"The Ballad of a tragic fate"
Él era solamente Theta y el otro hombre era solamente Koschei, ambos eran dos jóvenes Time Lord, que estaban juntos, pero algo ocurrió y su relación se rompió, volviéndolos finalmente enemigos durante sus largas vidas y regeneraciones, ¿qué fue aquello que ocurrió? ¿qué sentían realmente estos time lord por el otro? — Paso a paso la vida de ambos time lord, con sus regeneraciones y vidas contadas —.
Doctor Who y sus personajes no nos pertenecen, nosotros únicamente sufrimos con los capítulos que nos dan.
Capítulo I
"Una noticia y un adiós"
Por Badguy y Moores.
1745 palabras según Word.
Miraba aquella pequeña cosa de plástico, mientras se paseaba de un lado a otro en el baño que su casa poseía.
Paseaba una de sus manos por su rubio cabello, mientras sus ojos algo azulados, no dejaban de estar clavados en aquel — para algunos — insignificante trozo de plástico humano.
Intentó pensar en cómo lo había obtenido, sólo para distraerse, recordando como Colosio le había dado aquél "recuerdo" de la Tierra. Una prueba de embarazo, nada más y nada menos.
Una prueba que nunca había creído usar hasta hace unas semanas atrás...
Todo había comenzado con mareos... primero había pensado que por su condición "semi-humana" que era apenas latente en él — por la que siempre, sus maestros en la academia que sabían, le terminaron diciendo que en lo que más se parecía a un humano era en lo cobarde —, había afectado su sistema por comer alguna comida de Gallefrey, pero aquel malestar había seguido y se le habían sumado aquellos molestos vómitos matutinos.
Ahí fue cuando se preocupó en realidad y había comenzado a investigar posibles enfermedades, pero de todas las que había encontrado... aquello, que estaba por comprobar si era realidad o no, había sido lo más acertado.
Sus ojos se abrieron totalmente al ver, luego de la espera, el resultado de su "prueba". Se sentó pesadamente en la orilla de la tina de bañar y dejó caer sus brazos a sus costados de tal modo que para otros podía ser cómico. Pero no para él.
¿Qué haría ahora? No podía sólo ir y decirle a su madre y padre lo que pasaba. Y sabía, al mismo tiempo, que tenía que decirle a alguien. Se estremeció cuando su entumido cerebro le dijo a quién debía decirle aquello. Se preguntó a sí mismo, mientras se hacía pequeño en su lugar, como rayos iba a decirle aquello, en que palabras iba a usar.
Sabía que aquella persona en especial no lo tomaría de la mejor manera… además las últimas veces que lo había visto, él había mencionado dolores de cabeza, que lo aquejaban.
Sabía que si lo encontraba con uno de aquellos dolores, las consecuencias serían aún peor.
No se le ocurría cómo salir de aquella situación, que hacer realmente, en quién podría confiar completamente, más que a la persona que también estaba involucrada en el asunto.
Tarde o temprano se sabría la noticia en todo Gallefry... el chico cobarde, Theta estaba embarazado.
Respiro tan hondo le permitieron sus pulmones, casi doliéndole, y se levantó sobre sus pies con cuidado, por si algún mareo se aventuraba a comenzar, y salió del baño. Camino hasta su sofá, uno cómodo y agradable, pensando en tirarse ahí para seleccionar las palabras que iba a decir, aunque no pudo hacerlo.
Apenas se sentó, tocaron a su puerta con insistencia, haciéndole palidecer. Sólo una persona tocaba a su puerta de ese modo en todo Gallifrey, y era la persona que quería/no quería ver en ese momento.
Se levantó pesadamente, guardando aquella prueba en uno de los bolsillos de su túnica, para ir a paso lento a abrir la puerta, encontrándose ahí con la figura del joven, que no tendría más años que él.
— Hola Koschei. — Tenía que aparentar normalidad, se dijo a sí mismo, respirando hondo, intentando que su rostro no le delatase.
— Tardas mucho en abrir, Theta — Le gruño el muchacho y lo empujó para dejarse espacio y entrar.
No dijo nada, como siempre, mientras tomaba al otro de la túnica y jalaba de él para comenzar a besarlo con cierta brusquedad, como siempre solía hacer.
— Estas callado — Le dijo luego de unos minutos, en que, para su sorpresa, el otro no había opuesto la tradicional resistencia que tanto le gustaba — aunque no iba a decírselo —.
Vio como el muchacho rubio tenía aquellas mejillas, por lo general sonrojadas después de un beso como aquel, de un color pálido, casi enfermizo, mientras que con suavidad apoyaba sus manos en su pecho, como intentando aferrarse a él de cierta forma.
— Koschei... yo... es sólo que comí algo que me cayó mal. — Le mintió. Nunca le había mentido a él, no a Koschei.
Koschei frunció el ceño, observando la cara del otro, y asintió. Lo tomó con cuidado de los hombros y lo hizo sentar en el sofá, en uno de sus momentos de ternura para con Theta. Él mismo se puso de cuclillas delante de él tomando sus mejillas suavemente.
— ¿Estas mareado? — Le preguntó con suavidad. — ¿No has ido con el Médico? No podrás hacer las prácticas con las Tardis estando así.
— No, no lo estoy, Koschei... — Le murmuró con suavidad apoyándose en aquel toque, necesitando de aquellas caricias suaves que estaban trazando aquellos finos dedos en la piel de sus mejillas.
¿Cómo podría decirle lo que tenía?, tenía miedo a su reacción, pero sabía que debía decírselo, a él primero, antes de que a cualquier persona.
Pudo sentir un suave beso en sus labios antes de ser recostado en el cómodo sofá con sumo cuidado, todo hecho por Koschei que le miraba con un gesto serio de preocupación.
— Iré por el médico de la Academia, espera aquí. Y no te muevas o ya verás, Theta. — Le aseguró con una voz autoritaria, la misma que usaba cuando el muchacho se rehúsa a seguir sus órdenes.
— No, por favor no, Koschei. — Le habló y se aferró a la túnica del muchacho, suspirando pesadamente al ver aquel gesto de enojo por desobedecerlo, sacó con cuidado aquella prueba y se la paso en las manos a su compañero y novio. — Esto es lo que tengo...
— ¿Que rayos es esto? — Theta se estremeció al ver como ese momento dulce de su novio había terminado y comenzaba uno de enojo.
El otro miraba la prueba con fastidio, sin entender realmente que era. Sabía que era humano, pero no tenía ni la más remota idea de que era en si o para que servía.
Se estremeció al ver como el enojo comenzaba a llenar el cuerpo de su compañero, además de aquel sentimiento que estaba seguro que tenía, el sentirse idiota por no poder comprender algo tan simple como algo humano, que eran mucho menos avanzados.
— Es... una prueba de embarazo... — Susurró a penas, con la voz ahogada por un llanto que quería soltar. — U-Una línea era negativo... pero una cruz... es positivo...
El muchacho miro fijamente la prueba. Primero callado. Demasiado callado, pensó Theta. Luego su ceño se frunció tanto que parecía ser una sola ceja y finalmente arrojó lejos la prueba gruñendo.
— Estas diciendo que estas esperando un niño — Le gruño molesto, mirándolo frío.
Tembló ante aquella mirada tan fría. Koschei nunca lo había mirado a él de esa forma, ni siquiera cuando lo metía a ambos en líos en la academia o cuando él huía de las cosas difíciles.
Tragó pesado y lo miró finalmente, viendo aquella molestia en el joven que hace unos minutos lo había tratado con amor y ternura.
— S-Sí... — Le contestó finalmente.
— ¿Y con qué derecho te embarazaste? — Le siseo con fastidio, y se inclinó hacia él, molesto. — Jamás te di permiso de hacerlo, ¿o sí? ¿Te dije alguna vez "tengamos un hijo, Theta, se estúpido y déjate embarazar"? ¿¡LO HICE!?- Gritó lo último y se alejó luego, tallándose fuerte la cara. Theta sabía que el dolor de cabeza iba a comenzar, siempre se tallaba el rostro así cuando iban a comenzar.
Y cuando aquellos dolores comenzaban, era cuando Koschei se ponía más irritado aún, más furioso de lo que nunca se hubiera podido imaginar... pero en ese momento no podía imaginar mucho, pues sentía cómo las lágrimas quería salir de sus ojos, mientras un fuerte dolor se instalaba en su pecho.
— N-Nunca l-lo h-hiciste, pero t-tampoco h-hacías m-mucho por evitarlo, K-Koschei. — Le murmuró cual niño, se sentía indefenso, temeroso de las próximas palabras que se avecinaban.
— ¿Perdón? — Koschei lo miró con una mirada peligrosa y todas las alarmas en el interior de Theta se dispararon. Koschei lo sujetó del cabello para hacerlo verlo, susurrando despacio. — ¿acaso me respondiste, niñito? El que tenía que evitarlo eras tú, ¿ni si quiera eso podías hacer bien? — Gruñó empujándolo con fuerza. — ¿Que harás con esa cosa?
Jadeó, intentando no llorar enfrente de Koschei en aquel estado, pues sólo incrementaría el enojo del muchacho.
— T-Tenerlo... — Susurró a penas, eran señores del tiempo, siempre les habían enseñado que la vida merecía ser respetada, ¿cómo podría atentar él mismo contra una vida que estaba creciendo en él?
— Lo tendrás sólo — Le informó el otro. Se acomodó su propia túnica con el gesto frío de siempre. — Yo me iré. Venía a celebrar contigo que tengo mi propia nave, pero con esta mala noticia se me han ido todas las ganas — Miró a Theta con gesto frío, y chasqueó la lengua. — Que desperdicio, sin duda.
Quiso hacerse pequeño, llorar aferrado a sí mismo, sin saber qué hacer, sintiendo aquella frías palabras del muchacho que amaba, que ahora sólo lo estaba tratando como un estorbo, como un enfermo.
— ¿C-Cambiaría algo sino tuviera el b-bebé? — Preguntó mirándolo, sintiendo como un fuerte nudo le cortase la respiración.
— No — Le contestó simple, mirándolo del mismo modo, casi como si no fuera su Koschei. Aquel Koschei que lo besaba con ternura y que lo abrazaba luego de hacer el amor. Sabía bien que esos dolores de cabeza tenían toda la culpa, la culpa de su dolor, de su sufrimiento... Y del mismo sufrimiento de Theta. — No cambiaría nada con o sin bebé. Odio este lugar y a la gente, y tú pareces... amar a todo.
— ¿E-Entonces sino c-cambia nada, significaba que m-me ibas a d-dejar o qué, Koschei? — Lo miró a los ojos, pero se arrepintió en el acto, pues aquella mirada era tan fría tan gélida, como si el muchacho se la estuviese dando a su peor enemigo.
— A veces eres tan idiota, Theta. — Le contestó de vuelta, frunciendo el ceño con fastidio total. Sin embargo, no respondió la pregunta porque... ¿Qué iba a responderle? Si, iba a dejarlo, pero no era como Theta estaba pensando, ni tampoco era por el bebé ahora. Pero no iba a decirlo, jamás iba a decirlo. — Me haces perder tiempo valioso. Hasta después, Theta.
Sin más, el muchacho camino hasta la puerta saliendo del lugar con aquel gesto gélido en su rostro.
Mientras atrás, en aquél "hogar", donde había pasado largas tardes y noches, dejaba al muchacho, dejaba a su... Theta, seguramente llorando, aferrándose al vientre que aún no se le notaba...
Oh... lo conocía tan bien, que podía jurar que el muchacho iba a tener a esa cosa... sin importarle lo mal que lo fueran a mirar los time lord.
TBC.
Aclaraciones:
— Condición semi-humana del Doctor: Según la película de 1996, hecha para la televisión, el Doctor era en parte humana por su madre.
— Theta y Koschei: Nombres que el Doctor y el Master recibieron en la academia.
— Embarazo del Doctor: Creemos que los hombres Time Lord son perfectamente capaces de procrear bebés, al igual que las mujeres. Además porque se nos dio la bendita gana de hacerlo así.
Esperamos que les gustara el capítulo, los comentarios son bien recibidos. ¡Moores y Badguy fuera!
