ACLARACION: Los personajes que aquí aparecen son de propiedad de la gran Naoko Takeuchi

Capitulo 1

::::::::::::::::::::::::::::::: Iniciando de nuevo:::::::::::::::::::::::::::::::

Padre e hijo se encontraba en un parque de diversiones, habían pasado el mejor día de sus vidas, por lo menos eso parecía para el pequeño niño de 3 años y cabello platinado….

-Papá, te quiero mucho-decía feliz el niño mientras abrazaba a su progenitor

-Mira, yo…. Quiero que te cuides mucho hijo, siempre serás mi orgullo- respondía el padre soltando a su hijo

-Papá…. Papá, no te vayas…. Por favor no me dejes aquí- decía entre lágrimas aquel niño mientras su padre se alejaba del orfanato y una mujer lo sujetaba y lo hacía entrar a su nuevo hogar…

-Volveré pronto…. lo prometo-decía en un susurro el padre, mientras se alejaba de aquel lugar

14 Años después….

-Yaten, Yaten, despierta, amigo, vamos levántate- decía un joven pelinegro mientras movía el cuerpo de su compañero de habitación

-Papá….-respondió el joven platinado al abrir los ojos, muy asustado- maldición de nuevo ese sueño- se reprochaba el chico mientras sujetaba su cabeza

-¿Te encuentras bien?- pregunto el joven pelinegro que se encontraba en la cama del junto

-Sí Seiya, no es nada, solo otra vez ese sueño extraño que he tenido hace unos días-respondió este

-Que bien, sabes hoy vendrán algunos padres, tal vez…..- decía el pelinegro mientras se arreglaba

-No seas ingenuo Seiya, nadie va a querer a unos adolecentes como nosotros, entiéndelo, cumpliremos los 18 viviendo aquí y luego nos arrojaran a la calle como perros…. es así de simple- decía molesto Yaten al ver lo optimista que era su amigo de cabello negro y ojos zafiros, Seiya

-¿No podrías ser un poco más optimista y dejar esa amargura a un lado?-preguntaba Seiya mientras terminaba de anudarse la corbata

En eso una mujer de edad entra al cuarto de los chicos y ve que Yaten aun se encontraba en pijama y lo regaña por ello….

-Yaten, hay alguien que quiere verte allá abajo, así que vístete rápido y baja bien arreglado- dice la mujer de edad

-Sí, sí ya voy- dijo a regañadientes el joven y obedeció las ordenes que se le dieron

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-Quiero darle las gracias, por a verlo cuidado y educado todo este tiempo pero usted entenderá mis razones –se excusaba el señor frente a la directora del orfanato

-No se preocupe señor Kou, su hijo ha sido un gran muchacho todos estos años, de excelentes calificaciones, aunque de pocos amigos y algo rebelde-decía lo ultimo con tristeza la mujer detrás de un escritorio

-Eso es una lástima, pero ahora que volverá a vivir conmigo, hare todo lo posible para que sea el mismo-dijo este; el señor Kou era un hombre de unos 40 años, cabellos plateados y cortos, ojos color miel y gran postura….

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-¿Y bien, quien me está esperando?- dijo Yaten bajando las escaleras con una camisa negra y corbata color celeste y pantalones de tela negros

Cuando llega a la sala ve sin poder creer que había alguien igual a él, solo que el cabello lo llevaba corto y sus ojos eran color miel, en cambio los de Yaten eran color esmeralda…..

-Hola hijo, tanto tiempo sin verte-dijo el señor Kou al ver llegar a Yaten

-¿Qui… quien eres tú, porque te pareces a mí y como es que sabes mi nombre?-decía nervioso el joven retrocediendo unos pasos

-No solo se eso, también se que…. Eres acuario, naciste un 8 de febrero, que tu materia favorita es el arte, y que a pesar que no te criaste con ellos, te gustan los lujos y la comodidad-respondía con una sonrisa el señor de cabello platinado

-Responde…. ¿Quién diablos eres?-decía demasiado nervioso entre gritos el joven

-Lamento mucho haberte tenido que dejar aquí, pero no sabía qué hacer, yo no podía criarte solo hijo-hablaba comprensivamente el señor Kou

-Tu…. Tu… tu eres…. Eres…. ¿Eres mi padre?-preguntaba atónito el chico ojiverde

-Así es, y vine a buscarte hijo -dijo sencillamente el señor Kou con una sonrisa

-… Vete…. largo de aquí…. No…no quiero verte y no me llames hijo, yo no tengo padre alguno, así que no pierdas tu tiempo aquí-gritaba desesperado y con los ojos llenos de ira y frialdad

-Yaten, tenle más respeto, este señor es tu padre y ha hecho un gran esfuerzo para venir a buscarte al fin-decía una de las profesoras del orfanato

-No… no me pidan que…que le perdone, pues eso no hare jamás-decía con mucho rencor el joven platinado

-Yaten…. Oye amigo, ¿qué ocurre?-preguntaban unos chicos mientras bajaban las escaleras

-Este tipo no es nadie y ya se está por ir-decía fríamente el joven platinado dándole la espalda al Sr. Kou

-Vendrás conmigo a casa ahora y no quiero reglamos, así que arma tu maleta y nos vamos-dijo perdiendo la paciencia el señor Kou

-Como digas, me da igual-dijo despreocupado el chico y sin despedirse de nadie abandono el orfanato que había sido su hogar por 4 años

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Mientras en otra parte de la ciudad de Tokio…

-Vamos papá, no seas así y déjame salir, por favor- pedía la chica a su padre

-No, Mina, eres mi única hija y si te pasa algo en esa fiesta jamás me lo perdonare-decía seriamente el padre de la rubia, oji azul y muy coqueta jovencita

-Te odio papá, eres muy malo conmigo-dijo la chica sacando la lengua y dirigiéndose a su cuarto

-Ya dije que no, y es mi última palabra- respondió severamente el Sr. Aino, el cual era un gran hombre de negocios, dueño de uno de los más grandes y hermosos museos de arte del país

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Una semana había pasado desde que lo habían obligado a vivir con su padre y era hora de ir a una preparatoria normal como los demás chicos de su edad, iba en camino cuando de pronto choco con una jovencita, haciéndola caer al suelo…

-Auch… me dolió-dijo la rubia sobándose las nalgas mientras el joven platinado seguía su camino- Oye, tú… pídeme una disculpa-exigió la chica

-¿Qué dijiste…? Si fuiste tú la atolondrada que no se fija por dónde camina- le recrimino el joven platinado

-Es un tonto….-pensó la muchacha-me llamo Mina Aino, veo que vamos a la misma preparatoria-dijo con una sonrisa la rubia de moño rojo

-…..No me molestes-contesto fríamente el chico mientras seguía su camino

-Pero que amargado es este chico-pensaba Mina mientras veía la hora- …Aaaaaaaaa ya es muy tarde- decía mientras iba corriendo hacia la preparatoria

-Que chica tan extraña-pensaba Yaten mientras seguía su camino sin preocupación

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-¿Qué puedo hacer para recompensar tantos años perdidos?- se cuestionaba amargamente un sujeto de platinados cabellos y ojos color miel, mientras bebía un trago de whisky

-Señor, no es bueno que este bebiendo tan temprano- le decía un camarero

-Tú no tienes idea por lo que estoy pasando así que déjame en paz y tráeme una botella de whisky

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-Chicos, a partir de hoy tendremos un nuevo alumno en nuestro salón, espero que lo traten con respeto y sean amables con el- decía el maestro antes de hacer pasar al nuevo alumno- por favor pasa y preséntate-termino diciendo el profesor; haciendo pasar a un joven de cabello platinado amarrado en una cola, ojos verde esmeralda y tez blanca…

-Hola, me llamo Yaten…. Eso es todo lo que deben saber de mi, pues yo no vine hacer amigos-hablo fríamente este dejando al resto del salón con cierta molestia

-Pero si es el chico que me encontré cuando venía en camino- pensaba una de las chicas del salón

-…..Bueno joven, siéntese detrás de la señorita Aino por favor-dijo el maestro y después que el chico tomo asiento comenzó la clase….

Las clases habían empezado bien, el colegio no estaba tan mal pero igual no se sentía a gusto estando con puros ricachones….

-Hola, Yaten-dijo una chica sonriendo mientras se dirigía hacia el

-¿Tu de nuevo, ahora que quieres?-dijo molesto este por haberse encontrado a la misma niña tonta de la mañana

-Solo quería ser amable contigo, porque con tu discursito en el salón te ganaste la fama de amargado y mala onda-dijo la rubia sarcásticamente

-Yo solo dije la verdad, y si no te importa me gustaría que me dejaras en paz-hablo fríamente el platinado

-Sabes niño,….eres un…. Un…. Eres un idiota-le grito la chica y le dio una bofetada al muchacho y luego salió corriendo, dejándolo paralizado y con la mano tocando su mejilla

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Había sido un día demasiado largo, especialmente porque esa chica no paraba de seguirlo y hacerle preguntas, por otra parte tenía que llegar a su casa a soportar a Taiki Kou, "su padre", pues este lo había abandonado cuando era un niño y no le podía tener respeto alguno a ese señor, pero al menos debía hacer el esfuerzo; cuando llego a casa, se percato que una ambulancia esta fuera de esta y una gran angustia se apodero de él…

-¿Qué demonios ocurre aquí?- pregunto el joven a los paramédicos

-¿Eres Yaten Kou, verdad?-dijo con tristeza el paramédico

-Así es, dígame ¿qué es lo que pasa?- pregunto nuevamente el chico

-Mira lo que ocurre es que tu padre sufrió de una sobre dosis en un bar cercano, intentamos contactarte pero no hubo caso, y bueno…. mira no me gusta dar malas noticias pero…. Tu padre… tu padre no resistió la anestesia y falleció; lo lamento mucho muchacho-decía lo más calmado y comprensivo el paramédico

-No…. No se…. No se preocupe…..ahora le pido que me deje solo, muchas gracias-dijo el otra vez huérfano platinado, mientras ocultaba sus sentimientos

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Era un hecho, ese tal Yaten, era muy guapo pero tenía un carácter insoportable, realmente no entendía por qué se comportaba de esa manera pero ella como que se llamaba Mina Aino lograría averiguarlo….

-Hija, iré a darle el pésame al vecino del junto y quiero que me acompañes-dijo el Sr. Aino entrando a la habitación de su hija

-Está bien padre, ¿y quien falleció?-pregunto preocupada la chica

-El padre un joven que va en tu escuela, a lo mejor lo conoces, además dicen que era el único familiar que le quedaba al chico-decía el padre a su hija

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-Ya basta, no quiero más estúpidos "mi sentido pésame" de nadie-reclamaba para sí el joven platinado mientras se dirigía abrir la puerta

-Hola, me llamo Edward Aino y esta es mi hija Mina, lamentamos mucho lo de…..-decía tranquilamente este

-No quiero ser grosero pero no estoy de humor para atender a nadie, así que largo-dijo bruscamente el platinado

-Sí papá mejor vámonos, este chico es un grosero de lo peor-decía la rubia detrás del Sr. Aino

-¿Tú… acaso no te aburres de molestarme?-dijo sin pensar Yaten

-Veo que ya se conocen, eso es bueno; mejor nos retiramos y si necesitas algo no dudes en pedirlo muchacho-dijo alegremente el Sr. Aino alejándose de la casa del platinado junto a su hija

-No te molestes siendo amable con este papá, es un amargado –dijo la chica mientras le sacaba la lengua al muchacho

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Como lo de su padre había ocurrido un día jueves, el viernes decidió faltar a clases y retomarlas desde el lunes con más calma, pero tenía un gran problema y era que como en el hogar le servían todo; pues nunca aprendió a cocinar o hacer labores del hogar pues eso solo se lo enseñaban a las chicas, pues los varones tenían carpintería, electricidad y ese tipo de cosas, así que no había comido nada decente desde hace unos días y eso se hacía notar en su rostro y estado de ánimo….

-Hola Yaten….-dijo la rubia, pero no recibió respuesta de parte del chico- oye, ¿me escuchas?- pregunto esta, y su única respuesta fue un gruñido de estomago de parte de su compañero de clase….

-Oye idiota, escuche los rumores…. Jajaja ¿así que te criaste en un orfanato?, jajaja; deberías regresarte imbécil-decía un joven dirigiéndose a Yaten

-…..El idiota…. el idiota eres tú- grito este tratando de golpear a Kei, un chico de 1,80cm; de cabello negro y ojos color azabache; que lo molestaba, pero fallo y él resulto lastimado

-Yaten… ¿te encuentras bien?-pregunto Mina acercándose a el

-Déjame en paz-contesto este apartando a la chica, mientras se ponía de pie

-OH por dios, estas sangrando-dijo Mina algo asustada al ver cómo salía sangre de la nariz de su compañero

-No molestes-fue lo único que dijo Yaten antes de salir del salón de clases

-Eres un imbécil Kei-dijo Mina empujando al muchacho

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-Si solo hubiese comido algo, ahora ese imbécil seria el que estaría sangrando…. Auch…. –reclamaba el platinado en el baño mientras se limpiaba

-Ten…. Te traje algo de comer-dijo una chica cuando vio salir a Yaten

-… ¿Qué quieres?, yo no pedí tu ayuda –contesto fríamente este ignorando a la chica y rechazando la comida

-Demonios, no puedo creer que seas tan orgulloso, yo solo trato de ser amable contigo, pero al parecer que eres demasiado idiota para entender que la gente te quiere-le recrimino la rubia de moño

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Ese día había sido el más pesado en mucho tiempo, añoraba los días en el orfanato cuando pasaba las tardes con su único amigo y compañero de cuarto Seiya, aunque no congeniaban del todo pero la pasaban bien juntos… pensando en eso iba caminando de regreso a su solitaria casa cuando al llegar, ve un auto estacionado frente a esta…..

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-¿Me recuerdas?-dijo una voz muy alegre

-Pe…pero… pero… ¿Qué demonios haces aquí?-contesto el platinado con una leve sonrisa

-Quería visitar a un amigo, pero parece que después del cambio de nariz me olvido-dijo divertido el pelinegro

-Maldito, no te rías de mí y entra a casa para que charlemos Seiya-dijo alegre el chico

-Lo siento, pero es una visita de despedida, lo que pasa es…. Es que al fin tengo padres y…. nos iremos a Paris esta tarde-dijo amargamente Seiya con los ojos pegados en el suelo

-Ya veo, me alegro por ti amigo, espero que… que logres todo lo que quieras –dijo Yaten fingiendo alegría

-No tienes porque fingir conmigo Yaten, yo te conozco amigo y….-decía el pelinegro con las manos en los hombros de su amigo

-Ya te dije que estoy feliz por ti Seiya, eso es todo y mejor vete, te están esperando-contesto Yaten señalando al vehículo donde se encontraban los padres de su amigo

-Como quieras, pero sabes que puedes contar conmigo –se despidió Seiya con una sonrisa y un apretón de manos

-Lo sé, cuídate-dijo Yaten y también le estrecho la mano y se quedo en la puerta hasta que su amigo y el auto de sus padres desaparecía por el camino

-Vaya, jamás te había visto sonreír-dijo irónicamente una chica acercándose a Yaten

-….. ¿Qué quieres?- pregunto este borrando automáticamente su sonrisa del rostro

-¿Me invitas algo de comer?, es que mi padre no está y…. bueno olvide las llaves de mi casa jajaja- dijo la chica algo avergonzada

-Pasa -dijo serio este haciendo entrar a la rubia de moño a su casa

-Gracias, y…. ¿qué harás de comer?

El platinado solo se encerró en la cocina y dejo a la chica en sala…

Después de un rato Yaten salió de la cocina bastante sucio, con la playera llena de huevo y leche, además los pantalones negros parecían que se hubiesen teñido de blanco con la harina, y el cabello algo desaliñado, su rostro mostraba bastante enfado, aunque a su invitada le pareció muy divertido verlo de esa manera….

-¿Y qué te paso?-pregunto entre risas la chica

-Pediré una pizza-contesto sencillamente este tomando el teléfono

-No se te da la cocina ¿eh?-comento Mina con una sonrisa

-Uf…. Iré a darme una ducha, tu recibe las pizzas, aquí está el dinero-dijo Yaten mientras se dirigía al baño muy seriamente

NOTA DE LA AUTORA:….. Chicas, no soy buena para captar la personalidad de Yaten pero hice mi mejor esfuerzo jajaja, espero que sea de su agrado además intente que el principio fuese algo dramático para darle más sabor a la historia Jijiji, bueno espero que esta historia sea bien recibida al igual que mis otros fic…. me despido esperando sus comentarios nos vemos en otra actualización