Naruto y sus personajes son propiedad de Masashi Kishimoto.

Drisfruten de la lectura.

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Sabías que esa era la última vez. Que no habría más intentos, no más vueltas atrás, no más huidas y regresos. Tu última oportunidad para rasgar la piel de un amante entregado, para oler la curva de su cuello al dormir.

Lo hacías por ti, por él, por tu marido. Pero sobre todo, por ti, por la destrucción que tus ojos llevaban dentro, la soledad del amor oculto.

Cerrarías por última vez la puerta, esta vez suave. Y suavemente también dirías "Adiós, Sasuke". Y él volvería a quedarse callado, volvería a pensar que era otra vez más, volvería a quemar cigarros esperándote y a mirarte con anhelo cuando atravesases de nuevo la puerta.

Sabías que era una relación imposible, que el pesar de la razón quebraba tu alma. Pero lo amabas, lo amabas y por eso la única solución era cerrar, suavemente, pellizcar la burbuja y estallar, liberarte.

Y lo haces.

Acaricias el marco, aspiras profundamente el recuerdo de vuestro amor, miras aquella habitación por última vez.

—Adiós, Sasuke.

Cierras la puerta.