¿Qué hay, homosexuales? He vuelto con una nueva maravilla para ustedes, y más trabajo para mí. Todo sea por su felicidad. Buaaano, esta historia esta dedicada a Miche-Kirklan y VaMarch (nombre muy largo que me da flojera investigar). Como ya paso San Valentin, les había prometido tener este fic como regalo, y he cumplido la promesa, soy tan increíble -Ego Mode On.- Ya no diré más tonterías porque tengo que hacer el capitulo uno.
Disclairme: Inazuma (...tatata que me da cosa escribir el resto.) no me pertenece porque (...dadada). En resumen, envidia (?)
AVISO: El prólogo (extremadamente corto, por obvias razones) esta tomado de un momento en un futuro lejano.
Lean y no lloren que van a ensuciar su pantalla.
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Interrupción del tiempo en nueve meses.
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Prólogo.
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«Lo curioso de la vida es que uno no espera las cosas, solo pasan así de repente. El humano vive la vida esperando por el paraíso cuando es niño, y en el paso del crecimiento este decide que para llegar a él se tiene que trabajar arduamente, dicen algunos. Como si la vida se tratara de una carrera, con el esfuerzo consigues cruzarle. ¿Qué coincidencia no? Justo como la fábula de la tortuga y la liebre, está última gracias a su soberbia pretendió haber ganado la carrera, pero a fin de cuentas la paciencia de la tortuga fue la que lo llevo a ser el ganador, porque la paciencia es lo elemental para ganar esta carrera de la vida. Incluso una parte de la canción dice: "La tortuga de paso lento, dicen que cantaba que la vida alcanzaba si le das tu mejor tiempo". Al paraíso se le puede considerar una carrera, la diferencia es que no existe un solo ganador, todos pueden ganar, con tal de cruzar la meta, todos a su propio ritmo. La gente impaciente busca desesperadamente, aun sí en el camino a lograrlo tiene que cometer errores de los que se arrepentirá, prácticamente como si tomaran un atajo, no se le consideraría un triunfo justo, y nunca te entregan esa medalla de oro que creías merecer tener; el resto de personas sigue con su vida plácidamente, sin apuro de conseguir la felicidad, caminando por el camino largo y justo. Por otro lado, están las personas no creyentes, los que piensan que el paraíso es una falacia, no quieren participar en esta carrera; esos son uno de los grandes huecos que uno debe esquivar a lo largo de esta.
¿Yo? Sinceramente no lo sabía, o más bien no me importaba, solo quería sentirme libre, y mi impaciencia me hizo cometer muchos errores. Soy humano y eso es natural ¿no? Mi mente estaba segada por el simple hecho de ser mejor que los demás, el más poderoso de todos. Lo único que necesitaba era a alguien que me hiciera entender que el conformismo es una virtud, que puedo unirme a esos ganadores con genuinos premios, y esos premios… son la auténtica felicidad.
¿Qué demonios es la felicidad? No lo sé, pero para mí no era un 'qué', sino un 'quien', y él era mi felicidad. Mi otra mitad perdida, y él era lo único que necesitaba. Esa persona que sería mi impulso por continuar viviendo. Que aún sin tener su apoyo carnalmente, sabía de sobra que dentro de mí, aún podría escuchar sus gritos de ánimo. Sin embargo, él no solo me guió por un mejor camino, me dirigió a eso que todas las personas desean encontrar: "Mi propio paraíso"
No lo esperé, solo él llego así de repente. Mi destino vino por mí. Ni tú te hubieras imaginado eso, ¿no? »
Dio un largo suspiro mirando con melancolía la pieza de roca tallada que se encontraba frente suyo, manteniendo una sonrisa ligera. Igual que las anteriores veces que venía a este lugar, su corazón se estrujó, y sus ojos se cristalizaron, el dolor dentro de él nunca se desvanecería, pero no podía tampoco rebajarse a volver a caer. Además de las gotas que caían a causa del clima, el trataba de que su cuerpo no soltara unas también.
Conteniendo las lágrimas, recibió un apretón en su mano izquierda— No me guta verte llorar… —confesó una voz infantil e inocente que sonaba levemente preocupada, y asimismo, confundida.
—A papi tampoco le gusta estar así —le respondió con una sonrisa sincera. Solo con presenciar ese rostro, su interior florecía. Con el dorso de su mano, presionó con fuerza contra sus ojos intentando reprimirse aquella humedad. —Volvamos a casa, o vamos a resfriarnos —avisó, pero de alguna forma estaba seguro de que detrás de esas grises nubes nacía un perfecto paisaje.
Buenas, sino me conoces soy el pikachu que vive debajo de tu cama, soy el terror de los teletubis, y mi temor es ese bebé-sol.
No diré mucho para no aburrir, el primer capitulo que publique en unos días sera el comienzo de todo, este traerá la creación, lo significa que habrá coito.
Ahora me voy a trabajar en el capitulo o me castran por feisbuk.
Canción del día: Coldplay - Paradise (ya imaginaran por qué).
Un review y evitan el trafico de pokemones.
