Holis~ Pues, he venido a… ¡Colocar un fanfic GerDen! c: ejem, ya se, es muy crack y eso… Aun así, espero que les guste, y amen a la pareja tanto como yo.

P.d: El próximo capitulo puede que lo suba un poco tarde, a causa de mis exámenes y tareas, no tengo mucho tiempo a decir verdad…


Capitulo 1: indirecta declaración

-¡Hey, Lud! -Grito desde lejos el danés que al parecer buscaba al alemán-

-Mathias, Guten Tag -Saludo el alemán al danés, volteando su cabeza un poco y viéndole a los ojos azules profundos del rubio menor

-Te estaba buscando -Dijo el danés, mientras que palmeaba un poco su hombro izquierdo y en un cantadito tono de voz

-¿Ah, si? ¿Para que? -Pregunto el alemán, alzando una ceja y confundido por la rara búsqueda por parte de su jefe

-¿Que tal si vamos a tomar unas cervezas en el bar que esta cerca de la empresa? Conozco personas de ahí, además, su cerveza es buena -Dijo el danés, guiñiendole un ojo al alemán que al parecer lo estaba mirando raro por su actitud-

-¡Me niego! Jefe, ¡hay demasiado trabajo por hacer! -Dijo el alemán, cruzando los brazos y mirando al danés con un leve fruncido de ceño- Además, ¿no crees que es muy raro que a mi me invites a cosas como esas? Es decir, solo eres mi jefe, Mathias... -Suspiro un poco al decir esto, la verdad, lo que esta diciendo no es verdad, solo que ya esta sumamente acostumbrado a su soledad... Y no quiere seguir así, aunque el mismo lo niegue-

-Oh, vamos, no seas aburrido Lud -Dijo el danés, agitando un poco al mayor y mostrándole una cara de rogación, haciendo un leve puchero en sus mejillas y sus ojos azules, brillando como un cielo oscuro siendo decorado por las estrellas blancas de la noche-

-Tsk... S-solo por esta vez... -Al verle los ojos al danés de tan cerca de él un leve rubor cubrió sus regordetas mejillas y desvió la mirada, aun con el fruncido de ceño en su cara-

-¡Así me gusta! -El danés elevo sus brazos al aire, sonriendo ampliamente- Supongo que saldremos cuando hayamos terminado nuestro trabajo, ¿nej? -Dijo el danés mientras cerraba sus ojos en modo de felicidad y manteniendo aun su amplia sonrisa

- Claro -Asintió el alemán, intentando sonreír, pero no pudo, así que simplemente lo miro por un rato y mantenía su desvió de mirada a otra parte. Tanto el como el danés partieron a sus lados, el rubio mayor entro a su oficina y se sentó en su silla, manteniendo su mirada en los papeles de trabajo, coloco sus lentes de literatura y los acomodo un poco, empezando a leer todo el trabajo que tiene pendiente. Mientras que el danés, caminaba por los lares de su propia empresa sonriéndole a todo el mundo que se le acercaba, estaba feliz, muy feliz... El tenía un secreto, y se trata sobre el amor, al parecer el alemán le ha llamado la atención desde que llego al lugar, sus ojos azul cielo... Les hace querer volar en ellos, también tenia el gusto de besar y lamer los tersos labios del alemán, aunque gane unos cuantos golpes por ello, valdrá la pena si ese día llegase... Mientras que el danés pensaba en todas las cosas que haría con el ojiazul, mantenía una cara de idiota mientras que caminaba, sus empleados lo miraban raro en si, no es extraño ver al danés de esa forma, pero sus mismos trabajadores se preguntan el porque el comportarse del danés, ya que cada vez que le hablaban siempre sonreía, además, aunque le pidan un aumento de sueldo o de posición este simplemente les respondía: "Pensare sobre ello, pero ten por seguro que será un si" Seguido de un estrechamiento de manos.

Después de unos largos minutos, el alemán termino con todo su trabajo, se estiro un poco antes de levantarse de su silla, tomo sus lentes y las guardo en su pequeño sobre de terciopelo negro, guardándolo en uno de sus bolsillos de su chaqueta. Salio a paso lento de su oficina, y para sorpresa suya, el danés lo estaba esperando en la puerta

-Lud~ ¿Nos vamos? -Pregunto el danés, mientras que le sonreía ampliamente y cerrando sus ojos en modo de felicidad -Supongo que si -Dijo en un tono bajo, colocándose al lado del menor y partiendo del lugar, pero antes, cerro la puerta de su oficina con llave y guardándolas en su otro bolsillo de su chaqueta.

Mientras que caminaban hasta la entrada del gran edificio, el danés conversaba de variadas cosas con el alemán, pero una pregunta hizo impresionar al mayor de una forma que no sabía como expresar

-Lud, ¿tu alguna vez tuviste una novia? ... ¿O novio? -Pregunto el danés, diciendo lo ultimo en un tono provocativo y bajo, casi en un susurro, mientras que entrecerraba sus ojos

-A decir verdad, no, nunca he tenido alguien que sea eso para mi, no me ha interesado el amor, siempre estoy ocupado -Respondió el rubio mayor de una forma seria y madura, seguido de un leve suspiro y desvió de mirada

-Oh, ya veo -Dijo el danés, mientras que seguían caminando por los senderos de las calles, era de tarde y por si el cielo se veía de un naranja candente y un amarillo chillón, el sol se estaba ocultando y el rubio menor miro al cielo, sonriendo ampliamente, mientras que el mayor solo mantenía su mirada hacia el frente.

Ya habían llegado al indicado lugar, el danés aspiro el aroma y le recordó al pescado, este bar por alguna razón preparaban exquisitos platillo con ingrediente principal, el pescado. Los rubios se sentaron en los taburetes de la barra, eran sumamente cómodos y sus asientos eran de un intenso color rojo, parecidos a la época de los 70', o cosas 80'. El danés había pedido una cerveza danés que siempre pedía, la amaba, su sabor salado con un toque de dulce lo enloquecía, mientras que el alemán no le interesaba mucho la elección de su cerveza, cualquiera le gusta a decir verdad, por lo que eligio la misma que el danés, siempre probaba una de su país, por lo que decidió tomar una de otra nación.

-Dime, ¿tienes pasatiempos, Lud? -Pregunto el danés curioso, mientras que miraba fijo al alemán, con una sonrisa amplia y el codo apoyado en la barra, mientras que con su mano mantenía su cabeza

-¿Pasatiempo? -Miro al danés, mientras que pensaba un poco en ello- Suelo pasear a mis perros, leer libros, preparar dulces, cuidar el jardín de mi hogar... Pero, supongo que eso no son pasatiempos, ¿cierto?

-¡Claro que lo son! -Dijo, negando al alemán con respecto a su pregunta- Tienes buenos pasatiempos, la verdad, sigo sin creer de que no tengas novia o algo parecido... Siempre andas ocupado, ¿verdad? -Pregunto el danés mientras realizaba un puchero en sus mejillas

-El alemán suspiro, para luego asentir con su cabeza- Si, siempre lo estoy... Nunca tengo tiempo para descansar, aunque siempre me voy a la cama temprano, aun así, nunca tengo tiempo para mis pasatiempos frecuentemente, el trabajo me consume bastante...

-Ya veo... -El danés suspiro y desvió la mirada, viendo que las cervezas ya habían llegado, tomo una y simplemente la extendió al alemán, ya que el contrario también había tomado la suya- Lud, un brindis para que tu vida no sea mas trabajadora, espero que encuentres al amor de tu vida -Dijo el danés, mientras guiñaba un ojo y sonreía ampliamente. El alemán se sonrojo bastante, pero le sonrió leve y choco su botella con la del danés, seguido de eso, empezar a darle grandes sorbos a aquella cerveza-

-Es buena -Dijo el alemán después de haberla tomado

-¿No te dije, cierto? Es una de las mejores cervezas que han fabricado mi país

-¿Tu... País? -Miro al danés confundido, a decir verdad, no sabia de que país venia el rubio menor, por ende, le pareció extraño que haya pedido una cerveza danesa

-Soy de Dinamarca, no es un país muy grande como Alemania, pero, siempre me ha gustado mi país... -Agacho la cabeza al instante, aun manteniendo en sus manos la botella de su bebida alcohólica, rodeándola

-¿Y por que vinistes aquí, si tanto te gustaba tu país? -Ladeo un poco su cabeza, estaba algo confundido, pero también no pensó que un problema le fuese presentado al menor

-Es una larga historia -Suspiro pesado el danés seguido de ello- Pero cuando tengamos tiempo, te la puedo contar, por mientras... No nos deprimamos y celebremos como se pueda! -Alzo su botella al aire, mientras volvía a sonreír ampliamente y cerraba sus ojos en forma de alegría

-Sea cual sea la celebración, supongo que me uno -Dijo el alemán en un tono nostálgico, el danés le recordaba mucho a su hermano, pero... ¿Donde se encontrara el idiota ese de ojos carmesí y cabello platinado? Se lo preguntaba el alemán muchas veces, por lo que sabe, ya no se encuentra en Alemania, y ni siquiera el mayor le había dicho donde y cuando se iría del país... Aun así, el sabe que debe estar bien.

Después de unas largas horas de bebidas y conversaciones, finalmente los rubios quedaron ebrios hasta más no poder, cada letra, palabra y frase que decían del uno al otro no tenían sentido alguno, aunque eran verdaderas en su interior... Solo que ninguno captaba lo que le decía el contrario, pensando que seria en broma, o simplemente el nivel alto de alcoholismo impide analizar las palabras del contrario

-Luuuud~ -El danés se le tiro encima al alemán, con una boba sonrisa marcada y además se le notaba un intenso color rojo cubriendo toda su cara- ¿Ahí mas cervezaa~? -Pregunto a cantaditas el rubio menor, mientras que se guindaba del cuello del mayor y además lo miraba de una forma perversa

-Estas ebrio, Mathias -Dijo el alemán, tomando de su mejilla, jalándola en si- Debemos volver a casa -El alemán cargo al danés a su espalda, tomando de sus piernas y haciendo que apoye su mentón en su hombro. Aunque el alemán este ebrio, toma precauciones de lo que podría suceder mientras que estén en ese estado.

-Lud, eres tan tierno~ Ojala fueras así siempre -Dijo el danés mientras se acurrucaba en su cuello al ser apoyado su mentón en el hombro del mayor -A-agh... Te siento caliente -Dijo el mayor, al sentir como el danés se acurrucaba en su cuello, y para el colmo, le gustaba como contactaba su piel con la de el

-Oh, vamos, tu estas igual -Dijo el danés mientras se levantaba un poco para luego tocarle su mejilla con el dedo índice de su mano izquierda- Te vez tan... Lindo~

-Tsk... -Se sonrojo el alemán mas de lo que estaba, y no por la ebriedad, si no por la vergüenza y los nervios que sentía en ese momento

Al llegar a la casa del danés, el alemán prendió la luz y vio por primera vez la sala del hogar de su jefe, es hermoso... Las paredes rojas y el piso era de un mármol color blanco con formas de cuadrados

-Luuud~ -El danés estaba a punto de dormirse, cuando sintió que el alemán lo había colocado en el sofá de su sala, se despertó al instante y extendió sus brazos hacia a el, pidiendo como un abrazo- Abrázame -Dijo, en un tono bajo, mientras que miraba al alemán desde arriba, sonriéndole leve y aun manteniendo su sonrojo

-¿¡E-eh!? -El alemán, alterado, miro al danés de una forma rara, estará ebrio y todo pero... ¿A caso es normal que se comporte de esa forma? Quien sabe... Aun así, el alemán desvió la mirada y se le tiro al danés, cubriendo su cara sonrojada en el hombro de este

-Así me gusta~ -Pronuncio el danés al sentir como el mayor se haya balanceado en el, por lo que empezó a acariciarle suavemente sus cabellos, cerrando sus ojos y aspirando su dulce aroma

-¿P-por que haces esto? -Pregunto bajo el mayor de los rubios, estaba confundido por todo lo que pasaba, aunque estuviesen en altos niveles de alcohol

-Por que te amo, Ludwig... -Enseguidamente, el danés tomo a fuerzas el mentón del alemán, acercándose a sus labios y besándolos apasionadamente, sintiendo por primera vez aquellos labios alemanes que tanto deseaba besar, se sentía bien... De todas maneras, ni el ni el alemán recordaran esto, así que el menor decidió llevar esto a niveles más altos, no solo quería llegar a un simple y común beso...


Hasta aquí lo dejo~, espero que les haya gustado el primer capitulo, hasta entonces n _n