Disclaimer:

Monster High y todos sus personajes y objetos relacionados son propiedad de Mattel Inc, no del escritor de esta obra. Las armas, vehículos, artefactos, canciones, lugares y objetos reales mencionados en este texto son propiedad de sus respectivos titulares, fabricantes y autores, no del creador de este escrito.

El resto de personajes originales, barcos, lugares y dispositivos ficticios mencionados en esta obra son creación del escritor de esta novela y no podrán ser usados sin consentimiento previo, por escrito, del autor. Lo anterior a excepción de que dicho permiso sea solicitado por los administradores de este sitio, para todos los efectos legales que éstos tengan a bien llevar a cabo.

Preludio: Los Cazadores de las Sombras.

Cada guerra es una destrucción del espíritu humano.
Henry Miller

San Juan de Acre, Israel, enero de 1190. Un convoy de hombres a caballo escolta a un carruaje que viaja por los campos cerca de Acre, en Israel. Dentro llevan una serie de reliquias extraídas de los templos de Tierra Santa. Las llevan a Europa bajo órdenes del Papa, como un premio por sus conquistas en esta Tercera Cruzada[1].

En el cielo, como un negro augurio de muerte, un inmenso dragón deja ir su aliento justo al frente de la caravana. De los lados del camino salen decenas de soldados y la batalla por la posesión de las reliquias comienza. El capitán de la compañía que escoltaba al carruaje ordena a todos sus hombres proteger la carga a como dé lugar.

Las espadas chocan y sangran de chispas en aquel enfrentamiento. Los soldados luchan contra aquellos hombres encapuchados que parecen aprovecharse bastante bien de la ausencia del sol por las nubes de esa tarde. De pronto, cuando la batalla ya parece perdida, el astro rey se quita su máscara gris y mira hacia la tierra. Los asaltantes huyen despavoridos mientras los hombres los miran convertirse en fuego en su loca carrera, cayendo al suelo como humo y cenizas

— Demonios de la noche. — Dice el capitán a único que quedó de sus hombres — Solo ellos mueren de esa manera.

— ¿Qué ordena, señor? — responde el otro.

— Ten — le dice entregándole un pergamino dentro de una cartera de piel — Llévala con el gran maestre a Troyes y dile que el momento ha llegado.

II

Troyes, Francia, julio de 1190. Un caballero avanza raudo por entre los bosques de los alrededores de la ciudad de Troyes, Francia, con un mensaje importante. Lleva puesta una cota de malla y en sus ropas va pintada la cruz patada en color rojo[2], a juego con las manchas de sangre sobre la tela blanca. La noche es una de las más frías de la temporada, pero la información que lleva es más importante que el dolor que el viento cortante le produce en los huesos. Cruza rápidamente la húmeda ciudad y llega hasta la puerta de la antigua catedral.

— ¿Qué es lo que desea? — Pregunta el hombre que abre la pequeña puertecilla de la iglesia.

— Traigo información para el Gran Maestre.

El hombre pasa dejando su caballo afuera. Dentro se encuentra otro caballero con una lujosa armadura engastada de molduras doradas. La luz de las velas realza aún más el brillo áureo del altar de la iglesia. El invitado se inclina ante él en una reverencia y le entrega unas cartas. El Gran Maestre, luego de haber interrumpido su conversación con el sacerdote, toma los documentos y les da lectura. Su rostro denota una grave impresión. Deben ser malas noticias. Voltea luego a ver al cura y le extiende el documento.

— Ya es hora, su Santidad — dice el Maestre — No podemos permitir que los vampiros y demás monstruos sigan diezmando a nuestra gente y nuestras huestes.

—Bien, — responde el sacerdote al tiempo que lee el documento — tiene mi bendición para actuar en defensa de la humanidad. Esos demonios son creaturas sin alma, no tendrán lugar en la viña del Señor. Que Dios le acompañe en su peligrosa misión.

El Maestre hace una reverencia ante el Papa y se retira junto con el hombre que llegara con las noticias. Ya afuera de la iglesia, le da una carta al mensajero y le dice:

— Llévala al cuartel y entrégasela al general. Los Cazadores de las Sombras deben reunirse.

Nota del autor:

1.-La Tercera Cruzada (1189-1192), también conocida como la Cruzada de los Reyes, fue un intento de los líderes europeos para reconquistar la Tierra Santa de manos de Salah ad-Din Yusuf ibn Ayyub. Fue un éxito parcial, pero no llegó a su objetivo—la última conquista de Jerusalén.

2.-La cruz patada (o cruz paté) de color rojo es uno de los más reconocidos símbolos de la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo y del Templo de Salomón, conocidos también como Caballeros Templarios. Fueron una de las más importantes organizaciones militares cristianas. Dicha orden fue fundada en la ciudad de Troyes, Francia, en enero de 1128.

REVIEWS ARE WELCOME IN ENGLISH TOO!