"Todo lo que quiero".
Sangre. Podía oler la sangre de ella.
Cerró los ojos intentando no pensar, no sentir, no llorar; Por que los vampiros no lloran.
No tienen alma para eso.
Entonces… ¿Qué significaba esa punzada de dolor en su corazón?
Bella yacía en el piso, a los pies de Victoria, quien contraía su cara en una potente sonrisa, mostrando sus blancos dientes. El cabello pelirrojo jugaba con el viento, haciéndola ver maquiavélicamente poderosa.
-Todo se devuelve, Edward- murmuro, y bailo tal como lo hacia su cabello, en dirección al sur.
Pensó en seguirla. Matarla; Destrozarla; Sin derramar ni una mísera gota de sangre, para que nadie supiera que algún día existió "Victoria".
Su mirada, se dirijo paulatinamente al cuerpo sin vida de Isabella Swan, tirado en el piso, con el rostro y la cara manchados de lodo.
No podía ser; Ella no podía estar muerta.
Sin ella… La vida no tenia sentido.
Se acerco a ella sin ver realmente; No tuvo idea si llego hasta allí por el dulce aroma de su sangre, o por que el corazón lo dirigía. Las dos propuestas parecían igual que contrayentes.
Se arrodillo y coloco el tronco de ella sobre sus piernas.
Acaricio su cara.
Beso su rostro; Su frente en forma de corazón, sus pálidas mejillas cubiertas por algunas capas de lágrimas, la fina nariz manchada de color café, y, finalmente sus carnosos labios contraídos en un mohín de dolor.
Ladeo la cabeza en tono a su pecho, intentando oír su corazón, sabiendo que era imposible.
Los latidos de su corazón habían dejado de palpitar hacia pocos instantes.
Aun podía oírlos; En sus oídos, en su mente, podía sentirlos en cada fibra de su ser. Aquellos latidos que era capaz de reconocer a kilómetros; Aquellos latidos que habían dado su última sonata, aquella noche.
Aspiro el aroma de su cabello. Aun no perdía aquel olor frutal que tanto el encantaba.
Aquel aroma que emanaba desde cada fibra de su ser muerta.
Hundió su cabeza en la garganta y el cuello, echándose a llorar.
El era un hombre fuerte, Bella no le permitiría verlo llorar de aquella manera, pero…
Ella ya no estaba.
"Todo lo que quiero se ha ido".
Densas, puras, y certeras lagrimas caían desde sus ojos mezclándose en la fina piel del cuello de Bella.
Lloro. Como jamás en la vida; Lloro., Con pena, con angustia, sin esperanzas de que el crepúsculo mejorara las cosas, por que sabia, que al final y al cabo, no vería muchas veces el crepúsculo desde aquel día.
No tendría fuerzas, ¿Como vivir con los recuerdos? Cuando dormían juntos, cuando la abrazaba, cuando la besaba. Nada podría igual la paz que lo emanaba cada vez que ella depositaba sus castos besos en sus fríos y pálidos labios.
Fue una verdadera suerte que Jasper estuviera tras Alice para sujetarla cuando esta lloraba desgarradoramente haciendo un intentando de lanzarse sobre el cuerpo que Edward aun tenia entre sus brazos.
También fue una suerte que Carlisle fuera el más cercano a Esme para sentir sus intentos de golpear algo, que al poco tiempo se convirtieron en desafinados arañazos. Fue una suerte que Rosalie no sintiera nada hacia ella y pudiera ver el amago de amargura que se contraía en la cara de su esposo, Emmett.
Un aullido proveniente de las colinas retumbo en el ocaso de una noche sin vida.
Fin
Nota:
Una verdadera suerte que haya encontrado esta categoría. Como soy tan mala en ingles, no la había notado.
Este drabble esta situado en el final de "Eclipse" ojala les guste.
Es, según yo, lo más emotivo que he escrito en mis cortos 13 años.
Gracias, y deja un reviews, para ver si escribo una historia mas larga, sobre esta pareja mas adelante. Lo tengo pensado.
