Digimon no me pertenece ni su historia y personajes. Esto lo hago solo por diversión.


Mantén tu corazón firme


Nuestras miradas se cruzan en intervalos de unos segundos, y no puedo mantener la presión que con sus ojos en mi provee mi cuñado. Taichí está sentado frente a mí, solo separados por una pequeña mesa rectangular con un par de cervezas, temó por que en cualquier momento se me lance encima de mí y la mesa no se lo impida.

Su mirada pesa como cien kilogramos de acero macizo, su respiración es como un huracán de incertidumbre y su labio retorcido es como un juez listo para dar el veredicto final: Culpable.

No me ha dicho porque me ha citado en nuestro bar favorito, pero no necesita decírmelo porque yo sé bien la razón. Y para que se entienda lo que está por suceder aquí debemos remontar esta historia al día anterior cuando en este mismo bar, en esta misma mesa, estábamos todos nuestros amigos y nosotros dos.

El día había sido hermoso y Hikari y yo recibimos por la mañana la segunda mejor notica que pudiéramos recibir en el último año.

En la mañana de aquel día habíamos ido a ver al médico que atendía a mi esposa cada que tenía algún problema de mujer o en otros casos; la bendición de verificar si estaba embarazada. Y nos dio la gran noticia que una pareja puede recibir en cualquier momento.

Caminábamos alegres por las calles de Odaiba ansiosos por llegar al bar que nos encantaba y a nuestros amigos: El bar Digimon.

El nombre era peculiar, pero el local era estupendo. Ofrecía un bar con su barra para atender a la clientela, mesas alargadas con sillones con respaldo en tapiz rojo, y en el extremo norte del lado contrario de la entrada un escenario se levantaba para quien quisiera participar en el Karaoke.

Estoy ansiosa por dar las nuevas —mi amada esposa no podía dejar de sonreír.

Estoy seguro que todos se alegraran.

Hikari asintió entusiasmada. Estaba seguro que mi esposa estaba creando un escenario en su cabeza de como daríamos la noticia y la reacción de nuestros amigos y hermanos.

Un día antes me di a la tarea de citar a todos en el bar a la misma hora, la invitación no era nada extraño; casi todas las noches nos veíamos en el bar para convivir después de nuestros trabajos. Estaba seguro que no sospecharían nada.

Seguimos nuestro trayecto hasta que llegamos a un pequeño edificio de un solo piso, la decoración de la fachada era sencilla y poco llamativo. Quizás era una de las razones por la que el lugar no era tan popular como otros, y eso nos agradaba para poder tener un lugar tranquilo donde pasar bien los momentos entre nosotros.

Entramos al bar y no tardamos en ubicar a todos nuestros amigos, que ya nos esperaban en la mesa de siempre. La mesa al final con dos largos sofás rojos y un par de sillas de madera.

Animados charlaban unos con otros, creando en el bar un ambiente agradable junto con los otros comensales. Sora charlaba con Mimi mientras sus novios (nuestros hermanos) charlaban entre ellos. Joe con su novia charlaba con Izzy sobre temas que solo ellos entendían. Somos un grupo variado, pero eso nos hace ser tan unidos.

Nos aproximamos y quien nos vio primero fue Sora, que por algún motivo sentí que ya sabía la razón del porque estaban todos reunidos allí. Mire a mi esposa para tener esas charlas telepáticas que solemos tener.

¿Se lo has dicho a Sora?

No, amor, ¿Cómo crees que…

Hikari Yagami, no me mientas que te conozco como la palma de mi mano.

La mirada de mi esposa se dulcifico dándome a entender que si le había dicho, pero no podía evitarlo. Sora es su cuñada y mejor amiga, una noticia como esa no la podía ocultar por mucho. La alegría que la embargaba tenía que salir de su sistema con otra mujer si no quería explotar.

Mimi se pe4rcato de nuestra presencia cuando noto que Sora no le estaba haciendo caso de la plática que entablaban. Una vez que se dio cuenta de nosotros hizo que los demás notaran nuestra presencia, y lo saludos no se hicieron esperar.

Taichi fue directo a su hermana y empezaron a platicar sobre una nueva disputa que tenía con su novia. Mi hermano me tomo del hombro y me invito a tomar asiento a su lado. Hikari siempre era la intermediaria entre el castaño y la pelirroja, tenía que ser la voz de la razón para esos dos tercos, y hoy en día sigue siendo esa juez imparcial que los hace ver en sus errores.

La plática no se hizo esperar y todos hablamos con todos y de todos los temas. Mi hermano me comenzó a platicar que una disquera estaba interesado en su grupo, y Mimi no se aguantó en presumir a su novio roquero. Un par de burlas por parte de Taichi, que obligo a Izzy que le siguiera el juego, hacia mi hermano, y un juego entre las amigas hicieron que todo marchara a la noche a la perfección. Pero todo cambio cuando el mesero llego para tomar nuestro pedido de lo que deseábamos beber.

Los hombres pedimos cerveza mientras que Mimi pidió una piña colada, y Sora una bebida con nombre extravagante que un hombre jamás pediría. Y cuando el mesero le pregunto a mi esposa que deseaba tomar todo se revelo.

Un agua mineral —pidió, mi castaña.

No paso ni un segundo cuando Mimi hizo el cálculo de lo que todos habían pedido al mesero, y haciendo la cuenta armo el rompecabezas.

¡No puede ser! —grito, con vigor.

¿Qué te pasa? ¿Te has vuelto loca? —recrimino Taichi.

Bobo, ¿que no lo ves?

¿Qué?

La sonrisa que jamás desaparece, la mano derecha pasando por su vientre cada cinco minutos por parte de Hiakri. Las manos sudorosas de Takeru y la mirada nerviosa que te dedica cada que le hablas —la castaña no dejaba de ver a la pareja con esa singular alegría que la caracterizaba—. Tu hermana está embarazada de nuevo.

¡¿Qué?!

Taichi salto de su asiento asustando a las mesas aledañas.

¿Es cierto, Kari?

La pequeña de los Yagami se sonrojo y un poco avergonzada por la descripción tan detallada por parte de Mimi asintió con alegría. Las felicitaciones no se hicieron esperar y los abrazos se dieron, pero pronto llegaron las burlas.

Apenas va un año del primero y ya van por el segundo?

Sí que se han puesto hacer la tarea, chicos.

Yamato y Mimi fueron los primeros en soltar las bromas, y esto desato que Sora, Izzy y hasta Joe entraran en el juego. Pero de todos los presentes, y él que no se nos escapaba por su ausencia en las bromas, Taichi era el único quien no entraba participaba en el buen ambiente.

Entre risas incomodas busque con la mirada de mi esposa quien recibía una broma de parte de la otra castaña del grupo.

Mientras buscaba los ojos de mi amada, sentía como la miradas penetrante de mi cuñado se clavaba en mi nuca, como buscando un punto para asesinarme. Soy consciente de que cualquier tema que involucrara a su hermana en un acto que a él no le gustara siempre reaccionaria de esa manera.

Al final, Hikari se encontró con mi mirada y entablamos otra conversación telepática en forma urgente. Esta táctica era utilizada por todos nosotros en este tipo de momentos en que se requería la ayuda de alguien.

Taichi me va a matar.

¿Qué? Por supuesto que no —Hikari rodó sus ojos, dando poca importancia a mis palabras —. Esta más que feliz por nosotros.

Entorne mi mirada hacia el hermano de mi novia y lo vi mirándome sin pestañar. Taichi sonreía pero esa no era un arco perfecto con su lado convexo en su parte inferior. Se trataba más de una mueca disfrazada de sonrisa, y su ceño ligeramente fruncido se camuflaba con sus facciones juguetonas y la falsa sonrisa.

En ese momento se me ocurrió hacer un ejercicio donde si tapabas la parte superior del rostro del castaño podría ver que estaba feliz, pero si tapabas la parte inferior se trataba de un psicópata mirando su nueva víctima. Y eso último me asustaba, lo conocía a la perfección.

Feliz puede ser por su sobrino, pero no por quien lo procreo.

No seas tontito.

Hice el intento de dejar a un lado la insistente mirada de mi cuñado y disfrutar de la velada. Mis amigos dejaron las bromas que molestaron a Taichi y me incomodaron para dar paso a una charla sobre el futuro.

Es bonito que Tommy tenga una hermana tan pronto —confesó Sora—. Podrán llevarse muy bien al ser casi de la edad, y ya los puedo ver jugueteando por toda la casa que se acaban de comprar.

Eso es muy lindo —dijo, una Hikari ilusionada.

Por cierto, ¿ya tienen algún nombre para la pequeña? —preguntó un Joe ilusionado por la noticia, ya que él tenía una hija de dos años, y que uno de sus amigos tuviera otra niña lo tenía feliz.

No, aun no tenemos uno definido —confesé.

Pero tenemos algunas ideas —completo mi amada esposa.

Si nosotros llegamos a tener una niña le pondremos Izumi —Mimi observo a mi hermano con esos ojos brillantes llenos de esperanza.

Primero disfrutemos a nuestro hijo, linda.

Mi hermano siempre se caracterizó por ser un mujeriego, ligaba en el bar cada noche que nos reuníamos y nunca pensó en sentar cabeza hasta hace dos años.

Mimi siempre estuvo enamorada de mi hermano, e incluso hubo un tiempo donde fueron novios. Sin embargo, su noviazgo fue corto por la manera de ser de mi hermano que no podía dejar la soltería. Y el tiempo paso, hasta que un día por cuestiones que no contare esta noche se dio cuenta que la castaña era su único amor; y no estuvo dispuesto a perderla.

Regresando al tema que nos concierne. Me levante para ir a la barra y traer una bebidas para empezar la siguiente ronda, lo que nunca sospeche fue que Taichi se ofreciera a venir ayudarme.

Caminamos en silencio hasta la barra donde Masaru, el bartender, nos atendió. Pedimos las bebidas y esperamos de nuevo en silencio. Podía escuchar en ese momento mi respiración, era pesada a diferencia de Taichi que era más ligera para mi sorpresa.

Mañana, aquí, una hora antes de que todos lleguen.

Dijo esto cuando Masaru nos trajo las bebidas. Se llevó consigo cuatro cervezas dejándome con las dos piñas coladas, y una intriga en mi interior que no se satisfaceria hasta el día siguiente.


Para mi amigo secreto:

¡Manosfrias! Ha sido un reto poder escribirte tu regalito, porque suelo ser de otro tipo de genero al escribir y pocas veces toco temas como las propuestas que planteaste. No obstante disfrute mucho este reto, y di todo de mi para traerte algo que te gustase... espero que te guste el trabajo final. Este es el primer capitulo de dos, mi idea principal era hacer un solo capitulo, pero creo que por la manera en que se desarrolla y que es narrado por Takeru le da un mejor toque dividir la historia.

Este primer capitulo se basa en lo primer de tu propuesta, la segunda parte tratara de esa charla entre el castaño y el rubio. Y, bueno, en verdad espero que disfrutes de tu regalo y nos leemos en la continuación.

Au Revoir.