ESPERO QUE OS GUSTE. FUE MI PRIMERA HISTORIA, Y AUNQUE SEA UN ONE-SHOT, ESPERO LES GUSTE Y DEJE

CARTA A UN MALTRATADOR

Era una tarde de verano, cuando una pareja radiante de amor, que lo gritaban a los cuatro vientos, solo con su actitud, iban paseando por un parquecito de camino a casa. Eran felices y lo hacían casi todos juntos, o por lo menos lo que podían hacer. Estaban hablando de su futuro juntos cuando una palabra que no sentó nada bien a él y empezaron a discutir.

-Él nunca ha sido violento, nunca me había gritado así- pensó así misma mientras de fondo escuchaba las voces de su pareja en casa. Tanto eran los gritos y el temor que sentía, a la vez se sentía paralizada, sin poder mover ni un solo músculo de todo su cuerpo. Ella reaccionó, y cuando creía que podía moverse, salió corriendo a casa de una amiga para contarle lo sucedido. Después de desahogarse y llorando de temor le pidió consejo a su amiga, que ella a su vez no sabía muy bien que responderle, pero le respondió así:

-Querida amiga, no me gusta verte sufrir así, con lo feliz que estabais, o eso parecía. No te preocupes, seguro que se le pasará, será solo una rabieta de enamorados, deberías hablar con él.

Ella, queriendo arreglar las cosas con su pareja, se fue a casa a solucionarlo y preguntarle que por qué se puso así con ella. Subió a casa, y él, arrepentido, le pidió perdón hasta de rodillas, suplicándole que le perdonara y que juraría no volver a levantarle la voz. Pasaron horas, días, meses, etc. Pasaron varios días desde su aniversario y seguían felices porque no habían tenido ningún problema, solo las típicas peleas de pareja. Hasta que llegó la gota que colmó el vaso, fue solo por un plato de comida. En las casas de los vecinos solo se oían sus voces, y en la misma casa solo se veían objetos tirados por el suelo, rotos en pedazos. Él tenía tanta ira acumulada que le dijo de todo. Ella se sentía inferior por los insultos que él le decía:

-Porque me tienes harto, siempre haces lo mismo, para ti siempre tengo yo la culpa pero la única culpable eres tú y solo tú, porque no vales nada, no sirves para nada, solo eres una cualquiera, una asquerosa, nadie te quiere, estas sola, espero que te pudras porque no eres nadie.

Ella llorando se va a casa de su amiga y le vuelve a explicar todo lo que ha sucedido, y llorando una y otra vez se intenta explicar por qué él es tan agresivo, que le prometió cambiar y solo duró como quien dice un año. Ella rota de dolor no quería saber nada más de él. Se fue a casa de sus padres, y también se lo contó todo. Tuvieron que frenar a su padre para que no le fuera a buscar y acabara con él. Después de unos años ella recibió amenazas diciéndole que como lo abandonara que la iba a matar a ella y a toda su familia. Fue a denunciarlo pero la justicia hizo poca cosa. Al mes siguiente apareció muerta en un descampado, sin ropa, y con magulladuras en el cuello. Sus padres lloran su muerte e intentando que el asesino de su hija tenga lo que se merece, justicia, porque está aún en libertad.

Quería comentar una historia que suele pasar a medio mundo. Con este relato quisiera que ustedes vieran lo que puede llegar a hacer un ser humano con su ira o su miedo, que puede llevar a cabo daños irreversibles. Con esto quiero exponer que no merecen ningún derecho a los que hacen daño a su pareja, sea del sexo que sea, y que se crean que son inferiores a ellos.