Prologo:
La oscuridad era predominante en el lugar. Negra oscuridad. No había luz. Siempre se había dicho que la luz y la oscuridad podían coexistir pacíficamente. No es cierto. La luz y la oscuridad siempre luchaban, y en este momento, la oscuridad había ganado. Pero la luz brillaba, habitada en el corazón de una joven, una joven con una terrible historia, una joven que llevaba en sus huesos el dolor de una lucha, una joven que llevaba en su corazón el dolor de la muerte y una joven que tenía el alma más pura de todas, porque su alma era la luz, la única luz que quedaba. La luz que debía salvar el mundo. Una luz que poco a poco bajaba en intensidad, pero que nunca se apagaba. Esa luz tenía un nombre: Hermione Jane Granger.
