De Mai Hime nada me pertenece, sólo tomé prestado.
Si supieras
I
"Lo siento"
Qué más podía decirle al cuerpo inerte, en esta fría habitación. Las cortinas casi transparentes y la baja luz aclimataban el lugar; no es que le interese pero en este momento necesita descansar.
"Natsuki, tu madre dice que eres una guerrera y que pronto regresarás". - Al pie de la cama le dije con voz baja, como si pudiera despertarla -
No me duelen mis heridas, mucho menos siento las palabras de mis padres. Me duele ella, el tubo en su boca hace más grotesca su apariencia, porque sin él sería maravillosa.
"Natsuki, ya son 23 días, tienes que despertar, ¿cuándo lo harás?"
Sus pequeñas pestañas son inusualmente en forma inversa, parecen tejas, me he preguntado el color de sus ojos, quizá sea el mismo que los de la doctora Kuga o quizá como los de su padre, el señor Smith.
"Me llamo Shizuru, después de todo lo que sé de ti, es correcto que te diga algunas cosas sobre mí".
La única silla en la habitación no era de lo más cómoda por lo que me he permitido sentarme cerca, en su cama, también intentando sentir un poco de calor pero es inútil. Mi familia no sabe que vengo todos los días a verla, que a cada rato libre o cuando despierto me acerco a su habitación, esperando que ella ya haya despertador, pero nada.
"Vivía en Kioto hasta hace algunos años con mi familia, ahí nací, pero por cuestiones laborales ahora vivimos en Tokio, honestamente no me gusta tanto pero fueron órdenes de mi padre, su empresa está aquí y trabajo con él, tenemos una empresa de cerámica y cristalería, exportamos a varios países del mundo"
El sonido de las máquinas eran la única respuesta a mis palabras vacías, de qué sirve si ella no me escucha. De todas formas me quedé a su lado.
Hace más de 3 semanas, salía de casa completamente en estado de ebriedad, asqueada de todo y todos, por primera vez era libre, había dicho lo que quería, al fin podía hacer lo que quisiera, era libre, libre; me sentía bien, grande y poderosa de tomar mis propias decisiones, de renunciar a todo y decirle a cada una de las personas lo que tan guardado traía por años. Manejando mi auto a esa velocidad, con el aire en la cara todo es más claro. Todo tiene sentido, y a la vez nada lo tiene. Dejaba atrás a otros carros, las luces de la ciudad se hacían largas, en línea. Un semáforo me decía que debía tener cuidado pero no lo tuve.
Todo fue muy rápido, intenté frenar y vi cómo un cuerpo volaba arriba de mi cofre; después sentí caliente la frente. Desperté sentada en el auto, con sangre en la cara; una multitud de personas estaba a lado de mi. No recuerdo muy bien el principio porque estaba mareada, lo que sí recuerdo con exactitud fue verla; nadie se atrevía a tocarla porque podría ser peor, pero peor qué, qué podría ser peor que el estado en el que se encontraba; su cuerpo estaba cubierto de raspones, trozos de metal por donde sea, las ropas rasgadas y el casco dañado, tenía unos trozos de plástico aún en frente, cubiertos de sangre, su cuerpo temblaba por si solo.
Una de sus piernas estaba destrozada, direccionada en 3 posiciones diferentes; "aléjese" dijo un hombre cuando intenté tocarla "ya ha hecho suficiente". Ese mismo hombre tomaba la mano de quien yacía en el piso, sus dedos sujetaban los de ella, y ella según el hombre, intentaba hacer lo mismo. Con cuidado nos llevaron a ambas a emergencias y no supe más de mi hasta varios días después.
Una mañana, la voz de mi padre me despertó y dentro de mi habitación un policía y una doctora estaban dialogando con ellos, también mi madre estaba dentro. Aturdida intentaba enfocar la vista, nadie se había dado cuenta que había despertado, hasta que comencé a vomitar líquidos amarillos sobre la bata verde pálida que usaba. Mi madre me recordó lo que había hecho y mi padre me informó que la vida de una persona estaba en peligro por mis acciones irresponsables. El agente de la policía sólo tomó unos datos y pensé que me llevaría con él, al no ver que nadie me decía algo más mi ritmo cardiaco se incrementó y la doctora le pidió a todos que me dejaran sola.
Llorando respondí a las noticias que la doctora Kuga me daba, no habría demanda, no iría a la cárcel no quería saber nada de la persona que había casi matado a su hija; todo lo dijo seria, ni siquiera lo mencionó con maldad, su voz fría como si me contara un resultado médico. El karma, el karma me había puesto en el mismo hospital en donde esa joven estaba, y claro su madre trabaja aquí.
"No serán fáciles los siguientes días Shizuru, aunque tus resultados no arrojan nada por lo cual preocuparnos, perdiste mucha sangre y te golpeaste bastante fuerte la cabeza, debes tomar reposo"
"Lo siento"
"Lo sé"
Sus manos se movían con destreza al escribir sobre una hoja, misma que dejó en frente de la cama en la que me quedaría hasta ser dada de alta.
"¿Necesitas algo más?" - Con la cabeza baja y un movimiento de lado a lado le dije que no necesitaba nada - "Las enfermeras están justo en frente de ti, mira" - Abrió las persianas grises y pude ver una estancia con forma de medio círculo y un par de mujeres que saludaba -
"¿Es verdad que es su hija?"
"Natsuki es mi hija, así es" - Natsuki, el simple nombre en mi mente me exige respeto y me obligo a no mencionarlo, fallando miserablemente todos los días, a toda hora.
"Ella..."
"Ella tiene tanta culpa como tú, aunque no desobedeció al semáforo, la velocidad a la que conducía no era la adecuada, misma razón por la que no haremos nada legal, además, ella no lo hubiera permitido"
Seguía aturdida, no he podido descifrar si fue el peor día de mi vida, o el más afortunado por librar una condena en prisión, aunque esa condena la he de llevar siempre, aún si despierta.
"Fue un accidente Shizuru, y sé que no hay nada que pueda decirte para consolarte, pero debes tranquilizarte enfocarte en recuperarte"
De qué se trataba lo que me decía la doctora no pude comprenderlo, cualquier otra persona en el mundo hubiera utilizado todo a favor para mandarme presa y asegurarme de que nunca saliera en libertad, incluso me hubiera mandado a otro hospital o pedido guardias las 24 horas a fuera de la habitación asignada para mi, pero nada sucedió, nada hasta que me descubrió en la habitación de su hija.
Estaba a lado de la mía, siempre lo estuvo, al día siguiente de la charla con su madre, por la madrugada, entré a la habitación sin permiso, aprovechando que la enfermera de guardia no se encontraba, desafortunadamente insistí con mis visitas hasta que le informaron a la doctora.
"No entiendo qué es lo que haces ahí dentro"
"Sólo quería ver cómo estaba"
"Igual sigue, esperamos que pronto despierte"
"¿Cree que lo hará pronto?"
"Con seguridad lo hará" - La manera en que habla de su hija me da esperanzas -
"Si le hablo, ¿cree que escuche?"
"Podrías intentarlo, aunque sólo tendrás una oportunidad, mañana serás dada de alta"
"¿En serio?"
"Así es, has mejorado bastante"
Comencé a llorar, sin hacer ruido, con las manos aferradas a la sábana. Al principio pensé que lloraba de felicidad por estar saludable, tonta en pensar eso; quizá era sólo una manera de decirme a mi misma que no podría estar llorando por alguien a quien en realidad no conocía, alguien que jamás me ha dirigido la palabra, alguien cuyos ojos jamás me han mirado, y con seguridad alguien que jamás querría estar cerca de mi.
"¿Qué sucede, sientes dolor?" - Sí -
"No"
"¿Gustas que llame a tus padres?"
"No" - De pronto todo parece más obscuro - "Es injusto, en verdad lo siento doctora, no la vi, no es justo que ella esté sin progreso y yo me vaya como si nada, mis marcas incluso desaparecerán y ella, ella posiblemente jamás despierte"
"Conozco a mi hija, despertará, anda a despedirte de ella cuando estés lista, parece que es importante para ti"
"Lo es"
"Pues adelante, porque espero después no intentes visitarla, tampoco que la busques fuera"
"Pero..."
"Por favor Shizuru, no lo hagas"
"Doctora Kuga, quizá podría ayudarla y pedirle disculpas, debo hacerlo"
"Ella no dirá nada, quizá te diga que te perdona pero no te conoce, le dolería más ponerle una cara a la persona que le alejó de todo por varias semanas, seguramente por meses; así que evítale más molestias a mi niña, por favor"
"Está bien"
"Todo lo que necesites sobre tus análisis te será entregado mañana, así podrías consultar algún otro doctor en caso de que necesites, tampoco es necesario que vuelvas a consulta" - O sea jamás se te ocurra pisar este sitio nuevamente -
"Gracias"
"Cuídate"
La doctora cerró la puerta al salir. No perdí el tiempo y me fui a la habitación de Natsuki, rápidamente entré. Hacía más frío que en mi habitación o que en cualquier otro pasillo por el que haya caminado anteriormente. Una lámpara en forma de luna media y un pequeño perro de peluche azul han sido sus compañeros desde siempre en este lugar. De lejos le hablé;
"Natsuki, es seguro que al despertar no esté aquí; tus padres han pedido que no trate de acercarme una vez que salga de este hospital, después de todo, obedecer sus órdenes es lo menos que puedo hacer"
Quería tocarla, sentirla, no; quería que me sintiera con ella, que pudiera sentir y escuchar que en verdad lo siento, que me pidiera lo que fuera y ayudarla por siempre si así lo quiere. Quiero que despierte, despierta.
Sabía que no había nada malo en que tratara de tocarla, acariciar su mano, sostenerla o tocar su cabello, sin embargo volteo a la derecha en donde las enfermeras están, ninguna está mirando. No sé por qué antes no me atreví a hacerlo; quizá por miedo, porque no me sentía merecedora, aún no me siento, pero no volveré a verla.
Sus pestañas nuevamente, son lo más adorable de ella, probablemente sus ojos lo sean más pero no podré saberlo. Son tan pequeñas y suaves; al principio sólo acerqué la mano derecha, cuando menos me di cuenta, ambas manos estaban en sus ojos, después una en su mejilla, la otra en sus lacios cabellos. El color de ellos, jamás antes lo había visto. Sus mejillas suaves y frías en mis manos, lágrimas en mis manos, me atreví a posar mi frente en la de ella, después en su pecho. Con fuerza la tomé por los hombros y lloré sobre ella.
"Natsuki despierta, tienes que hacerlo"
Incluso acerqué el resto de mi cuerpo quedando a lado de ella, no me importa si alguien más viera, ya no.
"La doctora Kuga dice que lo harás pero no dijo cuando y dijo que seguramente te daría molestias si te conociera pero no lo creo, yo podría ser tu amiga, podría, podría hacer lo que me pidieras yo podría ayudarte si necesitas algo, lo que sea podría hacer, podría ser más que eso"
Inhalé a la altura de su cuello y regresé a donde estaba antes, escuchando su corazón; olía a cerezas, a fresas, olía a rosas blancas.
Me levanté y acomodé su bata, su cabello y sequé las lágrimas que habían caído sobre su rostro cuando puse mi frente en la de ella. Accidentalmente toqué sus labios y la suavidad de ellos me incitaron a no dejar de rosarlos, lentamente me acerqué y el sonido de las máquina me advirtió de lo que sea que estaba sucediendo. Voltée a la derecha y nadie estaba observando. El aroma seguía, se hacía más intenso.
"Natsuki, ¿te gustan las rosas?, ¿la fresas?"
"Natsuki" - Limpié mis propias lágrimas y tomé en mi mano el pequeño animal de peluche -
"Natsuki ¿te gustan?" - Agitar su hombro no funcionaba -
"Natsuki responde, despierta Natsuki"
"¡Abre los ojos, di algo Natsuki, regresa, regresa!"
No sé que sucedió, no sé qué me pasó a mi; cuando las enfermeras llegaron, estaba agitándola bruscamente y sus ojos se abrieron, nadie más me pedía que me calmara o que me bajara de la cama como antes estaban gritándome que hiciera, todo en silencio al verla despierta, después sus manos apretaban la sábana a los costados y unos gemigos extraños salían de lo que se podía por su boca invadida por el tubo, sonaba doloroso, su cara roja que después no pude ver porque me alejaron, su cabeza hacia atrás y su cuerpo temblando, eso fue lo último que vi antes de que me sacaran a la fuerza. En mi mano seguía el peluche, es mío ahora, y yo soy suya.
N/A: Aquí les traigo un nuevo fic con drama, drama, drama.
Hola a todos, espero tenga lindo día y les haya gustado el primer capítulo. Sí, lo sé, tengo otros 345 fics en espera y créanme que no los dejo olvidados, sigo con ellos pero si no escribo estas cosas no me animaría a seguirlas actualizando. Los invito a leer los otros, incluso el que publiqué en inglés hace algunas semanas.
Es un ShizNat total, espero no poner otras parejas mientras se desarrolla, aunque no puedo asegurarlo.
Preguntas?
Espero sus comentarios y si no... Natsuki regresa al coma ¬¬ es broma!
Abrazos :)
