¡HOLAS!. Después de mucho tiempo por fin estreno fic, este es mi primer fic de Ichigo 100%. En esta oportunidad, la historia transcurre años después de lo sucedido en el final del manga. Como ya saben, Sotomura es dueño de una productora de TV, Manaka un director de cine en crecimiento, y los demás personajes… bueno, lo verán en el fic. ¡Disfrútenlo!.

-

-

QUIERO TENERTE PARA MÍ.

-

-

CAPÍTULO UNO: NO ME QUIERAS OLVIDAR.

-

-

El sol que entra por la ventana despierta a los amantes desnudos, ella se acomoda junto a su hombre y trata de dormirse nuevamente. Él le acaricia el cabello y la abraza para reconfortarla. Trata de dormirse nuevamente, pero cuando percibe la hora en el reloj de su mesa de noche… se levanta, a pesar de que su acompañante lo incita a permanecer en la cama. Unos besos la convencen de dejarlo salir del lecho. Ya en el baño se acicala y se viste adecuadamente tras lo cual prepara un desayuno para dos. Amanecer gratamente acompañado en su departamento de soltero lo pone de buen humor. Cuando finaliza con esos menesteres va en busca de su compañera para así poder desayunar juntos…

-

-

-Dale, despertate, ya es hora del desayuno.

-Dejame dormir Junpei… estoy cansada.

-Levantate, se enfría el desayuno.

-¡Dejame en paz!. Anoche tuve que cocinar un montón… quiero dormir…

-

-

Manaka no insiste. Sabe que si lo hace, ella se pondrá de muy mal humor… decide dejarla descansar hasta que sola se decida a salir de la cama. Imprevistamente suena el teléfono. Junpei corre a atender, no quiere perturbar el descanso de la Bella Durmiente de su dormitorio…

-

-

-¡Hola!.

-Ah, Junpei soy yo, Sotomura Misuzu. ¿Cómo estás?.

-Bien, bien, ¿Vos?.

-Todo bien. Te llamo para pedirte que vengas a mi oficina. Quiero hacerte una propuesta de trabajo que no vas a poder rechazar.

-¿De que se trata?.

-Los detalles te los daré personalmente, por el momento no quiero que le cuentes nada a Tsukasa, es más, ni le digas que te llamé.

-¿Quién es, quien llama a estas horas?. –Preguntan desde el dormitorio.

-¡Ah, nada!. No es nada… seguí durmiendo.

-Por las dudas Manaka, será mejor que no le hables de esto a nadie. –Plantea Sotomura desde el otro lado de la extensión.

-Pero… ¿Por qué tanto misterio Misuzu?.

-Cuando hablemos personalmente te vas a dar cuenta. ¿A que hora vas a venir?.

-Bueno… pensaba pasar por una inmobiliaria, estoy buscando una nueva casa para irme a vivir con Tsukasa.

-A pesar de lo que estás haciendo seguís con esa idea. ¡Dejate de joder!. Venite para acá ya mismo. Después de que hablemos es posible que cambies de opinión… o que incluso puedas comprarte una casa propia… para vos y la persona que realmente amás.

-No sigas con esas cosas…

-Venite, quiero que hablemos. Así de paso nos visitás a todos que hace rato que nos tenés abandonados.

-Está bien, ya voy para allá. –Masculla resignado.

-

-

Junpei se viste para salir. Antes de salir del cuarto le comenta a su compañera que llamaron de una inmobiliaria para ofrecerle una vivienda. A cambio recibe un insulto, luego del cual ella se envuelve en las frazadas para ignorarlo hasta que sale del cuarto…

-

-

-No te olvidés de que a pesar de que sos un completo idiota te sigo amando.

-Si… lo sé. Cuidate, cerrá con llave al salir.

-Acá me quedo, hoy tengo el día libre así que podemos hacer muchas cositas hasta mañana.

-Si… bueno, ya vuelvo. –Dice Junpei antes de salir de la habitación.

-

-

Manaka camina por el barrio. El gris departamento de soltero en el que vive, ya le resulta bastante incomodo para él, que es un director de cine en crecimiento. Sus últimos trabajos tuvieron buenas críticas y a pesar de haber trabajado en algunas publicidades y programas de televisión, siente que aún no llega "la película de la consagración". Caminando por el barrio descubrió muchas casas hermosas y confortables, por lo cual tuvo la brillante idea de irse a vivir en una de ellas… pero lo que piden por una de ellas es exorbitante y para alquilarla debería contar también con el sueldo de su novia. Por eso es que le propuso a Tsukasa irse a vivir los dos juntos para de esa manera compartir los gastos de la vivienda e incluso ir planeando el casamiento… el problema de Junpei es que no se siente plenamente dispuesto a abandonar la soltería… tal vez por su pasado de indeciso con las mujeres, cree que ahora que la vida le da una revancha tiene que disfrutarla a pleno. Absorto en sus pensamientos, no presta atención a quien lo llama sino hasta que está a punto de atropellarlo…

-

-

-¡Prestá más atención Junpei Manaka!. –Escucha que le gritan.

-¡Perdón!, no vi por donde caminaba, disculpe… ¿Nos conocemos?. –Pregunta al darse cuenta de que fue llamado por su nombre por un completo extraño.

-Si, pero no por la reciente fama, sino porque estudiamos en el Izumizaka.

-¿En… serio?. –Cuestiona al ver el aspecto estrafalario de quien le habla.

-

-

El personaje con el que se topó Manaka, no es ni mas ni menos que el Adivino del "Santuario del amor" que se realizó años atrás en la secundaria Izumizaka. Sobre una mesa con cartas en medio de la vereda y vestido para la ocasión, con una larga tunica azul cubierta de estrellas y medialunas doradas junto a una capucha que le cubre la cabeza, se prepara para desafiar a Junpei…

-

-

-Si estamos acá hablando, es porque tu vida amorosa es un completo desastre… ¡y todo por no hacerme caso ese día!.

-¿De que hablás?. Después de varios años nos encontramos de casualidad acá en medio de la calle y salís con esa clase de disparates. Mejor me voy…

-¿Adonde vas a ir?. No te conviene alquilarte una casa en estos momentos. Las que van a ofrecerte no te van a gustar por su elevado precio o porque se encuentran en zonas desfavorables. Mañana va a salir una al mercado… te a gustar a primera vista, y por si fuera poco se encuentra muy cerca, muy cerca de tu verdadero amor.

-No tengo tiempo que perder. ¡Me voy!. –Exclama amagando irse.

-¡Esperá!. Conozco tu situación amorosa actual, te sentís muy solo y es por eso que…

-¡Nada!. No quiero escuchar nada más. –Protesta de cara al mago. -Tengo una importante entrevista y luego tengo que ir a… la inmobiliaria. –Dice Manaka sorprendido por la deducción del adivino.

-Tal y como lo dije. Mañana va a ser el mejor día para ir a ver casas. Hoy dedicale todo el tiempo a la persona con la que te vas a entrevistar…

-Esa persona no es más que una amiga. Jamás tuvimos interés amoroso el uno por el otro.

-Me refiero a la persona a la que tu amiga te enviará a visitar. –Agrega con un dejo de misterio. –Una muy especial.

-¡En serio!. –Grita Junpei. -¿Va a ser alguien que impulsará mi carrera cinematográfica?.

-Eso si las cosas salen bien. –Comenta mientras revuelve las cartas sobre la mesa, luego de lo cual levanta una, la observa y prosigue. –Habrá un pequeño problema… cuando vayas a encontrarte con esa persona vas a tener que prestar mucha atención al caminar… -Se interrumpe para dar vuelta otra carta. -Un incidente menor puede echarlo a perder todo.

-Si, si, como no…

-¡En serio!. Un mal entendido con la gente puede perjudicarte y provocar confusión en tu pensar. ¡Cuidá tus pasos!.

-Ajá, ¿Y qué más?. –Le espeta Junpei desconfiado.

-¿Qué que más?. ¡Incrédulo!. –Le reprocha el agorero. -Este encuentro no fue casual, te estoy indicando los pasos a seguir en estos momentos en que lo necesitás y encima no me creés. Para que veas que en verdad te estoy ayudando, te voy a dar una pista: "frutilla". Esa será tu clave de hoy.

-

-

Descreído por completo, Manaka le deja unos billetes arrugados al de las predicciones y sigue su camino. Este lo reprende diciéndole que volverá a buscarlo para pedirle ayuda en cualquier instante…

Ya alejado del adivino, Manaka comienza a imaginarse el porque de tan inesperada reunión con su antigua compañera de club. Si bien ella le anticipo algo acerca de las posibilidades de un trabajo en conjunto, siente que el posible trabajo sea la filmación de alguna publicidad o un cortometraje intrascendente. Cuando Junpei reacciona y sale de su meditación, se encuentra parado en la entrada de la productora de Sotomura. Sin pensarlo más, ingresa al edificio para encontrarse con la autoridad máxima…

Una vez más los gritos de Misuzu se descargan sobre la persona de Komiyama. Si no fuese por ella, la empresa productora se hubiese venido abajo desde hace mucho tiempo. La jefa ordena repetir la toma desde otro ángulo, de esa forma la luz destacará el producto que intensa venderse en esta oportunidad.

Junpei llega en el momento en que los gritos de Misuzu aturden al pobre de Rikiya, como se encuentran en un momento importante de la grabación, prefiere esperar a que terminen con las actividades. Minutos después, la voz de la directora indica el fin de la escena con lo cual Junpei siente que es el momento de acercarse, pero antes de eso, es Misuzu quien lo observa y lo saluda a la distancia. Junpei corresponde al saludo, acercándose a ella, además de saludar a sus viejos compañeros de escuela. Luego de ello, ambos se dirigen hacia una de las oficinas de la empresa para hablar a solas…

-

-

-Creí que no ibas a venir. Espero que estés preparado para lo que voy a contarte. –Comenta Sotomura en tono misterioso.

-No creo sorprenderme de nada. Contame lo que tenés para ofrecerme, ¿gaseosas, ropa, zapatillas, un champú?. ¿Qué tipo de producto tendré que publicitar esta vez?.

-No digas pelotudeces. Esta vez es en serio. Hay una persona que está muy interesada en contratarnos, quiere que hagamos una película basada en una novela inédita que acaba de terminar.

-Si, como si tal cosa existiera. ¿Quién nos va a querer contratar?. –Exclama escéptico Manaka

-Te sorprenderías y mucho si te lo dijera. Es por eso que prefiero que negocies con ella directamente. –Expresa Misuzu.

-¡Momento!. ¿Dijiste "ella"?. ¿Es una mujer la interesada?.

-¡Obvio que si tarado!. Si dije "ella" es porque es una mujer la interesada en contratarnos. Yo ya hablé con ella y mi parte ya está finalizada. Uno de sus pedidos para hacer la película es que seas vos quien la dirija.

-Aja, pero… ¿y si no quiero hacer esa película?.

-A mi mucho no me afectaría, pero vos te vas a arrepentir toda la vida… -Advierte la productora. –Ya que me ocuparía personalmente de hacerte sufrir por ello.

-Bueno… creo que será mejor que hable con la escritora esa. –Dice Manaka al darse cuenta de que no tiene muchas opciones. –Contame algo de ella.

-Mucho no te voy a contar, cuando la veas te vas dar cuenta de todo. Lo que si, te adelanto que se trata de Ichigo San, la escritora de cuentos infantiles.

-¡Bah!. Mirá si una tipa que escribe cuentos para pendejos va a ser una novelista importante. Mejor me voy…

-Mejor te vas a esta dirección antes de que te rompa la cara de un golpe. –Ordena Misuzu dándole un papel.

-Bueno… pero antes quiero hablar con Hiroshi. –Comenta al ver que no tiene escapatoria.

-¿Para que querés verlo?. Si pensás que va a decirte algo acerca de esta escritora estás equivocado, juró que no te diría nada.

-¿Él sabe de quien se trata?.

-Así es. Estuvo conmigo durante la entrevista y está de acuerdo en la realización de este proyecto.

-

-

Sin mucho más que decir, Junpei se levanta de la silla y se acerca a la puerta. Antes de salir de la oficina, Sotomura le recuerda que se trata de una oportunidad única y que no la desaproveche, ya que otras empresas podrían arrebatarles la posibilidad de realizar este film. Sin prestarle más atención, Manaka sale en busca de la cuentista misteriosa.

Un viaje corto en tren, una caminata y el misterio se revela… o eso cree Junpei. Absorto en sus pensamientos, no llega a escuchar los gritos de la gente alarmando a los demás para que persigan a un arrebatador que le robó la cartera a una mujer. El delincuente corre por la vereda esquivando a los peatones, hasta que tropieza con uno que venía pensando en cualquier otra cosa… menos en cuidarse en la calle. El ladrón choca contra Manaka provocando que ambos caigan al suelo. El forajido logra incorporarse rápidamente y sale corriendo, siendo interceptado por las fuerzas de la ley unos metros más adelante. Junpei, algo mareado por la caída, no escucha con claridad lo que le hablan, con la vista algo nublada, logra asirse a algo, que él confunde con una bandera publicitaria pero resulta ser el jumper de una estudiante de secundaria. Ante el grito de la chica, Junpei espabila, pero al intentar disculparse recibe una rociada de pimienta en aerosol en la cara…

Cuando logra reaccionar, se encuentra cara a cara con un oficial de policía, que lo mira desconfiado. Manaka se ataja pensando que el oficial pretende arrestarlo por manosear a una estudiante, pero este le dice que se salvó debido a que otras personas lo defendieron y la chica reconoció su error. Más tranquilo, pero algo confuso y aturdido, Junpei se dirige hacia donde lo espera Ichigo San…

Al llegar al café en donde Junpei debe encontrarse con la autora misteriosa, se anuncia en la puerta y uno de los mozos lo lleva hasta la mesa en donde se encuentra la escritora. Manaka, aún con la vista irritada, logra distinguir a una mujer con gruesos anteojos y el pelo atado en una enorme trenza. Siente que los oídos le zumban ante cada palabra de la señora… la voz chillona de la novelista lo irrita aún más, pero no puede echarse atrás ya que debe escuchar todo lo que la mujer le proponga para rechazarlo de la mejor manera posible ante Sotomura. Una a una las palabras de la escritora se van sumando, a ella se la ve muy entusiasmada con el proyecto, pero Manaka no manifiesta nada, incluso hasta demuestra su fastidio a quien tiene enfrente. Ichigo San manifiesta sus ideas y le pide su opinión a su interlocutor, pero este se mantiene impávido y frío ante ella; cosa que sorprende a Manaka ya que no entiende el porque de esa mujer que tiene enfrente y que no le interesa en lo más mínimo la fantasía de realizar una película con una novela que, a gusto del cineasta y por lo poco que escuchó, le parece pésima. Pasado un rato prudencial, y cuando parece que la escritora apaciguó su entusiasmo, Junpei la corta de repente…

-

-

-Ya está bien.

-Entonces Manaka decime, ¿Qué te pareció mi idea?.

-No quiero desilusionarte, pero me parece que a la novela le falta algo… no sé como decirlo… algo como… digamos, un argumento más sólido, contundente.

-¿Pero se puede mejorar eso en la adaptación cinematográfica?. –Insiste la escritora entusiasmada.

-No lo sé, a lo mejor si, a lo mejor no, quien sabe.

-Bueno… trataré de reforzar lo que sea necesario. –Comenta la novelista un tanto inquieta.

-Como quieras… -Dice Junpei levantándose del lugar. –Me voy, tengo otros asuntos que atender.

-Pero… ¿Cuándo nos volvemos a encontrar para seguir con el proyecto?.

-No sé, igual no te preocupés, yo te llamo. O te llama Sotomura, adiós.

-

-

El cineasta se retira de la mesa y sale del establecimiento. La prosista permanece en el lugar preguntándose porqué Manaka la trató tan fríamente y su idea le resultó tan poca cosa. Antes de que sus lágrimas le empañen la visión, solicita al mozo que le traiga otro café, toma su notebook y comienza a realizar unas correcciones a la novela presentada al director.

Manaka, algo recuperado en sus sentidos, siente que sucedió algo terrible. Sin tener muy en claro lo conversado entre la escritora y él, toma un taxi, y mientras a bordo del vehiculo comienza a recuperar la totalidad de los sentidos, toma conciencia de las palabras del adivino, quien le advirtió que un hecho fortuito podría alterar sus facultades. Al llegar al destino indicado al taxista, Manaka ingresa a la inmobiliaria. El empleado que anteriormente contactó a Manaka telefónicamente, le enseña en carpeta algunas de las casas que llegaron en el día de la fecha, pero ninguna convence a Junpei, cuando no es por el precio es por encontrarse alejada de la estación o simplemente porque no le agrada el aspecto de la vivienda. Sin más que ofrecer, el martillero le brinda la posibilidad de volver al día siguiente para encontrar las novedades de mercado. Desganado, rumbea hacia su casa, pero en vez de eso decide enfilar hacia cierto restaurante para un almuerzo demorado.

Al llegar al restaurante, se acomoda en su lugar de siempre, pero en vez de encontrarse con quien esperaba verse, es uno de los empleados quien lo atiende. Con más hambre que ganas de investigar, Manaka hace su pedido. Finalizado el almuerzo, paga y abandona el lugar. Para variar, decide volver por un camino diferente, así de paso recorre el barrio y busca alguna casa que sea de su agrado. Caminando va descubriendo nuevas escenas para futuras películas, encuentra personajes variados, imagina en cada nube una historia para filmar, hasta que en una esquina encuentra una casa que parece destacar por sobre las demás, debido a su amplio y colorido jardín. Casi enfrente a esa casa, hay otra que si bien no es tan suntuosa como la anterior, le llama la atención por encontrarse también dentro de un jardín florido. Una mirada profunda le devuelve la visión de un barrio muy lindo, en el cual la mayoría de las casas tienen extensos y vistosos jardines. Recuerda que el sitio en que se encuentra no está muy alejado de la estación, por lo que sería un lugar muy agradable para establecerse, pero vuelve a la realidad cuando calcula lo que le costaría pagar un alquiler en ese barrio, o bien comprar una casa.

De regreso a su departamento, Junpei se sorprende al no encontrar allí a la persona que esperaba. Igualmente, prosigue con su rutina de leer el diario del día, realizar llamadas de trabajo y leer algunos proyectos cinematográficos, entre ellos el que alguna vez soñó junto a Aya Toujo.

Concentrado en la lectura, no se percata sino hasta un buen rato, de que alguien llama a su puerta. Al abrirla, encuentra el embravecido rostro de Sotomura Misuzu…

-

-

-¡Hasta cuando pensás seguir siendo tan idiota!. –Le grita en la cara.

-¡Eh, pará!. No sé de qué me estás hablando…

-¡De que va a ser!. ¿A dónde te mandé hoy?.

-¡Ah si!. A ver a la vieja esa, Ichigo San.

-No, si la idiotez ya te supera. Se ve que no te importa seguir hiriendo a Aya.

-¿Qué estás diciendo?. Yo a Aya no la vi para nada.

-¡Tarado, idiota, imbecil a más no poder!. –Le reprocha la productora. –No te das cuenta de nada. Ichigo San es ni más ni menos que el seudónimo de Aya. Hoy te mandé de sorpresa a verla porque quiere filmar su novela junto a vos, y la rechazaste como el mejor de los infelices.

-¿Qué hice que cosa?. -Exclama sorprendidísimo el cineasta.

-

-

Sotomura empuja a Junpei y se abre paso al departamento del director. Una vez dentro, se sienta junto a la mesa principal y empieza a tamborilear los dedos, como pidiéndole explicaciones al joven por la absurda actitud hacia su antigua compañera de secundaria…

-

-

-Continuará.

-

-

Como dije al comienzo del fic, después de casi tres años estreno un fic. Ojalá pueda actualizar más seguido… insisto, eso espero. Antes que nada les comento que el fic está basado en los hechos del final del manga, aunque algunas cosas no lo parezcan, como el hecho de que Satsuki se encuentre en Tokio… cada caso se explicará a lo largo del fic, ¡sean pacientes!. Otra aclaración, es que por primera vez le pongo un título a cada capítulo. Sucede que el primer título que pensé para el fic fue simplemente "Ichigo-san" ya que iba a estar basado en la relación entre Junpei y Aya, pero… ahora no sé con quien se quedará… pero escuchando una canción de Tormenta (por que se parece a mí) encontré el título ideal, así como la idea de que cada capítulo tenga su nombre. En fin… si todo va bien nos veremos pronto con el capítulo dos. Y si no, nos veremos cuando sea… ¡Saludos!

-

-

Julian Manes

-

-

Quiero tenerte para mí. Febrero 2010. Los personajes no me pertenecen, son propiedad de Mizuki Kawashita, Shueisha y sus respectivos productores de TV y editores.