Chapter one: Zona de desastre. Plantas vs Zombis
Otra vez no pude dormir. Siento como si no lo necesitara, pero tarde o temprano deberé hacerlo. Todos deberemos hacerlo. He notado que no soy el único que cruza el valle del insomnio. Tampoco recuerdo cuando llegué aquí, o si es que es mi hogar, en qué momento se convirtió en esto y aquello. Ciertamente tenemos el conocimiento de utilizar las cosas pero he preguntado, y todos me responden con la misma cara de ingenuidad. Con el comportamiento tan extraño de los que me rodean, que caminan como si desde siempre las cosas hubieran sido así. Pero estoy seguro de que no. O tal vez enloquecí, y realmente estoy donde debo estar, y solo imagino cosas para escapar de esta realidad.
Ahora mismo siento que podría estar como los demás estereotipos de habitante de green zone, sino fuera por el trabajo que elegí. Por eso se lo que se siente que las personas de green zone siempre nos traten como forasteros,
"Vos, el del diario, a que habéis venido?". Levanto la vista y veo que uno de los guardias de la iglesia, se acerca y me apunta con su espada. Y aun que no lo crea ni yo mismo, los guardias usan espadas y ballestas, es como si de pronto todos hubiéramos vuelto a la época medieval, solo que se que no es eso, ya que puedo ver, y entiendo, que la tecnología existe pero nadie parece prestarle atención al hecho de que se usen automóviles, pero no haya armas de fuego de última generación como en mis tiempos. Aunque pensándolo bien, si lo digo así parecerá que rondo ya los sesenta o setenta, pero soy solo un joven prometedor de tan solo veintitrés años. Pero volvamos al tiempo actual, mi tiempo. El guarda amenazaba con arrestarme, asi que solo levante mi brazo izquierdo y mi manga de deslizo dejando ver un brazalete, "lo siento, pero no podéis permanecer sentado ahí…" y antes de que siga hablando, mostré una petición sellada por el Juez. Y aquí debo aclarar, que los jueces no son como los que solía conocer. Ellos son algo mas importante en esta época. Solo tienen ese título pero realmente son una mezcla de, juez y representante de una zona especifica. Así en su zona pueden disponer de los recursos como les plazca y la mayoría de los casos de justicia pasan por sus manos. En pocas palabras, ellos hacen las reglas, pero siempre siguiendo el orden superior. Y ahí estoy de nuevo, dando datos irrelevantes y que además no sé donde los aprendí, simplemente siento que alguien mueve mis labios o tal vez puso palabras en mi subconsciente.
El guardia leyó la nota y fue hasta la iglesia, y en menos de cinco minutos estaba siendo enviado a la zona amarilla a recolectar plantas para combatir esta plaga. De nuevo. Como si haber vuelto de mi misión anterior no fuera importante. Pero está bien, como dije, es mi trabajo. Elegí ser un Ghost porque… en realidad no lo recuerdo, solo sé que tengo que terminar las tareas que me piden para cobrar mi recompensa.
Por supuesto, no estoy solo, y he hecho grandes amigos, o eso creo. Desde que tengo memoria, ellos son mis amigos, y gracias a estos brazaletes, podemos conversar unos con otros. A veces siento que ya he vivido esto, pero en la comodidad de mi hogar, el verdadero. Bueno, si es el caso en que este no sea mi verdadero hogar, como dije antes, toda esta situación es muy confusa para mí.
Una luz me advierte de una invitación de alguno de mis compañeros. Acepto y es como magia el oír las voces de las personas de mi grupo en mi cabeza, este brazalete es realmente importante para nuestro trabajo, y desconozco quien los fabrica o de donde provienen, pero con él puedo comunicarme fácilmente."Wolf aquí ¿Y ya estamos listos? Porque estoy necesitando una ayuda importante para mi misión, es de rango B" . –Creo que tendrás que esperar un rato, tengo algo que hacer antes, no tardaré nada, luego me transportare allí. –oh sí, creo que esa es otra de las cosas que me falta aclarar, ya que si no lo dijera, resultaría confuso. He aquí, que si, existen los vehículos, pero nosotros los ghost podemos usar nuestros brazaletes en una terminal, para ser, y me rio un poco al decirlo, transportados instantáneamente de una terminal a otra. Es así como terminamos, o mejor dicho, exterminamos plagas. Bueno, supongo que no era lo último que debía explicar. Sí, he dicho plagas, aunque tampoco entiendo de donde provienen, y parece cliché, pero no bromeo cuando digo que la plaga que se extiende a lo largo del mundo, son zombis. Y ni se caen a pedazos, ni comen carne humana. Si tuviera que describirlo de una manera infantil es como jugar a los quemados o alguna clase de juego en que tocas a alguien y te ayuda a atrapar a los demás. Ciertamente, esos zombis se llevan a nuestros compañeros y nosotros, o corremos, o nos deshacemos de ellos, ya que aun no hay una forma de volverlos a la normalidad. Pero la iglesia ha prometido buscar hasta el cansancio, la manera de devolverles su vida. Por ahora, solo nos envían para evitar que se propaguen más de la cuenta. Habiendo dividido todo por zonas de colores según la proliferación de estos sea cero o insalvable, como es el caso de las zonas rojas, donde nadie entra, ni nosotros. Para evitar el contacto han creado barreras, y sé que suena ridículo y sumamente irrealista, pero no son barreras físicas. Lo malo de estas barreras santas, es que no duran para toda la eternidad.
Por suerte esto es algo sencillo de hacer. Solo debo recolectar estas plantas, sus hojas sirven de catalizador para crear esas barreras que mencioné, llamadas Claustrasacrum. Nuevamente mi compañero llama, pero repito mis palabras, y puesto que suena algo desesperado, me apresuraré, junto en mi bolsa muchas hojas. Lo malo de recolectar estas hojas es que no todas sirven, debo analizar primero el estado de la planta, ya que si es muy joven, no servirá.
Me pongo pensativo un instante. Estoy seguro que esta bolsa tiene algo, porque he juntado muchas cosas, mas sin embargo, nunca parece llenarse. Meto mi mano con otro puñado de hojas en ella, y escucho un sonido. Me doy vuelta de inmediato, pues es zona de peligro y veo un perro que se acerca. Vaya susto me he llevado.
Pero esperen, no era eso solamente, alzo la mirada y allí los veo. Como un enjambre defendiendo la colmena, una horda de zombis se acercan rápidamente, claramente no podré escapar, solo me queda enfrentarlos, y por supuesto que lo haré. Por eso escogí este trabajo. Creo.
Temer por tu vida y tomar ventaja de la situación es lo que hay que hacer en estos casos, y ya que este campo de plantas y flores silvestres es como picazón para su piel, o al menos eso cree la iglesia, no me moveré de aquí. Espero estén en lo correcto.
