~El Sistema~
La verdad es que Hitoshi no estaba seguro de todo aquello, le parecía demasiado utópico que hubiera un sistema que, mediante varias relaciones arregladas y de duración variable, pudiera crear un perfil suyo tan sofisticado que le encontraría a su "pareja definitiva".
"¡Con 99.8% de fiabilidad!" anunciaba orgullosamente la publicidad.
A él todo le sonaba cómo a truco de marketing.
No obstante, como bien le había señalado Izuku, aquello se parecía lo suficiente a las citas para no ser del todo incómodo y tenía el plus de saltarse el difícil "encuentra una persona que te parezca atractiva y pídele una cita".
Así que había accedido a entrar al sistema junto con su mejor amigo; aunque aquello no había durado, casi inmediatamente los habían separado a todos y cada quien por su lado.
-"¿Qué es lo peor que puede pasar?"- pensó una vez solo, bueno, con excepción de su "Tutora": el pequeño aparato oval que registraría todos sus datos y que le serviría de guía a través de la experiencia.
-Ve al centro, Hitoshi- dijo el dispositivo con voz femenina.
-Hn- hizo un ruido involuntario comenzando a caminar hacia la ciudad llena de luces.
-¿Sucede algo, Hitoshi?- preguntó el aparato, calibrado para detectar cada una de sus reacciones.
-No es nada...sólo es un poco extraño que alguien que acabo de conocer me llame por mi nombre de pila- contestó intentando no sonar quisquilloso.
-Técnicamente no soy alguien-
-Lo sé, Tutora-
Pasaron unos segundos de silencio, comenzaba a entrar a las calles de la ciudad.
-¿Preferirías que te llamara Shinsou?- inquirió Tutora.
-De ser posible- contestó con un ligero suspiro de alivio- ¿Ahora hacia dónde?-
-Sigue derecho otras tres calles, Shinsou-
Finalmente llegó a un restaurante lujoso (que le hizo sentir mal vestido con sus jeans y sudadera), le indicaron su mesa y se sentó a esperar.
-¿Ahora qué?- le susurró a Tutora mientras miraba disimuladamente alrededor, el lugar estaba lleno exclusivamente de parejas, sin duda todas partícipes del sistema.
-Debes esperar a tu cita, no debe tardar mucho, sólo faltan tres minutos antes de la hora fijada- contestó el dispositivo.
-¿Sabes quién es?- preguntó con curiosidad.
-No puedo revelar su identidad hasta que no se presente- fue la respuesta.
-Genial- dijo con sarcasmo, sus nervios estaban creciendo con cada segundo que pasaba- ¿Qué hay de la fecha de expiración? ¿Hay algún estándar para la primera cita?-preguntó intuyendo una nueva evasiva.
-La duración varía dependiendo de la persona y sólo es visible bajo autorización dactilar simultanea de ambas partes- explicó Tutora con esa voz calma y paciente con la que le habían programado.
Iba a responder con otro sarcasmo, cuando una voz le llamó.
-¿Hitoshi?-
Al levantar la mirada se encontró con la expresión confundida de Izuku.
-Bien, esto es incómodo- dijo el ojiverde con una sonrisa nerviosa.
-Sí, lo es- concordó manteniendo una cara neutra.
Era cómo si el sistema quisiera restregarle en la cara su crush (hace mucho superado, muchas gracias) de hacía tres años.
Ya comenzaba a detestarlo.
Para fortuna de ambos, no era la primera vez que salían juntos a comer (aunque casi siempre los acompañaba al menos otro de sus amigos) y la velada pasó a ser otra de tantas.
Excepto que cuando llegaron a su hogar provisional y vio la enorme cama matrimonial que les habían otorgado recordó de golpe que se suponía que eran una pareja (al menos por las siguientes 12 horas, de acuerdo con la fecha de expiración que habían revisado antes de empezar a comer).
Aquello le sentó mal al estómago, algo que no guardaba ninguna relación con el físico o personalidad de Izuku, sino al hecho básico de que era su mejor amigo y no guardaba sentimientos románticos hacia su persona. Le causaba ligeras náuseas pensar en que aquello hubiera durado más y que a ojos públicos fueran una pareja más.
También ayudaba saber que el sexo no era una actividad obligatoria.
El pequeño peliverde insistió en que ambos usaran la cama, era lo suficiente grande para que no tuvieran que tocarse, y Hitoshi aceptó porque sabía que necio podía ser el otro, no obstante, la verdad es que en cuanto notó que Izuku se había quedado dormido se fue al sillón.
-¿Qué carajos con esto?- murmuró mirando el techo.
-Debemos evaluar tu reacción a distintos tipos de situaciones y relaciones para expandir tu perfil y encontrar tu pareja definitiva- contestó Tutora, siempre dispuesta a ayudar.
-Era una pregunta retórica- gruñó.
A la mañana siguiente se pararon enfrente de su hogar provisional, esperando que los últimos segundos se agotaran y fueran libres de separarse.
Por lo general, no le importaría pasar tiempo con el peliverde, pero se suponía que ambos estaban ahí para buscar una pareja real y definitivamente no la iban a encontrar estando juntos.
-Fue una noche agradable- comentó Izuku.
-No mientas, fue lo más incómodo que hemos hecho y estoy incluyendo esa vez que te encontré besandote con ese chico en nuestro dormitorio- rebatió haciendo una mueca.
-Tienes razón- admitió Midoriya con las mejillas un poco rojas.
En ese instante sonaron sus Tutoras, avisando que el tiempo había expirado.
-Suerte, Hitoshi- le deseó Izuku a modo de despedida.
-Lo mismo te digo- contestó antes de partir- "Juro que si me ponen en una relación con otro de mis amigos, voy a saltar el muro sin importar un carajo lo que opinen los demás"-pensó amargamente.
No había dado ni treinta pasos cuando su dispositivo sonó.
-¿Qué? ¿Tan rápido me han encontrado otra cita?- interrogó incrédulo.
-Sí, toma rumbo al restaurante de la vez anterior- respondió Tutora.
Suspiró.
Creo que, para cualquiera que haya visto "Black Mirror", será obvio de que capítulo es este AU; pero no se preocupen, tampoco es necesario haberlo visto.
