Holiii, holiholiholi! ¿Qué tal guapuras? Yo inspirada a hacer un nuevo fic – con cara de ... inspirada x'DD – y algo asustada porque mañana me dan las notas! Me va a dar algo! Bueno, dejando mis gilipolleces aparte... ¡empezamos!

Los pasos de Fuusuke se hundían en la nieve dejando una senda de sus huellas. La nieve caía delicadamente en su cara, mientras este miraba hacia arriba. Sus ojos, azules como el hielo, se clavaban en la nada. Así es. Nada. Nunca sintió nada. Cada vez que se metía en la cama, se preguntaba que había hecho mal. Porqué sus padres lo abandonaron un siete de enero, en la parada del tren con destino a Inazuma.

-Bueno.-se dijo con su semblante frío y sereno.- lo hecho, hecho está.

Aún caminaba sin rumbo. Solo llegó a un parque, y lo que hizo fue sentarse en uno de los columpios. El asiento estaba cubierto por esa blanca precipitación. Pero no le importaba. Y sin mas se empezó a mecer suavemente.

-¿Está ocupado?Vaya tonterías digo.- dijo una voz risueña y cálida.

En cuanto oyó esa voz, el peli-azul se giró para ver quien le había hablado. Una chica de no más de metro setenta, alta, esbelta, de pelo largo color verde pastel con las puntas onduladas y ojos burdeos y grandes. Vestía una camisa rosa de manga larga, unos pantalones negros y unos zapatos rosas con tachuelas doradas. Este se quedó algo embobado y no fue desapercibido para aquella misteriosa.

-¿Te ocurre algo?

-No, nada.- disimuló rápidamente Gazelle.-Te puedes sentar.

-Gracias.

Aquella chica se sentó y empezó a hacer lo mismo que el contiguo. Suzuno empezó a inspeccionar a esa muchacha. Pequeñas nubes salían de su boca a causa del frío, y sus manos se encontraban rojas por la misma causa.

-Oye, ¿quieres ponerte mi abrigo?- dijo Fuusuke, como siempre serio.

-No hace falta. El frío es bueno para el cuerpo.

-Aún así póntelo. -dijo decidido posando aquel grueso abrigo encima de ella.

Esta se sonrojó levemente.

-Gracias.

-De nada.

Y así pasó el tiempo. Ninguno de los dos decía nada. Pero ese silencio era reconfortante, aunque para la mayoría habría sido incómodo.

-¿Sabes? Me encanta el invierno.-dijo esta con una sonrisa.

Al peli-azul se le encogió el corazón. Este giró su cabeza hacia ella y le dedicó un sonrojo notable, pareciendo sus mejillas dos melocotones maduros.

-Me tengo que ir ya. Ha sido un placer contemplar estas preciosas vistas. Hasta pronto.- le dijo ella levantandose y ofreciendo su abrigo al callado y frío Suzuno Fuusuke. Movió su mano de un lado a otro en modo de despedida, y se fue corriendo. Pero antes de perderla de vista le gritó.

-¡Oye, como te llamas!

-¡Aida Miyuki!

Este la vio alejarse. Cuando la perdió de vista sonrió para sí. Una sonrisa cálida.

Bueno ya está. Espero que os guste el primer capítulo. Si os gusta dejad reviews. Gracias por pasar! ^^!