Uzumaki-Sensei

Capitulo 1

"Me enamoré en medio de recuerdos"

Una joven de hermoso cabello azul caminaba camino al colegio, ella era la más inteligente y responsable del colegio, era la presidenta de su clase pero lo que más llamaba la atención de ella era sus brillantes ojos perlados.

Caminaba distraída, este sería el comienzo del último año, ya se acercaba su graduación, en ese colegio tan preciado para ella, nunca olvidaría su primer año que aunque al principio la trataban mal por razones que todavía desconocía, fue su mejor año, pues conoció a alguien realmente especial.. y se enamoró de él.

Lo recordaba bien, cuando puso el pie por primera vez allí todo el mundo la miraba como si fuera "una mosca en aquella sopa" otros simplemente la ignoraban y los demás lo molestaban talvez seria por su larga caballera azul que le llegaba a la cintura o por sus brillantes ojos perlados o por ser la heredera de una familia que rumoraban pertenecía a la mafia, aunque no lo eran, lo cierto era que la odiaban pero eso aunque en cierta forma le daba miedo poco le importaba había decido mostrarle su valentía a todos y que aprobaría con excelentes notas a pesar de sus fastidiosas bromas que le hacían todo el tiempo. Ella los superaría a todos.

Al final del día, todos salían de clases apresuradamente muchos de los chicos la empujaron por "error". Eso realmente lo entristeció por que eran así, no la conocían, ella no era mala, todo lo contrario sus antiguas amigas la querían muchísimo. Ella era dulce y muy buena persona y por eso su odioso padre las separo de ella llevándola a estudiar muy lejos de su antiguo hogar.

Era horrible sentirse rechazada pero todavía no llegaba lo peor. Fue la última en salir del colegio esperando que no hubiera nadie mas allí camino directo a la salida observando el hilo de flores que recorrían el hermoso sendero hasta la puerta. Cuando ya iba a salir sintió que alguien la jalaba del brazo.

- ¿ A donde crees que vas? - dijo un muchacho que andaba junto con otros tres que la rodearon rápidamente aprisionándola con sus brazos.

- A m-mi c-casa - contesto con voz temerosa.

- ¿Tan tarde?- pregunto uno de los chicos - te podemos acompañar- respondió otro chico.

- No gracia, me vienen a buscar- mintió para que la dejaran ir.

- Ah es cierto tu eres hija de Hiashi Hyuuga, cierto?- pregunto otro mirando libidinosamente.

- Si, se enojara si llego tarde- respondió empapada en llanto.

- Tienes un hermoso cabello azul, pero esta muy largo no te molesta.-

- No, me gusta que sea así de largo.

- Ven yo te lo acomodo, chicos sujétenla- exigió el chico que le había detenido al principio. Sacando unas tijeras de su bolsillo.

Enseguida los chicos la tomaron por los brazos mientras que el otro cortó el cabello con las tijeras. Ella grito tan fuerte como pudo y cerró los ojos asustada, escucho varios golpes cuando los volvió a abrir estaba en el piso arrodillada y pudo escuchar.

- No se le acerquen mas, estúpidos o se las verán conmigo- luego se le acerco y la ayudo a levantarse ella miro a su héroe un chico alto rubio de ojos azul claros muy guapo.

- ¿Estas bien?- pregunto, ella solo afirmo con la cabeza estaba asustada todavía, luego miro al piso y vio su cabello azul fue entonces cuando se dio cuenta lo que estaba haciéndole esos chicos.

- Esos imbéciles me las pagaran, no tenían porque hacerte esto- reclamo mirándole ahora a sus ojos cubiertos de lagrimas. Luego saco un pañuelo y con delicadeza seco sus lágrimas- disculpa por no haberte ayudado antes, pero ahora yo te cuidare de esos idiotas- una sonrisa se reflejo en su rostro haciendo sonrojar a la muchacha.

- ¿Quien eres?- pregunto tímida.

- Me llamo Naruto- afirmo con una sonrisa grande y levantando su pulgar- mucho gusto.

- Gracia por salvarme Naruto-kun, yo soy Hinata- respondió la chica con alegría y con las mejillas rosadas.

- Ese día que nos conocimos te convertiste en mi héroe y siempre me cuidabas y me defendías, a pesar de ser 4 años mayor que yo me invitaste a salir contigo y tus amigos, me presentabas como tu "princesa", me enamoraste con cada aventura que pasábamos juntos, fue el mejor año de mi vid, pero al final tuviste que irte a la universidad y después no supe nada mas de ti y a pesar de el tiempo aun sigo enamorada de ti- comento para si misma dejando caer unas algunas lagrimas.

- Hinata-chan- exclamo una jovencita que se le acercaba y que después la abrazo fuertemente cuando la alcanzo.

- Sakuran-chan- respondió Hinata con alegría, ese abrazo le sentó muy bien pero aun así su amiga Sakura noto que había estado llorando.

- ¿Hinata estabas pensando en él?- pregunto aun sabiendo su respuesta, ya Sakura la conocía tanto o más que ella misma.

- Si- respondió triste.

- No te preocupes, te tengo una sorpresa que te hará olvidar esa tristeza- sorprendió a Hinata.

- ¿De que se trata?- pregunto desconcertada.

- Ya lo veras- dijo Sakura con una sonrisa, alegrando también a Hinata y luego siguieron caminando hasta llegar al colegio.

Sakura era la mejor amiga de Hinata, una chica de ojos verdes, piel blanca y cabello rosa era alta de linda figura y al igual que ella era una de las mejores alumnas presidenta del club estudiantil, capitana de porristas y la que se había ganado la confianza de la directora, siempre a sido la mejor amiga de Hinata y le ayudaba en todo al igual que Hinata a ella.

Ya había pasado 6 horas desde que entraron a su primera clase, y ahora venia "deportes" ya era hora para la sorpresa para Hinata.

- Vamos Hinata- decía Sakura llevando del brazo a Hinata hasta el cambiador- apúrate.

Entraron al cambiador, todavía Hinata siendo jalada por su amiga. Después de cambiarse Sakura salió mucho antes que ella pidiéndole que la esperara en el gimnacio.

Al llegar al gimnacio todas sus demás compañeras esperaban a la profesora, unas charlaban y chismeaban y las demás se entretenían en cualquier otra cosa. Se sentó en las tribunas y se dejo sumergir en su pensamiento, de nuevo se distrajo tanto que no presto atención a la llegada del profesor hasta que una de sus compañeras le dio un golpe en las costillas.

- Mira - dijo su compañera al hacerlo mientras ella levantaba la vista para ver a quien tenia justo al frente de ella.

- Hola princesita - saludó un joven de encantadores ojos azules claros los que pensó que jamás volvería a ver.

- N-Naruto-kun - de seguro su mente le estaba jugando una broma ¿no podía ser él o sí?

-Por ahora seré Uzumaki-sensei- susurró socarronamente sobre su oído para luego dedicarle la sonrisa que tanto lo caracterizaba.

Sintió sus mejillas arder y su corazón latir aun más rápido de lo normal, sus piernas comenzaron a temblarle y la que estaba antes parada ahora caía lentamente perdiendo todas sus fuerzas y la poca conciencia que le quedaba por culpa de sus propios nervios pero por fortuna alguien la tomo entre sus brazos.

Se despertó media hora después, movía su cuerpo con pesadez y se sintió un poco mareada, estaba recostada en una camilla y al lado de ésta estaba sentada su pequeña amiga.

- ¡Hinata despertaste!- afirmó al verla intentando levantarse.

- S-si ¿-Q-que pasó?- preguntó despistada

- Te desmayaste - contestó un poco preocupada

- Señorita Hyuuga debería descansar un rato más - contestó un hombre que venia entrando al ver a Hinata intentando levantarse pero ella no podía creer quien era el que estaba en frente de ella.

-Sasuke-kun- afirmó señalando al joven doctor que lo observaba un poco sonriente.

- Hola Hinatita - contestó sonriendo egocéntricamente y observaba cuidadosamente a las dos chicas.

- ¿lo conoces? - preguntó la otra chica ahora desconcertada

- e-es un amigo de Naruto-kun - contestó la joven de cabellos azules y luego lo recordó - ¿Sakura, de verdad Naruto-kun está aquí? - se apresuró a preguntar un tanto desesperada, no sabia si solo lo había soñado.

- ¡si, es cierto! - contestó el nombrado sonriente que acababa de entrar a la habitación.

- Naruto-kun - repitió su nombre tímida.

- me alegra que estés mejor - camino hasta acercarse a ella y puso su mano en su frente - por lo menos no tienes fiebre - ella se sonrojo al sentirlo tan cerca.

Había cambiado tanto, ahora era mucho mas alto, llevaba su cabello un poco mas largo, sus ojos mantenían ese hermoso brillo y ahora era mas corpulento y fuerte, era realmente guapo pero seguía siendo el mismo atolondrado del que se había enamorada. Fue tanto el tiempo que duraron mirándose a los ojos que no se dieron cuenta que los habían dejado solos.

- ¿como has estado?- pregunto acabando con el silencio que antes había provocado.

- h-he estado b-bien - contestó tímida - y se ve que tu también - reafirmó al verlo tan maduro.

- Podría decirse - suspiró y la miró de nuevo - Lo siento, la ultima vez me fui sin despedirme - se disculpo tomándola de la mano.

- No fue tu culpa yo llegue tarde - contestó ella apretando su mano.

- Ahora seré tu profesor - informo sonriente y le dio un beso en la frente - ¡te extrañe! - confesó luego de recordar todos los días que había deseado volver por su pequeña princesa - pero imagino que ya debes tener novio - expresó mientras rascaba su cabeza despistadamente, sabia que a una chica tan linda no debían faltarle pretendientes.

- te equivocas Naruto-kun, yo jamás te he olvidado - expresó sin darse cuenta del significado de sus palabras y el solo sonrió de nuevo.

- eso esta bien por que yo tampoco lo he hecho - la abrazó fuertemente, después de todo estaban solos y él seguía queriéndola mucho pues era ella una de las principales razones por las que había buscado trabajo allí. Jamás pudo olvidar a esa hermosa chica de ojos perlados, aun la abrazaba hasta que sintió alguien acercarse.

- Esta bien señorita me alegro que ya esta bien- dijo después de soltarla bruscamente y sintió que los observaban - me gustaría que me mostrara la ciudad algún día, ha cambiado mucho desde la ultima vez que estuve aquí- fue lo ultimo que dijo antes de salir de la habitación.

Ella no cabía en la realidad pensaba que era solo un sueño, el estaba con ella y todavía la quería, si solo estaba soñando deseaba jamás poder despertar. Otra vez la joven estaba tan distraída que no notó que alguien la observaba recelosa pues esa persona había puesto su ojo en el guapo profesor y sabia que ella lo estaba conquistando pero no se dejaría vencer tan fácilmente.