico caminaba hacia su ciudad.

— ¡Qué bien se siente volver a la oscuridad del hogar! — Exclamó el chico sacándose la capucha al entrar en la ciudad.

Entonces un soldado de armadura negra se le acercó corriendo.

— ¡Señor Fenrir! ¡El Rey solicita hablar con usted inmediatamente! —

— Entendido, me dirigiré allá ahora mismo, gracias por el aviso, soldado —

— ¡No hay problema señor! —

Fenrir se encaminó a paso rápido hacia el castillo, a la mitad del camino se le acercó un chico un poco más alto que él, portando una armadura negra, pero mucho más imponente que la del soldado.

— Hasta que regresaste, Fenrir — Dijo el joven con una voz grave y fría.

— Hubo ciertos problemas que me retrasaron, Ogma — Dijo Fenrir sin detenerse.

— Entonces, aun te falta por aprender, hermano — Dijo Ogma, acompañando al chico.

— A todos nos falta aprender algo, si lo supiéramos todo este mundo no sería interesante ¿No crees? —

— Tienes razón — "Este chico siempre logra sorprenderme" Pensó Ogma — Está bien, te dejo, nos vemos después —

Fenrir siguió andando hasta llegar al castillo, donde una chica de su edad lo estaba esperando en la entrada, tenía una expresión seria y fría, pero aun así se podía apreciar su enorme belleza.

— ¡Te haz demorado bastante, Fenrir! — Exclamó la chica avanzando junto a él por el castillo.

— Tuve algunos problemas menores, Ío — Contestó Fenrir — ¿Qué te sucedió a ti? —

— Me enviaron a otro lugar, me dijeron que era mejor acelerar las cosas —

— Que mal, te extrañe bastante en Hyrule —

Ío se sonrojó levemente por las palabras de Fenrir.

— Claro — Continuó Fenrir — Como estaba solo, cualquier compañía hubiera sido buena, hasta la tuya —

El sonrojo fue reemplazado por expresión de furia, bastante parecido a un dragón.

— ¡¡FENRIR!! —

— Era una broma… — Dijo Fenrir con una enorme gota de sudor.

— Lo dejaré por esta vez, pero solo porque tenemos que hablar con el Rey ahora —

— Uf… — Suspiró Fenrir — De la que me salvé — Dijo en voz baja, pero no lo suficiente…

— ¿Dijiste algo? — Preguntó Ío con una mirada que heló la sangre a Fenrir.

— No, nada — Respondió este, con otra enorme gota de sudor.

Entonces llegaron frente al salón del Rey, tres guardias custodiaban la entrada.

— Pasen, el Rey los está esperando — Dijo el guardia del medio.

Ambos chicos se arrodillaron frente al Rey, este tenía un aspecto imponente, ya que los Reyes de Shadow Abyss tenían que estar cultivados en cada aspecto, tanto mental, como físico y espiritual.

— Buenas tardes, Su Alteza — Dijeron los jóvenes al mismo tiempo.

— Bienvenidos — Dijo el Rey con una voz tan imponente como su aspecto — Pueden colocarse de pie —

— Con su permiso —

— Está bien, primero quiero el informe sobre Los Dominios Zora —

— Sí, Su Alteza — Dijo Ío — La verdad es que no hubo ningún problema, no aceptaron nuestra ayuda directa, pero aceptaron que nos prestáramos ayuda en casos de emergencia —

— Muy bien, no es todo lo que esperaba, pero es suficiente — Dijo el Rey satisfecho — ¿Y en Hyrule? —

— Sí — Dijo Fenrir — La Princesa Zelda ha aceptado todo tipo de ayuda, aunque no entró en detalles sobre si nos prestarían ayuda —

— Eso no importa, lo importante era recobrar la confianza de las demás ciudades, no queremos que sospechen de nosotros por todo lo que está ocurriendo; bien eso es todo, pueden retirarse —

— Con su permiso — Ambos chicos salieron de la habitación y del castillo.

— ¿De que quería hablarle ese chico, Princesa? — Preguntó Link.

— Ya te lo dije, solo venía a ofrecer su ayuda — Respondió Zelda.

— No creo que eso haya sido todo, además ¿Quién le ha dado ese anillo? —

— Nadie, solo fue cambiado con los poderes de aquel chico —

— ¡Princesa! Eso es a lo que me refería, puede ser peligroso — Dijo preocupado Link.

— Yo confío en él, y si es suficiente para mí, lo es para ti —

— Entendido… — Dijo Link a regañadientes.

La Princesa se retiró, pero antes de que Link se marchara Impa lo detuvo.

— Tú también desconfías de ese chico ¿Verdad, Link? —

— Entonces no soy el único —

— Ese tal Fenrir es muy sospechoso —

— Sí, además se siente una fuerte energía oscura en él —

— Puede que sea peligroso, Link, así que es mejor que lo mantengas vigilado si regresa —

— Claro, confía en mí — Luego Link salió corriendo de la habitación y fuera del castillo.

— ¡Qué bien! ¡Al fin salió el Sol! — Gritaban los niños fuera, en la ciudad.

— Eso fue muy extraño — Comentaban algunas mujeres.

"Vaya, ese chico si que sabe como impresionar a la gente" Pensaba Link, viendo el revuelo que había provocado el hechizo de Fenrir "Era muy poderoso, lo podía sentir" Link recordó al chico, su figura encapuchada, su rostro, al descubrirse, y sus ojos… Link tuvo un escalofrío de solo recordarlo "¡Esos ojos! Hacía tiempo que algo me hacía temblar así, verdaderamente, espero que no sea nuestro enemigo"

APARECE MI GRAN CRIATURA, BESTIA DE MALDAD

— ¿¡Qué fue eso!? — Exclamó Link al escuchar aquella voz en su mente, pero no fue el único, muchos niños lloraban, y sus madres trataban de tranquilizarlos diciéndoles que no era nada, que era su imaginación, aunque sabían que no era así, ellas también habían escuchado la voz.

Una luz fuerte brilló en el cielo y de esta comenzó a surgir una bestia, de gran tamaño que calló al suelo, tenía un color gris, era similar a un oso, un poco más esbelto y cola larga, con colmillos de araña, también de gran tamaño, y alas de halcón enormes.

— ¡¿Qué es eso?! — Se preguntó Link mientras todos corrían a sus casas.

La enorme bestia arremetió contra él, Link evitó los ataques lo mejor que pudo, entonces un habitante le dio una espada y un escudo, bastante simples, pero suficientes para mantenerse vivo hasta pensar en un plan. Link siguió combatiendo, ataque y defensa, defensa y ataque, Link estaba completamente agotado, pero el monstruo estaba como nuevo y tenía al chico prácticamente vencido. Zelda estaba contemplando los acontecimientos desde el castillo, colocó su mano sobre aquel anillo… Link ahora solo bloqueaba los ataques que recibía, no tenía fuerzas suficientes para contraatacar, de pronto y en cosa de segundos Link vio el brillo de una espada que cortaba al monstruo en dos, la criatura desapareció. Link contempló la figura del guerrero que había derrotado a la bestia, una figura que tenía unas pocas piezas de una ligera armadura negra y una capa del mismo color, pero que estaba de espaldas, el guerrero se guardó la espada en la funda que tenía en la cintura.

— ¿Estas bien? — Le preguntó a Link.

"¡Esa voz!" Pensó Link "Será…" Entonces el guerrero se volteó.

— ¡Fenrir! — Exclamó Link.

— ¿Esperabas a otra persona? —

Entonces llegó corriendo una bella chica de largo cabello negro.

— Veo que todo resultó bien, Fenrir — Dijo ella.

— Sí, no era muy difícil, Ío —

— Me presento — Dijo Ío a Link — Mi nombre es Ío, mucho gusto, Link —

— ¡Tú también sabes mi nombre! —

— Disculpa molestarte — Dijo Fenrir — Pero ¿Nos puedes llevar a un lugar oscuro, por favor? —

— Claro, síganme — Link condujo a los chicos hasta su casa y allí cerró todas la ventanas.

— Gracias — Dijo Fenrir.

— Sí, muchas gracias, Link — Dijo Ío.

— Creo que hay mucho que explicar ¿No? — Dijo Fenrir.

— Eso parece — Respondió Link.

— ¿Por donde quieres que empecemos? — Preguntó Ío.

— Podrían presentarse bien —

— Sí, esta bien — Dijo Fenrir, que estaba de pie en la parte más oscura de la casa.

— Mi nombre es Ío — Se presentó la chica — También soy darkirian, al igual que Fenrir —

— Sí, supongo que pasé por alto decirte que yo era un darkirian — Dijo Fenrir.

— Sigues igual que siempre, Fenrir, tan poco comunicativo como siempre — Le reprochó resignada Ío.

— No gastes palabras, sabes como soy —

— ¿Entonces ustedes se conocen desde hace mucho? — Preguntó Link.

— Así es — Dijo Fenrir — Desde pequeños —

— Entrenábamos juntos — Dijo Ío.

— Sí, ella siempre me incitaba a continuar cuando yo estaba casi rendido —

— Fenrir… — Susurró avergonzada Ío.

— Cada vez que yo estaba cansado y me tendía un momento, ella se me acercaba — Continuó el chico darkirian — Y me daba unos gritos que me hacían volar lo tímpanos —

— ¡¡FENRIR!! — Gritó enfurecida Ío.

— Lo ves, Link, con esos gritos nadie puede descansar — Dijo Fenrir tapándose los oídos.

Ío recordó que Link estaba ahí y se calmó y sentó.

— Lo siento — Dijo avergonzada.

Link contempló la escena boquiabierto "Tienen una extraña manera de llevarse bien" Pensó.

— ¿En qué estábamos? — Preguntó Ío — Ah, sí, ya recuerdo, supongo que con eso te queda más claro quienes somos —

— En cierta forma, pero ¿Quienes son los darkirians? — Preguntó Link.

— La verdad — Dijo Fenrir desde la oscuridad de la habitación — Ni siquiera nosotros lo sabemos bien — Dijo con el tono serio que había mantenido durante la conversación.

— Fenrir… — Susurró preocupada Ío.

— Esta historia me la han contado muchas veces, así ya me es natural contar la historia de los darkirians. Solo sabemos que aparecimos, de algún lado que no recordamos, el lugar en donde estábamos estaba cubierto por las sombras, no nos daba miedo, ya que ese era nuestro hogar, y podíamos ver la Luna de vez en cuando, algunos trataron de salir de la ciudad, para encontrarse con una aterradora verdad: éramos débiles a la luz, no a la de Luna, pero sí a cualquier otra, en especial a del Sol, que nos es prácticamente fatal; pero eso no era todo, los que llegaron más lejos descubrieron que todos nos temían y odiaban, creían que éramos bestias que llevaban la destrucción a todas partes, no atacaron a los exploradores, pero les negaron refugio, comida y agua, a pesar de que estaban muy dañados por el Sol; muchos murieron, y los que volvieron fallecieron al poco tiempo después de contarnos lo sucedido, desde ahí nos volvimos una raza extremadamente civilizada, nos entrenábamos física, mental y espiritualmente, teníamos soldados en caso de emergencia, de que necesitáramos defendernos; somos pacíficos, nunca atacamos, pero si nos atacaran, como ya lo han hecho, no podemos estar indefensos. Han pasado muchos años, y ahora cuando todo el mundo parece estar en peligro, queremos alejar toda sospecha de nosotros, por eso hemos ofrecido nuestra ayuda a todos los pueblos posibles —

La historia de Fenrir dejó un silencio bastante largo, nadie sabía que decir después de eso.

— No entiendo porque los otros pueblos creían que ustedes eran una especie de demonios destructivos — Preguntó Link.

— No "creían", aun lo creen, y la verdad, nadie sabe porque — Dijo Fenrir.

Link le preguntó algo en voz baja a Ío.

— ¿Por qué Fenrir está en el otro extremo de la habitación? —

— Necesita oscuridad, como todos los darkirians —

— Sí, pero tú estás aquí, que está un poco más iluminado —

— Fenrir es más poderoso que yo, como nuestro poder se basa en la oscuridad, él necesita más oscuridad que yo —

— Ya entiendo —

— ¿Tienes más preguntas? — Dijo Fenrir.

— No, la verdad es que no — Respondió Link.

— Entonces es mejor que nos vayamos, Ío —

— Fenrir, aun es de día — Le replicó Ío.

— ¿Quieres esperar hasta el anochecer? —

— Sí —

— Entonces esperaremos —

— Pueden quedarse el tiempo que necesiten — Dijo Link.

— Gracias — Respondieron ambos chicos.

— Yo saldré un rato, espero que no les moleste — Dijo Link.

— No, claro que no — Respondió Ío.

Link salió de la casa. Ío se acercó a Fenrir y se sentó en piso al lado de él.

— "Un soldado darkirian de alto rango siempre debe estar alerta" Por eso estás de pie ¿No, Fenrir? —

— Sabes bien que es por eso — Dijo serio Fenrir.

— Link ya no está, no tienes por que estar tan serio —

— Solo estoy preocupado, Ío —

— ¿Preocupado de qué? —

— Tú también lo sabes, esta energía, la que ha surgido de la nada, no es cualquier energía, no solo es poderosa —

— Lo sé, es energía de luz ¿Verdad? Temes que pueda ser Lluminaathy —

— Sí —

— Fenrir, Lluminaathy es solo un ser mitológico —

— Para muchos los darkirians también somos seres mitológicos —

— … —

— Ío, si Lluminaathy es culpable de todo esto, lo darkirians estamos en grave peligro, y yo no quiero les suceda algo malo a la ciudad, al Rey, a Ogma y sobretodo, no quiero que te suceda nada malo a ti, Ío —

— Esta es otra de tus bromas ¿Verdad, Fenrir? —

Fenrir miró a Ío directamente a los ojos.

— No estoy bromeando, en especial no quiero que te suceda algo malo, Ío —

La chica se sonrojó bastante, aunque no era la primera vez que Fenrir le decía algo así.

Para bien o para mal, Link llegó en ese momento.

— Fenrir, Ío, la Princesa desea hablar con ustedes —

— ¿Te ha dicho para qué? — Preguntó Ío poniéndose de pie.

— No, solo me dijo que fueran al castillo, que quería hablar con ustedes —

— Está bien, no importa la razón, si la Princesa lo ordena nosotros debemos obedecer, Ío — Dijo Fenrir.

— Lo sé, Fenrir — Dijo un tanto enfadada Ío.

— Yo se como llegar donde la Princesa, no te preocupes, Link —

— Está bien, Fenrir —

Luego ambos darkirians salieron de la casa colocándose las capuchas, para evitar el Sol caminaron a una velocidad impresionante y llegaron rápidamente al castillo. Llegando allí Fenrir condujo a Ío hasta la habitación de la Princesa.

Al entrar ambos se arrodillaron inmediatamente.

— Buenas tardes, Princesa — Dijeron ambos darkirians al unísono.

— Pónganse de pie — Dijo Zelda.

— Con su permiso — Dijeron los chicos al ponerse de pie.

— Buenas tardes, joven Fenrir, veo que vino su compañera —

— Me presento, soy Ío, para servirle —

— Mucho gusto, señorita Ío — Dijo la Princesa — Los he llamado aquí porque he recibido una información desde Shadow Abyss referente a ustedes —

— ¿Se puede saber quién la ha enviado? — Preguntó Ío.

— Ha sido el Rey darkirian, se trata sobre una nueva misión que les han encomendado, la cual los releva de la misión de protegerme —

— Pero Princesa… —

— No te preocupes, Fenrir, enviarán a otros a protegerme, creo que uno de ellos es tu hermano, se llama Ogma ¿No es así? —

— Es correcto, Princesa —

— ¿Nos podría decir cual es nuestra misión ahora? — Preguntó Ío.

— Por supuesto, su misión es encontrar el Templo de Lluminaathy —

— ¡¿QUÉ?! — Exclamó Ío.

— Como escucharon, su nueva misión es encontrar el Templo de Lluminaathy —

— No puede ser… — Dijo Ío mirando al piso. "Entonces las sospechas de Fenrir eran ciertas" Pensó.

— ¿Cuándo partimos, Princesa? — Preguntó Fenrir, quien no se había perturbado durante toda la conversación.

— Cuando ustedes deseen —

— Mientras antes mejor, partiremos esta noche —

— Fenrir tiene razón — Dijo Ío — Partiremos esta noche —

— Como ustedes gusten, pero tengo una información más — Dijo Zelda.

— ¿Cuál es? — Preguntó Ío.

— Lo siento, pero solo Fenrir puede oírla —

— Está bien, lo comprendo, con su permiso — Dijo Ío inclinándose para luego salir de la habitación.

— ¿Qué sucede, Princesa? — Preguntó Fenrir.

— "Fenrir, debes descubrir tu verdadero poder antes que sea tarde" —

— ¿Qué significa eso, Princesa? —

— No lo sé, en un mensaje enviado directamente de tu Rey —

— Entiendo, con su premiso me tengo que retirar — Pero antes de irse Zelda lo detuvo.

— Fenrir, debes cuidarte mucho —

— Princesa... lo haré, muchas gracias — Después de decir esto se inclinó, besó la mano de la Princesa y se marchó.

— Este chico no comprende nada — Se dijo Zelda — O lo comprende muy bien, tal vez demasiado… —

En unos segundos Fenrir e Ío estaban de vuelta en la casa de Link.

— ¿Y bien chicos? — Preguntó Link cuando llegaron.

— Nos relevaron de nuestra misión y nos encargaron una nueva, nos marchamos esta noche —

— Esta noche... — Dijo Link — Entonces que les parece si se quedan al Festival —

— ¿Festival? — Preguntó Ío.

— Sí, lo celebramos cada año, será algo muy divertido, deberían quedarse, se pueden ir unas horas antes del amanecer ¿Qué dicen? —

Ío miró a Fenrir.

— ¿Quieres quedarte, Ío? — Preguntó Fenrir.

— Bueno… yo… — Dijo un poco sonrojada e indecisa.

— Entonces nos quedamos —

— ¡Pero Fenrir! ¡Yo no…! — Dijo Ío.

— Tú quieres quedarte, es bueno que te relajes antes del largo viaje que tendremos, además, podemos partir cuando nosotros queramos —

— Está bien, Fenrir — Dijo sorprendida Ío.

Y así llegó la noche, y el Festival. La música, los gritos de los niños y las risas inundaban el ambiente de alegría.

— ¡Detesto este ambiente! — Gruñó Fenrir.

— Lo siento, es mi culpa, yo dije que nos quedáramos, perdón… — Se disculpó rápidamente Ío.

— No, no te disculpes, soy yo el que está actuando mal, es que no estoy acostumbrado a estas cosas — Dijo Fenrir.

Ío recordó, en Shadow Abyss también habían fiestas y cosas por el estilo, pero Fenrir nunca participaba de ellas, siempre estaba entrenando o estudiando y cuando no lo hacía, estaba en algún lugar alejado de todos los demás, por lo general en el bosque, tocando la flauta, rodeado de dragones "¿Dragones? Es cierto, cuando Fenrir tocaba la flauta siempre había algún dragón cerca suyo, era muy raro…"

— ¡¡FENRIR!! — Gritó una bella chica mientras se lanzaba al cuello de Fenrir.

— ¡Shine! ¿Qué haces aquí? — Preguntó Fenrir.

— Soy el reemplazo de Ío — Dijo la rubia chica darkirian sin soltar a Fenrir.

Desde atrás de Fenrir apareció Ío de sorpresa. Shine dio un grito.

— ¡Ío! ¿Cómo estás? —

— MUY-BIEN-GRACIAS — Dijo Ío entre dientes y con la vena de la frente hinchada — VEO-QUE-TU-TAMBIÉN-ESTÁS-MUY-BIEN —

— ¿Ah? — Se extrañó Shine, con una gota de sudor en el rostro, luego recordó que todavía estaba abrazando a Fenrir, dio otro grito y lo soltó inmediatamente.

Luego, Ío, si borrar su expresión de enfado le dio un tremendo golpe en la cabeza a Fenrir.

— ¡¿Por qué me golpeas?! — Exclamó Fenrir con un chichón en la cabeza.

— TIENES-ALGÚN-PROBLEMA — Dijo Ío entre dientes, levantando el puño, con una vena marcada en este y en su frente y echando fuego por los ojos.

Al ver tan "agradable" escena Fenrir tragó saliva con dificultad.

— No, no hay ningún problema — Respondió con una enorme gota de sudor en la nuca.

— Tan amigos como siempre — Dijo una voz grave y fría.

— ¡Ogma! — Exclamaron ambos chicos.

— Me da gusto verlos, chicos — Respondió el hermano de Fenrir.

— Hola, Ogma — Saludó Ío, con su rostro normal ahora.

— Entonces tú eres mi relevo, Ogma — Dijo Fenrir.

— Así es, hermanito —

Entonces llegó Link, corriendo y muy agitado.

— ¿Quiénes son ellos? — Preguntó refiriéndose a Shine y Ogma.

— Me presento — Dijo Ogma — Mi nombre es Ogma, soy el hermano de Fenrir —

— Y yo soy Shine — Dijo la chica — ¿Y tú quien eres? —

— Me llamo Link — Dijo — Que bueno que sean todos amigos, necesito pedirles un gran favor… —

Unos minutos después y en otro lugar del festival…

— ¡Estás loco! — Exclamó Fenrir.

— Trata de entender, Fenrir — Dijo Link — Es el acto principal del festival, no podemos dejar las cosas así, sería una decepción muy grande para todos —

— No es mi culpa que los músicos no hayan venido —

— Por favor — Suplicó Link de rodillas.

— Anímate, hermanito — Dijo Ogma — Podrías aprender algo —

— Vamos, Fenrir, será divertido — Dijo Shine, sin perder nunca su sonrisa.

Fenrir miró a Ío.

— Deberíamos intentarlo — Dijo la chica.

Fenrir suspiró resignado.

— Está bien, lo haremos — Dijo rindiéndose Fenrir.

— ¡¡SÍ!! — Exclamaron Link y Shine. Ogma se rió mientras le daba unas palmadas en el hombro a Fenrir, mientras que Ío se limitó a sonreírle a Fenrir.

Luego ya en el escenario.

— Link, acepté que reemplazáramos a los músicos ¡Pero nunca me dijiste que yo sería el vocalista! —

— Lo siento, Fenrir — Le dijo Link — Pero antes que tú aceptaras ya habíamos distribuido los instrumentos.

— Maldito desgraciado, ahora ya no puedo hacer nada… —

Las luces se apagaron y unas luces tenues, a pedido de los darkirians, los enfocaron. Los chicos comenzaron a tocar, Link en la guitarra, Ogma en la batería, Shine en el teclado, Ío en el bajo y Fenrir como vocalista.

Bajo la luces artificiales y la luz de luna los chicos tocaron varias canciones, acompañados por el griterío emocionado de la gente, todos disfrutaban, incluso Fenrir dio su mejor esfuerzo cantando, junto a los demás chicos, en fin, se podría decir que fue una gloriosa jornada.

Fin Capítulo I