Notas aclaratorias: Querido lector, como podrás leer en el summary esta es la historia de una mujer que tras presenciar la muerte de sus padres y la violación de su hermana decide buscar venganza contra quien esta detrás de todo eso.

La protagonista no es un tierno corderito, por lo que para justificar el porque es así he decidido narrar explícitamente la trágica violación de su hermana la cual ella presencio. Si no deseas leer ese tipo de contenido ve hasta donde dice en letras negras "Época actual" para que comiences a leer la historia hasta ahí.

Sobre aviso no hay engaño.

Sobre la frase que esta antes de que inicie el fic no es de mi autoria, es de Mortinana.

Ángel caído.

Capítulo 1. Marcas del ayer.

"Violaste mi ser, profanaste mi cuerpo, destruiste mi inocencia, acabaste con todo lo que había dentro…"

"Mortinana"

Kioto, Japón.

En la amplia habitación de blancas paredes, adornada con posters y muchísimas fotografías, un amplio tocador, con dos sillas, dos camas individuales, cuyas colchas eran blancas con estampados florales, un amplio vestidor, y una mesa en el centro, se encontraban dos jóvenes, sentadas en el piso, ambas gemelas idénticas, ojos grandes de color verde, cabello castaño y ondulado, finas facciones que les daba un aspecto delicado a su rostro y para variar ambas vistiendo el mismo diseño en pijama que consistía en una blusa de algodón y shorts en color rosa pálido.

-Así que tu y Zafiro fueron mas allá de los besos.- Río la chica de cabello castaño tan idéntica a su hermana.- Ya lo sabia, solo faltaba que tu me lo dijeras.

-¿Cómo lo supiste Makoto?.- Cuestiono la chica sonrojada a su hermana gemela.- Adema, no creo que tu y Tamahome solo se tomen de la mano

-Instinto de gemela.- Sonrío la otra chica recostándose en el piso, mientras su cabello suelto se desparramaba en el suelo.- Lita, sabes que nosotras no solo somos hermanas, tu y yo somos especiales, somos gemelas, somos como dos mitades, como una sola… si se que a veces es molesto cuando en vez de referirse a una de nosotras como seres individuales, en vez de decir tu, dicen ustedes, o en vez de hablar de ella, hablan de nosotros como ellas. Se todo de ti, cuando estas triste, cuando te sientes sola, cuando tienes dolor físico y cuando estas contenta, hasta se lo que piensas y a ti también te sucede lo mismo.

-Tienes razón Mako.- Sonrío la otra joven acostándose también en el piso.- ¿Recuerdas cuando teníamos 7 años y que desapareciste?... Papá y mamá te buscaban desesperados, y aunque tu no me dijiste nada yo sabia que te habías ido a jugar al lago.

-Eso fue divertido Lita, aunque hubiera sido mas divertido si tu no te hubieras saltado de la mesa un dia antes y te hubiera roto la pierna.-

-Si, pero tu ese diga en el lago te caíste de un árbol y te rompiste el brazo… ¿No lo recuerdas Mako?.

-Claro Lita.- Sonrío la de nombre Makoto.

-Hermana.- Sonrío maliciosamente la joven.- ¿Qué ha pasado entre tu y Tamahome las veces que el ha venido?.

La joven castaña sonrío suspirando mientras repetía una y otra vez el nombre de su amado, al cual había conocido hace un año por Internet, Tamahome Hino vivía en la ciudad de Tokio, pero cada mes iba a visitarla y le había prometido algun dia presentarle a su abuelo y a Rei su hermana menor

-No ha pasado nada Lita, no aun.- Río la joven.- Pero en unas semanas vendrá y quizá algo podría suceder. Me ha dicho que quiere que conozca a su abuelo y a su hermana Rei. Sabes lo amo tanto, quiero que sea el primer hombre en mi vida, solo el, no concebiría que me tocara otro hombre que no fuera el.

-Yo también Mako.- Sonrío la otra joven.- Amo tanto a Zafiro, que estoy segura de que el será el primero.

De pronto unos ruidos extraños se empezaron a escuchar afuera de la habitación, ruidos que después se convirtieron en gritos, que las chicas descubrieron eran de su madre y su padre.

-¿Qué sucede?.- Se levanto una de las gemelas alarmada.

-Espera hermana.- Dijo la otra poniéndose de pie, mientras tomaba su linterna y la encendía.- Me asomare, toma el bat de béisbol, puede servirnos

La otra joven, tan idéntica a su hermana tomo el bat entre sus manos, mientras la otra chica entreabría la puerta cubriéndose la boca para no gritar al ver como aquellos hombres disparaban en el pecho de su padre hasta hacerlo caer al piso ensangrentado.

-Esto es en nombre de Serenity.- Grito el hombre después de ver caer a Hiroki Kino caer al piso.

-Maldito.- Murmuro debilmente el hombre de cabello oscuro y ojos color miel.- Esa harpía pagara el daño hecho.

-¡Papá!.- Balbuceo una de las jovenes con lagrimas en los ojos, mientras su hermana también se asomaba tratando de contener el llanto, viendo como también el cuerpo de su madre caía al piso tras ser balaceada una y otra vez, volteando hacia la habitación de sus hijas, donde con preocupación pudo ver por ultima vez los dos rostros idénticos de las gemelas, suplicando en silencio que nada malo les ocurriera a sus hijas.- ¡No, mamá!.

La joven que se encontraba detrás de ella con el bat, estaba a punto de estallar en llanto, pero sabia que nada podía hacer contra cuatro hombres armados.

-No llores hermana.- Susurro la joven.- Esos hombres son peligrosos, tenemos que salir de aquí y dar parte a la policía, tenemos que conservar la calma, no podemos hacer nada contra ellos, no ahora… tenemos que salir y traer una ambulancia para.

Las dos jóvenes de ojos verdes se quedaron en silencio, caminando con paso sigiloso hacia la ventana, no sabían sin aquellos hombres pretendían dañarlas a ellas, registrar la casa, así que como fuera su única opción era abrir la ventana de su cuarto que daba a otro lado de la calle y correr.

Escucharon de pronto como unos pasos se acercaron hacia la habitación, moviendo el picaporte de la puerta, ambas sintieron que el miedo en ellas aumentaba y guardaron silencio mientras una de ellas tomaba fuertemente el bat entre sus manos.

-Vámonos, aquí ya no hay nadie.- Escucharon una voz masculina.-

Despues de que sintieron como aquellos pasos se alejaban, una de las jóvenes abrió la ventana, pero accidentalmente la otra en su nerviosismo dejo caer accidentalmente la linterna que traía en su mano logrando que un ruido ensordecedor se escuchara en la habitación.

-¿Quién esta ahí?.- Se escucho de nuevo aquella voz de hombre.

Las jóvenes no tuvieron tiempo de esconderse siquiera, pues inmediatamente de un fuerte golpe la puerta de su habitación se abrió, dando paso a tres hombres armados que entraron en la habitación.

-¡Pero valla, mira nada mas que bellezas y son iguales!.- Río uno de los sádicos hombres, mirando a sus dos acompañantes.- Creo que después de tanta masacre merecemos un poco de diversión… ¿Verdad chicos?... Pero aquí ya saben quien es el jefe, ustedes también tendrán diversión, pero no sin antes de que yo estrene a las gemelitas.

La joven que traía el bat en la mano miro a los hombres amenazantes, pero el hombre la ignoro, tomando a la joven desarmada de la blusa, mirándola lascivamente.

-¡Suéltame idiota, suélteme!.- Gritaba la chica forcejeando.

-¡No te enojes lindura!.- Se relamió el tipo los labios arrinconándola en la pared mientras le estrujaba uno de los senos.- Tendré suficiente para dar placer a ti y a tu hermana…¿Eres virgen?.

Apenas había cuestionado a la chica, cuando el hombre sintió un golpe con el bat en su cabeza que lo hizo aturdirse un momento, pero sin hacerlo caer al piso. El hombre, molesto aventó al piso a la chica que hace momentos tuviera arrinconada a la pared, apuñeteando en el rostro a la que lo había golpeado para después arrastraba y aventarla en una de las camas.

-¡Amarren a la otra gemelita, no valla a ser que nos arruine la diversión!.- Gruño el hombre acomodándose encima.- Pero sin maltratármela mucho que también la voy a estrenar.

Los otros dos hombres, con miradas lascivas amarraron a la joven, mientras el de larga cabellera castaña, besaba a la fuerza a la joven que tenia sobre la cama, tocando su cuerpo con deseo y lujurio.

-¡Suéltame imbécil no me toques!.- Grito la chica pelicastaña tratando de forcejear, logrando golpear a aquel hombre en el rostro, el cual después de eso la miro con rabia contenida y saco su revolver disparando en dirección a donde se encontraba su hermana, pero sin llegar a herirla.- ¡ Vuelve a gritar perra y ahorita mato a tu hermana!.

Los otros dos hombres dejaron tirada en el piso a la chica que habían amarrado, y corrieron hacia la cama, sujetando las manos de la otra joven.

La pelicastaña, sintió con asco como dos de aquellos hombres la besaban, en el rostro y en el cuello, rasgándole la blusa y estrujándole los senos, mientras otro le sacaba el shorts y la ropa interior.

-¡No, por favor, no!.- Gritaba la joven entre lagrimas.

-¡Esto te va a gustar nena!.- Soltó una carcajada el chico, que después se agacho y comenzó a besar los labios de la chica, estrujándole los senos, lamiéndoselos, mientras le abría las piernas, estaba a punto de penetrarla con los dedos, pero la joven aun con las pocas fueras que le quedaban, pues los otros hombres le sujetaban las mano, pateo al hombre que tenia enfrente, el cual lejos de detenerse, le dio un fuerte golpe en el estomago que logro sofocarla, abriéndose rápidamente el pantalón frente a ella para después penetrarla en la boca.

-¡Dame placer nena, vamos!.- Le ordeno el tipo, pero al ver que la joven se rehusaba, el mismo la tomo del cabello moviéndole la cabeza de arriba hacia abajo hasta que termino dentro de su boca, después se acomodo encima de ella y le abrió las piernas penetrándola con brusquedad.

-¡Ahhh!.- La joven dejo escapar un grito desgarrador, cuando sintió a aquel hombre entrando dentro de ella, tomando su cuerpo de doncella virgen a la fuerza, mientras su hermana, que yacía amarrada en el piso, lloraba desconsoladamente sintiendo el dolor de su gemela, mirando todo horrorizada pero sin poder hacer algo por defenderla, sin siquiera poder gritar por el trapo con que le habían amarrado la boca.

-¡Ahh, eres magnifica, y virgen mmm!...- Gemía el hombre de larga cabellera castaña embistiéndola con mas fuerza hasta que sintió que se venia dentro de ella.- ¡Me corro, me corro ahhh!

-¡Ahora me toca a mi!.- Gruño otro hombre de cabello rubio acomodándose entre las piernas de la joven repitiendo el mismo acto aberrante, para después pasársela a su ultimó compañero, uno de rojizo cabello, el cual antes de penetrar a la joven, le dio puñetazo en el rostro, para escucharla sollozar a llanto abierto.

-¿Porque la golpeas Rubeus?.- Se carcajeo Neflyte.- Si ya se estaba portando bien.

-¡Me excitan las mujeres gritando!.- Grito el hombre mientras se corria dentro de la joven para despues voltearla de espaldas y repetir el mismo acto por detrás, haciendo que la joven gritara de dolor.

-¡Ahhh, dejame, dejame!.- Gritaba desesperadamente sintiendo mas el dolor del alma que el dolor físico.

Tras levantarse el ultimo hombre, la voteo de nuevo boca arriba y le dio un beso en los labios.

-¡Buen trabajo nena!...Me pregunto si tu hermanita estara igual de sabrosa.- Volteó mirando lascivamente a la otra gemela.

-¡A mi hermana no, a ella no!.- Suplico la joven inclinandose en la cama para después recibir un puñetazo en la cara.

-¡Aquí no eres tu quien da ordenes.-

-¿Le seguimos con la otra?.- Se inclino el hombre de cabellera castaña hacia donde se encontraba la otra chica que lo miraba con lagrimas en los ojos, tocándole la entrepierna.- Yo creo que también debe ser virgen.- Soltó una carcajada.

-¡No Neflyte, a la siguiente la estreno yo!.- Se burlo el hombre de rubio cabello.- Tu ya desfloraste a esta, ahora me toca a mi.

De pronto el teléfono celular del pelirrojo se escucho timbrar y rápidamente lo contesto.

-¿Qué estas diciendo Zoycite?... ¿Cómo que policías?.- Rugió el hombre para después colgar el teléfono.

-¡Neflyte, Jedite tenemos que irnos, al parecer algún vecino impertinente ha llamado a la policía!.

Los tres hombres salieron corriendo de la habitación, dejando muertos a los padres de las gemelas, habiendo violado a una de ellas, la cual se encontraba en la cama, desnuda, con el cuerpo y el alma destrozados, mientras la otra amarrada lloraba en silencio, puesto que a pesar de no haber sufrido el mismo abuso que su hermana, podía sentir el dolor de ella, la rabia y la impotencia de haber visto como masacraban a su hermana sin siquiera poder hacer nada para ayudarla.

Época actual.

6 años después.

17 de Noviembre del 20XX , Cementerio Sintoísta Amaterasu.

El atardecer estaba pintando de anaranjado y rojizo el cielo, mientras las hojas de los árboles caían alrededor del piso y de las lapidas. Un hombre de cabello oscuro azulado, caminaba despacio entre las lapidas, como lo hacia cuatro veces por años, durante el 5 de diciembre, que era la fecha en que la difunta había nacido, los días 15 de agosto que era el dia del Obon, durante la navidad y así también cada 17 de noviembre, fecha en que la hermosa pelicastaña había dejado de existir en el mundo de los vivos.

Finalmente llego a la lapida de la mujer que a pesar de los años no olvidaba, su primer novia, esa que ninguna mujer hacia que pudiera olvidarla, y que el por estúpido y cobarde abandono en el peor momento. Se hinco frente a la lapida leyendo el nombre inscrito en ella:

Lita Kino.

17 años.

En silencio, deposito el ramo de rosas color rosado que siempre llevaba, recordaba como le gustaba ese tipo de flores a la joven que murió a temprana edad.

-Te extraño tanto.- Susurro mientras unas lagrimas de dolor y arrepentimiento salían de sus ojos azules.- Nunca voy a perdonarme mi cobardía.

Flash Back.

Aquella tarde el joven peliazul parado frente a la joven que tanto amaba, se encontraba con la vista perdida, la amaba, de eso no cabía duda, pero a pesar de todo no podía vivir con eso. Sabia que Lita estaba sufriendo, que lo que le había sucedido era horroroso, podía haber estado con ella apoyándola al haberse quedado huérfana, pero pensar que ella había estado con otros hombres le parecía repugnante.

-Zafiro, mírame.- Suplicaba la joven con los ojos llenos de lagrimas.

-Lo siento Lita… pero yo no puedo, no concibo imaginarte con otro, simplemente no lo soporto.-

-Tu alguna vez dijiste que no te importaba ser o no ser el primero.- Le recordó la joven.

-Y no me importaría.- Sostuvo su palabra el joven.- Pero Lita… ¿No puedes entender que jamás podré sacar esa imagen de mi mente?... ¡Saber que cuando intente tocarte, estarás pensando en eso hombres!.

-¿Y crees que no me duele mas que a ti?... ¡Perdí a mis padres, me violaron y ahora este repugnante ser que llevo en mis entrañas!.

El joven quiso desfallecer al escuchar aquello, sino podía concebir la idea de saber violada a su novia, muchos menos podía siquiera pensar que producto de aquella aberración ella había quedado embarazada.

-Lo siento.- Se alejo el muchacho corriendo, dejándola sola. No podía soportarlo y por algo había decidido irse de Kioto.

Fin del Flash Back.

-¿Sabes que regrese por ti?...¡Que me arrepentí de haberme portado como un cobarde!.- Dijo el hombre sollozando.- Lastima que cuando quise hacerlo tu ya no estabas, ya no estabas para demostrarte que te amaba mas que a mi vida.

Flash Back.

El joven de cabello azulado tocaba una y otra vez el timbre de la casa donde vivía su amada, pero nadie abría, suponía que ella y su hermana no estarían en ese momento en casa, pero de una u otra forma tenían que volver, era el único lugar donde podían vivir, puesto que no tenían mas familiares.

Estaba desesperándose, cuando de pronto la señora que vivía enfrente se acerco a el, tras verlo tocar una y otra vez.

-Zafiro… ¿Qué haces aquí muchacho?…¿No sabes que después que Lita muriera tu novia se fue de Kioto?.- Le dijo la señora con pesar. Si bien los vecinos conocían de vista a los novios de las dos jóvenes, Zafiro que todos los días estaba ahí y Tamahome que iba a Kioto cada mes a visitar a su novia, pero las gemelas eran tan idénticas que no sabían cual era el novio de cada una.

-¿Qué esta diciendo?… ¿Cómo que Lita murió?.. ¡Eso no puede ser mi Lita no pudo haber muerto!.- Desesperado el.- Me distancie de ella pero la amo… ¿Dígame donde esta ella?

-En verdad no lo sabes.- Apenada la señora.- Muchacho, Lita murió, ella murió hace apenas 8 días

Las palabras de aquella mujer retumbaron duramente en la mente del joven enamorado, que pronto dejo escapar un grito te dolor acompañado de lagrimas, su amada Lita estaba muerta y lo peor de todo es que el no la había apoyado en sus últimos momentos de vida.

Fin del Flash Back.

El joven, con la mirada perdida se levanto del suelo, caminando hacia la salida, sin imaginar que a poca distancia alguien lo observaba.

Tras alejarse, una joven de cabello castaño, sujeto en una coleta alta, la cual vestía un vestido en color negro, largo justo arriba de las rodillas, ceñido a su cuerpo y con mangas caídas, se acerco a la tumba con tres ramos de rosas blancas, dejando uno en las dos lapidas de sus padres, para al final hincarse frente a la tumba donde descansaban los restos de su hermana.

Miro con odio aquel ramo de rosas color rosado sobre la lapida y lo tomo entre sus manos, sacando una de las flores para apretar el botón de la rosa entre sus manos. Despues se levanto y llena de odio arranco uno a uno los pétalos de cada rosa en color rosado.

-¡Sufre por lo que hiciste Zafiro Black, ese será tu castigo por haber despreciado a la mujer que te amaba y a la cual no apoyaste en los peores momentos!.- Susurro la mujer con amargura en su voz, mientras unas lagrimas salían de sus ojos llenos de rencor.- ¡Hermanita, te juro que todos pagaran muy caro lo que nos hicierón, pagarán de la misma manera, así sea lo ultimo que haga en mi vida antes de reunirme contigo y con nuestros padres!

Tokio, Japón.

Centro de Reclusión de Tokio.

En la sala de visitas del centro de reclusión, un hombre de rojiza cabellera se encontraba sentado frente a la mujer de cabello platinado que había ido a hacerle una visita, que mas que cordial, era para seguirle recordando que tenia que callar.

-¡Esa maldita perra, arruino mi vida Serenity, merece estar metida tras las rejas!.- Rugió el joven.

-No te atrevas Rubeus.- Lo miro amenazante la mujer de coletas platinadas.- Si te atreves corres el riesgo de que ella te denuncie por violación, asesinato y tratar de matarla… si lo haces te condenaran a mas años de cárcel… ¿Acaso quieres estar mas tiempo en este lugar de ratas?… Además ni siquiera tu mismo estas seguro cual de las dos fue a la que violaron ni si es la misma la que te…-

-¡Calla Serenity, no lo digas!.- Rugió el hombre molesto.- ¿Te preocupas por mi? O ¿No será mas bien que temer tu también si se sabe lo de la violación?.- La miro desafiante el hombre.

La mujer estaba a punto de decir algo, cuando llego uno de los guardias anunciando que el tiempo de visita al recluso había terminado.

Despues de que se hubiera retirado la mujer, el joven pelirrojo camino de regreso a su celda acompañado de uno de los guardias.

-Maldita perra.- Murmuro entre dientes recordando lo sucedido hace algunos años.

6 años atrás.

El hombre de cabello rojizo rondaba la casa en la que una semana antes habían entrado acabado con la vida de Hiroki y Mika Kino, donde también el y sus compañeros habían abusado de una de las jóvenes.

Tras haber sucedido aquello, los tres hombres se habían quedado tres días mas en Kioto, sabían que las gemelas estaban solas y desamparadas así que pretendían volver a saciarse con los cuerpos de ellas para después matarlas, tal como había ordenado Serenity.

Aunque ambas jóvenes eran idénticas, tenia el deseo contenido de tomar a la otra mujer que no había probado, no sabia como la distinguiría de la otra, pero lo averiguaría así tuviera que probar a las dos de nuevo, cosa que no seria un sacrificio para el.

Miro que la puerta se abrió, desde donde visualizo a una de las jóvenes de cabello castaño con un corto blusón en color negro, solo verla ahí, tan sola, sin sus padres, tan atractiva le hacia desearla, saborearla el solo sin tener que compartir con sus compañeros. La joven estaba sola. Nadie podría defenderla, seguro estaba la otra gemela, pero nada podía hacer.

Sintió como la mujer lo estaba mirando, y se dirigió hacia la casa rápidamente, donde al llegar miro a la joven mirándolo con miedo.

-¡Hola preciosa!.- Susurro soltando una carcajada.- Supongo que no has abierto tu linda boquita o ya sabes lo que podría pasarte.

La joven trato de cerrar la puerta, pero el tipo entro mirándola lascivamente para después tomarla de los cabellos .

-Mira preciosa, mas vale que no hagas ruido… Seguro no querrás ver muerta a tu hermana… ¿Cierto?.- Cuestiono el hombre.- Otra pregunta… ¿Cuál de las dos eres?. La que ya probé o la que me falta... No lo digas, no me importa, híncate perra..- Le ordeno tras cerrar la puerta.

La joven con los ojos llenos de lagrimas se hinco en el piso, mirando como aquel hombre se desabrochaba el pantalón dejando a la vista su miembro, que a ella le pareció la cosa mas asquerosa y repugnante que jamás hubiera visto.

El hombre le dio un golpe en el rostro, haciendo que esta abriera la boca para rápido introducirle su miembro, tirándola de la cabeza para sentir placer.

-¡Hazlo tu sola perra o mato a tu hermana!.- Le grito el hombre.

La joven tuvo que tragarse su repulsión y comenzó a mover su lengua alrededor del miembro endurecido de aquel hombre el cual hecho la cabeza hacia atrás gimiendo descontroladamente soltando del cabello a la joven.

-¡Ahhh!.- Roncos gemidos y gritos de placer escapaban de la boca de aquel hombre.

La pelicastaña entonces saco un cuchillo carnicero que se tuvo que esconder quien sabe como entre sus ropas, y de un solo tajo rebano el miembro viril, haciendo que el hombre dejara escapar un horrible grito de dolor.

-¡Eso es lo que te mereces maldita escoria, jamás volverás a aprovecharte de una mujer!.- Le grito la joven mirándolo con rabia, aprovechando que el hombre se retorcía de dolor para quitarle el revolver que traía con el.- Te mataría, pero no lo hare, y si se te ocurre hablar, yo también hablo.

Fin del Flash Back.

-¡Estupida!... ¿Cuál de las dos habrá sido?.- Se pregunto así mismo el hombre, pero sus pensamientos fueron interrumpidos al escuchar a algunos reclusos reírse de el, haciendo comentarios donde lo llamaban como: "el manguera caída", "Floripondio", "La salchicha vienesa" , "salchicha coctel", "palo mocho", entre otros no menos despectivos, notando como algunos de aquellos no conforme con haberle dado su respectiva "bienvenida" al entrar a aquel reclusorio, aun seguían aprovechándose de el.

Algunos días después.

Dentro de un departamento ubicado en las grandes avenidas de la ciudad de Tokio, dos jóvenes, una de cabello corto y azulado y otra de largo cabello negro acomodaban algunos platos en la mesa, en los cuales estaba servido un delicioso Teriyaki de pollo, mientras en el centro pusieron una botella de refresco.

-¿Crees que Mako no valla a venir a comer ahora?.- Cuestiono la peliazul.

-No lo se, pero de igual manera también pondremos su plato.- Dijo la pelinegra.- Venga o no ahí tiene su plato listo. Aunque supongo que saldrá tarde y se ira al restaurante.

Justo había terminado de hablar la joven de ojos color amatista, la puerta se abrió dando paso a una joven pelicastaña de ojos verdes que entro corriendo y de prisa al departamento.

-Pensé que no vendría a comer Mako.- Dijo la peliazul.- ¿No faltan ya 20 minutos para que entres a trabajar?.

-Así es chicas, pero olvide el uniforme.- Dijo metiéndose en el cuarto.

-Mako tengo que hablar contigo.- Hablo la pelinegra.

-Mas tarde Rei, ahora llevo prisa.- Dijo la pelicastaña.

-Es sobre AeroSky Enterprises… ¿Estas segura de que no deseas saber?.

Makoto se quedo mirando detenidamente a su amiga, deseaba saber de una vez por todas si su amiga había sido seleccionada como nueva empleada de aquella compañía dando si inicio a la tal ansiada venganza que tanto esperaba.

-¿Fuiste aceptada?.- Pregunto la joven de ojos verdes mirando a su amiga, sabia que el hecho de que aceptaran a Rei en aquella aerolínea de renombre tan solo seria el inicio de lo que por tantos años venían planeando.

-Si.- Respondió la pelinegra.- Aunque hay un pequeño problema.

La joven pelicastaña trago saliva, miro su reloj el cual le indicaba que faltaban 15 minutos para entrar a su trabajo en el restaurante donde se desempeñaba como mesera

-Ya estas dentro de esa empresa.- Respondió la joven castaña.- Lo demás lo arreglaremos después. Hablamos en la noche cuando regrese.- Termino diciendo para después salir a toda prisa dejando de nuevo solas a sus dos amigas.

-¿Tan grave es lo que ocurrió?.- Pregunto la peliazul.- Porque no me lo platicas.

-Pues, es grave en la manera que afecta nuestros planes Amy.- Molesta la sacerdotisa que apretó sus puños conteniendo la ira.- Pero te prometo que esto no se quedara así. No importa si tengamos que cambiar de planes, idear otra estrategia, pero el daño que le hicieron a Mako,y a su hermana, así como el hecho de que mi hermano y mi abuelo hayan muerto es algo que no quedara impune.

-Pero esas personas que dañaron a Mako y a su familia no mataron a tu familia Rei.- Le dijo la peliazul.- Tu misma has dicho que tu abuelo murio de un infarto y tu hermano...

-¡Pero todo eso ocurrió como consecuencia de la desgracia de las hermanas Kino!.- Rabiosa la pelinegra.- Y si soy abogada es precisamente porque no me gustan las injusticias y yo hare justicia. Makoto y mi hermano tenían derecho a ser felices.- Susurro la sacerdotisa conteniendo las ganas de llorar el recuerdo de su hermano.

6 años atrás.

Era de noche en Tokio, la hermosa adolescente de cabello negro se levantó de su cama, tenía insomio y no podía conciliar el sueño. Al pasar por el cuarto de su abuelo miró la puerta entreabierta y entro cubriendo al anciano con una cobija para despues salirse, la noche era fría, y ella adoraba a su abuelo. Trás el accidente automovilístico en que habian muerto sus padres cuando ella era niña, tanto ella como su hermano habían pasado a vivir con el abuelo, quien se habia hecho cargo de ellos.

Salio del cuarto y escucho unos ruídos en el cuarto de su hermano, por lo que se imagino que se encontraba despierto y toco la puerta.

-¿Estas despierto Tamahome?... ¿Puedo pasar?- Preguntó la joven.

-Claro Rei, adelante.

La joven pelinegra entro y miro a su hermano sentado en el escritorio con la lap top frente a el. El cuarto se encontraba a oscuras iluminado solamente por la luz de la computadora portatil y una pequeña lampara que el joven tenía a su lado para que su amada pudiera ver su rostro a través de la web cam

-Acercate Rei, quiero que conozcas a tu cuñada.- Habló seliz el apuesto chico de cabello castaño y ojos color miel.

Rei se acerco sonriendo, acercandose a la computadora portatil, donde miró a travéz de la web cam el rostro de su cuñada, a la cual aún no conocía en persona, pero con la cual su hermano llevaba casi un año de relación a distancia, visitandola cada mes. La joven pelinegra aun no la conocía, pero moría de ganas de hacerlo, aunque algunas veces cuando la joven llamaba por telefono para hablar con Tamahome ella le contestaba, por lo que al menos ya había conversado con ella.

-¿Verdad que es hermosa mi novia?.- Cuestiono el joven acariciando la pantalla de la computadora. Muchas veces se había burlado del amor a distancia, decía que conocer a alguien por internet era una tontería, pero desde aquella noche de desvelo, donde había platicado por messenger con aquella joven se había enamorado de ella, a travéz de sus palabras.

-Si es preciosa.- Dijo Rei agitando su mano en señal de saludo para que la novia de su hermana la viera, la cual le sonrío a través de la camara y le respondio el saludo.

Fin del Flash Back.

Sakura Garden.

La joven de cabello castaño llego 5 minutos antes al lujoso restaurante, vistiendo el uniforme que consistía en una minifalda en color negro y camisa blanca de manga larga en la cual venia bordado el logotipo del restaurante.

Entro al área de cocina mirando como uno de los chef preparaba magistralmente uno de los platillos mas pedidos, el cual era a base de pasta, verduras, aceite de oliva y otros condimentos. Recordando momentos de su vida, donde alguna vez soñó con estudiar gastronomía y ser una excelente chef, mas sin embargo los trágicos sucesos ocurridos en su vida la habían llevado a seguir otro camino, en el cual su único objetivo era la venza. Recordó también que alguna vez había tenido una linda familia, padre y madre que la adoraban, una hermana gemela la cual era como ella misma la que al morir había significado como si muriera una parte de ella misma. Por supuesto también había amado a un hombre, y con toda el alma, pero su corazón ya estaba cerrado, ya no había mas amor por nadie. Cierto que le tenia aprecio y gratitud a Amy y Rei, pero en su corazón ya nada seria lo mismo.

No le gustaba el trabajo de mesera en el restaurante, una cosa era que le gustara cocinar, pero otra muy distinta que le gustara trabajar de mesera, aunque en realidad tenia muchos años que no cocinaba, que ni siquiera freía un huevo, así que no sabia si aun conservaba aquella sazón que todo mundo le elogiaba.

Dentro de todo le agradaba pensar que esa era su ultima semana en la universidad, la ultima y ya terminaría sus estudios en Derecho, los cuales hubiera podido terminar antes de no ser porque había perdido un año después de la tragedia ocurrida y no había entrado a la universidad hasta el año siguiente.

-Makoto, he dicho buenas tardes.- Saludo el cocinero.- Anda Mako, ve afuera a esta hora hay muchos clientes y por lo tanto muchas mesas que atender.

-Tienes razón Taishi.- Respondió la joven con seriedad saliendo al área de comensales.- Gracias.

-Makoto, atiende la mesa numero 7.- Escucho la orden de la capitana de meseras.- Rápido Makoto.

La joven castaña tomo los elegantes menús donde venían especificado los nombres de los distintos platillos, postres y bebidas y camino hacia aquella mesa maldiciendo entre dientes a la capitana de meseras, la tenia harta, pero tan pronto como terminara los tramites para recibir su cedula profesional buscaría otro trabajo.

-Buenas tardes, bienvenido sea a Sakura Garden, aquí tiene nuestro menú, en un momento volvere con usted para tomarle la orden.- Repitió la misma frase que desde hacia dos años había venido repitiendo una y otra vez con cada cliente hasta aprendérsela, por ultimo dejo el menú frente al cliente, pero cuando estaba a punto de retirarse sintió que este le tomaba la mano.

-Espere un momento señorita.- Escucho aquella voz que la hizo ver a aquel hombre analizándolo.

No estaba segura si ya lo había visto antes o no, pero eso no le importaba, tan solo era un chico rubio, ojos azules. ¿Atractivo?. También lo era, con rasgos de occidental que le hicieron pensar que seria un turista, aunque por la manera en como hablaba el japonés parecía como estar escuchando a un nativo de Japón. Como quiera que sea aquello no le importaba en lo absoluto y bruscamente aparto su mano.

-¿Esta listo para pedir su orden señor?.- Pregunto Makoto secamente.

-No.- Balbuceo el hombre mirándola embelesado.-

-Entonces me retiro, hay muchos clientes que…

-Espere por favor.- Suplico el joven.- Mi nombre es Andrew… ¿Cuál es el suyo?.

-Creo que eso no es importante, ahora déjeme hacer mi trabajo.- Dijo la joven dándose media vuelta, pero entonces escucho de nuevo la voz de aquel impertinente.

-¿Por qué siempre me ignoras?.- Escucho que aquel hombre le preguntaba.- ¿Sabias que siempre vengo aquí solo por ti?... Pero tu nunca me había atendido, siempre me ignoras. Bueno creo que ni siquiera te has dignado a posar verdes ojos en mi alguna vez.

La joven se quedo detenida escuchando unos momentos la voz de aquel hombre a sus espaldas, pero no volteo a verlo y se retiro a seguir con su trabajo, pidiéndole a una de sus compañeras que le cambiara de mesa para así no atender a ese molesto cliente.

Cierto era que había clientes molestos, algunos que se limitaban a mirarla, algunos prepotentes y groseros, otros demasiado amables, algunos muy coquetos, algunos feos, algunos atractivos como el que acababa de atender, pero le daba lo mismo, su corazón estaba lleno de amargura, dolor y odio, ya jamás habría cabida para nadie mas. Lo único importante era su venganza, así la vida se le fuera en ello, así fuera lo ultimo que hiciera en su vida.

Su corazón perteneció alguna vez a un hombre que amó mucho, con locura, pero después de aquel hombre ya no habría nadie mas.

Algunas horas después.

Faltaban 15 minutos para que el reloj que se encontraba en aquel departamento marcara las 12:00 p.m., la mujer de corto cabello azulado lloraba mientras la pelinegra a su lado la escuchaba.

-No llores Amy.- Puso Rei una mano sobre el hombre de su amiga.- El imbecil de Taiki no vale la pena, además hombres son lo que sobran en este…- La joven de negro cabello no pudo terminar de hablar pues en eso ambas escucharon el ruido de la puerta que se abría para después ver a su amiga la pelicastaña.

-Buenas noches.- Saludo Makoto.- ¿Rei puedes decirme que es lo que salio mal en tu primer dia de…- La joven no termino de formular su pregunta, pues miro como su amiga la peliazul lloraba desconsoladamente.- ¿Qué es lo que te sucede Amy?

-¡El imbecil de Taiki que la ha estado engañando con otra!.- Rabiosa la pelinegra.- Pero ya me encargare de poner a ese imbecil en su lugar.

La joven de ojos verdes se quedo mirando fijamente a su amiga, pasándole una mano por el cabello.

-Amy, muchas veces te dije que Taiki no valía la pena.- Hablo Mako con seriedad.- No me gusta decir te lo dije, pero sabes que te lo dije.

-Lo se Mako, tu y Rei tenían razón.- Dijo la joven con lagrimas en los ojos.- Pero es que en verdad es un cínico, el me dijo que me amaba, el me prometió matrimonio, el tenia un año… un año engañándome con esa estupida pelirroja y… con el fue mi primera vez… ¿Entienden lo que es eso?.

-Lo siento Amy.- Hablo Rei con dureza.- Lo siento por el imbecil que ha perdido a una gran mujer, pero me alegra que por fin hayas abierto los ojos y te hayas dado cuenta de la alimaña que tenias por novio, en cuanto a lo de la virginidad y la primera vez… ¿Qué mas da eso?… Tu sigues siendo Amy Mizuno, la chica amable e inteligente, ya habrá otros mejores.

-Gracias chicas.- Dijo mas tranquila la peliazul.- Aunque jamás olvidare que el fue el primero… al menos me hubiera gustado que esa primera vez fuera con alguien especial, con alguien que me amara tanto como yo.

Makoto parecio sentirse afectada por las ultimas palabras que había dicho su amiga las cuales retumbaban como un eco en su mente "Al menos me hubiera gustado que esa primera vez fuera con alguien especial, con alguien que me amara tanto como yo".

-Al diablo con la virginidad.- Río Rei descontroladamente.- Si esta fuera reversible ya la hubiera perdido mas de una vez.

-Ni lo digas.- Se carcajeo Amy.- Tu nombre debería ser ninfomana y tu apellido maldita.-

-Buenas noches chicas, voy a dormir.- Dijo la pelicastaña caminando hacia su habitación dejando solas a sus dos amigas.

-Rei, creo que esta vez nos pasamos.- Se sintió apenada Amy.- Como somos estupidas … ¿Cómo se nos pudo olvidar que ella es virgen?… Pobre debe ser terrible no haber estado nunca con el hombre que amaba.

-También deber ser terrible saber que tu única hermana fue violada.- Termino diciendo Rei compadecida de su amiga.

-0-0-0-

La joven de cabello castaño se encontraba encerrada en su habitación, sentada en su recamara abrazándose a sus piernas mientras las lagrimas salían copiosamente de sus ojos. Por momentos llegaba a pensar que los ojos se le secarían con el tiempo de tanto llorar su desgracia ocurrida años atrás pero ni un solo dia lograba olvidarlo y recordar aquello con horror, teniendo pesadillas constantes de aquello noche de tragedia.

Levanto su vista limpiando las lagrimas de sus ojos, de la chica tierna y cariñosa que alguna vez había sido, ya no quedaba nada, su mirada que antes era dulce, tierna y vivaz, ahora estaba llena de odio, tristeza, resentimiento, rabia y deseo de hacer justicia por su propia mano.

Flash Back.

Habían pasado algunas horas desde que aquella masacre había ocurrido en la casa de la familia Kino. Despues de que la chica castaña hubiera sido atendida por el medico en turno, la habían llevado al ministerio publico a declarar acompañada siempre de su hermana.

-Señorita Kino.- Hablo el hombre sentado frente a las gemelas señalando a la que narraba los hechos.- Se que es difícil para usted, pero es necesario que me diga lo mas detalladamente posible como sucedieron los hechos, cuantos hombres eran y que me describe lo que mas recuerde de sus características físicas.

Una de las gemelas se levanto molesta de su asiento golpeando con dureza el escritorio, mirando con rabia al agente del ministerio publico.

-¿Que no puede entender que esto es difícil para nosotros y mas para mi hermana?.- Grito la joven con lagrimas en los ojos

-¡Señorita le suplico que se tranquilice estamos tratando de ayudarlas!.- Le hablo con dureza aquel hombre.- Prosiga por favor señorita Lita Kino… ¿Cuál de las dos es Lita Kino?…

Fin del Flash Back.

La joven castaña dejo a un lado la fotografía donde salía con su hermana, ambas sentadas en el césped de la preparatoria donde estudiaban, foto que había sido tomada antes de aquella tragedia, para después correr al cuarto de baño que tenia dentro de su habitación, levantando la tasa del excusado e inclinándose sobre este, algunas veces aquel horrible recuerdo le provocaban ganas de vomitar.

Algunos minutos después se levanto caminando hacia el lavabo para lavarse los dientes y el rostro, para finalmente mirar su reflejo en el espejo. Se desvistió con rapidez y entro en la ducha sentándose en el piso, no sin antes abrir la llave de la regadera para sentir como el agua caía sobre su cuerpo, tomando una esponja con la cual tallaba su cuerpo con desesperación para después llena de rabia lanzarla a la pared .

-¡Todos van a pagar muy caro, todos!.- Se prometió así misma como cada dia lo venia haciendo desde hace seis años, acostándose en el piso de la regadera, mientras el agua mojaba su cuerpo y las lagrimas salían de sus ojos que ahora tenían una mirada dura y llena de deseos de venganza…

N/A: Si, aquí estoy yo de nuevo con otra de las historias que desde hace tiempo se me había ocurrido para este fandom color rosa donde por desgracia todo es Sere/Darien, Sere/Seiya o Sere/ (aquí pon el nombre que quieras). En cuanto a los del fandom rosa mejor ni digo nada, que bien saben todos los que me han leído que si algo me gusta es el romance y el lemon, así que también caigo un poco en lo "rosa", pero bueno últimamente estoy tratando de explorar otros géneros narrativos, tratando de no dejar lo mío.

No se en que encasillar este fic, la verdad me parece confuso, pienso que podría ser tragedia, crimen o drama, no estoy segura, pero eso es lo de menos… ¿Verdad?.

Ahora, en cuanto a los que ya me han leído antes saben que me encanta escribir fics Mako/Motoki (Lita/Andrew), pero bueno en este fic ella es la protagonista, no hay galán de la historia, porque así como el personaje de Andrew sera importante, también lo sera el de otros personajes (Aquí el pobre de Andrew dara pena y lastima haha) y encuanto a Mako, pues bueno ella es una protagonista que yo llamaría Protagonista/Villana, puesto que en haras de vengar la muerte de sus padres y la violación de su gemela no se detendra ni escatimara en nada, sin importarle a quien se tenga que llevar entre las patas, asi que esta es una Mako muy maldita, por eso título de "Angel Caído"

Habra romance (porque es algo que me gusta y no puedo dejar de lado), aunque en sí la historia no girara en torno a eso, sino a la venganza de Mako, habra romance para cada una de las inner y tambien manejare escenas de romance del pasado entre Lita/Zafiro y Makoto/Tamahome.

Importante aclarar que también salen el resto de las sailors y prometo dar protagonismo a cada una de ellas (hablo de las inner, de las outer no prometo nada).

Sobre Tamahome, el hermano de Rei que para variar ya dije que murió, es un personaje de otro anime llamado "Fushigi Yugi", si quieren saber como es simplemente escriban Tamahome en el buscador y aparecerán miles de imágenes de el (esta bien buenote hahaha).

También cabe aclarar que esta protagonista no esta inspirada en ninguna de telerrisa, aquí no hay victima que perdona y desea justicia, porque lo que la protagonista quiere es venganza, vengar a sus padres y a su hermana y vengarlos en serio.

En fin, nos vemos.

Mademoiselle Rousseau.