Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, sólo la historia.

Género: M


Por alguna extraña razón, Sasuke se había obsesionado con la nueva alumna Sakura Haruno. Lista, simpática y atractiva, las cualidades que él más destacaba en una mujer. Pero eso no quería decir que fuese a tratarla bien o diferente a las demás.


Caminos Cruzados

Capítulo 1: Chica nueva, chico malo.

Sakura paseó la mirada por todo el instituto, dándose cuenta de que ese día ella sería el bicho raro, objeto de todas las miradas, en ese mismo instante se compadeció de sí misma. Suspirando, se colocó un mechón de cabello detrás de la oreja y empezó a caminar hacia el aula treinta y cuatro.

Mientras miraba el papel, se chocó contra la espalda de alguien. Se tocó la nariz, gimiendo por el golpe y levantó los ojos, encontrándose con un chico que le sacaba dos cabezas y media y de ojos negros.

Sakura parpadeó y sintió que se sonrojaba cada vez más.

Sus ojos oscuros eran iguales que su cabello, que hacían contraste con su pálida piel. Tenía la nariz recta, el mentón fuerte y cuerpo atlético. Tenía unos hombros anchos, y se preguntó qué clase de deporte haría para estar así.

— ¿Has terminado de inspeccionarme? —Dijo alzando una ceja.

Sakura se sonrojó más que antes y sonrió, intentando quitar la tensión que los envolvía.

Fue imposible.

La miraba fijamente y eso hacía que ella se sintiese incómoda. Apretó el papel con las manos mientras veía como un alumno que estaba a su lado miraba con una sonrisa la escena que se producía.

—Lo siento-o. —Dijo parpadeando. —Es que…

—Sí, lo sé, lo has hecho sin querer, ¿no? —cuando ella iba a hablar, volvió a interrumpirla. —Vete, ya. —Dijo volviendo a darle la espalda y conversando con una rubia de ojos claros.

— ¡Eh, eres un grosero! —Espetó la pelirrosa. El pelinegro se dio la vuelta y volvió a mirarla con una ceja negra, esperando explicaciones.

Antes de que Sakura fuese a decir algo más, el negro la arrinconó contra la puerta del aula, haciendo que los papeles se le cayesen al suelo y sus manos se colocasen instintivamente en el pecho del pelinegro, intentando alejarlo de sí misma. El cuerpo del pelinegro se pegó a la chica, sorprendiéndose de notar que su cuerpo se excitaba por la nueva alumna.

La miró a los ojos antes de observarla atentamente, a sabiendas de que no podía moverse ni hacer algún movimiento en falso.

Sus ojos eran verdes, lo miraban enojados y con el ceño fruncido. Sus labios eran rosados y finos, su cabello le llegaba hasta más debajo de los hombros de un color rosa que nunca había visto, ¿de dónde sería? Siguió bajando la mirada lentamente, sabiendo que la pelirrosa se ruborizaba cada segundo que pasaba.

Tenía dos pequeños que cabían perfectamente en sus manos, es más, estaba seguro de que eran perfectos, se los imaginaba pálidos y con dos pezones rosados, tuvo que subir la mirada cuando escuchó a la pelirrosa aclararse la voz.

Volvió a alzar una ceja.

— ¿Te importaría soltarme-e? —Dijo con voz entrecortada.

Él parpadeó, olvidándose de que su objetivo era decirle tres palabras, se le habían olvidado con sólo contemplarla. Dejó que saliera de su cuerpo y se agachase para coger los papeles del suelo. Bufando, se olvidó de Temari y entró en la clase, intentando olvidar a aquella chica de ojos verdes.

Pero peor fue cuando vio que miraba el papel de nuevo y entraba sonriendo por haber encontrado la clase. El profesor entró detrás de ella, dándole los buenos días y ordenado que todos se sentasen, sonrió cuando vio que ella se sonrojaba y miraba a todas partes, sin saber donde sentarse.

—Siéntese con Sasuke Uchida. —Dijo el profesor a Sakura.

La sonrisa se borró y colocó la mochila en la silla cuando ella quiso sentarse.

—Está ocupado. —Dijo sonriendo.

Ella le sacó la lengua y le tiró la mochila, haciendo que todos mirasen sorprendidos y ella sonriese mientras miraba al frente. Sasuke suspiró e intentó ignorarla mientras el profesor daba clases, pero le era imposible.

Durante toda la clase estuvo mirándola de reojo y viendo como varias veces resoplaba y se colocaba un mechón detrás de la oreja. La estúpida sonreía todo el tiempo, contestaba y aunque se equivocase, volvía a sonreír.

Sasuke volvió a darle un repaso rápido con la mirada, detalladamente. Se detuvo en sus dos juveniles pechos, bajando por sus estrechas caderas hasta sus largas piernas. Sintió que alguien le daba un golpe en la cabeza, viendo que la pelirrosa le miraba mal.

—Maldita puta. —Susurró mientras cogía su muñeca y se la doblaba hacia atrás, haciendo que ella chillase de dolor.

— ¡Señor Uchida! —Dijo el profesor.

Él la soltó y miró a la pelirrosa, que tenía los ojos enrojecidos mientras le miraba con una mueca, tocándole la muñeca sonrojada.

—Piénsatelo mejor antes de golpearme. —Gruñó.

La pelirrosa se quedó estática en su lugar mientras todos los alumnos miraban hacia ellos, sorprendidos. Temari sonrió y miró al profesor mientras una chica de ojos cristalinos la miraba con pena.

Él no volvió a mirarla, o al menos que ella se hubiese dado cuenta. Aún le dolía la muñeca y aquel animal parecía haber disfrutado haciéndole daño, el profesor finalizó las clases ordenando hacer un trabajo que les tocó a los dos juntos, cosa que Sakura lamentó rápidamente al ver la cara del pelinegro.

A la hora del descanso, ella se fue sola hacia el cuarto de baño, seguida por todas las miradas de los alumnos de su clase. Sasuke la siguió con la mirada hasta que entró en los baños femeninos y desapareció. Desgraciadamente, tenía que admitir que le quedaba demasiado bien el uniforme, mucho mejor que a Temari. Cuando regresó del baño, ambos se miraron fijamente. Ella se sonrojó y bajó la mirada rápidamente mientras pasaba por su lado, rozándole el hombro.

Dios, qué bien olía.

Era fresas, y estaba seguro de que aquella chica estaría estrenada nada más llevar allí una semana. Pero la idea de que alguien la tocase lo odiaba. Sacudió la cabeza y miró a Naruto, que iba hacia él con una sonrisa en el rostro.

Le daba igual, por él mismo que se la cogiera Naruto.

..

..

..

Sakura se acababa de cambiar para la clase de gimnasia, había conocido a Ino, una chica rubia de ojos azules que dijo ser la prima de Temari, ambas se odiaban a muerte, tanto que Temari le refregaba estar de royo con Sasuke. También conoció a Hinata, una chica de pelo negro y ojos cristalinos que parecía sonrojarse cada vez que hablaban de Naruto.

—No te acerques a Temari. —Le dijo Ino. —Es una zorra, es más, le gusta que Sasuke se lo diga.

Ella se había sonrojado.

Estaban en el campo, todas las chicas iban con el uniforme de gimnasia al igual que los chicos. La pelirrosa no pudo evitar mirar de reojo al pelinegro, que estaba cruzado de hombros mientras hablaba con el rubio, según le habían dicho se llamaba Naruto, su mejor amigo, o su único amigo.

— ¡Empezad todos a correr, cada vez que suene el silbato, cogeréis una pelota de baloncesto y se la tiraréis a vuestro compañero!

Sakura se quedó sola, por lo que tuvo que colocarse con una enfadada Temari, que se había quedado sola también. Ella le tiraba el balón cada vez más fuerte, y Sakura lo sabía. Ya le dolían los pechos de los golpes que recibía de la rubia.

Temari le tiró la pelota a los pies, haciendo que se tropezase y se cayese al campo, raspándose las rodillas y las manos. Temari se quedó donde estaba, mirándola mientras se encogía de hombros. Sasuke estaba detrás de ella en ese momento, sonriendo por lo torpe que era, hasta que se dio cuenta de que las largas piernas desnudas estaban expuestas para él.

Fue subiendo por sus caderas estrechas, hasta que sintió el balón golpeándolo en la cabeza.

Miró a Naruto, que se encogió de hombros mientras intentaba no reírse.

—Ha sido tu culpa, te has despistado.

—Hmpf. —Dijo cogiendo la pelota del suelo y mirando de reojo a la pelirrosa, que se había levantado y miraba a Temari.

— ¿Por qué lo has hecho? —Gritó.

— ¿El qué? —Dijo inocentemente.

— ¡Me has tirado el balón a los pies queriendo!

—Cariño, vete a acostumbrando, nunca juego limpio. —Dijo antes de darse la vuelta e irse.

La pelirrosa miró detrás de ella, encontrándose a Hinata mirándola con una sonrisa triste y a Ino mirando a Temari con los puños cerrados. También se fijó en el pelinegro, que le tiraba el balón cada vez más fuerte al rubio. Muy a pesar de ella, se encontró mirándolo fijamente mientras tiraba el balón, como sus brazos se flexionaban y su rostro cambiaba, molesto.

Suspirando, se fue hacia el baño para limpiarse las heridas que tenía.

Cuando salió del baño, vio que todos estaban alrededor de dos personas que parecían estar peleándose. Ella corrió hacia la pelea, viendo como Hinata se tapaba los ojos y Ino sonreía. Ella se puso de puntillas, sorprendiéndose al ver que el pelinegro le pegaba puñetazos a un chico de cabello castaño que intentaba devolverle los golpes.

— ¡Suéltalo! —Dijo la pelirrosa entrando en el círculo y tirando de él. — ¡Suéltalo estúpido, le vas a hacer daño!

Él miró hacia atrás, encontrándose con los ojos de la pelirrosa.

—Vete. —Gruñó antes de volver a pegarle un puñetazo al castaño.

— ¡Animal, que te lo vas a cargar! —Gritó lanzándose a la espalda del pelinegro.

Rápidamente se llevaron al castaño a la enfermería mientras Sasuke se bajaba de la espalda a la pelirrosa, que estaba algo sonrojada mientras lo miraba fijamente.

—Eres un animal. —Susurró mientras retrocedía mientras él se acercaba.

—Y tú una zorra entrometida. —Gruñó mientras se acercaba cada vez más a ella hasta que chocó contra la valla del campo.

Sakura parpadeó sorprendida por sus palabras mientras sentía que el cuerpo del pelinegro se pegaba totalmente al suyo, sintiendo sus pechos aplastados por el duro torso de Sasuke.

— ¿Qué? ¿Cómo te atreves a llamarme zorra entrometida pedazo de c…?

Sakura se vio interrumpida cuando el pelinegro pegó sus labios a los de ella. Ella rápidamente llevó sus manos al pecho del pelinegro, intentando separarlo, pero él tenía muchísima más fuerza que ella. Cuando él le metió la lengua en la boca, ella se arqueó para separarse de él, pero le cogió las manos y se las bajó mientras le mordisqueaba los labios.

Ella gimió, pero consiguió soltarse de su mano y alzarla para golpearla contra su mejilla, haciendo que Sasuke interrumpiese el beso rápidamente.

—Maldita puta. —Dijo cogiéndole la mano.

— ¡Señor Uchida, vaya al despacho del directo ahora mismo! —Dijo el profesor.

Él le soltó la mano y la miró fijamente antes de irse. Con las mejillas sonrojadas, los ojos llorosos, los labios entreabiertos, hinchados y sonrojados por sus besos fue la imagen más erótica que él había presenciado. Se alejó de ella, dándose la vuelta y siguiendo al profesor, que hablaba con él.

Sakura se llevó los dedos a los labios, acariciándolos mientras volvía a recordar el beso. Desgraciadamente, admitía que le había gustado el beso, sentir sus labios con los suyos. Se enfadó y se fue al baño a cambiarse sin ser consciente de que Temari había visto todo y la miraba fijamente.

Entró en el baño sintiendo como la rubia el golpeaba en el hombro y se iba.

—Pasa de ella.

La pelirrosa se giró, viendo que Ino sonreía con los brazos cruzados y una sonrisa amarga.

— ¿Qué-é? —Dijo parpadeando.

—Nada, dúchate y prepárate, esta tarde nos vamos de compras para la fiesta de Temari. —dijo antes de irse y dejarla sola con Hinata, que estaba envuelta en una toalla.

Ambas se miraron fijamente durante un rato, hasta que Hinata habló.

— ¿Me he perdido algo?

Demasiadas cosas, pensó la pelirrosa mientras se desnudaba e iba hacia la ducha.


Este es el primer fanfic que publico.

Espero que lo hayan disfrutado y quieran que lo siga, por favor dejen reviews.

Besitos…