Los personajes de Saint Seiya son propiedad de Kurumada-sempai. Yo solo los tomo prestados para reír un rato.

La verdadera historia del Santuario

Templo Principal. Sala del Patriarca. Trece años antes de la batalla de las doce casas.

El Patriarca Shion se encuentra sentado en su trono tapándose los oídos. ¿Por qué se tapaba los oídos? Si agregamos sonido a la escena podremos oír el llanto de un bebe. Uno muy molesto.

-Nadie me dijo que Athena lloraría tanto… ¡Ay! ¿Por qué no me morí en la guerra anterior?- se lamentaba el lemuriano mientras intentaba mitigar el dolor de cabeza y el cansancio que llevaban días acosándolo.

-Gran Patriarca- dijo un guardia entrando a la estancia. –El santo de Géminis desea verlo.

-Hágalo pasar- mientras el guardia iba a informarle a los santos, Shion mascullaba por lo bajo –¿Y ahora qué demonios quiere?

-Patriarca- la voz de Saga de Géminis, de quince años, sonaba preocupada y por su respiración se podía notar que había estado corriendo.

-¿Qué pasa Saga?- pregunto manteniendo su porte.

-Estábamos jugando a las escondidas con los pequeños y Kanon acabó encerrado en Cabo Sunion, necesito la llave para sacarlo- lo que le faltaba, que ese grupo de mocosos decidieran actuar como niños. Hacía tres días que Athena había aparecido y justo se les había ocurrido a los demás comenzar a actuar como niños.

Le dio la llave y Saga salió de la habitación prácticamente corriendo.

Ya solo, el Patriarca tomo una decisión. Se transporto a su habitación y comenzó a hacer su maleta.

Cabo Sunion

-No te preocupes Kanon, acá estoy- le dice Saga a su hermano que se esfuerza por no dejar que la corriente lo arrastre.

Saga prueba la llave pero no sirve.

-¡Mierda!- grito ante la frustración de no poder abrir la puerta.

-¿Qué pasa Saga?- pregunto Kanon comenzando a desesperarse.

-No es la llave, aguanta. Buscare la correcta- le dijo corriendo de nuevo al templo del patriarca.

Templo del Patriarca.

-Patriarca- llamo Saga entrando a las estancias privadas al no encontrar a Shion en el Salón principal. –La llave que me dio no…- se quedo callado al ver al lemuriano vestido como civil y con varias maletas. -¿Qué hace?

-Eres el nuevo patriarca- le dijo arrojándole la máscara y la túnica –y una de estas debe ser la llave de Cabo Sunion –le dijo arrojándole unas 5oo llaves juntas. –Yo renuncio- dijo desapareciendo.

En ese momento Aioros de Sagitario entró buscando a Saga. Lo encontró sosteniendo la máscara del Patriarca y con la túnica y las llaves a los pies.

-Saga… ¿Qué paso?

-El patriarca renuncio, dijo que yo sería el nuevo patriarca- le dijo el de Géminis todavía sin creer lo que acababa de pasar.

-¡Ah no, eso no!, yo quiero ser el patriarca- dijo Aioros tomando la máscara e intentando quitársela a Saga.

-¡No, el patriarca dijo que yo lo seria!- contesto el otro tirando del objeto.

-¡Dámela Saga!

-¡Que no Aioros!- ambos santos tironeaban la máscara intentando arrebatársela a su compañero.

-¡Dame!

-¡No!

-¡Yo seré el patriarca!

-¡En tus sueños!

-¡Que me la des!

-¡El patriarca me la dio a mí!

-¡No importa!- en ese momento escuchan un llanto provenir de la habitación de al lado.

Se miraron un momento y comprendieron que, el que fuera patriarca tendría que cuidar de la ruidosa bebe. Saga soltó la máscara dándosela a Aioros.

-¡Toda tuya!

-¡Ah no Saga, el patriarca te dejo a ti!

-¡Pero tú dijiste que querías serlo!

-¡Pero tú eres mayor!

-¡Pero tú querías!

-¡Pero el patriarca te dejo a ti!

-¡Tómala Aioros!

-¡No Saga!

Ambos soltaron el pedazo de metal y se quedaron mirándose. El llanto de la bebe les taladraba los tímpanos y ambos, cubriéndose los oídos, se dirigieron a la habitación de Athena. Saga vio un sonajero con forma de daga (regalo de Ares para su pequeña hermanita) y comenzó a moverlo sobre la bebe para llamar su atención logrando que la peli morada llorara aún más fuerte.

Aioros alzó a la bebe para intentar callarla. Pero ella seguía aumentando el llanto.

-Por ahí si ve al patriarca se calme- dijo Aioros. Saga salió de la habitación y se vistió con la túnica y la máscara y volvió a hacer sonar el juguete.

-Eso no sirve- le dijo al tiempo que alejaba a la bebe e intentaba alejar el juguete de un manotazo y quitándole la máscara a su compañero, por accidente, que se cubrió los ojos de la luz.

En ese momento Aioros vio que el cabello de Saga estaba gris y no pudo aguantar la risa.

-¡¿Qué? - grito el otro enfurecido.

-No sabía que te teñías el cabello- dijo sin dejar de reír. Al parecer la risa del de Sagitario calmó a la pequeña pero enojo al otro, que de inmediato lo atacó con la explosión de galaxias. Aioros lo esquivó cubriendo a la diosa.

-Saga no te pases- le recriminó.

-Perdón Aioros quería darle a la araña que estaba el costado pero todavía no veo bien- le dijo refregándose los ojos. La diosa empieza a llorar de nuevo para desespero de los otros dos.

En eso Shura entra cubriéndose los oídos y ve al patriarca tapándose los ojos, un agujero en la pared y a Aioros con la pequeña. No tardo mucho en atar cabos y supuso que su compañero intentaba secuestrar a Athena.

-Aioros, ¿Qué haces?- preguntó consternado

-No es lo que piensas Shura- intentó decir Aioros, pero Shura lo atacó. Saga seguía sin poder ver bien y los llantos de la bebe le impedían escuchar lo que los otros decían. Aioros escapó por el hoyo en la pared cargando a la bebe.

-No se preocupe Patriarca yo detendré al traidor- le dijo Shura. Ahora que el lugar estaba en silencio Saga podía oírlo pero no entendió lo que dijo.

-Pero Shura…

-Yo detendré a Aioros y salvare a Athena.

-Pero Shura…- pero el español no lo escucho, salió detrás del de Sagitario. –Que se arreglen entre ellos- dijo haciendo un gesto con la mano restándole importancia. -¿Qué estaba haciendo yo antes de todo esto?- pensó un momento y luego sus ojos se abrieron de par en par -¡Kanon!- salió corriendo a buscar las llaves e intentar liberar a su hermano.

En algún lugar en las afueras del Santuario.

Un hombre, gran empresario japonés, se paseaba admirando los restos de la arquitectura Griega.

En otro lugar en las afueras del Santuario, no muy lejos de allí.

-Entrégate Aioros y te perdonare la vida- decía Shura con su Excalibur en alto manteniendo al griego acorralado.

-No entiendes Shura, el patriarca se fue, el que vos viste era Saga, intentábamos hacer que Athena dejara de llorar, nos estaba enloqueciendo…- intento defenderse.

-¿Enserio?- pregunto Shura bajando la Excalibur. La bebe volvió a llorar con fuerza. Ambos dorados se taparon los oídos.

-Aioros has que se calle- gritaba Shura.

-No sé cómo- respondió el de Sagitario retrocediendo y resbalando con una roca.

-¡Aioros!- grito Shura olvidando a la bebe al ver a su amigo caer entre las ruinas. -¿Estás bien?- pregunto al verlo caído entre los pedazos de viejas columnas.

-Estoy bien pero tengo una idea- le grito desde abajo –Arrójame a la bebe- Shura, arto del ruido, hizo lo que Aioros le pidió.

En el primer lugar en las afueras del Santuario.

-Señor- decía un lastimado Aioros cargando con su armadura y la bebe. El empresario japonés que antes paseaba por el lugar se quedo mirando al joven.

-Por favor lleve a la bebe, protéjala, quieren matarla- dijo arrastrándose un poco y al borde de la muerte.

El hombre tomó a la bebe y Aioros murió. El viejo vio su oportunidad y se robo la armadura de oro. Aioros no podía hacer nada. El hombre se fue.

En el lugar donde espera Shura.

Aioros venia enfurecido limpiándose la tierra que se le había pegado en la caída.

-¿Y bien?- pregunto el español.

-Me saque a la bebe de encima pero el viejo se robo mi armadura

-¿Por qué no se la quitaste?

-Porque estaba 'muerto' tonto- le contestó haciendo comillas con los dedos en la palabra muerto.

-¿Y ahora? Si volvemos sin la armadura de Sagitario todos van a hacer preguntas y se van a enojar- le dice el capricorniano mientras ambos sujetan sus barbillas en señal pensativa.

Templo del Patriarca

Saga escuchaba la historia de Shura y Aioros, y su idea.

-Es una excelente idea y cubre todo pero…

-¿Pero qué Saga?

-¿Qué va a pensar Aioria?- le pregunto el Geminiano a su amigo.

-Que importa, es tanto o más molesto que Athena… y como se supone que estoy muerto yo me largo- dijo volteándose con los brazos detrás de la cabeza y comenzando a caminar a la salida.

-Maldito suertudo- dijeron los otros dos.

El resto es la historia que todos conocemos…

Fin…

En algún lugar de las Bahamas.

-Esto es vida- decía Aioros sentado en una reposera y con una bebida en la mano. Llevaba una remera floreada y lentes de sol.

-Te apoyo- le dijo un hombre de cabellos verdes vestido de la misma manera y también sosteniendo un trago.

-¿Cree que a Saga le este yendo bien Patriarca?- pregunto Aioros sentándose.

-Sí, la debe estar pasando muy bien- contesto el mayor bebiendo su trago.

En el Santuario.

-Milo deja eso- gritaba el 'Patriarca' al pequeño niño de 7 años. -¡Aiora baja de ahí!- le gritaba ahora al otro niño. -¡Mu, no tele transportes eso! ¡Shaka regrésale sus sentidos a Shura! ¡Mascara no molestes a Afrodita! ¡Maldito Aioros, te toco la mejor parte!- se quejaba Saga mientras los demás causaban destrozos en el Santuario.

Espero les haya gustado. Yo en lo personal me divertí mucho… Errr… No voy a pedir nada ¬¬ pero, y siempre hay un pero, si quieren dejar Review no me enojo. :P

¡Hasta la próxima!