El personaje visto aquí no me pertenece, es propiedad de J.K Rowling.

Este fic participa en el minireto de octubre para "La Copa de las Casas 2014-15" del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black.


El agua, el agua que te libera y te da paz, el agua que limpia y es ligera, el agua que es capaz de arrastraste hasta el fondo y asesinarte con tal sutiles que no sentirías dolor. Severus Snape siempre, o más bien, desde que tenía unos escasos quince años lo había descubierto, el agua era hermosa y a la vez peligrosa, era algo a lo que le debía de temer.

Tal vez lo había notado realmente cuando James Potter lo había alzado por los aires y lo había arrojado al lago negro para "darle un sustito", claro, que con lo que no contaba el Gryffindor era con que el Slytherin no supiese nadar.

Después de que casi se ahoga en aquella ocasión no volvió a ver el agua de la misma manera, su sala común pasó de ser su guarida contra tontos a ser una cárcel. La humedad mesclada con la vista de las ventanas hacia el lago lo asfixiaban y para colmo su suerte no cambiaba, pasaba de ser un estudiante de Slytherin a ser un maestro de pociones en las mazmorras donde había tanta o más humedad que en su sala común, posteriormente también se convirtió en jefe de la casa de las serpientes, pasaba su vida metido en un tormento.

El agua le resultaba atrayente pero por nada del mundo se atrevería a acercarse mucho, en silencio solo podía envidiar a aquellos alumnos que nadaban en el lago con tanta libertad en los días calurosos de verano, mientras él debía enfrascarse en su túnica negra y aguantar todo el calor sin poder remojar su piel en la frescura que el agua a la cual tanto temía ofrecía.

Había pensado incontables veces en ir a algún psicólogo muggle, pero desechaba la idea al instante, él no necesitaba ayuda de nadie para superar sus temores, el solo se necesitaba a sí mismo y algún lugar poco hondo por dónde empezar.