Primer Cuento.

Bueno, después de algún tiempo volvemos, no creo tener mucha aceptación, pero en fin si alguien llega a leer esto le agradezco su atención.

Sin más por el momento.

Frozen, ni los personajes me pertenecen, yo solo ocupo los ocupo sin fines de lucro.

Capítulo I, Una entrevista Sentimental.

Vemos a Elsa en su departamento compartido con su amigo de la infancia Kristoff, con dos años de carrera universitaria, casi no tenía tiempo de relajación, lo cual agradecía, pues sin tiempo libre, y con mente ocupada, no pensaba sobre su pasado, que muy a su pesar la entristece cada que piensa en ello.

Estaba sentada en el sillón de su sala, escribiendo en su computadora, pese a que su carrera era la arquitectura, debes en cuando le tocaba hacer ensayos. Estaba tan sumergida en su trabajo que se sorprendió mucho cuando un mensaje de texto llegó a su teléfono celular, sin más miró la notificación en la pantalla de inicio, un mensaje de su "novia" Aurora, llevaba de relación poco más de dos años y medio, se sorprendia que siguieran juntas pese a todo lo que tuvieron que pasar para estar una a lado de la otra, pero muy en su interior sabía que por mucho que quisiera estar al cien con ella, nunca lo lograría. Con diecinueve años de edad maldecia su suerte, de seguir enamorada de un fantasma. Sin más abrió el mensaje.

"Prende la televisión en el canal 7"

Se interrogó el por qué de la petición, pero sin querer darle más vueltas al asunto encendio la televisión en el canal indicado, al parecer era el comienzo de un programa de entrevistas, puesto solo se veía al que pensaba ella era el conductor del programa, un hombre bien parecido con una sonrisa encantadora. Tomo su computadora para seguir su trabajo, y al mismo tiempo escuchar el programa para saber que es lo que quería que viera o escuchará Aurora.

"Buenas noches, es un gusto saludar a nuestra querida audiencia, esperamos que nos acompañen hasta el final del programa." Hizo una pequeña pausa para sentarse en uno de los sillones. "Hoy tenemos una invitada muy especial con nosotros, es su primer entrevista, pero eso no quiere decir que sea poca conocida, más bien diría yo misteriosa, con un libro que ha permanecido en los más vendidos durante el último año, con muy buenas reseñas de críticos reconocidos, y una aceptación abrumadora, tengo el privilegio y honor de presentar a Anna Summer."

Para ese momento Elsa dejó caer su computadora, el ruido producido alertó a su compañero de apartamento, quien al saber lo cuidadosa que era Elsa, se acercó a comprobar que estuviera bien, pero al llegar junto a ella por un momento miró el televisor enfrente de el, fue lo suficiente para apreciar el caminar de alguien que había "desaparecido" hace dos años, quien pese a todo extrañaba con el alma. Su hermana, a comparación de la última vez que la vio, se veía más madura, sus rasgos se habían acentuado, haciendola ver hermosa. Sin perder tiempo tomo su celular y con un mensaje de texto alertó a sus padres de lo acontecido.

"Gracias por la presentación, muy alagadora." - dijo Anna tomando la mano del conductor que se había levantado del sillon para recibirla.

Ambos se sentaron uno enfrente del otro. Kristoff sin poder hacer otra cosa se sentó a lado de Elsa que no despegaba la vista del televisor.

"Cómo dije es gusto que aceptará la entrevista"

"El gusto es mío" - respondió Anna con una sonrisa. Que era tal cual recordaban ambos espectadores.

"Digame, ¿Por qué?, Al tener bastante popularidad, ¿No ha hecho más entrevistas?

"Puedes hablarme de tu"

"Gracias, igualmente"

"Gracias" - dió un pequeño suspiro - "Para contestar tu pregunta, sinceramente me gustaba permanecer anónima, pero creo que es tiempo de dar un paso adelante y dejar atrás inseguridades"

"Admirable, bueno ¿Que se siente ser catalogada como una de las mejores escritoras contemporáneas?"

" Siendo honesta aún no me lo puedo creer, cuando se publicó el libro, no sabía si se iba a vender o si a alguien le llegaría interesar."

"Pues podemos ver que es bastante aceptado, dime, en que te inspiraste para hacer lo que muchos dicen es una obra maestra"

"Bueno, "Amor de niña", es un relato sacado de experiencias propias, y lo que deseaba hubiera pasado, con lo que hubiera hecho diferente"

"Entonces me podrías hablar de ti."

"Que te puedo decir." Dijo encogiéndose de hombros.

"Dime quién es Anna Summer"

"Esa es una buena pregunta, yo misma me la he hecho bastante tiempo." Dijo con una sonrisa traviesa, que fue acompañada con una igual por su entrevistador. "Soy la segunda hija de un matrimonio noruego, mi hermano mayor, mucho tiempo fue mi mejor amigo"

"Me imagino que tuvo muchos más"

"En realidad no" dijo un poco apenada "Mis únicos amigos durante la mayor parte de mi infancia fueron mi hermano y su amiga"

"Debieron pasar buenos tiempos juntos"

"Así fue, pero todo termina tarde o temprano y yo terminé separándome de ellos"

"Puedes decirme el porqué de esto"

"Bueno lo que creo que fue el mayor motivo, fue la diferencia de edad, mi hermano y su amiga eran tres años mayores que yo"

Elsa volteó hacia Kristoff, tratando de ver en el algo que le dijera que lo dicho por Anna era falso, pero él no se inmutó en lo más mínimo.

"Es decir que también tuvo que ver que estuvieran separados en la escuela"

"En realidad, cuando entré a la escuela elemental, se me hizo un examen psicológico y de mi intelecto, lo cual dió como resultado, que pudiera adelantar hasta tres años."

"Entonces, ¿Estuviste con tu hermano en la escuela?"

"No, mis padres querían que mi hermano siguiera estando arriba de mi para que no se sintiera mal, o desplazado, lo cual terminó en que adelante dos años."

"Debió ser complicado."

"En realidad lo fue, era la más bajita de mi clase, además del cabello rojizo, siempre fui la desplazada." Dijo sin borrar la sonrisa de su rostro. "Nunca me hicieron nada, pero no me hablaban, pero en ese tiempo podía contar con mi hermano para divertirme."

"¿Qué pasó cuando, tu hermano y tu se separaron?"

"En ese tiempo, todas mis compañeras empezaban a madurar, y yo pues no, cuando, la amiga de mi hermano también se alejó, pensé que era por no ser como las demás, yo en ese tiempo empezaba a enamorarme de ella."

"Amor de niña"

Anna dió una suave risa, mientras que Elsa sentía que se le revolvía el estómago, no sabía que sentir.

"En fin, cuando ellos cambiaron de escuela, a la secundaria, llegó el que fue mi mejor amigo, y pareja, un niño que al igual que yo, adelanto un año, fue gracias a él que tengo autoestima, pues el decía, que era la niña más linda que había visto, y en ese tiempo el fue el único que me lo dijo." Dijo con un ligero rubor en sus mejillas.

Elsa se sentía desfallecer, su celular hace quince minutos empezó a sonar, pero ella hizo caso omiso, tratando de que las piezas de todo cayeran en su lugar.

"Durante, la secundaria no me separé de el, y ya no tenía que depender tanto de mi hermano"

"No volviste a tener cercanía con tu hermano"

"Claro, cuando entré a la preparatoria, la genética, y mi mejor amigo habían hecho su trabajo, lo cual hizo que me escogieran para ser porrista, se podría decir que era popular, mi hermano y su amiga, eran parte del equipo de rugby, entonces teníamos que vernos bastante tiempo, pero nunca volvió a ser igual."

"Parece ser que su hermano era bastante "especial""

"Debo admitir que yo tuve bastante de la culpa, ellos trataron de acercarse a mi pero, yo no les di la oportunidad, hice bastantes desplantes de creerme mejor que ellos, los lastimé bastante" -dijo bajando un poco la mirada - " más a ella, preferí lastimarla antes que ella me volviera a lastimar, estupideces de una pequeña niña arrogante"

"¿Podrías decirme que las cosas terminaron bien?"

"Me encantaría, pero no fue así." - dijo limpiando una lágrima con disimulo.- "Las consecuencias de mis actos me alcanzaron, prácticamente puse a todos en mi contra, mi familia me odiaba, también lastimé a mi mejor amigo, decepcione a bastante gente, pero dos personas a las que agradezco mucho, en ese momento, fueron más de lo que podía llegar a desear."

"¿Por qué?"

"La primera, a pesar que tenía toda la razón de odiarme, consiguió que mis padres firmarán la emancipación, y me hizo ver que podía salir adelante, no dejo que me hundiera, y la otra persona, fue un porfesor, que intercedio por mi para que me graduará un año antes de la preparatoria, y me consiguió una beca, para estudiar la universidad. Y si llegan a ver esto enserio les agradezco por todo lo que me ayudaron."

"Me informan que el tiempo se acabó, pero antes de irnos te quiero agradecer tu tiempo, y que te abrieras con nosotros"

"Fue bueno sacar todo lo que tenía dentro"

"Espero no sea la última vez que estés conmigo"

"Yo también lo espero"

"Gracias a nuestra audiencia, hasta la próxima"

El programa estaba concluyendo, cuando apareció una fotografía de Anna, solo era su perfil, juntando su nariz con un bebé. Elsa, si ya tenía pocas fuerzas en su interior, la imagen hizo que de un momento a otro todo se moviera de lugar, y algo que permanecía oculto en su memoria, emergió, tan desastroso como un desastre natural.

Flashback.

La música resonaba en las paredes aturdiendo a los jóvenes que festejaban el haber concluido la preparatoria, para muchos era la última vez que se verían, con sus compañeros que habían compartido tres años de vida. Tiempos buenos y días malos.

Elsa tomaba como si no hubiera un mañana, su vida el último año había sido desastroso, quería que el tormento de ser usada como juguete sexual por el amor de su vida acabará, que por lo menos se olvidará una noche, que había perdido en contra de Hans.

Anna se acercó con cuidado a lado de ella, con el corazón en la mano, la tomo suavemente del brazo, sin ejercer mucha fuerza la jalo a un lugar apartado de la aglomeración de jóvenes enbrutecidos por el alcohol.

Elsa le dió la mirada más fría que podía, tenía tanto que gritarle. Pero las palabras morían en la garganta al verla dando pequeños sollozos enfrente suyo.

-Elsa, estoy embarazada. - dijo viéndola a los ojos para que no pensara que era una broma.

-Felicidades.- dijo con veneno en la lengua. - se feliz con Hans. Son el uno para el otro.

- Tu y yo sabemos que no es de Hans. - dijo con voz queda.

- Por Dios Anna. - dijo peinando su cabellera con su mano. - DEJA ESTA ESTÚPIDA ACTUACIÓN!

-Es la verdad.

-Bueno, por mi, tu y el bastardo que tienes en el vientre pueden pudrirse en el infierno.

Elsa solo dió media vuelta, escuchando débilmente los sollozos de Anna.

Al día siguiente, no recordaba nada de la noche anterior.

Y por la noche recibio la noticia que Anna había dejado su hogar, y que nadie sabía a dónde se había ido.

Fin Del Flashback.

Sentía que iba a vomitar en cualquier momento. Volteó a su derecha y Kristoff tenía el celular en la mano mensajeando con el. Le dió una patada en un costado derribandolo del sillón. Se sentó en su pecho y su puño impacto en su rostro rompiendo su nariz. Un segundo y tercer golpe no se hizo esperar. Las lágrimas corrían por su rostro.

-POR QUE NO ME DIJISTE QUE ESTABA EMBARAZADA!. - le gritó alzando su puño para un cuarto impacto. - NO CONOZCO A MI HIJO POR TU PERRA CULPA!

-Nadie sabía que estaba embarazada. - dijo tomando su puño, y el mismo le dió un golpe en el estómago, sacando el aire se su cuerpo. - Era una niña, TUVISTE SEXO CON UNA NIÑA! TE COGISTE A UNA NIÑA! EMBARAZASTE A UNA NIÑA DE CATORCE AÑOS! Espera... Cómo sabes que es tuyo... hija de puta... Tu si sabías que estaba...

Kristoff, con todas sus fuerzas le dió un golpe en el rostro. Quitandola de encima suyo. Ambos se levantaron del suelo. Por un momento querían dejar salir todo lo que tenían dentro. Que las cosas se arreglaran golpeando a la persona que tenían enfrente suyo. Pero sabían que eso no arreglaría nada. Con mucha fuerza de voluntad, bajaron sus puños. Elsa tomo su celular y vio la pantalla, muchos mensajes, la mayoría de sus padres, que por supuesto que habían armado el rompecabezas y sabían lo mismo que ella y Kristoff.

-Voy con mis padres. - dijo Kristoff, limpiando su nariz y el rastro de sangre de su rostro. - ¿Que vas a hacer?

-Voy contigo.

Elsa dió un rápido vistazo a su celular y vio que un grupo de mensajería de su antigua escuela de había vuelto loco. El único tema de conversación, Anna. Leyó unos cuantos mensajes, pero solo decían lo bella que se había puesto. Que se sorpedian que fuera menor, y cosas banales. Pero Elsa detecto, que al parecer una persona estaba leyendo los mensajes pero no contestaba nada, su amiga Mérida. Una corazonada le decía que sabía más que ella.

Ambos bajaron al estacionamiento del condominio, subieron al carro de Kristoff y en todo el trascurso del camino rumbo a su antigua ciudad, ningúno dijo nada. Poco les importo que prácticamente estaban caminando a ciegas.

Elsa al pasar por enfrente de la casa de su amiga, le pidió a Kristoff que detuviera el carro.

-Tu adelantate, llama a mis padres también por favor.- dijo bajando del automóvil.

Kristoff solo asintió con la cabeza y siguió su camino.

Elsa camino con tranquilidad a la puerta de entrada, a pesar de haberlo hecho muchas veces antes, esta vez era diferente.

Toco el timbre. Y en menos de un minuto Fergus el padre de Mérida abrió la puerta. No se saludaron como mucho antes hubieran hecho. Elsa por qué no sabía ni porque estaba ahí. Pero Fergus se hizo a un lado y la dejo pasar. Vio a Elionor sentada en la sala de su casa y junto a ella Mérida.

-Hola Elsa, ¿Que te trae por aquí?- dijo Mérida, parándose para saludarla.

-Necesito tu ayuda.

-Claro, ¿Que necesitas?

-¿Sabes dónde está Anna?

Y el cuarto se quedó en silencio. Esa fue la única respuesta que necesito Elsa. Alzó su vista y confronto con la mirada Mérida.

-No se donde esta.

-Por favor Mérida. - dijo cayendo de rodillas enfrente suyo. - Necesito verla.

-Durante dos años a estado alejada y ahora quieres verla. - dijo dando un paso hacia ella. - No crees que es muy conveniente, la última vez me dijiste que no querías volver a verla. ¿Que cambio?

-Tu sabes, mejor que nadie, cuanto la amo. - dijo alzando su rostro para verla a los ojos.- Por favor, estaba dolida, nececito remediar mi error. Por favor, solo una oportunidad más, solo eso te pido. Tu sabes que la amo, nunca deje de hacerlo.

-Y Aurora que piensa de este amor. - dijo Mérida como estocada final.

Elsa tuvo que tranquilizar su corazón, y cerrar los ojos fuertemente. Su mejor amiga, le estaba haciendo daño. Podía sentir como se le estruja el corazón. Pero en un momento de claridad, supo que Aurora sabía sobre su amor, por mucho que lo intento no podía amarla. Se levantó del suelo y con ello su mirada y nuevamente confronto a Mérida.

-Ella fue la que me avisó sobre la entrevista. - empezó a jugar con sus manos como signo de vergüenza. - Ella sabe que no puedo amarla.

Mérida suspiro con resignación, saco de su bolsillo trasero su cartera, de ella tomo un trozo de papel doblado, y se lo entrego a Elsa.

-Es su dirección, hasta donde se es donde vive.

Elsa tomo el papel como si fuera un tesoro. Leyó la dirección y era a las afueras de Oslo, a unos tres horas de su actual posición.

-Mas te vale no cagarla.

-No lo haré, esta vez voy a luchar por ella.

Mérida sonrió con simpatía. Pero no dijo nada más. Acompaño a Elsa a la salida de su casa. Esta solo espero a que la puerta se cerrará para emprender carrera a la casa de los padres de Kristoff, al llegar su respiración era agitada, pero eso poco le importo. Toco la puerta e inmediatamente fue abierta por su padre Agnarr. Se adentro al hogar donde había pasado muchos de sus días de juventud.

El ambiente era pesado, por mucho sentía que podía escuchar su propio corazón palpitar, el aire era sofocante. La madre de Anna y de Kristoff, Idun, estaba demacrada, parecía enferma, su esposo Gerd junto a ella no estaba en mejores condiciones, hasta donde lo recordaba era un hombre fuerte, con un semblante sereno pero fuerte, ahora no era ni la sombra de lo que alguna vez fue. Parecía que en cualquier momento se derrumbaría.

Volteó hacia sus padres, y estos parecían haber cometido el peor de los crímenes, su madre Astrid, tallaba sus manos con ansiedad, y su padre Agnarr no mantenia la vista fija en ningún punto.

Sin saber que más hacer ni que decir.- Se donde esta Anna.

Idun de un salto la tomo de los brazos, como si ella fuera un bote salvavidas. Las lágrimas corrían con desesperación de sus ojos - Por favor dime qué no es una broma.

Elsa solo les enseño el papel que había recibido de Mérida, sin decir nada más salieron con desesperación de la casa. Elsa y sus padres en un carro, Kristoff y sus padres en otro. No respetaron ninguna ley de tránsito. Y un viaje de tres horas lo hicieron en poco más de una. Por suerte no los detuvieron. Pero apesar de ser corto eso no quito, que fuera sofocante. Ninguno de los dos automóviles emitió ruido que no fuera producto del mismo.

Al llegar a la dirección, dieron con una mansión blanca, con un amplio jardín delantero y rodeada con una reja negra que les impedía el acceso. Agnarr, acercó el auto a la reja y toco el interfón. Se escuchó como conectaba con el otro lado, y la voz acaramelada de Anna se escuchó.

-Diga.

Ninguno de los pasajeros pudo decir nada.

-¿Hola?, ¿Necesitan ayuda?

Silencio.

-Si esto es una broma, es de muy mal gusto, por favor retiren el carro de mi entrada o llamaré a la policía.

-Anna, soy yo. - pudo contestar Elsa cómo un susurro, esperando que Anna lo haya alcanzado a escuchar.

Se escuchó un suspiro. Y la reja se abrió delante del automóvil. Agnarr avanzó y detrás de él, Gerd. Llegaron a la puerta, y apenas cayeron en cuenta que era de madrugada.

En la puerta de la mansión Anna vestía un camisón verde. Con una taza de café en su mano. Todos bajaron de los automóviles. Idun emprendió carrera y por poco taclea a Anna. Le dió un abrazo tan fuerte que está sentía como el aire abandonaba su cuerpo. Idun se separó un poco de su hija y le dió una cachetada que le volteó el rostro a Anna, esta solo devolvió el abrazo y se hizo a un lado para que los demás pudieran pasar. Adentro todo era de colores pasteles, con cuadros en las paredes y techos altos. Se sentía la tranquilidad del ambiente, como si todo estuviera en armonía. Idun se separó de su hija y acompaño a los demás sentándose a lado de su esposo en la sala de estar. Los sillones de piel y madera, eran muy cómodos. Con una mesa ratonera en el centro.

El silencio reino durante unos minutos.

-¿Les puedo ofrecer algo de tomar o de comer?

-No, gracias hija.

Anna no pudo evitar soltar una risa sarcástica al escuchar a su padre decirle asi. Pero no quería despertar a su pequeña con gritos que no venían al caso.

Saco de su bolsillo una tableta, con un par de toques veía a su hija dormir en su habitación. Y la puso en la mesa de tal modo que sus invitados no la pudieran ver.

-¿Y? A qué debo su visita.- vio su tableta. - A las dos de la mañana.

-Anna, vimos tu entrevista. - dijo Elsa, sin poder decir más, sintiendo que en cualquier momento su corazón saldría de su pecho.

-¿Si? ¿Que les pareció? La verdad el conductor me hizo sentir en un interrogatorio.- dijo tratando de aligerar el ambiente.

-Quiero ver a mi hijo.- dijo Elsa.

Anna cambio su mirada por una fiera, dejo que sus ojos recorrieran a sus invitados. Y estos se estremecieron. Un aire frío recorrió sus columnas. Y el bello se les erizo.

-Perdona, pero creo que escuche mal. - Anna le dió la salida.

-Quiero ver a mi hijo. - repitió Elsa.

Anna río con sorna, como si se estuviera burlando de Elsa. Movió la cabeza de un lado a otro.

-Lo siento por disolucionarte, pero ella no es tu hija.

-Por favor Anna, se que hice mal, pero me arrepiento.

-No entiend- . - un llanto interrumpió a Anna quien vio la tableta y vio que su pequeña había despertado. - Lo siento pero ella me necesita.

Antes que hicieran algo Anna se perdió escaleras arriba. A los pocos minutos bajo con una pequeña bebé en brazos, atrás de ella un pitbull negro y un perro cruza de pastor alemán y pastor belga. Bajaron por las escaleras.

-Pensé que ya se habían ido. - dijo Anna sentándose en el sillón arrullando a la pequeña que con sus manos tenteaba los pechos de Anna. - Si mi amor, ya voy.

Anna tomo la parte de arriba de su camisón y lo bajo revelando su hombro y pecho derecho, los presentes, pudieron ver por unos segundos su pezón. Elsa inconscientemente tuvo una erección, y paso saliva. Todos veían a la bebé que comía animadamente, su cabecita con solo unos pocos cabellos rubios. Cubierta con una frazada rosa. Los dos perros se hecharon a los pies de Anna, como si la protegieran.

-Esos animales no deberían estar a lado de una bebe.- dijo Astrid.

-El pediatra dijo que no había problema. - dijo Anna con una sonrisa.

-Aparte una niña de su edad no debería estar tomando pecho aún. - dijo nuevamente Astrid.

-¿Su edad?

-Ya debe tener un año y meses debe empezar a destetarse.

-Como dije, Azrael, no es hija de Elsa.

Elsa se levantó del sillón, sus emociones estaban controlando sus acciones, pero antes de poder acercarse los dos perros se levantaron y enseñaron los dientes en señal que era mejor que no lo hiciera.

Anna dió un suspiro cansado.- Realmente no tengo porque darles a nadie explicaciones.

Idun quien era la más cercana a ella tomo su mano. - Por favor... - dijo casi suplicando.

-¿Si les digo, me van a dejar de molestar con esto?

Elsa afirmó con la cabeza.

-Cuando me dijiste en la fiesta, que yo y mi bastardo nos podíamos ir al infierno, me derrumbe. -Todos voltearon a ver a Elsa.- Pero Mérida y el maestro Mitch, me vieron cuando estaba llorando, les expliqué la situación, y Mérida se sorprendió que tuviera catorce años, pero me ayudó, Mitch me dijo que podía hacer un examen de acreditación para la preparatoria, casi al instante, les dije que si. Mérida y su papá Fausto, prepararon el documento de emancipación, y ella se encargó que mis papás lo firmarán. A primer hora hice el examen y lo pasé, y como el era el encargado de las becas universitarias, me otorgo una. Cuando ustedes. - dijo apuntando a sus padres- se enteraron de la emancipación, me dijieron que ya no era su hija, la verdad en ese entonces pensé que me lo merecía, pero el golpe de Kristoff, bueno pensé que era por qué estaba borracho, llegue a Oslo, y no tenía mucho dinero, con algo que me prestó Mitch y Mérida pude rentar un cuarto, no era mucho pero era suficiente para mí y mi hijo. - hizo una pequeña pausa. - Necesitaba buscar un trabajo, y había una cafetería en el centro, donde había tantos libros que fácilmente podrías confundirla con una biblioteca. La dueña del lugar, me contrato inmediatamente, y cuando se enteró de que estaba en cinta, hacia que fuera a las revisiones. - otra pausa. - Pero me dijieron que mi embarazo era de muy alto riesgo. Sin embargo el era el que hacía que me levantará cada mañana, y agradecía cada noche por tenerlo. Ya había iniciado las clases, y mi jefa me recortó las horas de trabajo, y me dió un departamento mejor del que tenia, pensé que había mejorado mi suerte. Pero... Al final del segundo trimestre, un dolor muy fuerte me vino en el vientre, sentía que me iba a morir, y después pensé que hubiera sido lo mejor... Perdí a mi hijo... -hizo una pausa, mientras que con mano libre acarició la mejilla de su hija. Kristoff se trató de acercar a ella. - ALEJATE DE MI! No te me acerques. - los perros se volvieron a poner enfrente suyo, preparados para atacar a la menor provocación. - Los meses siguientes fueron un infierno en vida, quería estar muerta junto con mi hijo, en ese tiempo te odie con todo mi corazón, quería matar a tus hijos, que sintieras lo que yo sentía. - dijo viendo a Kristoff. - pero Azrael, mi jefa, me cubrió con su manto, me cuido y mimo como si fuera su hija. Una noche se sentó a mis pies, y le pregunté, que por qué me cuidaba, por qué no me dejaba morir, simplemente se sonrió, y dijo, me recuerdas mucho a mi madre, ella hizo todo por mi, como lo que tú estabas dispuesta a hacer por tu hijo, debo un gran favor, y contigo estoy dispuesta a pagarlo, te pregunto que quieres hacer, como te puedo ayudar, pídeme lo que quieras. - dijo Anna con una sonrisa triste.- Yo le dije que quería un hijo, que quería poder protegerlo, que me diera la oportunidad de remediar mi error, esa noche ella estuvo conmigo, ella al igual que tú era intersexual.- dijo viendo a Elsa- al día siguiente nos casamos, escribi mi libro, y cuando estaba terminado, me enteré que estaba embarazada. - dijo abrazando a su hija.- Fueron unos meses hermosos, ella me dió todo, pero me dijo que ahora que estaba pagado su favor, ella se tenía que ir, murió el día que nació ella - dijo mientras le daba un pequeño beso en la nariz a su hija.- me dejó todo lo que fue suyo. Pero lo más importante me dió a mi hija. Ella no es tu hija Elsa, ella es mía y solo mía. Si es todo, les agradecería que se fueran de nuestra casa.

Los presentes estaban en shock. Todos sabían que comentieron errores, pero estaban dispuestos a pagarlos.

-Anna, por favor, perdóname. - dijo Elsa, acercándose con vacilación a Anna. Los perros se hicieron a un lado, dejando que ella se arrodillara enfrente de la pelirroja. - Te Imploro tu perdón.

-Elsa, no hay nada que perdonar. Me dolió si, pero... - dijo dándole una sonrisa tierna. - Yo se que no me amabas, y era justo, solo hice muchas estupideces. Perdoname tu a mi, te hice mucho daño. Pero te juro que quiero que seas feliz. Eres libre...

-No Anna, yo si te amaba. Yo si te amo.

-No es necesario mentir, sé que eres feliz con Aurora.

-Por favor Anna, déjame ser parte de tu vida. De la vida de tu hija.

Anna, dió un suspiro cansado. - Elsa si hay algo que les agradezco a tus padres, es un consejo muy sabio, mi hija no es algo que puedes querer un día y al otro no. Ella es mi prioridad y siempre lo será.

-Lo se Anna, pero por favor...

-Elsa, vete... Terminar tu carrera, cásate, se feliz... Lo mereces.

-No soy feliz sin ti! No puedo! Estos dos años han sido como si estuviera muerta, no disfruto nada, vivo por vivir, pero no puedo pensar en otra cosa que no seas tú. Te entrego todo de mi, pero si no me permites estar a tu lado, mátame. No me dejes estar fuera de tu vida. Te necesito... Te lo imploro.

-Elsa...

-Dime que no me amas...

-Elsa... no hagas esto.

-No tengo nada, solo puedo prometer tratar de ser un poco mejor cada día, para un día merecer estar a tu lado... Puede que me tarde años en poder merecer estar en tu presencia, pero te lo juro, te amo más que nada en este mundo...

-No mientas.

-Tienes razón, solo hay algo que le gana al amor que te profeso, al amor que le tendré a ella.

La bebé se despegó del pecho de Anna para con su manita acariciar, la mejilla de Elsa.

-Por fa- antes de que pudiera decir otra suplica, Anna tomo sus labios en un beso tierno.

Solo por qué escuchó una voz femenina en su oído, susurrando. "Tu también mereces ser feliz, y debes perdonarte a ti misma"

Bueno eso sería todo por el momento. Si llegaron hasta aqui les agradezco por su atención.