Advertencia—Shounen Ai (ZackCloud. Drama. Dark Fic. S-UA (Semi - Universo alternoNo me hago responsable por futuros traumas musicales.

Disclaimers—Los personajes de Final Fantasy VII pertenecen a su diseñador Tetsuya Nomura. Las canciones de este fic son propiedad de Lacuna Coil.

Canción del capítulo— "Fragil"

Nota— ¡Gia'Sou! Bueno, siendo breve. Este fic no lo tenía pensado. Pero me inspiré en un par de imágenes de esta pareja y escuchando el cd de Lacuna Coil: Karmacode. Y simplemente se dio. Además aprovecho su publicación para celebrar mis 6,666 Hits en está página. Realmente espero que sea de su agrado, porque no hay muchos fics de ellos en español. —Contados con los dedos— En fin. Sí desean saber más sobre el fic, leer más notas de autor, leer la letra completa e interpretada, ver las imágenes inspiradoras. Por favor visita mi Journal; el link yace en mi profile. ¡Thanks!

Aclaraciones— So, este fic se basa en parte de la esencia del juego. Tenemos aun Cloud reclutado en Shin-ra. A nuestro par de Soldiers: Sephiroth y Zack. Mas sin embargo es una línea de universo alterno, sólo basándome en hechos básicos. En otras palabras: Léelo para que entiendas.


Karmacode

1.- "Fragil"

By: Mikael Mudou


Ese sonido. Constante y timbrando dentro de su cabeza. No lo dejaba, no lo abandonaba y llevaba así por más de diez minutos ¿Qué nadie pensaba contestar?

Silencio.

Al fin el silencio, otra vez. Pero tan pronto como desaparece retorna y con más fuerza. No lo comprendía. En realidad no comprendía nada. Cuando al fin pudo, por leves segundos, tranquilizar a su inquietante mente ésta se lleno de nueva cuenta de miles de preguntas. Bombardeándolo como en plena batalla. ¿Dónde estaba? No reconocía el lugar ¿Qué hacía allí? No lo entendía. ¿Qué había pasado? No lo recordaba.

No comprendía nada. Nunca lo había hecho. Después de todo, aún era un niño, sí lo era.

Un leve suspiro se escapo de sus labios al tiempo que trato de incorporarse, más sin embargo el dolor punzante en su abdomen lo detuvo. Una vez más; estaba confundido.

Gruñó para sí en un gesto de enfado. Se maldijo y predijo su propia muerte en su sentido muy literal. Cerró los puños con fuerza mordiendo levemente su labio inferior. Comenzaba a desesperarse. No sabía dónde estaba, ni que había pasado. Lo único que recordaba: Es que estaba vivo. Sí; lo estaba.

Entonces fue que guiado por su propio miedo que se ensimismo tratando de buscar dentro de sí las respuestas de los hechos que a su alrededor estaban aconteciendo. Cerrando sus ojos y concentrándose.

¿A quién engañaba? Tenía miedo, hambre y sí, unas ganas increíbles por ir al sanitario. Volvió a suspirar; frustrado.

—Veo que has despertado ¿Cómo te sientes? — llamó una voz desde el otro extremo de la habitación. Entrando calmadamente. —Te has quedado callado. No recuerdo que fueses mudo. — sonrió con gran mofa.

—¿Qué pasó? — el chico pregunto al reconocer al hombre de cabellera oscura y levemente larga.

—Creo que Sephiroth fue un poco duro al mandarte a tu primer batalla con tan sólo catorce años. Ese sujeto quiere que todo sea perfecto ¿Quién lo comprende? — rió para sí. Desconcertando en como un SOLDADO de alto rango se burlaba de un superior. —¿Qué¿Por qué me miras con esa cara?

Sin darse cuenta se había clavado en los ojos de su superior. Aquel hombre que respondía al nombre de Zack. Zack-Sama para él. Y este último no pudo evitar notar el mismo penetrante mirar del pequeño. Esas enormes orbes azuladas eran más que curiosas. Grandes como pelotas de béisbol y brillantes como canicas. Una sonrisa burlona se dibujo en su rostro ocasionando un leve color bermellón en las mejillas de niño, más no por atracción sino por vergüenza.

Jamás creyó que alguien como Zack; un superior, fuera así. ¿Así cómo? Pues un nombre con cerebro de niño.

—¿Te estas burlando de mí?—

—No, no — respondió con rapidez — es sólo que no evite pensar ciertas cosas. Olvídalo. — se rasco un poco la cabeza —Si más no me equivoco tu nombre es Cloud. ¿No?

—Es correcto—

—¡Ah! Pues yo soy Zack. Te traje medio muerto. Como te dije antes. Fue, la verdad, una imprudencia de Sephiroth el haberte mandando a una batalla con tan sólo un año de entrenamiento. ¡Yo le dije! Pero no me quiso hacer caso. ¡Detesto ese aspecto de él! Así es como hemos perdido a más de la mitad de nuestros cadetes. Pero tu comprendes…

Cloud negó con un movimiento de cabeza, casi mecánico, con esa misma mirada desconcertada, miedosa y a la vez impactada

—¡Oh bueno, no importa! Estas en mis habitaciones. —

—¿Perdón? —

—Lo que oíste. Estas en mi habitación. Como sea. Llevas dormido más de una semana. Sí que debió ser un trauma ¿No recuerdas nada? — El pelinegro inquirió muy curioso. Sentándose en un extremo de la cama.

—No, la verdad es que no tengo idea de lo que paso… Sólo recuerdo… es sólo que… — Cloud trató de hacer memoria, enserio, pero la cabeza no daba para más. La verdad habían sido demasiadas emociones para un solo día…o ¿semana?

—¡Ya, ya! — le reconforto un poco, estirando su brazo derecho y revolviendo su cabellera rubia. —No te rompas en coco pensando en eso. Mejor descansa y hazte el dormido sino quieres regresar a los entrenamientos.

Sin decir más, se incorporo abandonado la habitación, Pero fue detenido por la voz de Cloud, la cual aún se oía débil.

—Oye. — Zack giró su dorso para encararle —¿Por qué me ayudaste y porque me trajiste aquí?

Por leves instantes el pelinegro lo pensó. Elevo su vista el techo como buscando la respuesta allí, pero sin más sonrío y dijo en su ya identificado, gesto humorístico.

—No lo sé, es algo que debo de preguntarle a mi conciencia. —

§

Habían pasado más de dos meses desde aquel incidente y tanto Zack como Cloud no había cruzado palabra alguna, tal parece que ambos tenían cosas mejores que hacer.

Tenía que admitir que le falta mucha condición. Apenas y podía levantar la gran espada de pruebas, no quería ni pensar que tan ruda podría ser la real. Se maldijo así mismo por ser tan débil. No lo aguanto más y dejo caer el arma al suelo. Suspirando y frustrado se alejo de allí para poder descansar un poco lejos de la vista del general platinado. El gran Sephiroth. Su fantasía infantil.

Se limpio el rostro con la manga de su uniforme azul a un tono marino y oscuro. Trono su cuello. Estaba realmente cansado.

—No he dado la orden de descasar, cadete — se escuchó una voz fuerte y penetrante, que entro a su sistema, casi colapsándolo. Giró su cabeza en un movimiento mecánico. Asustado, afrontó la mirada azulada de su general.

De un gran salto, saludó llevando su mano derecha hasta su frente con una postura recta.

—¡Disculpe señor, sólo di un respiro! — dijo en coro.

—Descanse — ordenó mientras inspeccionaba al niño de pies a cabeza provocando cierta incomodidad en el rubio. Aún dada la ordeno, no podía relajarse, no con él frente a él. Simplemente le robaba el aliento.

—¡Señor!

—Lo de hace algunos meses fue una situación realmente incomoda. Espero que no se repita. — decía caminando de izquierda a derecha escaneandolo mentalmente. Realmente le llenaba de curiosidad la extraña afición de Zack hacia el pequeño.

—¡No señor!

—Creo que le has causado cierta impresión a Zack — se detuvo y le miró de reojo por el rabillo de sus orbes, desde su gran postura y altura —¿Tú me puedes responder?

—No señor, no sé a lo que se refiere.

—Lo sabes, cadete.

—Enserio Señor, no lo sé — comenzó a sudar frío lentamente, mientras Sephiroth ejercía más presión sobre él.

—No estoy en condiciones de entablar un debate con usted, cadete, así que le recomiendo que se mantenga alejado de Zack, por el bien y desempeño de ambos. ¿Ha entendido? —

—¡S-Sí señor! — terminó por decir fuertemente.

—Bien, eso es todo — dijo de modo tranquilo, pero a la vez esa amabilidad con la que decía las cosas le producía un fuerte escalofrío que recorría toda su columna y hacía que todo su ser temblara, siendo las piernas las que se le convertían en gelatina y se retorcieran con más fuerza a cada palabra que salía de su cavidad. —Le invito a que continué y sin demora con su entrenamiento, para que no se presente otro inconveniente.

Y sin más se retiró sin siquiera permitirle a Cloud despedirse como debe de ser. Su vista se quedo clavada por varios minutos a la puerta por dónde el platinado se había retirado. Pensando y a la vez paralizado por la impresión.

—Es amargado ¿No lo crees? — dijo una voz detrás del rubio. Por reacción de sistema simpático, Cloud pego un brinquito llevando sus manos a su pecho y volteando rápidamente. —¡Ja! Te asusté. — rió con gran estruendo, guiando su mano derecha hasta su abdomen para poder contener su gracia.

—¡Zack-Sama! — exclamó en fuerte enojo, olvidando que se trataba de un superior.

—Lo siento, lo siento… — tomó aire para poder soltar otra fuerte tanda de carcajadas — es que… es que… no pensé que tuvieras… baja la guardia… genial…— calló nuevamente para volver a tomar un poco más de aire, pero estaba vez tratando de parar ya que la escena había llamado la atención de quienes estaban en la sala de entrenamiento.

—…Qué vergüenza… — susurraba el jovencito por lo bajo. —El señor Sephiroth me va a matar…

—Ya… ya… ya paso. — se tranquilizó, pasando su mano por su larga cabellera y volviendo a tomar la postura de todopoderoso —¡No hay nada que ver aquí, regresen a sus entrenamientos! — ordenó a la bolita de curiosos que se habían acercado. —Ya, lo siento, vayamos a charlar a un lugar con menos mirones. — le invitó un más calmado Zack señalando con su extremidad izquierda la salida por la cual antes el platinado se fue.

—…No… — negó con un movimiento de cabeza recordando las ordenes de Sephiroth. —…Tengo que… seguir entrenando— se justificó al ver la expresión de ¿Indignación? En la cara del pelioscuro.

—¡Ja! Sólo cinco minutitos, no creo hurtar mucho de tu valioso tiempo — Zack le había respondió con un toque de ironía. —francamente dudo — doblo un poco su abdomen para poder quedar cara a cara a la altura del rubio, señalando con un dedo índice su frente y empujándole levemente asiendo énfasis en la fuerza de su superior — … que Sephiroth se enteré. En estos momentos… — y debió la mirada para poder buscar algo en el aire —debe de estar en alguna reunión.

—Pero hace instantes lo vio aquí… —

—Lo sé… de hecho le seguí porque por el rumbo que tomó no era la sala de juntas. — recuperó su postura y cruzó los brazos en señal de espera.

—Aún así, no puedo. No deseo tener ningún otro malentendido con el General — negó nuevamente.

—Es una orden. — Sonrió con dejo aún mayor de ironía. Amalgamado con diversión. Realmente esperaba ver la reacción de niño.

—Lo lamento, pero recibí ordenes de un superior de usted, así que no puedo desobedecerle—

Una venita se sobre salto de la cien de Zack, haciendo eviten su ira. Tomó aire y apretó los puños con fuerza.

—¡Ándale!— lo tomó por el hombro y lo zarandeó un poco —No seas malito, sólo son cinco minutitos. Mira, iremos a un lugar tan secreto y tan alejado de los demás, que ni siquiera yo lo conozco.

—¿Entonces como piensa llegar a él?— preguntó curioso ante la incoherencia.

—¿No tienes sentido de la aventura?—

—No realmente—

—¡Vamos! — animó empujándolo hacia la salida —¡No va a pasar nada!

El pelilargo estaba logrando lo que quería, empujando lentamente al rubio, mientras que él ponía toda la resistencia posible, haciendo su cuerpo lo más duro posible, levantando las plantas de los pies para hacer fricción. En el instante es que sintió la ligera brisa de la salida, hizo un último intento, plantando bien sus pies en el piso y por acción y reacción, Zack se paró en seco.

—¡Ya le dije que no! — exclamó con fuerza, apretando los puños. Su rostro se enrojeció por la furia.

—Está bien, Está bien, no te esponjes. — retrocedió un paso, poniendo sus manos al frente de su cuerpo, puesto que parecía que en cualquier momento Cloud explotaría o que exhalaría fuego por su boca; cualquiera de las dos ideas era aterradora. —Ya, mira que no creí que tuvieras un carácter tan voluble.

—No es eso… — se calmó, suspirando pesadamente. —Es simplemente que no quiero más problemas. Sólo quiero hacer mi servicio, hacer las cosas bien por primera vez y regresar a casa. Eso es todo.

A este punto un silencio los invadió. Uno por lo saber que decir ante la confesión del jovencito y otro por no poder quitarse la presencia que su superior.

—Está bien, creo que ya te incomode demasiado. Nos veremos en otra ocasión, Cloud— y sin más, le rebaso, caminando unos cuantos pasos más, para salir de la amplia habitación.

Lo único que hizo Cloud, fue dejarse caer sobre sus piernas, suspirando nuevamente y descansar de dos emociones muy fuertes. No pudo evitar mirar a los lados y observar a la gente a su alrededor. Levanto por completo la cabeza y les dedico una mirada desprecio, ellos respondiendo alejándose de él.

To be continued.


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§ Mikael Mudou §

"Frágil: ¿Qué? Maldición, tienes razón, aprende sobre el rechazo, no hay lugar dónde esconderse"