Nota principal del autor: después del tremendo éxito de mi primer Fan Fiction de Sasameki Koto "Sumika Loves" (¡más de 7000 visitas, madre mía!), decidí hacer otro Fan Fiction de la misma serie (mejor dicho, anime, que no leí el manga).
Este Fan Fiction se desarrolla en mitad del capítulo 2 "Personas bonitas", cuando Sumika y Kazama se dan un paseo nocturno. El resto va a ser que lo leáis por vosotros/as mismos/as.
¡Que disfruten de la lectura!
Kazama y yo estuvimos caminando por la calle, en horas nocturnas. Ella estuvo en todo momento cogiéndome del brazo, y estuvimos ella y yo rememorando cómo nos conocíamos...
"Recuerdas, en la secundaria, tres chicos estaban burlándose de mí en el parque de atracciones." Kazama dijo "Y tú me defendiste y los espantaste, Sumi-chan. Aquello fue increíble..."
Me permanecí callada. Pensé que iba a decir algo más.
"Sumi-chan, tienes un bonito rostro y eres alta... Pudiste haber entrado en la escuela para chicas. Todas te llamarían "hermana"..."
Esas pocas palabras que dijo Kazama me llenaron de valor para decirle que la quiero...
"¡Venga, Sumika, que ahora es el momento!" Me dije para sí misma y empecé a hablar con ella "Kazama... vas a tener que disculparme, pero es que tengo algo que decirte..."
"¿Eh? ¿De qué se trata, Sumi-chan?"
"Es que... Kazama, verás... Es algo complicado..." No sé cómo, pero me puse un poco nerviosa.
"¿Complicado? ¿Es un problema con la escuela?"
"Vale. Kazama no lo pilla. Voy a tener que ir en plan loca... Es ahora o nunca." Pensé yo.
"¿Problemas de familia?" Kazama seguía haciendo hipótesis.
"Kazama... Me..." Empecé a decir "¡Me gustas, Kazama! ¡Me gustas muchísimo!"
Entonces, por un momento, noté que el tiempo se había parado...
"...Dios mío... se lo dije a Kazama... ¡Finalmente se lo dije a Kazama! ¿Qué dirá ella?"
"...aprecio mucho tus sentimientos, Sumi-chan..." El rostro de Kazama se veía indiferente... eso o no me di cuenta de su reacción "...pero me temo que lo nuestro no va a poder ser, no eres de mi tipo..."
Al escuchar esto, sentí que mi corazón se derrumbó tanto que en él sólo quedó un vacío enorme...
"Pero podemos ser grandes amigas. ¿Sabes?" Kazama sugirió... pero la oferta no me resultaba convincente...
"Me voy." Dije yo con tono rotundo, y me di la vuelta para marcharme a casa.
"¿Eh...? ¡Pero no hemos llegado a la tienda todavía!"
"No importa..." No detuve mis pasos.
"¿Me vas a dejar sola, Sumi-chan...? ¡Aquí está todo muy oscuro!"
A partir de entonces, me quedé en silencio mientras caminé hasta torcer a la derecha, en un cruce. Seguí caminando en esa dirección...
...y cuando me encontré lo suficientemente lejos como para que ella no me viera o escuchara mis pasos, me eché a correr. Sólo miraba hacia abajo, no pensaba en nada... Sólo corría y nada más.
Mi mente estaba en blanco... y minutos después me di cuenta de que entonces yo no sentía nada por Kazama...
Seguía corriendo...
Seguía corriendo...
Y seguía corriendo...
*PLAC*
"¡Ahh!"
Sin apenas darme cuenta, me caí al suelo, y justo entonces vi a una chica en el suelo. Me hice la idea de que yo me he estrellado con ella en mi carrera.
"¡Perdón! ¿Estás bien?" Me incorporé y le ayudé a la chica a levantarse.
"Sí, sí, estoy bien..." Ella dijo, y en cuanto me miró, pareció reconocerme "¿Eres... Murasame-san?"
"¿Eh? ¿De qué me conoces?"
"Estamos en la misma clase, ¿no recuerdas?"
Ah, sí... La recuerdo, es una compañera de clase. Es Azusa, de apellido Aoi. Apenas la conocía, así que por eso no la recordaba bien.
"Ah, ya, Aoi-san, ¿verdad?" Respondí yo.
"Sí. ¿Qué haces aquí? ¿Por qué corrías?" Ella preguntó.
Al escuchar eso, me hice un vuelco en el corazón... Entonces recordé por qué estaba corriendo...
"...Kazama..."
Y comencé a correr otra vez...
"¡Eeeehhh!" Escuché las exclamaciones de Aoi-san a distancia "¡No me respondisteee!"
No la contesté, seguí corriendo hasta incluso después de llegar al punto de no escucharla.
Seguí corriendo...
...hasta llegar a mi casa. En cuanto me detuve frente a ella me di cuenta de que estaba muy cansada. Muy cansada. Apenas podía respirar con regularidad.
Antes de entrar decidí esperar hasta que respire con normalidad, no pensé que sería buena idea que me preguntaran qué hice para echar una carrera.
Poco después, en cuanto empecé a respirar bien, entré en casa. Noe-san, la sirvienta, fue la primera en recibirme en la entrada.
"Hola, Sumika-san, ¿qué tal lo pasaste con Kazama-san?" Ella me saludó.
"Pues... *ejem* bien... muy bien, Noe-san..." Respondí intentando no levantar sospechas.
"¿Qué comisteis vosotras?"
Ahí recordé que no había comido con ella... "Pues, ramen y unas bebidas..." No tenía hambre, pero no quería preocupar a Noe-san por una cosa sin importancia, así que mentí.
"Ah, muy bien, ¿y qué se cuenta ella?"
"Perdona, Noe-san, hoy vengo un poco cansada, así que me voy a mi habitación a dormir directamente. ¿Vale?" Decidí cortar la conversación, no tenía ganas de hablar.
"Como quieras. Buenas noches, Sumika-san."
"Buenas noches..."
Más tarde, después de quitarme el vestido, ponerme el pijama y echarme en la cama, intenté dormir.
Pero...
...la imagen de Kazama pidiéndome que no me vaya me perseguía...
No lloré, pero se me saltaron muchas lágrimas...
Era la chica de la que me enamoré hace meses... Mi mejor amiga... Y entonces lo he estropeado todo...
Todo...
Nota del autor: sí. Tal vez fue un comienzo demasiado directo, pero es que yo tenía muchas ganas de lanzar esta historia a la luz.
También es cierto que repito algunas palabras y frases, pero eso es para dar emoción a la historia.
