Y sí, puede que los bandos ahora sean diferentes, mi amor,
Puede que no sea lo innegable todo lo que hemos sufrido,
Pero observa a tu alrededor y dime que no ves nada, que estás ciego por el rencor y el odio hacia la dicha de la suciedad humana.
Dime que no ves lo que yo, las almas corrompidas en este mar de negativas emociones y sensaciones.
Dime que sigues confiando en ellos, a pesar de todo el dolor y desesperación que te han hecho pasar.
Eres demasiado bondadoso como para darte cuenta de que todos llevan una máscara que no pueden quitarse,por más que te empeñes en...
Oh.
Ya entiendo.
¿Tú lo sabes, verdad?
¿Tú también lo ves, no es cierto?
Aún así intentas protegerme con tu vida, cariño, y no te das cuenta de que quien necesita ser salvado eres tú.
Ah...
Pero...
Te amo demasiado como para hacerte daño.
Y te amo lo suficiente como para querer salvarte.
Es interesante como ves las cosas, amor.
Como si lo único que fuera bueno en el mundo fuese yo...
¿Acaso no lo ves?
Te estás poniendo en peligro, arruinando tu vida solo por mi.
¿Y luego qué?
No es lo mismo que cuando éramos niños, cuando jugábamos a las escondidas en Sanguimen con los niños dando vueltas en nuestro alrededor.
A mi también me duele.
Siempre me ha dolido.
En esa ocasión te dije que no quería ir contigo, aquí está el razonamiento de mis pasadas palabras:
Entre el amor y el odio hay sólo un paso. Pero hay veces que odiamos tanto que, olvidamos como se siente el amor.
¿Lo entiendes?
No.
Seguramente no.
Siempre escuché que era mejor amar y haber perdido que no haber amado nunca. Es mentira. Preferiría nunca haberme enamorado de ti porque no fue nada agradable el sentir que te perdía para siempre.
Pero...
Te amo demasiado como para hacerte daño...
Y te amo lo suficiente como para querer salvarte.
Y en medio de todo el caos y toda la desesperación, sus miradas volvieron a encontrarse, con una letra escondida que cantaba mil secretos, sólo entre ellos dos, rodeados de la muerte y la miseria, aquellos que lograron encontrarse a pesar de la cruel respuesta de la vida.
¿Lo entiendes?
Te amo.
Te amo demasiado como para que mi corazón soporte el dolor de perderte.
No quiero que me secuestres otra vez...
¿Por qué...?
Necesito salvarte.
Tú necesitas ser salvado.
Estás sufriendo, Mika.
¿Acaso tú no,Yuu-chan?
Eso es cierto, pero tú estás sólo. Ven conmigo.
No. Estás siendo usado.
¡¿Y eso qué importa si significa que puedo mantenerte a salvo...?!
Significa mucho Yuu... Más de lo que mi sucio corazón puede soportar.
Entonces deja que te ayude.
No puedes hacerlo.
Te apoyaré.
Es demasiado... Tarde...
Te admiraré.
¡Yuu-chan!
Te amaré, como estoy haciendo ahora mismo y siempre haré. Llevamos el mismo apellido y me encargaré de seguir llevándolo aún si eso significa mi propia vida.
¡Yo nunca...¡
Déjame salvarte Mika.
Y esos y miles de pensamientos surcaron las almas unidas de los jóvenes, uno rodeado de falsas máscaras y llorosas marionetas y el otro entre sucios y crueles titiriteros, que los separaban a la fuerza, sin ningún reparo.
Es por eso que...
Te amo demasiado como para hacerte daño...
Y te amo lo suficiente como para querer salvarte...
Porque...
Mika...
Yuu-chan...
Te salvaré.
