Esa mañana alumbraba un sol radiante, como pocos en la temporada, de la cocina subía hasta las habitaciones el delicioso aroma de hogar que solo un desayuno hecho con amor puede provocar; Ivana se había esmerado en ese desayuno en particular, ni siquiera ella conocía la razón, aún. Pronto se daría cuenta que su premeditación femenina se lo había revelado esa mañana.
Charlotte bajo a comer, llamada por el hambre y el delicioso aroma de los panqueques con jarabe,
-no corras en las escaleras- la amonesto su padre quien bajaba detrás de ella-puedes caer y romperte esa preciosa nariz tuya.
-si, papá- dijo con una leve sonrisa- buenos días mamá
Ivana sirvió los platos con el desayuno, beso a su hija en la frente y a su marido en la barbilla, Dudley era media cabeza más grande que ella, la madurez, la familia y el amor lo habían cambiado, su cabeza ya no era tan redonda como de joven y unas cuantas canas empezaban a aparecer en su cabellera. Acaba de retirarse como boxeador profesional, en la repisa de la sala podían observarse los múltiples cinturones y reconocimientos ganados con esfuerzo, así como los recortes de periódicos en los que lo mencionaban, esmeradamente recortados por su mujer y su hija. Ahora dentro de una semana exacta iniciaría su carrera como entrenador de la nueva promesa del boxeo ingles.
Tranquilamente Dudley empezó a cortar el tocino cuando llamaron a la puerta,
-¿Quien diantres podrá ser a estas horas de la mañana?—Pregunto algo enfadado, cosa que le hizo recordar a su padre—Charly ve a abrir la puerta.
La niña corrió apresurada y entonces Dudley lo escucho:
- Buenos días, tu debes ser Charlotte Dursley si no muy me equivoco—saludo un hombre alto de mirada seria pero amistosa— mi nombre es el profesor Callister
Charly se quedo ahí parada preguntándose como un hombre de vestir tan raro y que ella no conocía podría saber su nombre, Dudley interrumpió, vio al hombre de pies a cabeza con dudas pero después de una rápida deliberación mental, rio tranquilamente y empujo ligeramente a su hija recibió al hombre.
Usted debe venir de... y si no me equivoco, eso quiere decir que... entonces yo tenia razón- y con fuerza grito- ¡Ivana te gane la apuesta!
Debo decir que el señor de la puerta se quedo muy confuso, y no era para menos, no estaba acostumbrado a ese tipo de recibimiento, comúnmente los padres lo veían raro, le hacían preguntas bruscas y cuando el exponía sus razones para haberlos molestado, no se la creían, pero ese hombre parecía saber la razón por la que él estaba ahí.
Charlotte se quedo igual de confundida, nunca había visto un hombre como ese, y que su padre lo viera como si fuera algo tan natural como tener cabello la sorprendió aun mas.
Dudley sin tardarse más tiempo invito al hombre a pasar adelante en lo que le decía a su esposa que sirviera un desayuno extra, eso tampoco aclaro mucho al hombre, eso hubiera sido lo último que hubiera imaginado de un muggle.
El hombre no tuvo más opción que sentarse y esperar que la hermosa mujer de cabello rubio le sirviera un plato, cuando al fin se decidió a hablar, Dudley lo interrumpió:
-Sabe, he esperado esto desde que Charly tenía solo siete años, un día la vi lanzarle un balón de soccer al vecino... no piense mal, es que ese niño es un fastidioso—y le sonrió alegremente a la niña, que se sonrojo. (Creo que a veces Dudley, malcriaba a su hija)
- Veo que usted Sr. Dudley no comprende la razón por la que estoy aquí—dijo el hombre quien creía que lo confundían con algún entrenador de algún tipo (el comentario del balón ayudo a que lo creyera)—soy profesor en una escuela muy especial, y su hija también es muy especial, su nombre apareció en la lista el mismo día que nació, vera señor Dursley su hija es una... pero su intento de explicarse quedo de nuevo interrumpido
-¡una bruja!—afirmo emocionado Dudley, quien veía con orgullo a su hija—me lo imagine desde que nació.
-Mis sospechas aumentaron cuando a los siete rompió un florero, boto a mi mamá y re decoro la sala (los sillones quedaron boca abajo esa noche), y todo eso los hizo sin tocar nada —y volvió a reír—¡lo ves Ivana te lo dije!—agrego triunfante Dudley, Ivana solo sonrió (No le agradaba lo insufrible que se iba a poner Dudley luego de eso, comúnmente nunca ganaba en las apuestas contra su esposa, pero cuando si daba en el clavo se regodeaba por muchos días).
Nadie noto la cara de asombro de Charly, era de morirse, ella, ¿bruja?, ¿su padre acaso la estaba insultando?, o acaso ella era de verdad una hechicera; también el profesor se quedo boquiabierto, definitivamente eso nunca le había pasado.
Dudley le explico a grandes señas a ambos, que había convivido con un mago cuando joven, y que su tía era bruja, por lo que era seguro que algún otro familiar iba a salir mago en su familia, y también le explico (bueno lo que él conocía) que Hogwarts era una escuela para enseñar magia (-enseñar a controlarla, pues se nace con ella—rectifico algo molesto el profesor, que no le agradaba que otro hiciera su trabajo, mucho menos un muggle) y convencer a su hija que no estaba bromeando; al final terminaron celebrando con el delicioso desayuno de Ivana (quien entonces comprendió porque lo había hecho, tal vez ella también tenía algo de adivina), y quedaron de acuerdo con el bueno del profesor para que este les enseñara donde comprar los "útiles escolares" de Charly, la siguiente semana.
Después de pasada la emoción, se vieron en aprietos, Dudley no creía posible contarles a sus padres que su única nieta, era bruja, seguro que lo desheredaban o peor se morirían del enojo.
-¿Y si nos ayuda tu hermana?—pregunto—tu sabes, que solo ella se entere, así podrá conseguir cosas del internado Halliwell y papá y mamá creerían que va ahí.
Al final logro convencer a su esposa, quien llamo a su hermana alegando que necesitaba urgentemente hablar con ella, pero definitivamente cara a cara.
Anastasia llego muy preocupada al día siguiente y luego que Ivana le explico que su hija era bruja, tras una sarta de risas, dudas y ¿te estás burlando de mí?, quedo convencida, aunque con algo de recelo acepto a ayudar a su hermana.
La hija de Anastasia tenia la misma edad que Charly y (tal como planearon para Charly al inicio) iría a ese internado para chicas, así que le conseguiría promocionales, tal vez le prestaría uno de los uniformes de Dina (solo para mostrárselo a la señora Dursley) y entonces los padres de Dudley jamás se enterarían que su nieta estaba yendo a Hogwarts.
Bueno, hola a todos los lectores :D!
He de empezar con la verdad, esta es la tercera vez que subo esta historia. Las primera vez se borro por (solo Dios sabe..) y la segunda vez, fue porque me quede estancada... la verdad aun sigo estancada c: pero se que con esfuerzo y ayuda saldre.
Si alguien que ya lo leyo antes lo vuelve a encontrar,¿le darian otra oportunidad?, yo se la estoy dando.
Espero les guste :D
Con cariño
La'Vete
