Los personajes le pertenecen a Kishimoto, creador del manga de Naruto.

Diálogos "Bla, Bla, Bla"

Pensamientos "Bla, Bla, Bla"

©Ares-sama

Summary: Solo quería que su familia regresara, que su clan estuviera vivo. El deseaba un mundo distinto, pero nunca pensó que cambiarían tanto las cosas, este mundo que es gobernado por el miedo y el odio, un mundo donde Konoha nunca existió, donde la guerra nunca termino.

Prologo

Un deseo egoísta

Sintió que todo era un simple sueño, uno del sentía que no deseaba despertar por ningún motivo. Hay estaba su madre sonriéndole, recordaba su largo cabello negro, sus peculiares mejillas que tanto le encantaban, esa manera de acariciar lentamente su cabeza. Si en verdad estaba muerto como temía, no era tan malo.

Luego su mirada se enfocó en su padre, ese hombre tosco, serio que rara vez decía alguna palabras con sentimiento de aprecio, pero que sabía que muy en el fondo no había persona que amara más a su familia que Fugaku.

Por último y pasándole el pequeño plato de arroz ya que se encontraban sentados en la mesa donde comía toda la familia, estaba él. La persona que más admiro y llego amar, su hermano mayor Itachi. Un hombre que lo había dado todo por la aldea en un intento tonto por proteger a unos ingratos.

Konoha debía desaparecer ese había sido su pensamiento cuando supo la verdad, pero ahora deseaba era reformar el mundo shinobi de tal manera que se conseguiría una paz verdadera aunque fuera por medio de la fuerza.

Pero verlos a ellos nuevamente ponía su alma en tal duda que no sabía si podría continuar con aquel plan. Pero que importaba estaba muerto, recordaba ser apuñalado por Madara, su espada lo había atravesado directo en su pecho. Todo se había terminado.

Solo pudo seguir sonriendo, ese niño que era ahora. Solo podía sonreír.

"No pensé que te rindieras tan fácil"

La voz lo despertó de ese trance placentero que se encontraba. Solo consiguió voltear para ver el lugar oscuro donde se encontraba, solo podía alcanzar a ver su propio reflejo en lo que parecía ser un pequeño estanque donde se encontraba parado. Y el responsable de aquella voz estaba enfrente de él, no tenía ni idea de quien se trataba era un anciano con extrañas facciones en el rostro, sin mencionar que podría jurar que tenía cuernos.

Acaso estaba en el infierno y si lo estaba solo le quedaba reírse un poco al pensar hace unos momentos que estaba en una especie de paraíso.

"¿Quién demonios eres?"

Fue una pregunta con total falta de respecto o algún intento de sonar educado, si este era una especie de dios o juez del más allá a Sasuke poco le importaba. Realmente le daba la misma mierda.

Claramente el ser cuestionado no dudo en fruncir el ceño ante tal falta de tacto para sus preguntas, pero no debería estar sorprendido se dijo a sí mismo, era algo que debía esperar definitivamente era la forma de ser tan parecida a su hijo mayor.

"Soy Hagoromo Ōtsutsuki"

Sasuke alzo una ceja como si aquel nombre le indicara algo pero en sus recuerdos y pensamientos no conocía a nadie con dicho nombre.

"Eso no me dice nada, agotas mi paciencia"

Las miradas de ambos se cruzaron y por cuestión de segundos, Hagoromo pensó en marcharse y dejar que la rueda del destino siguiera con su curso, pero se detuvo recordó como había observado con tanto dolor el camino que aquel joven había tomado.

"Soy el Rikudō Sennin"

Sasuke abrió sus ojos con sorpresa, esas palabras si le hicieron recordar las antiguas leyendas contadas por su madre, como su hermano hablaba de una diosa en la luna que descendió y le obsequio al mundo al Rikudō Sennin o el dios de los Shinobi. Una historia estúpida si se detenía a pensarla pero ahora, este hombre, este anciano con esa extraña mirada un momento se dijo ese era el Rinnegan era imposible, entonces este hombre diría la verdad.

"Veo que no me crees"

"No importa si te creo o no, mi vida ha llegado a su fin acabo de presenciar mi muerte en manos de mi ancestro Madara, si vienes a juzgarme hazlo pronto no tengo toda la eternidad para ello"

Aunque la muerte era eso mismo, una interminable eternidad de sueño profundo o eso pensaba Sasuke. Pero el ser presente no pareció darle mayor importancia, solo se quedó observándolo en silencio como si algo fuera a cambiar solo con detallarlo.

"Te he estado observando, no necesito juzgarte se lo que has vivido y lo que has hecho"

"Entonces..."

"Si pudieras regresar…"

Las palabras salieron suavemente con la intención de conocer las intenciones finales del joven pero lo que vino después fue algo que lo sorprendió y dejo semi-congelado por su forma de expresión tan fría y desinteresada.

"No me interesa regresar a la batalla"

Sasuke solo lo dijo mientras daba media vuelta dispuesto a regresar a su sueño, o al lugar donde pasaría el resto de su vida, ya fuera en un cielo o un infierno si es que algo como ello existiera.

"¿Acaso este mundo no te importa?"

Sasuke se detuvo pensó en las acciones de Itachi en sus convicciones y sus creencias pero importarle el mundo entero, intentar regresar para enfrentarse a Madara, luchar por cambiar las cosas sin importar los métodos. Él no era así, él no era Itachi y definitivamente era una persona muy egoísta si lo pensaba por unos segundos.

"El mundo nunca cambiara, porque debería importarme"

Este chico en verdad no lo podria estar diciendo en serio.

"Entonces que es lo que deseas, pasar la eternidad en la oscuridad eterna"

Que era lo que él deseaba. Fue lo primero que pensó Sasuke, entonces recordó la sonrisa de su madre, la manera como su padre estaba siempre observando y protegiéndolos, ante todo recordó a Itachi, su muerte, su deber, su maldito sentimiento de lealtad a Konoha.

"¿Me ofreces una nueva oportunidad es eso? Entonces devuélveme a mi madre, a mi padre, a Itachi, devuélveme a mi clan"

Hagoromo sintió un fuerte nudo en su pecho, intento controlar su respiración era verlo a los ojos, a su hijo mayor aquel que perdió el camino, nuevamente no comprendía que conseguiría con traer a los muertos, nada de eso servirá. Para que ellos existieran el mundo tendría que ser nuevamente creado.

"¿Y Konoha? ¿Tus amigos?"

"Ellos no me importan, dame lo que deseo"

"Pides mucho y no veo eso en que beneficiaría al mundo"

Sasuke se sorprendió ante ello pero una sonrisa se formó lentamente en sus labios.

"Dijiste que me habías observado acaso no merezco una nueva oportunidad"

Hagoromo solo suspiro dándose cuenta que nada de esto le importaba, era la última opción en que él había pensado. Era modificar el mundo para evitar que su madre fuera revivida pero esto era tan absurdo, tan egoísta por parte de una sola persona. Si aceptaba seria negar el futuro.

"Si lo hago, las perderás, aquellas dos mujeres que tanto te aman"

"No me importa, ninguna persona me importa más que la familia que perdí"

Niño tonto fue lo único que pensaba el dios de los shinobi mientras cerraba sus ojos y comenzaba a brillar con fuerza.

"Si no haces las cosas correctamente, podrás perderlo todo nuevamente"

Sasuke sonrió con entusiasmo su deseo se iba a cumplir.

"No los perderé, porque Konoha no existirá en mi nuevo mundo"

Hagoromo mostro su molestia y todo el lugar se ilumino con fuerza. Sasuke sintió como iba perdiendo la vista lentamente, todo su cuerpo se sentía como si estuviera desprendiéndose lentamente.

Solo escucho una pequeña voz, leve y suave que era como un simple susurro.

¡Sasuke-kun!

El cuerpo de Sasuke se ilumino, con ello una esfera blanca comenzaba a formarse y todo el campo de batalla junto con el mundo comenzó a desaparecer.


Vio a sus amigos muertos, la vio a ella siendo apuñalada con fuerza por una estaca de hierro. Pero quien era esta chica de ojos plateados, era una Hyuga pero nunca la había conocido, no importaba se dijo a sí mismo, se despertó con cansancio, consumido por la agotadora pero placentera noche que había tenido.

Intento ponerse de pie pero una mano alrededor de su cintura le impedía.

"Vamos Karin ttebayo, necesito ir a la reunión del consejo o mi madre me matara"

Dijo entre bostezos un agotado Naruto, mientras intentaba desprender de su cuerpo la mano de su prometida.

"Todos esos ancianos pueden podrirse"

"Karin-chan por favor"

"Tsk, haz lo que quieras, ve corriendo con el consejo y tu madre"

El agarre se soltó y ella se volteó entre sus sabanas.

Una sonrisa triste se formó en sus labios, así serian siempre. Eso sería lamentable, Karin odiaba al clan no le gusto que se tuviera que casar con el segundo hijo de Kushina, no claro que a ninguna le hubiera gustado. Karin era una noble entre los Uzumaki y el solo era el segundo hijo, claro que tenía una posición importante, una familia amorosa.

Familia era extraño tenía una sensación en su mente, sobre como si algo en su familia no estuviera bien, completamente errado en todo pero… En que estaba pensando, era cierto iba a llegar tarde a la reunión.

Se vistió rápidamente y se acercó al ponche a lavarse el rostro apresuradamente, salió de la pequeña habitación donde había pasado la noche. Salio intentando no hacer ruido para no despertar a la fiera de su prometida, Karin no era mala persona solo que no era del tipo madrugador.

Miro los pasillos dando un pequeño suspiro, se acercó lentamente a una de las ventanas y la abrió lentamente no quería ir a ver la cara de la recepcionista, ya bastante vergüenzas había pasado la noche anterior intentando ingresar.

La sonrisa pícara de esa mujer cuando vio ingresar a los jóvenes enamorados como los había llamado, no sabía quién se había reído mas, si Karin o el.

Se aseguró que nadie lo observara y salió de la edificación en silencio, camino tranquilo como si nada hubiera pasado cuando llego al suelo. Miro la pequeña aldea, con una pequeña sonrisa en su rostro era feliz, pero se sentía a la vez tan vacío en algunas cosas.

Solo comenzó a correr dejando atrás sus pensamientos.

La gente lo saludaba con alegría y entusiasmo, algo que todos los aldeanos de lugar tenían en común era sus cabellos extrovertidos, de diversos colores aunque el rojo era el más predominante.

Naruto se dirigía al edificio principal y más alto de la aldea, era de cuatro pisos estaba recién construido, una edificación para demostrar la riquezas conseguidas por parte de los Uzumaki y sus clanes vasallos.

El mundo estaba en guerra, los clanes se desangraban los unos a los otros. Pero Naruto agradecía en silencio que su gente estaba algo lejos de las luchas, no es que los Uzumaki no lucharan eran feroces guerreros y tenían tal vez la armada más fuerte de todos los shinobi, pero su isla tenia fuertes defensas y hacía tiempo que no intentaban invadirlos. Claro que estaba el asunto que los shinobi hacían trabajos y a veces les pagaban para luchar en guerras de los señores feudales, una gran suma de dinero estaba ofreciendo un señor feudal de las islas de los mares para expulsar una invasión Nara.

Pelear por dinero que tontería, como si los shinobi no vivieran en constante guerra ahora sumarle el caos que generaba el dinero.

Naruto toco la puerta con nerviosismo cuando llego, quería ingresar por las ventanas pero siempre que lo hacia su madre aparecía en segundos golpeándolo y diciéndole que aprendiera a entrar por la puerta de adelante.

La puerta se abrió lentamente y una mujer anciana le sonrió.

"Eres tu Naruto-san, ven ingresa la reunión pronto comenzara y me alegro que hubiera tocado, Kushina-sama está esperándolo en los pisos de arriba, dijo algo de enseñarte como entrar a un edificio"

La anciana se rio, mientras Naruto nervioso rascaba su nuca, mientras caminaban hacía los pisos superiores, no pudo evitar mirarse en el espejo, algo no estaba bien. Pensó desde cuando tenía el cabello rojo.

"Oye idiota"

Naruto volteo su mirada y vio como la amable anciana se marchaba con la rapidez que los años le permitían. Naruto frunció el ceño la mujer estaba asustada y ahora se daba cuenta porque, demonios pensó ahora no quería enfrentarse a ella.

"Tayuyá-chan"

Pero la mujer no dijo nada, la adolecente tenía casi su misma edad, solo un año mayor. Naruto la conocía desde que eran niños, siempre tan grosera y poco cortes pero quería creer que era una forma de protegerse. Tayuyá había visto morir a sus padres desde que era una niña, horrible masacre pensó.

"Hueles a ella"

Dijo con una suave voz que por unos minutos no pensó que fuera ella.

"Tayu"

Pero fue interrumpido, ella solo alzo su mano ignorando lo que tuviera que decirle.

"No importa, sé que solo soy tu chica de repuesto"

Apretó los labios con furia, iba a decirle que no pero otra persona llego y las facciones de Tayuyá volvieron a ser como antes, Naruto se dio cuenta que no era el momento para hablar.

"Nisama"

Naruto inclino levemente su cabeza en señal de respeto. Ante él estaba el hombre que era su hermano mayor.

"Naruto, ¿Dónde te habías metido? Nuestra madre estaba furiosa, ven acompáñame al gran salón tenemos mucho de qué hablar"

Naruto asintió.

"Nagato-sama si me permite retirarme"

Tayuyá solo se marchó sin esperar una autorización. Naruto miro a Nagato en silencio hasta que escucharon el sonido de las escaleras de una persona descendiendo hasta el piso final.

"¿Dónde estabas?"

"Con Karin, Nisama"

Nagato solo suspiro mientras acariciaba el cabello de su hermano menor.

"Solo intenta controlarlo está bien, se vería mal visto que antes de tu boda te vean en malos pasos incluso si es con tu prometida aparte de eso"

Volteo su mirada por donde se había marchado Tayuyá.

"Controla a tu amante"

"Ella no es…"

"Contrólala, eres joven lo entiendo pero debes ser cuidadoso"

Naruto asintió con fuerza, mientras Nagato solo dio media vuelta y comenzaba a caminar en silencio.

"Haz tenido pesadillas nuevamente, de las que me hablaste la otra vez"

Naruto miro a su hermano en silencio, él siempre sabia cuando algo andaba mal y una sonrisa surgió.

"Si, es extraño pero siento que estas imágenes tienen algún significado"

Nagato medito por unos minutos para luego voltear.

"Solo son sueños Naruto, algo como Konoha no existe"

El pelirrojo menor asintió y ambos sonrieron.

¡Porque te amo!

Naruto se detuvo en silencio, juraba que había escuchado esa frase nuevamente. Pero al voltear no había nadie solo un pasillo de madera, una ventana al medio abrir, era tonto pensaba luego su atención regreso a su hermano que estaba ingresando al salón de reuniones y lo miraba con preocupación.

¡Shannaro!

Él había olvidado algo, alguien.

¡Yo seré Hokage algún día!

Que era lo que estaba pensando, se dijo a sí mismo. Los problemas con Tayuyá lo había desconcentrado. Solo continúo su camino hacia el salón de reuniones.

"¡Oye estas bien!"

Nagato lo miro con preocupación.

"Lamento si fui duro pero no tienes por qué ponerte así"

"De que estas hablando ttebayo, estoy bien Nisama"

Nagato lo miro poco confiado y solo puso una mano sobre su hombro.

"¿Entonces por qué estas llorando?"

Naruto entonces se dio cuenta que estaba derramando lágrimas, que raro la última vez que había llorado fue cuando su padre había muerto. Porque estaba llorando, es como si olvido una promesa, algo importante.

Limpio sus ojos rápidamente.

"Estoy bien, todo esto, la boda, el compromiso, la forma como Tayuyá se comporta últimamente me tienen algo estresados"

Nagato no dijo nada, aguardo que su hermano se repusiera e ingresaron al salón de reuniones, la puerta se cerró detrás de ellos.


Notas del autor:

Llevo tiempo queriendo subir esta nueva historia es totalmente universo alterno, es uno de mis tantos proyectos atrasados debido a que he tenido dificultades en actualizar otras historias pero no quise detener mas la publicación de esta y decidí subirla.

Que tan distinto sera este mundo y como serán los demás shinobi.