Es Un Ángel o Es Mi Vida.
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N/A: bueno un fic que estuvo rondando en mi cabeza por varios días y se me ocurrió escribirlo.
TODOS LOS PERSONAJES QUE SE MENCIONEN NO ME PERTENCESEN SON PROPIEDAD DE SUS RESPECTIVOS AUTORES
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El Día De Mi Renacer.
Siempre he creído que los ángeles no existen, la gente solo los utiliza de forma que los haga ver especiales, que se sientan importantes a la vista de los demás. Siempre escucho historias de ellos, que llegaron para iluminar su vida, que siempre las cuidas, cosas por el estilo.
Una vez hubo una historia la cual me llamo la atención. Era una muchacha de no más de 19 años, su vida era solitaria, no tenía a nadie, su vida de pequeña fue horrible, el solo recordar me dan ganas de llorar.
Básicamente a sus 9 años su madre la corrió a la calle luego de que su hermana gemela falleciera.
No olvido ese día que la encontré.
*FB*
Corría…
-¡déjenme en paz!...
Mi corazón estaba acelerado a más no poder….
-¡NO TE ESCAPARAS!...
El agotamiento estaba llegando a mí…
-no…puedo…más…
Me detuve…
-ERES MIA PRECIOSURA….
Me metió en un callejón y cerré los ojos esperando lo peor…pero nada llego, abrí un ojo para ver qué era lo que pasaba. Pude ver a una niña pequeña de, al parecer mi edad, empujando a aquel hombre que me estaba persiguiendo. La niña no parecía estar bien se veía pálida y un sonrojo que parecía indicar que tenía fiebre. Vi como un tipo saco una navaja y se la clavó en el estómago. Quede horrorizada, la niña cayo a suelo encogida, escupiendo sangre y temblando.
Aquel hombre de nuevo se acercó a mí, a paso lento, tomo mi cara, la navaja llena de sangre fue colocada en mi cuello. Sentí aquel metal que cortaba poco a poco mi piel.
Mi mirada viajo hasta la niña en el piso que parecía perder más y más sangre, su mano se movió lentamente para alcanzar una botella de vidrio que estaba cercas. El segundo hombre que estaba vigilando que nadie llegara así que no se dio cuenta de lo que pasaba.
Regrese la mirada y se comenzaba a nublar, el metal que seguía cortando lentamente mi piel seguía derramando mi vida. Tome la mano del hombre en un vano intento de alejarlo, pero me fue imposible. Cuando estaba a punto de perder el conocimiento el tipo cayó al piso con su cabeza sangrando. Yo caí al suelo respirando irregularmente.
Ella, esa pequeña niña estaba de pie con una botella rota en su mano, y con la otra sosteniéndose su herida sangrante. El otro tipo escucho y rápidamente regreso, se abalanzó sobre nosotras pero ella lo amenazo con la botella.
-vamos….l-levántate….
Me susurro sin apartar la mirada del sujeto aquel.
Me levante y salimos corriendo siendo de nuevo perseguidas. Mi salvadora estaba más pálida de lo que estaba antes. Sus manos ya eran totalmente rojas al igual que su ropa, que por ser blanca, se veía toda la sangre chorrear al piso.
Ya no podía correr estaba temblando tanto que cayó al piso, la ayude a levantarse y seguir corriendo. Bueno casi corriendo. Estábamos cercas de mi casa, solo faltaba unas cuadras más.
Voltee y el tipo nos estaba a punto de alcanzar. No podía, ya no podía resistir más. Pero esa niña arriesgo su vida por mí. Ella cada vez respiraba más lento y su agarre se iba aflojando.
No, no, no, no puede ser está muriéndose, tenía que llevarla a mi casa para que mis padres la pudieran ayudar, pero ese tipo sigue detrás de nosotras. Mire a la misteriosa niña. Y casi me pongo a llorar, luchaba por mantener los ojos abiertos y por respirar, no pude evitar abrazarla más fuerte.
Tropecé y caímos al suelo, respirar se me hacía muy difícil, la mire, tenía hilillos de sangre en la comisura de sus labios y sus ojos entre abiertos.
Este era nuestro fin y yo tenía la impotencia de no poder ayudarla en su estado delirante. Cuando el hombre por fin nos alcanzó solo veía sombras. Se acercó a ella y le golpeo la cara con su puño desquitando toda su furia, a punto de rebanarle el cuello una segunda sombra llego y lo alejo de ella.
-~Nanoha~…
Las voces eran un eco, mis ojos vidriados se abrieron despacio contemplando a mi hermano Kyouya.
-a-ayu…dala…
Susurre sintiendo mojado mi cuello y volteando a verla. Un pequeño charco de sangre se estaba formando debajo de ella. Me asuste al ver que no se movía.
Mi hermano me tomo en sus brazos con la intensión de llevarme al hospital pero lo detuve.
-espera…
-¡que sucede!
Estaba asustado colocándome algo en el cuello para que dejara de sangrar.
-¿Qué hay de ella?...
No podía dejarle ahí muriéndose.
-¿la conoces?...
-no, pero…
-perdóname que te diga esto pero me preocupas más tu que una extraña que valla a saber de dónde es….
Jamás creí que mi hermano fuera así, viendo que la niña se movía débilmente, mire a mi hermano con algo de furia.
-jamás te creí capaz de hacer algo así, y, para que sepas esa extraña me ha salvado la vida…
Medio grite desesperada por que con cada segundo que pasaba a ella se le iba la vida.
-Na…no…ha
-d-d-descuiden…-(cof, cof)-llévatela….n-no se preocupen…
La mire asustada, intentaba levantarse pero estaba muy débil, y cayo de nuevo. Podía ver el rictus de dolor en su rostro. Se consiguió levantar temblando. Mi hermano se asustó, viendo tanta sangre y a la niña comenzando a caminar sin rumbo. No dio ni 5 pasos hasta que se desmayó.
-vamos Kyouya tienes que ayudarla…
Estaba al borde de las lágrimas. Lo más rápido que se pudo nos llevó al hospital, se la llevaron al área de emergencia y a mí a curaciones, no era una herida profunda pero sangraba bastante.
Decidieron internarme por un corto periodo de tiempo. A ella, bueno de ella no sabía nada, solo sabía que la habían operado ya que la navaja atravesó el estómago y perdió mucha sangre.
Luego de 2 días logre salir del hospital, seguía preocupada de lo que le haya pasado…
-Kyouya… ¿Dónde está la niña?
Pregunte nerviosa, algo me decía que no eran buenas noticias
-ella…como el hospital no puede tenerla internada sin alguien responsable de ella solo atendieron sus heridas….no se puede quedar aquí…
Susurro bajando la cabeza. En esos días Japón estaba sufriendo una decaída económica bastante fuerte, tanto como no poder costear tus gasto ni de 2 personas. Esa economía incluía el presupuesto del hospital, no podían tener a alguien internado sin que costeara sus gastos así que solo hicieron lo posible por ayudarla.
-¿Qué va a pasar con ella?
Me asuste y a él se le ensombreció la cara
-no lo sé….ahora mismo vamos por ella…ya veremos que hacer
Cuando llegamos a su habitación ella se estaba poniendo de pie, corrí a su lado para sostenerla ya que casi caía al piso.
-oye no puedes hacer eso
Medio regañe y ella solo negó con la cabeza
-sé que no puedo quedarme internada, ya les di bastantes problemas….gracias…
Se alejó de mi justo cuando una enfermera entraba
-disculpen… ¿podrían salir un momento? Necesito cambiarle las vendas para que ya se pueda retirar…
Salimos del cuarto a esperarla. Pasaron como 15 minutos y al fin salió en una silla de ruedas.
-listo…con su permiso
La enfermera se fue dejándonos a los 3, Kyouya se levantó para agacharse enfrente de ella.
-y bien dime ¿cómo te llamas?
-Fate…
-¿Fate?...
-Testarossa…Fate Testarossa
Mientras mi hermano sonreía ella solo bajaba la mirada.
-yo me llamo Kyouya Takamachi y ella es Nanoha Takamachi…un gusto conocerte Testarossa-chan
-solo Fate…
Susurro aun con la cabeza agachada.
-bien que te parece si salimos de aquí y me dices en donde vives para llevarte a tu casa…
Su cuerpo se tensó y tomo la silla con fuerza.
-no, no por favor…
-¿pero por….?
-no me lleven de regreso a ese infierno…no por favor…are lo que sea, se los imploro
Comenzó a desesperarse y a llorar, parecía que en verdad no quería regresar
-¿de acuerdo hay algún lugar donde viva algún familiar tuyo?
-no…
-algún amigo cercano
-no…
-bueno ya veremos que hacer por lo mientras ¿gustas algo de comer? Se te ve muy delgada…
-por favor
Salimos del hospital y pasamos a comer algo, aunque a decir verdad ella casi no comió…
-¿Por qué no comes más?
Pregunte viendo casi toda la comida en donde estaba…
-no puedo comer mucho…me dijeron que solo cosas ligeras ya que tengo unos puntos en el estómago y se pueden abrir…
Mire a mi hermano y dejamos a un lado el plato
-no se detengan por mi…continúen comiendo…
-descuida está bien Fate-chan sé que tienes hambre pero no te podemos hacer esto….
Dije y Solo movió la cabeza en afirmación y regresamos a mi casa.
-¿no quieres pasar?
-no, gracias ya han hecho bastante por mi…
Y así se fue sin saber a dónde se iba a ir…
Esa fue la primera vez que la vi y la primera vez que quise que se quedara con migo a pesar de ser una extraña.
En los días próximos no pude dormir pensando que es lo que le había pasado. No pude ni asistir a la escuela. Mi herida había sanado sin problemas pero la de ella… ¿estaría bien?
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N/A: bien no sé si sea lo que esperaban pero solo es el primer capítulo. Esperan varias cosas así que dejen sus comentarios.
¿Hasta la próxima actualización?