18. Tabaco. (James Wilson.)

Es el tercer cigarrillo que se fuma en su vida. Desde pequeño odia el tabaco. Sabe que además mata. No porque ponga en la cajetilla que fumar perjudica seriamente la salud y ese paquete tenga exactamente más de cinco meses. No cree que algo tan mortífero tenga fecha de caducidad. Pero aún así, él sabe que puede morirse antes por cualquier otro motivo. Por ejemplo, un infarto. O una aneurisma. Un día de estos caerá redondo en medio de cualquier pasillo del hospital y no habrá sido el cáncer.

Sería toda una paradoja que el cáncer se cebase con él cuando es un oncólogo. Bien pensado, no sería del todo extraño.

Da otra calada y procura no tragarse el humo. Detesta el sabor que deja en su boca, pero existe algo liberador en ese acto. Es como una pequeña rebeldía. Un "que te jodan" a lo que sea. Expulsa el humo como si lo estuviese escupiendo y deja que le rodee durante unos segundos en los que parece que se puede esconder de todo en el ligero humo que solo consigue nublar su vista.

Lo que le gusta de todo eso es que es su pequeño secreto. Es un proceso largo y relajante en el que no tiene que preocuparse más que de no le apeste el aliento a tabaco o le huela toda la ropa. Y del pequeño cartel en la esquina que dice "Prohibido Fumar". Cuddy le mataría por eso. Si fuese House sería más fácil librarse de esa.

- ¿Wilson?

Cameron le mira entre asombrada y divertida. Parece que le hace gracia descubrirle en semejante situación. Tiene que ser cómico.

- Hola.

- No sabía que fumabas.

- Y no lo hago –contesta.

Fin.