¡Hey! Soy yo viniendo con este nuevo fic *corazoncito* ya lo venía prometiendo desde hace rato y por fin ya lo traigo,estoy muy emocionada por escribirlo así que espero les guste *muere lentamente* Es el songfic,por así decirlo,de la canción "El sirviente del mal" de vocaloid,claro que esta es con nuestros amados pj's de KnB.
Bien...Habrá varias parejas (Aunque crean que es trágico) más adelante se irán develando...En "violación" no es en sí una violación porque no quiero ahmm...traumar gente escribiéndola así que será más bien insinuada y en tortura,será mencionada la tortura,trataré de no aunar en el tema aunque a veces me vea medio sádica y deba de poner mas o menos como pero no será mucho.
¿Qué más?...Creo que ya...Ahmm...Los países son de colores como en el video,les recomiendo que escuchen la canción si no han oído sobre ella y mañana mismo actualizo el fic. ¡Ah! Este es el prólogo
¡Gracias por leer!
Cierto,KnB no es mío es de Tadatoshi Fujimaki y Vocaloid tampoco me pertenece así que la canción "El sirviente del mal" tampoco es mía.
Una suave sonrisa se dibujó en su rostro al escuchar la última campanada que repicaba en la iglesia, anunciando al pueblo entero-reunido en la plaza del reino, detrás del atrio de la iglesia-que por fin era la hora de terminar esa horrorosa era con la captura de la cabeza del emperador.
—Es hora de tomar el té—Dijo el de cabellos rojos en la guillotina justo cuando el caballero de cabellos negros dejaba caer la enorme cuchilla sobre el cuello del joven que lanzó una última mirada llena de gratitud y buenos deseos a un pueblerino de cabello rojo que abrazaba a otro más bajito que él con cabellos azules, el cual lloraba con todo el alma.
Instantes después la sonrisa se borró mientras un sepulcral silencio envolvía el ambiente, rompiéndose con el graznido de un cuervo que revoloteaba por ahí anunciando la degollación en la que la cabeza cayó en una vil canasta donde la mañana anterior alguna pueblerina cargó nabos, lechuga, cebollas, patatas, entre otras verduras y legumbres pero ahora era el recipiente de una pálida cabeza que se teñía de rojo por la sangre que caía del cuello.
— ¡Fin al rey rojo! —Gritó el caballero de ojo azul que había dejado caer la cuchilla sobre el cuello de su ex soberano, agarrando ahora su cabeza por los cabellos para clavarla en una pica, haciendo que todos en el pueblo vitorearan y celebraran, o bueno, la gran mayoría porque cinco de ellos estaban caminando entre la multitud para partir, para ser más exactos, tres de ellos cuidaban que nadie los viera mientras que el alto pelirrojo cargaba a un chico de cabellos azules que pataleaba y sollozaba algunos balbuceos que no se entendían.
El joven de celestes cabellos dejó de patalear al salir de la enorme plaza, solo se dejaba cargar por el enorme pelirrojo que lo llevaba en su hombro como si fuera un costal de patatas, ahora pensaba como el castillo, la plaza, el pueblo, él…Como todo eso desaparecía a medida que los cinco se dirigían al bosque donde un carruaje los esperaba para escapar.
—Tranquilo, ya casi llegamos—Ahora el de ojos rojos que le cargaba le acariciaba la espalda con duelo por la decapitación que vieron segundos antes, claro que a Kagami le pesaba, le dolía horrores pero no podía hacer nada más que cumplir la última voluntad del ahora difunto.
El menor miró hacia el cielo en lo que se dejaba cargar rumbo al bosque, observando que era un día sombrío y a la vez lúcido, había viento y varios haz de luz se colaban entre las nubes grisáceas que cubrían suavemente el cielo junto a la neblina tenue que aparecía en el camino, el chico sonrió con los ojos llorosos al recordar que fue así el día en que le conoció hace varios años.
