Todo el potterverso y los personajes pertenecen a Joanne Rowling *hace una reverencia a lo Dobby*
Éste capítulo se lo dedico al tío Fran, "el-que-pudo-haber-sido-mi-padre".
–¡Es un niño! ¡Le pusimos Ted, como el padre de Dora!
Había exclamado Remus Lupin, en El Refugio, en las afueras de Tinworth. Ese había sido el momento más feliz de toda su vida. Se encontraba pálido y tembloroso, pero aún así, la sonrisa que adornaba su rostro era incomparable.
Todos los momentos tristes, como cuando había descubierto que Peter los había traicionado, o al enterarse que sus amigos habían muerto; incluso el hecho de que estuviesen en plena guerra era algo irrelevante al lado de la noticia del nacimiento de su hijo. Estaba tan feliz que sentía cómo el corazón latía rápidamente en su pecho. No podía esperar a estar junto a su esposa y a su hijo. Esos pocos minutos de viaje que había hecho le parecían una eternidad lejos de ellos.
Las exclamaciones de los demás le parecían voces lejanas. Él sólo pensaba en el pequeño bulto de pelo rubio que yacía dormido junto a Nymphadora.
Luego de unas copas de vino, y de que Harry hubiese aceptado ser el padrino de su hijo, Lupin salió de El Refugio y se dirigió a su casa.
–Mira Dora, tiene el pelo oscuro –suspiró Lupin. Notó cómo su esposa se acercaba y observaba al pequeño Ted Remus Lupin. Rodeó con un brazo a Nymphadora y acarició la frente de su hijo.
Podía decirse que Remus Lupin, a pesar de estar en Guerra, parecía unos diez años más joven. Sin embargo, cada vez que estaba junto a su pequeña familia, se sentía como un joven adulto lleno de energías.
Teddy abrió los ojos, y estos cambiaron de azules a verdes en unos segundos. Al ver que sus padres se reían, él dejó escapar una sonrisa. Nymphadora alzó a su hijo, y cambió su nariz normal por una de pato. Teddy lanzó una carcajada y su pelo cambió inmediatamente a pelirrojo. Acercó su manito a la nariz de su madre, pero mientras lo hacía dejó salir un estornudo y su nariz se metamorfoseó, a una igual a la de Dora.
Remus Lupin abrazó a su hijo y cerró los ojos, guardando ese pequeño feliz momento en su memoria, así se quedaría en su mente para siempre.
–Dora –murmuró Remus con seriedad–. Por favor, prométeme que no te irás, que te quedarás aquí y que cuidarás de Teddy –Sonaba como una súplica, pero más bien era una orden–, necesito saber que estarán bien. ¡Dora, prométemelo!
Nymphadora asintió y le dio un pequeño beso en los labios– te lo prometo Remus.
Lupin se dirigió a la cuna azul donde dormía su hijo. Sintió cómo las lágrimas inundaban sus ojos, al ver el bebé, su Teddy, al que quizás no volvería a ver más. Con un nudo en la garganta le dio un beso en la frente y abrazó (quizás por última vez) a Dora.
Con un triste "adiós", se despidió de su familia, confiando en que Thonks se quedaría allí para cuidar de su hijo.
–No puedo dejarlo ir –murmuró–. Teddy, te quiero mucho, no sé si sobreviviré, pero de cualquier forma debes saber que voy a estar cerca de ti, para cuidarte. No me importa lo que diga tu padre, aunque vaya a pelear siembre te voy a querer, hijo.
Le dio un último abrazo, y salió por la puerta, dejando a Teddy junto a Andrómeda corriendo hacia el peligro, pero yendo hacia donde se encontraba su esposo, luchando para darle un futuro mejor a su hijo.
–Tío Harry –llamó el niño. Cuando vio que el hombre se acercaba a su cama y se sentaba el ella, se recostó contra las almohadas– ¿qué sucedió con mis padres?
Harry suspiró, recordando momentos de la Segunda Guerra, la última vez que había visto a Thonks y a Lupin. Miró con el ceño fruncido al niño de seis años.
–Ya te lo he contado, Teddy.
–Pero sabes que me gusta escucharlo.
–No es precisamente una bonita historia para antes de ir a dormir –dijo Harry, inclinándose hacia adelante.
Estuvo a punto de levantarse para irse de la habitación, pero luego pensó en sí mismo: a él, cuando era un niño como Teddy, le hubiese gustado saber todo sobre sus difuntos padres. Miró a su ahijado, que observaba el cielo estrellado por la ventana, y decidió darle lo que él no había tenido en su infancia–. Cuando llegó a El Refugio, nunca podrías imaginar su rostro al decirnos que habías nacido –contó, ocultando que cuando Lupin se había enterado que Thonks estaba embarazada se había deprimido al pensar que podría transmitirle su licantropía.
Teddy sonrió. Harry Potter era como un padre para él, sin embargo sabía que sus verdaderos padres habían muerto cuando él era un bebé. A pesar de saber que nunca podría hablar con ellos, le gustaba que su padrino (a quien a veces llamaba "tío", y cuando era más pequeño "papá") le contase momentos de cuando habían vivido, o le hablase sobre cómo los había conocido, y sobre todo cuando les habían dicho a los Weasley que había nacido.
Unos minutos más tarde el pequeño Teddy se durmió, imaginándose a sus padres, con un bebé metamorfomago en sus brazos, riendo y jugando con él.
Sabía que sus sueños eran producto de su imaginación, no recuerdos, pero aún así hacían que se sintiese feliz.
Hola gente :) Me gusta mucho la tercera generación, ya que está conformada por personajes de los que se sabe muy pocas cosas, entonces puedo jugar libremente con ellos, adaptándolos a mi forma de verlos. De toda la tercera generación (con mis poquísimos OC y todo), mi personaje favorito es Teddy Lupin. No sé por qué, pero me encanta :3
Un día de lluvia prendí mi computadora y empecé a escribir lo primero que se me venía a la mente, con unos retoques, frases y cambios, quedó esto.
Espero seguirlo y transformarlo en un Long Story. Sé que no soy muy responsable, y espero que no quede meses y meses abandonado (como Las Merodeadoras, que quizás pienso seguir en unos días), pero voy a intentarlo :)
Tengo planeado subir un capítulo cada lunes, ya tengo los primeros capítulos listos así que creo que no va a haber mucho problema por ahora :)
Saludos,
Vicky.
