Me removí en la cama al escuchar lo que para mi en mi estado de inconsciencia era un balbuceo venir justo de al lado, al parpadear solo observé la penumbra de la habitación, mi mirada se dirigió al reloj, ni siquiera eran las cuatro de la mañana. Volteé casi instantáneamente y abracé a la figura que se encontraba a mi lado, temblabas entre mis brazos y podía notar el sudor de tu frente y cuerpo pegándose a mi. Pesadillas, eso era lo que embargaban a mi compañero de cama, como cada noche, a veces más pronto u otras veces más tarde. Y yo como una estúpida solo podía sacudirte con levedad para despertarte y arrancarte de los brazos de Morfeo que se mofaba de ti, como un cruel payaso.

En el silencio de la habitación solo se escucha tu respiración acelerada y mis palabras susurradas en tu oído para que te centres en mi y te alejes de todo pensamiento que te atormente, y se que es en vano, pues mañana seguramente esos malos sueños vuelvan a salir como un monstruo de entre las tinieblas de nuestro cuarto y otra vez te harán sufrir. Noto como te tranquilizas ante mis caricias, desde que te abracé mis manos dibujaban círculos en tu espalda buscando reconfortarte, y lo consigo.

Entre susurros te escucho decir que me amas, que no sabrías que habría sido de ti sin mi. Si tu supieses la de veces que yo misma me pregunté que habría sido de mi vida sin tu presencia seguro que te sorprenderías; ¿qué habría sido de mi vida sin ti, Jake? No quiero pensarlo, y eso hago, dejo mi mente en blanco y respondo con un: "también te amo, duerme, mañana será otro día" y siempre espero que sea el día en el que tu venzas tus demonios, en el que no deba despertarme preocupada por tus gritos a las tantas de la madrugada. Pero no es un esfuerzo para mi apoyar a quien consigue que cada día no me derrumbe y siga avanzando, lo hago con gusto, y espero seguir haciéndolo hasta el fin de nuestros días.

Tu respiración se torna suave y acompasada, has caído dormido, acurrucado junto a mi como si buscases protección. Y yo te la brindo, beso tu frente, y me relajo hasta caer dormida. Mañana será otro día.