Ni Final Fantasy IX ni sus personajes me pertenecen. Pero me encanta escribir y más si es sobre ellos.
Oscuridad. La lluvia empapaba su rostro, los truenos cada vez sonaban más cercanos. El pequeño bote se movía en todas direcciones debido al fuerte oleaje, navegaban sin rumbo fijo. La pequeña Garnet miró a la mujer que la acompañaba, hacía todo lo posible para que la vela no se rompiera. Sujetaba a Garnet para que no cayera al mar.
La tormenta cada vez era más fuerte, ambas estaban asustadas….
Despertó de golpe, completamente sudada. Tenía la respiración acelerada. Durante las últimas semanas siempre soñaba con lo mismo. No dejaba de ser un sueño, pero era realmente intenso. Notaba la frustración, el agua en su rostro y la inseguridad por no saber si conseguiría salir con vida. Siempre despertaba alterada.
La brisa entraba por la ventana, se había quedado dormida en la silla. Abrió la ventana para refrescarse, los pájaros cantaban. Miró a los pájaros con tristeza, ella también deseaba tener alas para poder ir lejos, libre.
Se miró en el espejo, debería estar contenta; hoy era el día de su cumpleaños. El reino entero iba a celebrar su día. Su madre había contratado a una reconocida compañía de teatro lindblunense para que interpretaran "Quiero ser tu canario", la obra preferida de Garnet.
Volvió a repasar mentalmente su plan "Debería salir todo bien", pensó. No debía vacilar ni mostrarse nerviosa, aquello podría hacer que el plan se fuera al traste.
Desde que supo que iba a venir un barco teatro de Lindblum para su cumpleaños preparó todo el proyecto. Era la ocasión perfecta.
- Debo llegar hasta Lindblum, debo ayudar a madre. Esto no puede continuar así- dijo Garnet a su reflejo en el espejo.
Llamaron a la puerta. Bellatrix entró sonriendo.
- Princesa, estáis preciosa.- dijo con sinceridad.- Sois toda una mujer.
- Gracias, Bellatrix.
- La función está a punto de comenzar. La reina pregunta por vos, debéis ir a su lado.
- De acuerdo.
Bellatrix salió de la habitación, Garnet se dispuso a seguirla. Antes le dedicó una última mirada al espejo.
-Lo conseguiré- dijo segura de sí misma.
