DISCLAIMER: Esta historia está basada en el universo creado por J.K. Rowling y los personajes pertenecen a ella.

IMPORTANTE: Este fic participa del Mini-Reto: "Vuelven las clases" del foro "Las Cuatro Casas".


El mayor de la ancestral casa de los Black se encontraba enfurruñado con los brazos cruzados mientras esperaba su castigo en la oficina del director. Su molestia no era por ser castigado, no, de hecho consideraba que había valido la pena al ver la cara que puso Quejicus, lo que le molestaba es que su amigo, James Potter, no había sido castigado junto con él.

—Buen día, señor Black —le dijo Albus Dumbledore al ingresar a su despacho. Sirius por su parte no cambió el mohín de su cara. —Deduzco que ya está enterado del porqué se encuentra aquí, ¿no es así?

Sirius prefirió no responder y se puso a escanear la habitación. Halló todo tipo de artilugios mágicos y no reconoció casi ninguno, aunque por supuesto, dudaba que el viejo director tuviera el mismo tipo de artilugios que su padre tenía. Inevitablemente tuvo que cruzar la mirada con Dumbledore y se sintió algo intimidado. El director lo miraba con algo de dureza y otro sentimiento que no reconocería hasta su tercer año en Hogwarts, diversión.

—No fue mi intención… —respondió con la voz algo baja.

—¿No fue su intención chocar con la escoba del señor Snape o incendiar su túnica? —preguntó Dumbledore. El brillo en los ojos de Sirius lo delató. —Por favor, señor Black, nárreme los eventos desde su punto de vista, después de todo lo mejor es tener ambas versiones.

El aludido suspiró un poco y comenzó a rememorar los hechos y no pudo evitar que una sonrisa se le escapara a los labios al recordar lo sucedido en la primera clase de vuelo.

-Flashback-

—¿No has visto a Lily? —preguntó James claramente distraído de la clase.

—¿Quién? —le respondió Sirius. Su amigo abrió los ojos como platos.

—¿Quién? ¡La chica más hermosa que he conocido! —le dijo indignado.

—Ah… la pelirroja —respondió Sirius recordando.

—Deberías sonar más emocionado, ¿sabes? Es parte de nuestra casa —le indicó James.

—Supongo que tienes razón —respondió Sirius a tiempo que paseaba la mirada por el resto de la clase. Entonces, vio a dicha pelirroja junto a un chico con cabello grasoso. Le dio un pequeño codazo a James y señaló a la pareja.

—¡Ese… Quejicus! ¡No sé cómo Lily puede ser su amiga! —exclamó James cuidando de que su voz no alcanzara oídos chismosos.

—¡Una serpiente ni más ni menos! ¡Terminará saliendo mordida! —apoyó Sirius.

—Tenemos que separarlos —declaró James.

—¿Pero cómo?

—Hmm… —James se puso a pensar y, después de unos cuantos minutos, levantó un dedo en señal de que una idea llegó a su mente. —Hay que exponerlo. Lily tiene que ver lo idiota que es —y así se puso a explicarle su plan a un muy emocionado Sirius.

Obviamente, las cosas no fueron como lo planeado, no del todo al menos. Cuando los mandaron a que volaran, tanto Snape como Lily tenían ciertos problemas y, en un descuido de la pelirroja, Sirius fingió que perdió el control cuidando no ser visto y se estrelló en Snape mandándolo al suelo de unos buenos cinco metros de altura.

James rompió en carcajadas y lo señaló como tonto. La mayoría de los estudiantes rieron también exceptuando los pocos que vieron a Sirius. Lamentablemente Lily en vez de reírse y llamarlo tonto para ir corriendo a los brazos de James como era planeado, se acercó a toda velocidad a Snape y le tomó la mano mientras veía el daño que podía haberse hecho en el brazo.

Sirius, al ver que el plan había fallado, mandó un recién aprendido hechizo incendio a los pantalones de Snape cuando éste estaba distraído. El resultado lo llevó a donde se encontraba ahora.

-Fin Flashback-

Albus Dumbledore lo miró largo rato, suspiro y le regañó alegando que debía cuidar la integridad de sus compañeros y cómo las amistades lo podían llevar lejos en el futuro… Sirius dejó de escuchar a la mitad mientras en su mente planeaba su venganza contra James por haberse salvado del castigo. Una sonrisa traviesa adornó su cara.