N/a.- Antes de empezar este es un fic mío que ya publique en Potterfics. Yo soy Chica_12. Es la segunda parte de mi adaptación de Titanic a lo Harry Potter. Está mejorado:)
Prólogo.
5 meses. Dos semanas. Un día.
Hermione observó el reloj en silencio, estaba llevando la cuenta desde el hundimiento del barco en el que había conocido a Ron sin saberlo. ¿Por qué él debió morir y no ella? ¿Qué sentido tenía seguir viva aunque sola?
Todas las promesas y sueños que se hicieron el uno al otro se vieron no cumplidos por culpa de una terrible catástrofe. No entendía porque seguía con vida si lo único que deseaba era encontrarse con él en el otro lado…ah cierto, estaba embarazada.
Miró su panza y sintió una ternura maternal, algo que salía de manera natural. Ya estaba grande y se notaba a gran distancia. Sintió un poco de nostalgia pero la olvido al pensar en que siquiera tenía algo que le recordaría a Ron por siempre. Una prueba de que fue real.
Con inocencia pensó en el sexo del bebé. ¿Un niño? ¿Una niña? Quería un niño, sin duda. Un pelirrojo de piel blanca, pecoso y con unos hermosos ojos azules. Como él.
Si fuera niña…se imaginaba una hermosa pequeña de rizos rojos y ojos castaños.
Suspiro y miro el escritorio, estaba lleno de obras que aún estaba por terminar de escribir. Desde que empezó a vivir en Nueva York esa había sido su única distracción. Y era buena.
Al costado había un periódico diario, con nada más y nada menos que un rubio medio sonriente en la portada. Lo cogió y leyó cuidadosamente el artículo. Cuando terminó volvió a observar la imagen y vio a una hermosa castaña al lado de aquel rubio que odiaba.
Era su esposa. La que había ''reemplazado'' a Hermione.
Tiró el periódico a un lado y continuó trabajando con su obra.
En una pequeña estancia una mujer castaña se paseaba de un lado a otro sin dejar de sonreír, un pequeño bulto se dejaba a entrever debajo de la tela fina que vestía y su cabello se despeinaba por la agitación de sus movimientos.
Detrás de ella un rubio salió de las sombras y la asustó. La mujer lanzo un gritito y lo miró con el ceño fruncido.
- Creo que te podría asegurar que será un niño – le comentó con los ojos brillantes y llevó una de sus manos a su vientre.
- ¿Cómo puedes saber eso? – dijo el rubio con una dulzura nada propia de él.
- Algo me lo susurra al oído – susurró en tono misterioso y luego río -. No necesito saberlo, lo siento – el rubio suspiró.
- Lo que tú digas, cariño.
- Increíble, Draco Malfoy creyendo en alguien – el rubio sonrió con algo de pena y ella le dio un beso.
- Seremos felices – le prometió, aunque sabía que eso iba a ser imposible.
