Serie de Viñetas independientes Jacob/Leah. Quiero agradecer a Sara y a Caro por ayudarme con la historia ; son muy buenas betas . Esta algo corto, y hay cosas que me hubiera gustado desarrollar, pero quiero dejarlo para otras viñetas.
(Mentalmente lo he situado en algun lugar temporal entre la boda de Bella y el momento en el que volvieron a Forks. Pero no especifico nada,solo aclaro por si llegan a preguntar)
Me gustaría saber opiniones, hace mucho tiempo que no escribo. Dejen Rews!. :)
Espero que les guste; Florelen.
I.
Ignis, is: del latín, fuego. M. 1. Desprendimiento de calor, luz y llamas producido por la combustión de un cuerpo. 2. Materia en combustión. 3. Incendio. 4. Véase Jacob Black.
Cuando él besa, quema. Eso la desespera. Ella muerde, traspasa la piel, unas gotas de sangre entran en su boca y saborea. Jacob sana al instante, y él la acerca más contra su cuerpo, aunque eso ya es físicamente imposible. El mundo puede acabar en ese momento, qué demonios. Ella es sólo manos y calor. El aire se termina, se separan, respiran, se miran fugazmente a los ojos y vuelven a comenzar. Y está mal.
Está jodidamente mal porque toda la manada lo sabe, y ahora cuando los ven, todo es diferente. Fruncen la nariz y sacuden la cabeza, apartan las imágenes y pretenden que nada pasa, pero las mentes son una, no hay secretos. Es en esos momentos de incomodidad en la intimidad de las mentes cuando Leah sonríe satisfecha, porque por un segundo pudo jurar ver celos en Sam. Aunque abandona la idea al instante, porque él jamás piensa en ella. Jamás. Sólo es producto de su imaginación, o un anhelo de que sea verdad.
Aunque está mal, Jacob sabe bien. Sabe a peligro, a prohibido y nada más importa. Las manos de Jacob recorriendo su espalda por debajo de la remera hierven y desesperan. Le arranca la camiseta de un tirón y la deja a un lado.
-Tienes que dejar de hacer eso – suspira Leah. Su voz no debería sonar así. Debería sonar menos temblorosa, debería sonar fuerte, decidida y fría como siempre. Aunque estas situaciones no son las de siempre.
- Jamás – contesta sonriéndole de lado y atacando sus labios nuevamente, de una forma casi feroz.
Cuando está con él no hay Sam. No hay Bella. No hay dolor ni llantos a escondidas de esos que todos saben pero nadie se atreve a hablar. Se libra de la soledad y se siente única, porque Jacob es fuego y sólo ella puede apagarlo.
Él embiste y ella ahoga un gemido en su cuello. Ya no son Leah y Jacob. Sólo son calor en medio de la noche, y se evaporan. El sudor corre por el cuello de Jacob y ella le aparta el pelo de la cara. No se atreve a encontrarse con su mirada. Porque Jacob le quema cuando le ve directamente a los ojos. Él es fuego, y Bella nunca va a quemarse como ella lo hace. Y no sabe de lo que se pierde.
