Whola estimados lectores :3 jujuju! ¿Como están?

Esta ratita se tomó el tiempo de releer su historia y o_o Oh, no hay comparación entre lo que escribía antes y lo que estoy haciendo ahora. Y parte de mi exito se los debo a ustedes :D! Gracias por ayudarme a mejorar!

:) Es por ello que estoy reeditando mis capis para que sean más descentes xD porque francamente hay unos HORRORES que... buee, no entremos en detalles.

A los que leen por primera ves :D gracias por entrar y darse a la tarea de leer esta locura c: Se que no se arrepentirán. Espero que disfruten tanto de leerla como yo disfruto cada ves que escribo algo nuevo. Sin más :) Lean!

Aclaracion:Beyblade no me pertenece... ¬¬ sino a Aoki Takao que no tenia nada mejor que hacer que crear trompitos super poderosos xD


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Y allí estaban los cuatro, en la sala del primer piso de aquel pequeño apartamento en el centro de Moscú. El frío era soportable y el inconstante sonido del Tic Tacrecordaba que aun no eran más de las 3 de la tarde. Los ecos provenientes de la calle eran un poco molestos pero nunca tanto como la actitud de uno de los chicos que tenía en frente. El corazón latía con una fuerza indescriptible a causa de los nervios pero… no lo demostraría, no ella. Era demasiado orgullosa como para darles el placer de hacer ver que moría de pánico.

Los tres la miraban fijamente. Dos de los rusos estaban examinándola con cada una de sus miradas, detallando cada facción y hasta el mismo color de sus ojos, pero el tercero solo alcanzaba a dirigirle miradas llenas de furia y molestia. No le agradaba su compañía.

-Déjame ver entonces si entendí bien…- le decía el pelirrojo mientras rondaba la habitación de un lado a otro – El señor Dickenson te envió aquí por…- movía la mano como tratando de terminar la oración

-Quiero ser chef. Para ello como toda persona debo estudiar y la Beca se me dio aquí en Moscú.- respondió firmemente sentada en aquel sofá.

-Francamente no sabemos ya que esperar de ese anciano fastidioso- Exclamo el de cabellos plateados- ¿No es verdad Spencer?

-Mejor haz silencio- Se puso de pie - Bryan, debes tener cuidado al hablar de una persona tan influyente delante de desconocidos- La miró- Nunca se sabe porque boca pueden correr los rumores.- Lanzó un gran suspiro.- De igual manera no podemos hacer nada si es una orden directa.

-Ciertamente es toda una desgracia- Se acercó Tala a la joven- Pero si podemos imponer nuestras reglas - Y le sonrió de forma sarcástica- ¿Cierto M-A-O?

Totalmente chocante y odioso eran los adjetivos perfectos para describir a ese sujeto, del cual se estaba preguntando si realmente era un sustantivo calificable. Pero no ella, no Mariah Wong se iba a rendir ante las miradas gélidas y las caras de terror que le proporcionaba el mencionado. A un millón de años luz estaba la posibilidad de que ella huyera antes de dar la pelea.

-Soy Mariah para ti…- Se levantó del asiento y lo empujo suavemente con la mano hacia un lado- El Sr. Dickenson me aseguró que podría ser difícil pero no imposible, aprender a convivir con ustedes.

-Lamentablemente a ninguno de nosotros le interesa convivir contigo- Le lanzó una de sus miradas "amistosas".

-No seas infantil Tala- Interrumpió el rubio mayor. Ya la conversación estaba tomando un rumbo diferente al que debía- Por favor, continua.

-Gracias- Agradeció la de cabello rosa- No quiero incomodarlos ni nada por el estilo… más bien, creo que podría a llegar a ser de utilidad.

-¿Y eso como sería?- Bryan la observaba desde el asiento donde estaba casi acostado con una sonrisa irónica.

-Podría cocinar, limpiar y contribuir con los gastos de la casa. He pensado en buscar trabajo y …

-¿Acaso crees que con eso cambias algo?- Le interrumpió Tala- No necesitamos la presencia de nadie para poder hacer todo eso que dijiste. No serás más que un estorbo.- Se rió- El Sr. Dickenson debería aprender a dejar de jodernos la vida.

-¿Y quién eres para hablarle de esa manera?- Lo defendió - Eres tu el que vive en su casa, ¿o ya lo olvidaste?

-No me hables así- Se acercó amenazante- Nosotros mantenemos este lugar con nuestro dinero… Tú, solo eres una sanguijuela.-

-¡Tala!- Reclamó Spencer bajo la mirada fastidiosa de Bryan.

-Me voy de aquí- Tomó su abrigo de una de las sillas – Resuelvan ustedes- Y desapareció detrás de la puerta.

La china se había quedado con los ojos fijos sobre el trozo de madera. El pelirrojo gozaba de los peores modales que hubiese podido ver en alguna persona hasta el momento, a diferencia de los otros dos que aunque medio indiferentes ante el asunto, no se tentaron si quiera a levantarle la voz. Tal parece que el coraje que llevaba reuniendo durante un buen tiempo le había ayudado a solucionar parte de sus problemas.

-No le prestes atención – El mayor se detuvo a su lado- Está un poco estresado… es todo.

-Tiene razón- se levanto Brian y acercándose la rodeo con el brazo los hombros- A nosotros no nos incomoda tu presencia. Si podemos sobrevivir con Hiwatari ¿Por qué contigo no?- Se río junto con el otro.- Además…- Miró al techo con los ojos llenos de brillo- Hace tiempo que no como comida de verdad.

-Comida… - suspiro Spencer- ¿Será que tu…?

-De acuerdo- Les sonrió a los únicos que habían sido amables con ella- Preparare la cena.


:O Pero que intro tan, tan pero tan corto... xD!

c: Espero que les haya gustado! Continúen leyendo :D !

Se aceptan desde buenos comentarios hasta tomates bailadores jajaja!

Saludos a todos y un abrazo de su ratita!

Nos leemos!

Att: Little rat