A/N: Kaizoku Sentai Gokaiger es propiedad de Toei Company.

El personaje de Gia Kuroyashi no es mio.

La canción "Kira Kira Boshi" tampoco me pertenece.

Espero les guste...

Let's make this showy!

Esa noche el capitán Marvelous no podía dormir. Daba vueltas en su cama sintiendo que algo lo preocupaba, y por más que pensaba en ello, no estaba muy seguro de que era lo que le producía esa sensación.

El GokaiGaleon se había vuelto muy silencioso sin Gai, Hakase, Joe y Ahim. Hace ya varios años que ese ataque los había separado y no tenía idea de donde podrían estar. Estaba casi seguro que Joe estaría con Gia Kuroyashi, quien antes de la tragedia se había convertido en su esposa, y esperaba enormemente que los demás se encontraran con ellos.

Caminando por el pasillo paso por una habitación, cuya puerta estaba ligeramente abierta. En su interior estaba Luka, durmiendo plácidamente envuelta en las sabanas. Al mirarla no podía evitar pensar en todos los momentos que, en estos años, habían llegado a cambiar sus vidas para siempre.

"¿Cómo se supone que saldremos de aquí? ¡El planeta nos tiene secuestrados!"

"¡Ya habrá una manera!"

"Es tan pequeña y tan delicada. Me recuerda mucho a mi hermanita..."

"Tal vez sea lo mejor para ella. Haya afuera solo hay maldad y aquí estará a salvo."

"¡No! Quiero que este a salvo, pero se que lo estará con nosotros. Porque es mía. Es un tesoro que encontré y que me pertenece. Volvamos por ella ahora."

"¡Mamá! ¡Papá! Jamie me prometió que volverían y tuvo razón."

"Keirally Fia. Así es como se llamara."

Todos esos recuerdos volvían a él tan rápido, que parecía como si desde la tragedia tan solo hubiera pasado un suspiro. Siguió caminando, buscando salir al exterior a tomar aire.

Caminando a pasos lentos, sintió que ya empezaba a saber que era lo que lo angustiaba. Casi por instinto, miro hacía una habitación a su izquierda y se acerco, llamando ligeramente a la puerta.

-¿Puedo pasar?- preguntó, abriendola de la forma más silenciosa que pudo.

El interior de la habitación estaba a oscuras, solo iluminado por la tenue luz de la luna que entraba por la ventana. La cama estaba destendida, pero no se veía a nadie por ningún lado.

-¿A dónde habrá ido?- se preguntó, saliendo de nuevo al pasillo y cerrando la puerta tras de sí.

Camino hacía el cuarto principal del GokaiGaleon. Miro los sillones vacíos y el comedor, sintiendo que aún habían ecos de las risas de sus compañeros. Se dejo caer en su silla y miro a su lado el cofre vacío, que le traía más recuerdos.

Dio un suspiro, cerrando los ojos para dejarse ser absorbido por el silencio y la oscuridad.

-Kira kira hikaru, osora no hoshi yo...

Un tenue y dulce melodía llego hasta sus odios, haciéndolo abrir los ojos. Se puso en pie, caminando en dirección de la voz.

-Mabataki shite wa, minna wo miteru...

Subió las escaleras con pasos cautelosos, cuidando no silenciar a quien sabía que cantaba a las estrellas.

-Kira kira hikaru, osora no hoshi yo

Al llegar arriba la vio a ella, con su cabeza apoyada en sus brazos, alcanzando apenas a apoyarse en el borde gracias a que estaba sobre la punta de sus pies.

La pequeña de 3 años cantaba mirando al cielo nocturno, tan concentrada que no se percató de la presencia que estaba detrás de ella.

Observándola ahí, el capitán Marvelous de inmediato dedujo cual era esa preocupación que lo aquejaba: ya no era solo el fuerte y valiente comandante de los Gokaiger, sino que además ahora era el padre de esa pequeña.

Dudaba sobre las decisiones que había tomado. No se sentía seguro de haber sacado a esa pequeña de Keyron, ya que el planeta parecía ser el lugar perfecto para que creciera sana y salva, con una infancia normal y feliz, en vez de estar en riesgo en un barco pirata. Solo quería lo mejor para ella, protegerla siempre, ya que ella era ahora su más grande tesoro.

Cuando terminó su canción, frente a la vista de la pequeña niña paso una estrella fugaz. Rápidamente, ella cerró los ojos y pidió su deseo.

-¿Qué pediste?- le preguntó Marvelous, acercándose.

Ella volteó a mirarlo, sonriendo.

-¡No puedo decirte!- dijo. -Es un secreto.

Ambos miraron hacía el cielo nocturno, admirando las hermosas estrellas a su alrededor.

-¿Quién te enseño a cantar?- preguntó de repente el capitán.

-Jamie- respondió la niña. -Ella decía que si todas las noches le cantaba a la estrella más brillante, mis papas escucharían y volverían por mi.

Marvelous recordó como la habían dejado en el orfanato por 2 años, pensando que era lo mejor para ella. Y tras haber estado perdidos por ese tiempo en los cielos del planeta, recapacitaron y volvieron por ella, quien los recibió con gran alegría.

-Kira kira hikaru, osora no hoshi yo- la niña comenzó a cantar de nuevo. -Mabataki shite wa, minna wo miteru. Kira kira hikaru, osora no hoshi yo.

Marvelous tomó a la pequeña en brazos, levantándola alto. Ella estiró su manita, como si quisiera alcanzar una estrella.

-No intentes atraparlas todas de una vez- rió él, haciéndole cosquillas.

La risa de la pequeña le hizo sentir una calidez, que alejó todas las dudas de él e hizo que se prometiera a si mismo que siempre cuidaría de su pequeño tesoro.

-Mira esa estrella- dijo, señalando a la más brillante que pudo encontrar. -Ahora es tuya.

-¿De verdad?- ella sonrió con gran alegría. -¿Y cómo se llama?

Marvelous pensó por unos segundos.

-¿Qué tal Keirally?- dijo, pensando que sería mejor que "Fia", ya que la niña sabía que ese era también el nombre de quien había sido su tía.

-No- dijo, negando con la cabeza. -Es muy largo.

-¿Entonces cual te gustaría?

La pequeña Keirally torció el gesto.

-¡Kira kira!- exclamó, comenzando de nuevo a tararear la canción.

Marvelous asintió, sonriendo.

-Muy bien, así se llamara.

-¿Tú también tienes una?- preguntó ella inocentemente.

Sin dudarlo, el capitán asintió.

-Si. La mia se llama Kyra.