Disclaimer : Primero que todo esta historia es un Au, con los actores de Stranger Things. No busco ganar nada con esto ni tampoco abusar de su imagen es solo por diversión y solo es ficcion.
Los personajes en esta historia bordean todos los 18 años.
Dicho esto espero que disfruten!
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Chapter 1
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Millie Bobby Brown PoV
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El despertador sonó exactamente 3 veces antes que Millie lo apagara con un certero movimiento, eran las 5:30 Am.
El día ya había comenzado y no había tiempo que perder. Se permitió desperezarse solo un momento antes de saltar de la cama y meterse al baño de su habitación. Para Millie la rutina era disciplina, y si algo ella poseía era esto.
A las 5:40 se encontraba en el sótano de su casa donde su padre había hecho instalar un improvisado salón de baile con espejos en una de las murallas y con una barra adherida a él, calentaba durante 20 minutos con movimiento básicos luego bailaba durante 30 min más, era lunes por lo que tocaba música clásica, cada día tocaba un ritmo diferente. A las 6:30 en punto subía de vuelta a su habitación para una ducha rápida, sobre su cama se encontraba un implacable uniforme de porrista recién planchado. No solía usarlo todos los días pero era lunes, eso significaba que era día de práctica y como buena capitana debía tomarse las cosas en serio. Se vistió y maquillo sutilmente. A las 7:15 como un reloj se encontraba en la mesa de la cocina para desayunar con sus padres como todas las mañanas.
Para muchos esta rutina diaria resultaría exagerada, para cualquiera claro excepto para Millie Bobby Brown, si algo tenía en su vida eran objetivos y estos se alcanzaban a través de cualquier medio. No por nada había logrado ser la estudiante con uno de los promedios más alto de su generación, también era la capitana del equipo de porristas y por qué no decirlo una de las chicas más populares del instituto (si no era las más) Para mantener todo esto se necesitaba disciplina, perseverancia y astucia porque Millie Bobby Brown no aceptaba nada menos que la perfección, claro sus padres tampoco.
—Buenos días princesa —le dijo su padre a la vez que ella depositaba un beso en una de sus mejillas —¿Bailando temprano otra vez? —le pregunto mientras bebía de su café distraídamente y leía su Tablet sobre la mesa.
—Literalmente ensayo durante todas las mañanas antes del colegio desde...eh siempre. —Respondió Millie arrugando el entrecejo mientras echaba un poco más de arándanos a su yogurt. Claro que su padre sabia esto, cuando comenzó años atrás no había mañana que no se levantara suplicándole que por favor lo dejara dormir un poco más, razón por la que le instalo su salón de baile en el sótano.
—Bueno quizás quieras reconsiderarlo de ahora en adelante. —le dijo su madre mientras le servía jugo de pomelo con una mano y con la otra revisaba su celular. —tienes el rostro algo cansado últimamente. —añadió sugerentemente aun sin mirarla.
—Bueno debo hacerlo si quiero entrar a Juilliard, mi rostro puede conseguirme muchas cosas pero no una plaza ahí. —respondió con desdén luego de ver como sus padres intercambiaban una mirada. —Cuantas veces debo repetírselos, esto no es un capricho.
—Bueno Millie, contigo es difícil saber cuándo no lo es. —le atajo su madre rodando sus ojos. —tienes las mejores clasificaciones de tu generación, tienes un montón de cursos avanzados ¡Podrías entrar a cualquier de las Ivy league!
—¡Juilliard está al nivel de las Ivy league! —dijo Millie alterada —Solo porque no quiera estudiar algo tradicional quiere decir que no pueda estudiar en una buena universidad, ¡Es casi exclusiva por dios santo!
—No por eso significa que te asegure un futuro prometedor —le dijo su padre con voz más conciliadora —Millie hoy es un gran día, Nos llamaron del instituto para informarnos que esta semana comienzan las entrevistas vocacionales ¡es crucial que elijas tus pasos sabiamente de ahora en adelante!
—Pues ya lo he hecho —respondió Millie de forma altiva — y el que ustedes no estén de acuerdo no es mi problema. Entrare a Juilliard y estudiare danza.
—Pues eso espero. —dijo su madre con la misma voz altiva de ella —Si terminas estudiando en una de esas universidades que se encuentran a la vuelta de la esquina, no valdría absolutamente la pena ¡francamente no sé si esa millonaria universidad lo valga!
—Claro que lo vale, y si el dinero es el problema, soy tan buena que me ganare la beca de entrada anticipada—grito Millie mientras se levantaba de la mesa — ¡ya verán lo jodidamente buena que soy! –exclamo saliendo de la cocina ante los llamados de sus padres.
Estaba harta que no tomaran enserio su sueño de estudiar danza, no es como si fuera algún tipo de sorpresa, ¡bailaba desde los 4 años! Es cierto que nunca profesionalmente por el deseo de sus padres de que solo fuera algún tipo de hobby o capricho como la mayoría de las cosas que ella hacía, pero no lo era. Para Millie bailar era lo más importante, era lo único real que tenía y para lo único en que se sentía realmente buena, además acababa de empezar su último año de preparatoria, si había algún momento de decidir su futuro era ahora.
Siempre había sido igual, no importa cuán perfecta ella fuera, para sus padres nunca era suficiente. Sus hermanos mayores estudiaron en universidades tradicionales en carreras mucho más aun, por esto ella siempre se había esforzado por ser la mejor en todo, con dos hermanos perfectos y mayores habían pocas cosas que podía hacer para sorprender a sus padres, aun así se esforzaba mucho para así obtener el reconocimiento que merecía, pero al parecer nada de lo que pudiera hacer era suficiente, y el hecho de querer estudiar danza no hacía más que estropearlo todo ¡Pero ya iban a ver! Les demostraría lo equivocados que estaban cuando Juilliard la llamara en diciembre pidiéndole por favor que se uniera a su universidad, ya verían.
Y con ese pensamiento en mente Millie recogió su mochila mientras salía de casa justo al mismo momento que un Volkswagen Beetle convertible se estacionaba fuera de su entrada.
—¡Justo a tiempo Mills! –Grito una chica pelirroja al tiempo que tocaba la bocina con una mano y la saludaba con la otra –nunca deja de sorprenderme nuestra amistad, ¡estamos completamente sincronizadas! —rio mientras abrazaba a la castaña una vez se sentaba junto a ella en el asiento del copiloto.
Millie rodo los ojos ante la risas de la pelirroja, Sadie Sink era sin duda la persona más feliz que conocía y la conocía hace 8 años, así que era decir mucho. La conoció a penas llego a vivir a Estados unidos desde Inglaterra a los 9 años.
Sadie Sink desde pequeña poseyó una belleza particular, era muy blanca, pecosa, con ojos azules y con una larga cabellera pelirroja, donde fuera siempre llamaba la atención pero a los 9 años no era algo que una niña pudiera manejar. Sadie tenía una personalidad muy amigable, de sonrisa fácil y solía ser bastante ingenua lo que provocaba que se metieran bastante con ella. Millie conoció a Sadie el primer día de clases después del primer periodo, cuando paso al baño antes de ir a la cafetería, y fue allí cuando escucho como un grupo de chicas trataba de cortar el cabello de Sadie, diciéndole que los pelirrojos atraían la mala suerte y que la única manera de no atraerla era cortándose el cabello.
—Nunca había escuchado esas historias –dijo angustiada una pequeña Sadie mientras se encontraba de pie frente al espejo de unos de los lavabos en el baño de chicas –no creo que quiera hacerlo.
—Ya te lo dijimos Sadie, si no lo haces atraerás la mala suerte –dijo una pequeña rubia mientras caminaba tras la pelirroja balanceando una tijera entre sus manos –si no lo haces ¡nadie en el salón querrá jugar contigo!
—¡pero yo no sabía que daba mala suerte! –lloro mientras dos chicas la rodeaban.
—no te preocupes Sadie, si lo haces todos sabrán que ya no darás mala suerte ¡todos querrán ser tus amigos otra vez! —dijo una chica morena mientras ponía su mano en uno de sus hombros. –solo deja que Iris corte tu cabello y todo se va a solucionar ¡enserio! Así que... ¿estas lista? –le pregunto mientras la chica rubia se acercaba con sus tijeras.
La pelirroja asintió en silencio mientras una lágrima rodaba por su mejilla, justo cuando Iris estaba por cortar el primer mechón se escuchó como la puerta principal se azotaba con fuerza.
—¡Basta déjenla en paz! –Millie había entrado en el baño y se dirigía directo hacia la pelirroja – no tienes que hacerlo, ¡son puras mentiras!
—¡no lo son! —exclamo la rubia cruzándose de brazos –mi madre me ha dicho que solían quemarlos en las plazas ¡por traer mala suerte y ser brujos!
—¡Eso es basura! —exclamo la castaña, colocando sus brazos como jarras —Aun si fuera cierto ¡eran estupideces que la gente creía antes! ¡No pueden obligarla a cortar su cabello!
—Ella quería hacerlo —se defendió la morena —no la estábamos obligando, además ¿quién te crees que eres tú? ¿Siquiera vas a esta escuela?
—Claro que sí, mi nombre es Millie Bobby Brown ¡y si la estaban engañando para que lo hiciera! –les recrimino apuntándolas con el dedo.
—¿y si lo hicimos qué? ¿Qué harás? —dijo la rubia mirándola de mala manera aun con las tijeras en una de sus manos. –nadie va a creerte.
Millie se acercó a ella y le quito las tijeras de un golpe –Vaya veo que tiene tus iniciales grabadas, bonito –sonrió mientras extedia su mano izquierda y con la derecha sujetaba las tijeras, acercándolas hacia su palma –si no se van y la dejan en paz diré que me cortaron.
Por un segundo todas las chicas del baño abrieron los ojos con miedo, pero casi de inmediato la chica morena comenzó a reír. —no te atreverías, estás jugando con nosotras.
—¿Lo estoy? –susurro Millie mientras se hacía un pequeño corte justo bajo el pulgar y le arrojaba con suavidad las tijera a la morena quien las agarro instintivamente.
Todas soltaron un gemido —¡Estas completamente loca! —exclamo Iris, mientras la morena soltaba las tijeras hacia el piso.
—le diré al director que fueron ustedes, después de todo tiene las iniciales de Iris —dijo la castaña sonriendo –pero si se van de aquí ahora no diré nada.
—¡Ellie! —exclamo la rubia asustada –debemos irnos
—Bien, estas completamente loca Brown nadie querrá juntarse contigo –dijo la morena mientras se daban la vuelta para salir del baño.
—¡Si le dicen a alguien le cuento al director! —grito Millie antes que la puerta se cerrara detrás de ambas chicas.
—¡Oh no, tu mano! –Exclamo la pelirroja asustada tomando su mano y mirándola de cerca -¿Por qué hiciste eso?
Millie solo se encogió de hombros –no me gusta que engañen a la gente.
—No sabía que estaban haciendo eso, creí que eran mis amigas —dijo Sadie con pesar mientras miraba el piso.
—Bueno creo que no lo eran –dijo la castaña –Pero está bien, tranquila...yo puedo serlo, si quieres claro –agrego rápidamente luego de ver como la chica frente ella se ponía a llorar.
—¿lo serias en verdad? –a pesar de que Millie lo había dicho para tranquilizarla, luego que la pelirroja le preguntara esto último y ver su mirada llena de ilusión supo que lo decía enserio.
—Por supuesto – le sonrió mientras Sadie saltaba de alegría.
—Nunca nadie me había defendido así –dijo Sadie mientras se agachaba a recoger la tijera que iris había dejado abandonada en el suelo del baño – ¡vamos a hacerlo oficial! –Exclamo justo antes de hacerse un pequeño corte en el mismo lugar donde Millie se lo había hecho y luego le extendía la mano —¿Amigas? –le pregunto con una sonrisa.
A pesar del asombro, Millie no dudo en darle la mano –Amigas –le sonrío de vuelta.
—¡Genial! –Exclamo la pelirroja abrazándola mientras daba saltitos –Me llamo Sadie Sink, por cierto.
Y desde ese día nunca más se habían separado, cuando recordaba esa historia no dejaba de impresionarse en como manejo la situación con tan solo 9 años, claramente llevaba el juego de la manipulación en la sangre, y con los años había llegarlo a pulirlo bastante bien. Junto a Sadie se habían convertido en las chicas más populares en la escuela a punta de saber jugar el juego de la jerarquía social, no había sido tarea fácil pero hacían una dupla insuperable. Millie era la fuerza y la conspiración, poseía una fuerza de atracción envidiable, cada vez que llegaba a algún lugar lo inundaba con su presencia, como una fuerza de la naturaleza incontrolable. La gente le temía y la admiraba por igual. Sadie en cambio era encantadora, era tan agradable que todo el mundo le encantaba estar cerca de ella, a lo que Sadie siempre sacaba provecho porque a diferencia de Millie, quien no hablaba con nadie que no estuviera en su grupo de amigos, Sadie hablaba con todo el mundo o mejor dicho todo el mundo hablaba con ella. No había nada que pasara en el instituto que Sadie no supiera, tenía la mayor fuente de información del campus entero y gracias a esto Millie había ideado mil y un planes brillantes, lo que las había posicionado en la cima de la escala social.
Que podía decir, juntas simplemente era todo lo bueno.
—Te recuerdo que soy yo quien siempre es la que tiene que esperar por ti –le dijo Millie cuando la pelirroja arrancaba el motor hacia la escuela, desde que sus padres le habían regalado ese auto y apenas saco el permiso la pasaba a buscar cada mañana sagradamente.
—¡Pero hoy no mi querida Millie! Hoy estamos sincronizadas –exclamo mientras sincronizaba su celular a la radio del auto –Tanto así que te puedo decir que hoy tu desayuno no salió nada bien, así que suéltalo, ¿le faltaron arándanos a tu yogurt o tus padres están nervioso por las entrevistas vocacionales?
Millie soltó un suspiro, cualquiera podría pensar que eran el dúo más conspirativo y superficial del instituto, pero eso no quitaba que eran las mejores amigas que alguien podría tener, sabían leerse con tal claridad que solo bastaba un minuto juntas para saber que a la otra le había pasado algo, Millie podría aparentar que no le importaba absolutamente nadie excepto ella misma pero no era real, al menos no con Sadie. Podría morir por la pelirroja si fuera necesario.
—Por las entrevistas –gimió Millie con hastió –aun no pueden interiorizar el hecho que estudiare danza y mucho menos me creen capaz de entrar a Juilliard
—Oh pero lo harás –sentencio Sadie con una sonrisa mientras entraba al estacionamiento del instituto –Ya verás como el consejero te dirá "Señorita Brown no se preocupe con este currículo escolar Juilliard le rogara de rodillas que entre a sus aulas"
—Graciosa –sonrío Millie mientras bajaban del auto una vez estacionado –pero tengo absoluta fe en mí así que terminara pasando justo eso gracias.
—En cambio yo estoy hecha un lio –Se quejó Sadie mientras caminaban dentro del instituto –no tengo absoluta idea de que es lo que hare ¡hasta mis padres están preocupados! Temen que termine volviendo a Texas a criar ganado con la familia de mi padre o algo así.
—Eso no suena a un plan completamente malo, al menos saldrías de la ciudad –dijo una voz detrás de ellas una vez llegaban a sus casilleros. –mis padres están convencidos que me quedare con la empresa familiar aquí, claramente no les mencione el hecho que lo único que sé que quiero hacer de mi vida es precisamente no quedarme en esta ciudad.
—¡Noah! –exclamo Sadie una vez se giró a verlo -¿y nos abandonaras así nada más?
—Siempre tendremos Paris –Le respondió con acento marcado mientras besaba la mano de Sadie y está colocaba su mano libre sobre su frente de forma dramática.
—vaya Noah has mejorado considerablemente tu Humphrey Bogart –Dijo Millie con sorna una vez sus amigos se separaban riendo.
—Como todos saben prefiero mil veces a Ilsa Lund, pero Bogart dice las mejores líneas –Dijo Noah mientras se encogía de hombros.
Millie rio, Noah Schnapp era el eslabón que le faltaba a su grupo, la pata que sostenía su taburete, la voz de la razón cuando sus planes se volvían demasiado descabellados o eran demasiado malignos, generalmente no lo escuchaban, pero este tenía el don de saber cuándo algo iba a salir demasiado mal, y cuando esto ocurría generalmente se encargaba de hacer el control de daños. Noah era un chico con un montón de influencias, era rico y eso lo había vuelto despreocupado. Al no preocuparle el dinero se preocupaba de otras cosas, tenía un montón de contactos en todos lados, si querías esconder algo, encontrar algo hasta ¡comprar lo que sea! Era con Noah con quien debías hablar.
A pesar de su reputación de moral discutible, Noah era un dulce. Con ellas al menos era un buen amigo dispuesto a ayudarlas en lo que sea y ellas también hubieran dado cualquier cosa por él, después de todo fueron Millie y Sadie quienes lo defendieron frente todo el instituto cuando se supo que era gay, casi el único declarado abiertamente en el lugar.
Cuando encuentras gente dispuesta a dar todo por ti a pesar de como seas como persona, te aferras con todo lo que tienes y no los dejas ir por nada del mundo. Así eran ellos tres.
—¿Así que también tienen cita con el consejero escolar hoy? –Pregunto Noah mientras paraban en su casillero por sus cosas. –A mí no me toca hasta en la tarde.
—Yo tengo en el primer periodo –dijo Millie con desinterés –sé que me ira perfectamente así que creo que volveré a clases bastante pronto.
—Me sorprende que siquiera hayas considerado ir —Dijo Noah con una sonrisa –Creí que tu plan de Juilliard que tienes desde los 10 años no permitían fallas ni cuestionamientos.
—No lo hace –Contesto Millie fulminándolo con la mirada –lo hago por mis padres que si no, no me dejan en paz.
—Oh tranquila entonces de seguro luego que salgas, el consejero llamara a Juilliard para pedirles que tengan la alfombra lista para que te reciban como deben –Dijo Noah haciéndole una reverencia. Millie rodo los ojos pero aun así le contesto con un reverencia real.
—Sé que todo saldrá perfectamente Mills –Dijo Sadie posando su mano sobre su hombre como señal de apoyo –Yo en cambio seré un desastre, al menos recién me toca mañana. –Agrego con pesar mientras revisaba la pantalla de su celular. –Creo que es hora de...
El timbre la interrumpió en medio de la frase y todos comenzaron a moverse con rapidez, Sadie y Noah se despidieron de Millie para dirigirse a sus clases, mientras ella se dirigía donde el consejero escolar. Se supone que debería ir cada principio de año, pero al tener un plan infalible y calculadamente planificado nunca lo tomo en cuenta, solo que este al ser su último año era obligatorio agendar una cita. Una completa pérdida de tiempo si le preguntaban su opinión.
Solo tuvo que tocar una vez para que desde dentro, el consejero le permitiera el paso. La oficina era un caos por así decirlo, estaba llena de carpetas por todos lados y también folletos de todo tipo. Millie se sorprendió un poco al no ver al mismo consejero que había tenido la escuela prácticamente desde su apertura, el señor Carrow era un señor de edad avanzada, un poco anticuado en sus prácticas y si le preguntaban a ella un completo inútil que solo se dedicaba a esperar en sus silla a que diera la hora de salida entregando folletos de tanto e tanto a los desafortunados que le tocara pasar por ahí.
En cambio la mirada que recibió detrás del escritorio era mucho muchísimo más joven, Un hombre delgado con cabello castaño con un peinado perfectamente desordenado, se levantó una vez Millie estuvo frente a él, era muy alto y dedujo que debía ser recién un recién titulado pues se veía bastante joven.
—¿Millie Bobby Brown no es verdad? –le pregunto el joven con una sonrisa amable, era apuesto.
—Si soy yo –Respondió aun un poco sorprendida.
—Me llamo Joe Keery – le extendió la mano para luego indicar el asiento frente su escritorio para que tomara asiento –soy el nuevo consejero estudiantil, lamentablemente el señor Carrow jubilo este semestre por lo que acabo de empezar, es por eso el desorden discúlpame por esto. –se disculpó moviendo un montón de carpetas para hacer espacio.
-No te preocupes, francamente creo que era hora que el señor Carrow se jubilara, no es que era un mal consejero solo era algo anticuado –dijo Millie mientras señalaba todas las carpetas –claramente no era amigo de las computadoras.
Joe rio –Por supuesto me tomara semanas ingresar todo esto al sistema, Pero bueno...—se quejó levemente mientras seguía revisando algunas carpetas buscando algo.
—Si busca mi carpeta dudo mucho que se encuentre actualizada, hace un montón de tiempo que no venía a hacer estas entrevistas...
-¡La encontré! –exclamo Joe a la vez que sacaba una carpeta con las palabras Juilliard impresa en su caratula. Millie se sorprendió un poco al ver como abría la carpeta y dentro de ella sacaba su expediente y el de alguien más. –Al parecer aunque no venias muy seguido, el señor Carrow hacia un excelente trabajo de investigación a sus alumnos. –Millie se movió incomoda en su asiento.
—Señorita Brown, por lo que dice su informe tiene deseos de ingresar a Juilliard a estudiar danza el próximo año.
—Así es —Correspondió Millie segura de sí misma –Desde los 10 años he armado un riguroso plan para lograrlo.
—Lo noto, Ha participado en cada ballet o presentación del cuerpo de baile del instituto desde primer año, no solo es la capitana de las porristas también les hace las coreografías al equipo el año anterior gracias a eso llegaron a las nacionales, aún así declinó cualquier oferta de becado por deportes...
—En Juilliard no permiten becas por deportes, aún así me esfuerzo por mi equipo, nuestros partidos son los más vistos a nivel ciudad gracias a nuestras coreografías y la final de las nacionales nos robaron complemente no fue mi culpa en lo absoluto. —agrego Millie rápidamente, recordaba perfectamente como habían terminado en segundo lugar gracias una penalización que tuvieron al ejecutar mal una pirámide, cosa que no fue culpa de ella si no del instituto rival que habían mojado la pista justo antes de salir ellos. Perdieron sí, pero Millie se encargó personalmente de arruinarles su triunfo, esa delegación al volver a casa fueron amonestados y les cancelaron el baile de celebración ya que encontraron fotografías de los participantes borrachos y desnudos en los cuartos del hotel. Fotografías que fueron enviadas anónimamente al director de la institución de la ciudad vecina. (Por si no había quedado claro si, ella las envió y no, no se arrepentía de nada)
—También tomas clases avanzadas en un montón de materias y clases particulares de danza desde los 4 años. Tus calificaciones están por mucho arriba del promedio, casi perfectas. Cielos señorita Brown tenemos un expediente magnifico aquí —dijo Joe sonriéndole. Millie casi tuvo que morderse el labio para no responder "Oh por supuesto mira con quien hablas" y solo se limitó a sonreír de vuelta.
—Aun así Millie, ¿puedo llamarte por tu nombre? —Antes que Millie pudiera siquiera contestarle, Joe siguió hablando mientras revisaba el otro expediente que estaba junto al de ella. –Me gustaría saber si tienes algún plan B, algún otro lugar donde te gustaría ir si los planes de Juilliard no funcionan.
La sonrisa de Millie sufrió un pequeño tic –¿Un plan B?
—Claro un plan B alguna opción que...
—¡No existe tal plan B!- Exclamo procurando ser respetuosa –Juilliard es mi plan desde los 10 años, es lo que siempre he soñado y es lo que quiero conseguir ¡no existen otras opciones o caminos!
—Oh... okay –Balbuceo Joe volviendo a su expediente —Muy bien Millie, si eso es lo que tú quieres lo evaluaremos ahora mismo. Pero debo serte sincero, Juilliard tiene una taza de acceso del 7% es difícil de entrar, generalmente en colegios con una cantidad de alumnos como la de nosotros no suelen ser aceptados más d estudiantes. Aparte de lo principal que es la postulación, las audiciones son particularmente excluyentes, aun así habiendo logrado este proceso también se considera el desempeño académico, especialmente los créditos que otorgan las clases y proyectos extracurriculares.
—No entiendo, ¿Por qué me dice todo esto? ¿Es que acaso hay otro postulante para Juilliard? ¡¿Acaso esa persona tiene mejor expediente que yo?! ¡Eso es completamente imposible! —expuso Millie claramente perturbada, la situación no estaba saliendo nada como ella esperaba.
-Millie, no puedo revelar los deseos de otros estudiantes pero...
—¡¿Dígame quién es?! O por lo menos dígame que es lo que le hace pensar que remotamente puede competir con mi expediente...
—No puedo decir ese tipo de datos de..
—¡Por favor señor Keery! Usted no lo entiende, este es mi sueño, debo entrar a esta universidad y si me dice que por algún motivo mi posibilidad esta descendiendo merezco saber qué cosa tengo que mejorar, si desea que esto sea una batalla justa debo saber contra que me enfrento. –Millie estaba a punto de colapsar, sabía que el nombre de esa persona estaba en ese estúpido expediente al lado del de ella, solo debía saber qué hacer.
Joe Keery sintió un poco de miedo, Brown era intensa, y temía que en cualquier momento explotara y se lo llevara con ella, era algo idiota de pensar pero no podía evitarlo, de alguna forma sentía que estaba tratando con dinamita pura.
—Está bien te diré que haremos, no puedo decirte quien es pero puedo darte una idea general sobre como se encuentran, prácticamente esta persona tiene un historial académico igual de envidiable que el suyo pero donde destaca es en los créditos académicos, posee muchos y ahí es donde podríamos quedarnos cortos, sin embargo no es algo de qué preocuparse. Si sigues como hasta ahora todo saldrá bien, pero no haría mal incluirse a algún club o materia artística que te permita recibir más créditos. –termino de forma calmada con una sonrisa optimista.
La cabeza de Millie funcionaba a mil por hora –Muy bien entonces cuales son los pasos a seguir.
—Muy bien Millie así me gusta –Exclamo Joe contento. – primero debes enfocarte en conseguir más créditos, puede ser en el club de teatro, la banda, el club de pintura, audiovisual...
Mientras más hablaba Joe más ganas de vomitar sentía Millie, ¿se imaginan a ella en la banda? O ¿En el club audiovisual? Santo cielo. No, por supuesto que no, debía a ver otra forma.
—Luego que tengamos los de los créditos listos, viene la postulación. Deberán grabar un demo, en tu caso una cinta de baile. Debe ser la mejor presentación que hayas hecho, o quizás la segunda mejor, guárdate la primera para las audiciones presenciales. — bromeo mientras reía, Millie fingió que se reía también. – Y eso sería todo, por ahora ese es nuestro plan de acción Millie.
—Claro... claro Sr Keery, entonces supongo que hare eso, buscare la forma de hacer el demo inmediatamente. —Balbuceo Millie.
—-Por supuesto —añadió Joe con entusiasmo mientras hacia el ademan de levantarse, Millie lo imito. –Entonces Millie fue un placer...
—¡Estaba pensado sobre las segundas opciones!- le interrumpió antes que terminara de hablar.-Pero no conozco ninguna, me preguntaba si pudiera facilitarme algunos folletos de allí atrás, así para la próxima que venga podemos hablar sobre ellas.
Joe giro su cabeza para mirar los folletos que estaban en el mueble a su espalda —Oh por supuesto, déjame buscar alguno que te sirva ¡Me alegro que hayas decidido tener más opciones!- exclamo contento mientras se giraba dandole la espalda mientras rebuscaba entre un montón de folletos. –justo aquí hay unos bastante buenos de...
Era el momento que Millie estaba esperando, mientras Joe Keery seguía buscando algún folleto de alguna universidad de cuarta, ella aprovecho que estaba de espaldas y extendió sus brazos hacia su escritorio, allí se encontraba su expediente y justo debajo el de la otra persona que quería arruinarle la vida. Saco su teléfono rápidamente desde su falda, con una mano levanto su expediente mientras con la otra sacaba una foto con su teléfono del expediente de abajo, justo en el momento en que Joe se giraba hacia ella se le cayeron un par de folletos por lo que Millie tuvo tiempo de sacar unas cuantas fotos más y volver a su posición normal sin que Joe sospechara nada.
—Aquí tienes Millie, algunos folletos de las universidades más destacadas en artes.
—Muchas gracias Sr Keery, les echare un vistazo y en nuestra próxima reunión le cuento que me parecieron —agradeció Millie con una sonrisa forzada.
—¡Perfecto! Entonces estamos en contacto —Joe le sonrió mientras se dirigía a abrirle la puerta —mucho éxito y espero que tu demo quede muy bien.
—Muchas gracias... ¡hasta luego! —se despidió atropelladamente mientras salía lo más calmada posible desde su oficina, una vez en el pasillo corrió lo más rápido que pudo hacia el baño de chicas entrando en el primer cubículo vacío que encontró.
Saco su celular mientras el corazón le latía a mil por hora, era un genio, ¡una maldita genio! A veces se sorprendía a ella misma, es que simplemente no iba a permitir que un aparecido se le ocurriera ir a Juilliard, no cuando ella ha planificado todo meticulosamente durante años, ¡No!
Abrió la galería de fotografías, allí estaban, comenzó leyendo sus calificaciones, Joe tenía razón ¡eran casi perfectas! ¡Tan perfectas como las suyas maldición! Luego vio sus actividades extracurriculares, suspiro con frustración, quien quiera que fuera era un maldito Nerd. Estaba en la banda escolar, en el club audiovisual y ¡en el diario escolar! Esa maldita persona no tenía vida social, estaba a punto de perder el sueño de su vida por un maldito nerd, un loser sin vida.
Su expediente de conducta también estaba ahí, a decir verdad al menos que no fuera una falta grave esto no influía, de no ser así el de Millie estaría bastante mal tambien, tenía un montón de detenciones o reclamaciones por bromas tontas pero ella siempre sabía dónde estaba el límite de lo que se ve como una simple broma a una mancha perjudicial en su expediente, claro esas cosas las pensaba con más cuidado y nunca nadie la descubría.
Cuando vio el expediente de esta persona se sorprendió bastante, ¡prácticamente vivió en detención un par de años! Y no solo eso sino que la cantidad de suspensiones de profesores era alarmante, pero claro eran antiguas al parecer recientemente se estaba comportando con mucho más cuidado. ¡Maldita sea! Esto podría haberle servido, aunque quien sabe, lo viejos hábitos no se pierden.
Siguió bajando por las fotografías hasta que llego a la última página por fin. En sus datos aparecía de donde era, Canadiense, tenía 18 años, la fotografía estaba algo borrosa por lo que tuvo que acercar el teléfono lo más que pudo a sus ojos. Parecía comenzar con F...Flin... no Finn Wolgrad...no Wollpad...no... Wolfhard.
Finn Wolfhard.
Suspiro cerrando los ojos pesadamente, no sabía quién rayos era ese perdedor de Finn Wolfhard, tampoco le importaba, de hecho sentía un poco, pero solo un poco, de lastima por él.
Por que quien quiera que seas Wolfhard voy a destruirte hasta que no te queden ganas ni posibilidades de siquiera pensar en Juilliard, juro que lo haré como que mi nombre es
Millie Bobby Fucking Brown.
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Que les parecio? es una obra que estoy trabajando hace algun tiempo.
pueden ir a checarla en Wattpad si gustan, mi cuenta esta en el mi bio. Esta mas avanzada pero seguiré publicando desde aquí también.
No duden en dejarme comentarios!
Mel!
PD: Me gusta usar muchas referencias ji.
