N1: Ni Once Upon a Time ni sus personajes me pertenecen si no a la cadena de televisión ABC.
Palabras: 498
Aviso:
Este fic participa en el Reto Drabble "Nueva vida en Storybrooke" del foro Once Upon a Time.
POV Belle…
No sé quién soy o que es este lugar, pero he estado encerrado por mucho o eso creo, no sé si son días, horas… realmente no tengo idea de eso, solo sé esto por el enfermero que me trae algo de comer, el me llama Lacey o algo parecido.
El tiempo sigue transcurriendo, ahora todo esto se me hace conocido, pero al cerrar los ojos, el mismo sueño que he tenido todo este tiempo vuelve, me veo a mi con una mujer de cabellos castaños, la veo sonreír, para después con un fuerte golpe, ella me haga esconderme debajo de una mesa, haciéndome que por anda del mundo salga de ahí.
Puedo ver como la cosa que nos ataca, no puedo ver más porque siempre me despierto en el momento que sé que él nos encuentra, no tengo idea de que sea eso.
Abro los ojos una vez más mi respiración es acelerara y tengo sudor por todo el rostro, pero esta vez no fue el mismo sueño, esta vez soñé con una hombre de voz muy aguda, que tenía la piel como un cocodrilo, todos le temían y el no hacía nada para cambiarlo, pero conmigo si lo hacía.
– ¿Qué fue eso?-me pregunte, porque eso, no eran los sueños comunes que se podrían tener, digo porque pareciera que eran recuerdos, recuerdos de otra vida, pero eso era imposible.
Decidí no tomarle importancia con la esperanza de que solo desaparecieran, como todo, pero no fue así, los sueños se volvieron recurrentes y más con la cara de ser hombre, no podía definirlas bien pero sabía que él me protegía.
Los días siguieron pasando, me desperté de nuevo, pero esta vez con un sentimiento de que algo pasaría y así fue, la puerta fue abierta por un hombre vestido como el enfermero que me atendía pero no era él.
–Acompáñame-fue lo que me dijo tendiéndome su mano, yo lo mire y me incorpore en la cama para mirarlo para tomarla
Le pregunte quien era, solo me dio su nombre Jefferson y que necesitaba de mi ayuda, además de que me pidió que fuera con un hombre al que le llamaban Gold, que le dijera que un tal Regina me habia mantenido encerrada, digo él me dijo eso, pero yo no sabía si era no verdad, no conocía a ninguna mujer con ese nombre.
Pero obedecí y me dirigí hacia la tiendo esa, cuando llegue él estaba de espaldas por lo que no le podía ver la cara, pero algo hacia que mi corazón se acelera.
– ¿El señor Gold?-pregunte
–si… soy yo, pero la tienda está cerrada-cuando se dio la vuelta y me quede impactada, al igual que él.
Y es que como no lo estaría era el mismo hombre de mis sueños solo que sin la piel de cocodrilo, le digo lo que dijo el hombre, y él me abraza, fuerte y no sé cómo responder por lo que solo lo dejo hacer, me siento protegida ahí.
